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Palestina
Misión incumplida: sobre la cobertura de El Salto de la Flotilla rumbo a Gaza
El domingo 21 escribimos una carta a la comunidad de El Salto informándoos de que habíamos tomado la decisión editorial de dirigirnos a Estambul con la previsión de navegar en la Flotilla Internacional de la Libertad que, desde hace 16 años, ha tratado de romper el bloqueo marítimo de Palestina. Desde ese momento hasta el siguiente domingo, dos periodistas de El Salto hemos trabajado en Turquía, cubriendo siete días de negociaciones, impulsos y retrocesos de cara a un viaje marítimo que, como han demostrado los hechos, supone un desafío y un acto político de desobediencia a Israel.
Genocidio
Genocidio La Flotilla de la Libertad pospone el viaje a Gaza hasta un próximo intento
Como os informamos el sábado 27 de abril, las últimas maniobras de presión llevaron a la Flotilla a anunciar que la misión quedaba pospuesta. En ese momento, solo nos quedaba dar por concluida también nuestra cobertura y, en mi caso, regresar a casa. Edu León, el fotógrafo que iba a cubrir el viaje marítimo conmigo, se quedará todavía unos días más tratando de sacar adelante un reportaje sobre refugiados sirios en Turquía.
Hemos defendido siempre, y seguiremos haciéndolo, que los y las periodistas no son la noticia y que, de hecho, hay cuestiones sobre la producción de estos temas que no merece la pena (y a veces no se deben) contar. No porque sean peligrosas o secretas, sino porque, como toda profesión, este oficio está plagado de tiempos muertos, de confusiones o, simplemente, de una tramoya que no interesa a la audiencia. Sin embargo, en este caso, queremos dar una pequeña explicación a nuestra comunidad y, especialmente, a las personas que con su suscripción permiten que un medio como el nuestro, que es una rara avis en el contexto político y social en el que vivimos, salga adelante.
Desde el comienzo de la campaña de exterminio israelí, lo que ocurre en Gaza remueve nuestra forma de estar en el mundo y de entender el periodismo. Ese fue el motivo para embarcarnos
Ya explicamos cuáles eran las motivaciones de esta cobertura, que no es habitual para un proyecto que tiene un presupuesto ajustado y que no ha cubierto con personas empleadas de la redacción otros conflictos internacionales como la Guerra de Ucrania u otros acontecimientos trascendentes. Decíamos hace una semana que desde el comienzo de la campaña de exterminio israelí, el 7 de octubre de 2023, hemos sido conscientes de que lo que ocurre en Gaza remueve nuestra forma de estar en el mundo y de entender el periodismo. Ese era el motivo para embarcarnos con la Flotilla de la Libertad en una misión en la que corríamos ciertos riesgos.
Porque lo que hemos vivido esta semana ha sido la preparación de las personas activistas, de las políticas y las periodistas, de los posibles escenarios a los que se enfrentaba la Flotilla. Con el recuerdo del asalto israelí al barco Mavi Marmara, en el que murieron diez personas (algunas de ellas ajusticiadas), la perspectiva para el pasaje era preocupante, especialmente por la impunidad de la que parece gozar Israel desde el pasado otoño y con el precedente de las siete voluntarias de la organización World Central Kitchen asesinadas a comienzos de abril. El entrenamiento abundó en algunos de esos peligros, pudimos conocer algunos de los modelos de drones que se podían utilizar para identificarnos, aturdirnos e incluso disparar al interior del barco.
Hemos estado en conversaciones, hecho preguntas, nos hemos frustrado y hemos procurado informaros de todo lo importante que acontecía en Estambul respecto a una misión que ha sido un éxito de movilización
Asumimos esos peligros como parte de una cobertura que, como os comentábamos, queríamos que fuese importante para mostrar nuestra manera de hacer. Pero no todo fue de eso. También hemos conocido a personas comprometidas con Palestina o, simplemente, con los derechos humanos. Hemos estado en conversaciones, hecho preguntas, nos hemos frustrado y hemos procurado informaros de todo lo importante que acontecía en Estambul respecto a una misión que, como dicen algunos de las activistas más veteranas con las que nos hemos cruzado, ya ha sido un éxito de movilización y como grito para tratar de detener el genocidio en Palestina.
En nuestro caso, hoy podemos hablar de misión incumplida, ya que, como os hemos ido contando, la Flotilla tendrá que esperar un tiempo, por el momento indefinido, para zarpar. En nuestro caso, tenemos la sensación de haber hecho un buen trabajo dentro de las circunstancias dadas, pero comprendemos que los preparativos del viaje no hayan alcanzado gran trascendencia informativa, más en una semana que en el Estado español comenzó con una resaca electoral y termina con una crisis política grave.
Aún tenemos que hacer cuentas de la cobertura, pero estimamos que el coste final estará en torno a los 3.000 euros (billetes de avión, alojamiento, gastos en comunicación, alimentación, etc). Como os contábamos la semana pasada, hace unos años para El Salto hubiera sido imposible plantearse una cobertura de estas características. Por eso, y porque estamos seguros de que habréis entendido el por qué de la propuesta informativa y los motivos de que no haya salido tal y como estaba proyectada, os queremos dar las gracias.
Durante la próxima semana publicaremos una pieza más sobre el proceso de la Flotilla de la Libertad, y también estamos sopesando trasladar uno de los reportajes, en el que más cuidado y atención hemos puesto, a las páginas de la revista de verano, que recibís todas las personas suscritas a la edición impresa. Nada más, esperamos que esta carta sirva como explicación, como muestra de agradecimiento y como un pequeño impulso para seguir adelante en la persecución del modelo de periodismo en el que vosotras y nosotras creemos.
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GRACIAS, aquí seguimos. Porque El PERIODISMO también es una víctima del gobierno sionista, genocida y fascista de Israel.
Muchísimas gracias, debéis de sentiros orgullosos de haberlo intentado
Antes de ver la noticia, ni imaginaba que ibais a cubrirla.
Se ha hecho lo que se ha podido con las circunstancias que son.
Gracias por vuestro trabajo.
No pudo ser, pero seguimos adelante con este periodismo ético. Merece la pena. Lo único que no sirve para nada es no hacer nada. Gracias por todo lo hecho y lo que vendrá.