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Euskal Herria
Los Presupuestos Generales del Estado, los presos y la plurinacionalidad
Cinco horas tardaron en Sabin Etxea, la sede del Partido Nacionalista Vasco en Bilbao, en emitir un breve comunicado en el que lamentaban que “la izquierda abertzale se resista, una vez más, a decir algo tan sencillo como que el daño causado por ETA, y el mundo que le dio cobertura durante décadas, fue INJUSTO”. Injusto en mayúsculas, como si fuese un tuit.
La declaración del 18 de octubre del coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y del secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez, en la que empatizaron con el “sufrimiento” de las víctimas de ETA por un dolor que “nunca debió haberse producido”, ha provocado una cascada de reacciones políticas. Aunque las palabras que utilizaron no eran nuevas, esta vez han alcanzado a la prensa extranjera —Le Figaro tituló “Espagne: les séparatistes basques reconnaissent la «douleur» causée aux victimes de l’ETA”, por ejemplo—.
Desde Arnaldo Otegi a Merxe Aizpurua, exdirectora de Gara y parlamentaria en el Congreso de los Diputados, las personas al frente de la izquierda abertzale habían hablado varias veces de violencia, desligándose de ella. “La estrategia independentista es incompatible con la violencia armada”, afirmó Otegi en una entrevista a El País mientras cumplía pena de cárcel en Logroño por el caso Bateragune. Un texto publicado en 2010, dos años antes de que se fundara la coalición EH Bildu, en 2012, proyecto que reunificó a la izquierda soberanista vasca, marcando el camino a las bases aún reticentes con la condena de la violencia de ETA hacia un futuro donde pudiera asomar la autocrítica.
EH Bildu
Arkaitz Rodríguez “ETA desapareció y, en cierta medida, es gracias al trabajo que hicimos y por el que nos encarcelaron”
La cárcel
Arnaldo Otegi salió de prisión el 1 de marzo de 2016, donde pasó preso seis años y medio condenado por intentar reconstruir un partido político siguiendo órdenes de ETA. Un disparate propio de la Audiencia Nacional que Estrasburgo tumbó en 2018, a condena cumplida. El Tribunal Supremo ha mostrado su intención de volver a juzgar a Otegi, quien, de momento, es libre para presentarse como candidato a unas elecciones.
Otegi compartió cárcel con Arkaitz Rodríguez, quien siente una profunda admiración hacia el líder histórico de la izquierda abertzale. Arkaitz Rodríguez ha pasado diez de sus 42 años en prisión por tres causas judiciales de las que ha sido absuelto. Cumplió diez meses en cárcel preventiva por el sumario 18/98; dos años y medio por el caso Haika (organización juvenil ilegalizada), y seis años y medio por el caso Bateragune, junto con Otegi, Rafa Díez, Miren Zabaleta y Sonia Jacinto.
Rodríguez es el rostro más joven de la vieja izquierda abertzale. Juntos pronunciaron esas palabras —dolor, pesar, hura ez zela inoiz gertatu behar—, que fueron interpretadas como un paso hacia una convivencia cada vez menos polarizada pero que camina sobre rescoldos.
El PNV no parecía avisado de lo que iba a ocurrir, a diferencia de otros. La que más rápido reaccionó fue Ione Belarra, secretaria general de Podemos. Tardó 36 minutos
Rescoldos injustos, polémicos y profundos
Hay rescoldos de todo tipo: injustos como el terrorismo de Estado de los GAL y el anterior —ligado a los servicios secretos del franquismo y al terrorismo fascista—, la dispersión y la doctrina Parot; polémicos como las bienvenidas en el espacio público a presos de ETA —ongi etorri— y la amnistía de los presos; y profundos como el derecho a la autodeterminación, sobre el que reniega o pedalea todo lo anterior y sobre el que, supuestamente, sin violencia se podía hablar de todo.
Para avivar o apagar rescoldos están las estrategias políticas. Cinco horas para un comunicado de cinco puntos con una palabra en mayúscula, necesitaron los líderes peneuvistas. No parecían avisados de lo que iba a ocurrir, a diferencia de otros. La que más rápido reaccionó fue Ione Belarra, secretaria general de Podemos. Tardó 36 minutos. En tromba llegaron las siguientes reacciones de la formación morada y, a continuación, la más esperada: la del PSOE, el partido que gobierna el Estado español.
El exlehendakari socialista Patxi López solicitó que “valoremos las cosas que los demócratas vamos ganando”. Si en 2011 Alfredo Pérez Rubalcaba minusvaloraba la declaración del cese de la actividad armada de ETA, tratando de descafeinar un hecho histórico, esta vez el PSOE optó por una de cal y una de arena: por una parte, confirmó las declaraciones de López y añadió en un tuit que “la declaración de la izquierda abertzale es algo que pedíamos los demócratas desde hace mucho”. Por otra, la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, rebajó las declaraciones de López y exigió a EH Bildu que “pida perdón y condene los homenajes a terroristas” porque el paso dado es “insuficiente”.
