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Hidrógeno
Extraer 3,7 litros de agua por segundo de un humedal protegido para producir hidrógeno verde
![Lagunas de Villafáfila Zamora](/uploads/fotos/r2000/a861703e/8507911464_3113fa016d_o.jpg?v=63906422956)
Posición estratégica. Escenario clave. Punto geográfico esencial. Basta con juntar “hidrógeno verde” y “Zamora” en Google para encontrar una catarata de definiciones grandilocuentes sobre el potencial renovable de esta provincia castellanoleonesa, por cuya ruta pasará el primer corredor de hidrógeno limpio de la UE.
El H2Med, como se conoce a este controvertido proyecto de descarbonización, incluye dos infraestructuras transfronterizas, una entre Zamora y Celorico da Beira (Portugal) y otra, submarina, entre Barcelona y Marsella (Francia), que están promovidas por los respectivos transportistas y gestores de los sistemas gasistas: Enagás por la parte española, REN por la portuguesa, y GRTgaz y Terega por la francesa.
El año pasado, con el visto bueno de Bruselas, el Consejo de Ministros autorizó a Enagás a empezar con la construcción del nodo que pasará por Castilla y León. Pero para transportar hidrógeno verde, primero hay que producirlo. El agua es la principal materia prima para la generación de este vector renovable, aún inmaduro para la escala proyectada.
“Se ha hecho todo de espalda, con mucho hermetismo. Estamos hablando de un proyecto con ningún impacto positivo económico para la zona, de otro proyecto extractivista”, denuncia Alberto Zamorano
En España, país que se desertifica, que destina el 79,1% de toda el agua disponible a la agricultura, este recurso escasea. La incipiente industria del hidrógeno verde, con decenas de empresas que pujan por obtener las correspondientes autorizaciones administrativas para montar plantas, amenaza con tensionar aún más esta (insostenible) demanda productiva.
Un proyecto bajo la acusación de hermetismo
En Granja de Moreruela, pequeño municipio de Zamora, esta tensión ha dejado de ser teórica o abstracta. La autorización que la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) le ha otorgado a un promotor para extraer 117.000 metros cúbicos anuales de la Reserva Natural de las Lagunas de Villafáfila, un espacio protegido (está declarado Zona de Especial Protección para las Aves), ha generado un fuerte rechazo social con repercusiones políticas. La cantidad equivale a 320.000 litros al día de media (3,7 litros por segundo).
En enero, la CHD otorgó esta concesión del acuífero de Villafáfila a la firma UTU SOLAR SL, con domicilio en Marbella, que construirá una planta de 5000 m2 con capacidad de hasta 640 kg de hidrógeno verde por hora. El aval pasó bastante desapercibido en el territorio afectado. La alerta social se encendió tras la denuncia del partido regionalista Unión del Pueblo Leonés (UPL).
Manuel Herrero, secretario provincial de esta formación, advirtió en redes sociales de que esta autorización amenaza la “supervivencia” de estas emblemáticas lagunas, un “ecosistema único de la región por su riqueza ambiental”. “Es un expolio. No se puede permitir”, se quejó.
“Si se extrae agua de un espacio protegido, ¿de dónde no se va a sacar agua en Zamora para producir hidrógeno?”, se pregunta Herrero
Al enterarse de la noticia, un vecino, el politólogo y sociólogo Alberto Zamorano, lanzó una campaña en Change.org titulada “¡#SalvemosVillafáfila! Un tesoro natural en peligro de desaparición” para recabar firmas e impedir una autorización que amenaza con “desecar” el acuífero. La petición ya cuenta con más de 7.000 apoyos.
Zamorano explica que el humedal es “una parada obligatoria para la ruta de migración de miles de aves entre el norte de Europa y África y el hogar de la mayor población de avutardas del mundo”. “Se ha hecho todo de espalda, con mucho hermetismo. Estamos hablando de un proyecto con ningún impacto positivo económico para la zona, de otro proyecto extractivista, de un proyecto que se dice verde pero que va a dañar unas lagunas que ya sufren los impactos del cambio climático”, denuncia.
Pone de ejemplo las dos grandes sequías de esta última década, la del 2018 y la de 2022. “La desaparición de las lagunas sería un golpe devastador para Zamora. Villafáfila es mucho más que un espacio natural; es un emblema cultural e histórico y un motor económico para la provincia y sus comarcas”, plantea el sociólogo.
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Ecologistas en Acción, organización que también ha hecho público su rechazo a la autorización de la CHD, recuerda que las lagunas de Villafáfila son de “carácter estacional”, por lo que “se desecan de manera natural en los periodos secos”, ya que se encuentran en una zona con un clima mediterráneo-continental, con una pluviometría media de 387 mm/año, y con una fuerte ausencia de precipitación en verano.
La polémica llega a la Unesco
Herrero cuenta que se enteró de la autorización de la CHD por un artículo periodístico y que “tiró de un hilo que sacó a relucir todo el ovillo”. “Nos llama mucho la atención este aval. Las confederaciones, por lo general, ponen muchas pegas para extraer agua del suelo. Hemos descubierto un procedimiento opaco, con los ayuntamientos involucrados sin conocimiento alguno”, afirma.