Arnaldo Otegi argumenta que los presos son “la madre de todas las batallas” y que, si por intentar presionar para un cambio legislativo que les favorezca, EH Bildu debe aprobar los Presupuestos Generales del Estado, “los votaremos sin ningún problema y tranquilos”
Dispersión de presos
La dispersión de Irati
El traspié
Paralelamente, se coló un traspié. Siete horas después de la declaración solemne ante el Palacio de Aiete, Arnaldo Otegi se reunía en Eibar con la militancia de EH Bildu, donde fue grabado en un vídeo que se subió a las redes de la coalición y que fue eliminado posteriormente, según explica el diario El Correo. Este medio ha vuelto a subir varios cortes del vídeo. Otegi argumenta ante la militancia —en la radio ya había reconocido que la declaración del 18 de octubre creó tensiones internas— que los presos son “la madre de todas las batallas” y que, si por intentar presionar para un cambio legislativo que les favorezca, EH Bildu debe aprobar los Presupuestos Generales del Estado, “los votaremos sin ningún problema y tranquilos”. A pesar de que los sindicatos les critiquen, advierte. Ni ELA ni LAB, los sindicatos mayoritarios de Euskadi, se han pronunciado aún sobre la declaración del 18 de octubre.
En política, los presupuestos son materia de trueque. Es importante calibrar que valora más la sociedad —tus votantes—, si una derogación de la reforma laboral o la ley mordaza, una revisión de la doctrina Parot o la amnistía para 200 presos de ETA con condenas largas. En países que han vivido conflictos armados, tras el cese de la actividad armada, el Estado establece una ruta de paz para recuperar las armas de la organización terrorista y repensar qué hacer con sus presos. En España, país de escasa memoria histórica ni transición democrática, los presos parecen relegados a materia presupuestaria.
La mirada corta sobre la declaración del 18 de octubre son los Presupuestos Generales del Estado, que ya no se pactan con P de PNV. El Gobierno de coalición necesita mucho más que los seis votos de la derecha vasca para lograr una amplia mayoría que se no resquebraje y funcione como muro de contención contra el fascismo
Los presupuestos ya no se escriben con P de PNV
La mirada corta sobre la declaración del 18 de octubre son los Presupuestos Generales del Estado, que ya no se pactan con P de PNV. El Gobierno de coalición necesita mucho más que los seis votos de la derecha vasca para lograr una amplia mayoría que no se resquebraje y funcione como muro de contención contra el fascismo. Un entente que funciona en el Congreso de los Diputados contra la extrema derecha, pero que hace aguas cuando se topa con la plurinacionalidad.
La mirada larga que ofrece la declaración del 18 de octubre es la convivencia y el marco político. La universidad de otoño de Unidas Podemos se clausuró mencionando la “plurinacionalidad”. EH Bildu es la segunda fuerza política del País Vasco y aspira a ser la primera. En Catalunya, las fuerzas soberanistas ya gobiernan. Antes se necesitó un escándalo de corrupción, un tripartito entre ERC, PSC e ICV y la caída mortal de CIU. La pregunta ahora es qué gana PSOE y qué gana Unidas Podemos. Si realmente creen en la socialdemocracia, el estado de derecho y la plurinacionalidad.
La mirada larga que ofrece la declaración del 18 de octubre es la convivencia y el marco político, la pregunta ahora es qué gana PSOE y qué gana Unidas Podemos. Si realmente creen en la socialdemocracia, el estado de derecho y la plurinacionalidad
ETA
Maria Jauregi “Desde el cese de ETA vamos perdiendo el miedo a hablar”
Víctimas plurales
Quien sí ha cambiado son las víctimas de ETA. Desde hace unos años, alzan sus voces de una forma plural. El lunes habló primero una que siempre ha apostado por un futuro de paz, que incluye una mirada honesta hacia un pasado de sangre, pero también una mirada serena hacia un marco de discusión político: Maixabel Lasa y su hija Maria Jauregi, quienes sintieron que la declaración del 18 de octubre era un “paso adelante” y un “paso gigante”. El 29 de julio de 2000 perdieron a Juan María, marido y padre respectivamente, asesinado por ETA tras ser gobernador civil en Gipuzkoa por el PSE.
El diario El País recogía esa mirada plural en un reportaje que compartían Maixabel Lasa y Maite Pagazaurtundúa, eurodiputada de Ciudadanos y hermana de Joseba, policía nacional asesinado por ETA en 2003. Pagazaurtundúa se mostró crítica por lo que considera una declaración “insuficiente” que “no repara el destrozo humano, social y político”.
Ramón Jaúregui negó que el Estado deba pedir perdón a las víctimas del GAL, volviendo a poner en planos diferentes a víctimas de distintas violencias. Arriba, las de ETA. Abajo, las otras
Un día después de la declaración de EH Bildu y Sortu, quien fuera delegado del Gobierno español en el País Vasco entre 1982 y 1987, Ramón Jaúregui, negó en Catalunya Ràdio que el Estado deba pedir perdón a las víctimas del GAL: “Es bastante inconveniente porque equipara violencias que no son equiparables y, por otra parte, implica un reconocimiento que el Estado no debe hacer, porque no le corresponde esa responsabilidad”. Asimismo, defendió las ilegalizaciones de los partidos políticos abertzales, al considerar que facilitaron el fin de ETA. Con sus palabras, Jáuregui volvió a poner en planos diferentes a víctimas de distintas violencias. Arriba, las de ETA. Abajo, las otras. Una distinción contraria a los derechos humanos, que víctimas de todas las violencias llevan años solicitando eliminar en pro de la convivencia.