Su partido ha interpuesto un recurso de reposición ante la Junta de Castilla y León, que está pendiente de contestación. También ha elevado el caso ante el Convenio de Ramsar o Convenio relativo a los Humedales de Importancia Internacional especialmente como Hábitat de Aves Acuáticas, un tratado intergubernamental que promueve la conservación y el uso racional de estos ecosistemas.
El presidente de la Diputación de Zamora reconoció que la extracción de agua va a generar que baje el nivel freático del acuífero y que aumenten los niveles de contaminación, con los consiguientes “problemas de abastecimiento”
“Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para evitar este atentado medioambiental. Si se extrae agua de un espacio protegido, ¿de dónde no se va a sacar agua en Zamora para producir hidrógeno?”, se pregunta Herrero, que interpreta esta luz verde a las urgencias de España y Europa por producir esta tecnología en los puntos geográficos por donde va a pasar el H2Med.
El aval de la CHD tiene ahora que pasar el filtro de la Junta que dirige Alfonso Fernández Mañueco (PP). La semana pasada, en su visita a Zamora, el director general de Medio Ambiente, José Ángel Arranz, adelantó que el Ejecutivo autonómico será “muy riguroso” a la hora de evaluar los efectos que sobre el medio ambiente tendrá esta captación de agua. Dejó entrever, no obstante, que su departamento irá “de la mano” de la Confederación, “quien mejor conoce y más datos tiene de las reservas hídricas de la zona”.
El presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez Domínguez (PP), se mostró contrariado con esta decisión. Reconoció que la extracción de agua va a generar que baje el nivel freático del acuífero y que aumenten los niveles de contaminación, con los consiguientes “problemas de abastecimiento” que acarreará para los habitantes de las poblaciones de la zona.
“Me he alarmado, no porque se construya una planta de hidrógeno verde ni dos porque estoy a favor de que se construyan estas plantas que generan ingresos para los ayuntamientos, riqueza y puestos de trabajo, pero sí por la decisión que ha tomado la Confederación para autorizar la extracción del agua subterránea que necesita la planta. Me parece una barbaridad que, teniendo una opción como es el río Esla y un embalse, se coja agua de un acuífero”, explicó.
Y agregó: “En una actitud un tanto sospechosa, la Confederación Hidrográfica, que es el organismo que más problemas pone a los ayuntamientos a la hora de autorizar una concesión de agua para abastecimiento y otros temas, aquí parece que ha levantado el pie del acelerador en este proyecto optando por una alternativa que en un futuro puede poner en peligro el abastecimiento en la comarca”.
La defensa de la CHD
La Confederación, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha salido al paso de las críticas y mediante un comunicado de prensa ha afirmado que la concesión de agua es un procedimiento reglado y que, al no existir informes en contra ni alegaciones, se atendió la solicitud de los promotores de la planta.
El organismo ha aclarado que el trámite de información pública, que se prolongó durante un mes, se cerró sin reclamaciones, por lo no se encontró “ningún motivo” para rechazar la petición.
En el comunicado explica que “no identifica la masa de agua Villafáfila en mal estado cuantitativo” y que, actualmente, “los recursos extraídos suponen un 12 por ciento de los recursos renovables anuales del total de la masa de agua”.
Las aclaraciones de la CHD han sido rebatidas por Ecologistas en Acción, que ha acusado al organismo público de “trivializar con porcentajes” el daño a este ecosistema protegido “por instrumentos internacionales”
“La nueva concesión de agua de Granja de Moreruela supone menos del 0,1% del recurso disponible de la masa de agua, lo que se considera poco significativo en el conjunto de la masa”, han argumentado desde la Confederación.
Sobre la extracción en épocas de escasez de lluvia, el organismo aclara que “se reserva la potestad de limitar de forma temporal este tipo de concesiones para garantizar su explotación racional, especialmente en situaciones de sequía, sobreexplotación grave de acuíferos y otras análogas”.
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Por último ha recordado que, por el momento, únicamente ha otorgado una concesión, que está pendiente de la preceptiva autorización ambiental que corresponde a la Junta de Castilla y León.
Trivializar con porcentajes
Las aclaraciones de la CHD han sido rebatidas por Ecologistas en Acción, que ha acusado al organismo público de “trivializar con porcentajes” el daño a este ecosistema protegido “por instrumentos internacionales”.
“No es algo que conceda rigor y seriedad a un organismo público, pues por muchísimos menos motivos se ha prohibido o limitado la extracción de agua para riego en la zona”, ha cuestionado Ecologistas Zamora.
Según sus portavoces, la CHD no especifica si ese porcentaje (0,1%) es acumulativo o no, pues de serlo supondría que en 20 años se extraerá “nada más y nada menos que el 20% de la capacidad del manantial”.
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“Bastaría, en consecuencia, un mínimo porcentaje de explotación para hacer bajar el nivel freático y por lo tanto que quedará afectada gravemente la Reserva. Y todo esto sin tener en cuenta las tendencias pluviométricas negativas previstas en las próximas décadas a causa del cambio climático y que harán de los recursos hídricos un auténtico tesoro”, ha aclarado la organización.
Zamorano, el vecino indignado, insiste: “No podemos permitir que las Lagunas de Villafáfila, un tesoro único en España, queden reducidas a un desierto en nombre de una mal entendida transición energética. Si esto sigue adelante, saldremos a la calle. Ya estamos organizando una movilización”.