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Educación pública
Valdebebas se levanta por su derecho a la educación pública: colegios inacabados, saturados y sin instituto
Galo Martín vive en Valdebebas y siempre quiso que su hijo se educara en un colegio público. Tuvo suerte: consiguió plaza en el colegio Núria Espert, algo que no toda la chavalada en edad escolar de ese barrio puede decir. Pese a ser uno de los afortunados por poder disfrutar de este derecho básico, la Comunidad de Madrid trunca cada vez más sus deseos al ver que el centro escolar, programado para construirse por fases, no llega a finalizarse. A decir verdad, en Valdebebas no existe un instituto para los adolescentes que cursan la ESO y Bachillerato, otra de las reivindicaciones que las familias del barrio llevan por bandera.
“Mi hijo, que es de los más pequeños con 4 años, tiene que comer en clase porque el espacio del comedor se ha tenido que recortar para aumentar las aulas de 1º de Primaria”, dice Martín sobre la precariedad de las infraestructuras con las que cuenta el Núria Espert. Tampoco hay espacio para algunas de las actividades extraescolares ofertadas, que tienen que desarrollarse en la recepción o en el espacio dedicado para el parking. Martín, que también forma parte del AMPA del colegio y de la Plataforma por la educación pública de Valdebebas, está cansado de las promesas que el Gobierno de la región les hace cada vez que las familias afectadas levantan algo la voz por una sencilla razón: nunca las cumplen.
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El Núria Espert no es el único centro escolar en Valdebebas. También está el Alfredo Di Estéfano, que el siguiente curso ofertará plazas para 6º de Primeria por primera vez. Pedro Silverio, miembro también de la citada plataforma, no tiene instituto en su barrio para llevar a sus hijas adolescentes a clase. “Teniendo en cuenta el horario de Secundaria y que las dos están obligadas a estudiar lejos, están desde las 8 de la mañana hasta las 16 horas fuera de casa, lo que, por ejemplo, trastoca mucho sus hábitos alimenticios”, denuncia.
“Lo último que contamos es que había 9.000 jóvenes censados de 0 a 18 años en Valdebebas, y solo hay un millar de plazas que van desde los 3 a los 11 años”
La situación también se resiente a nivel social, pues las amistades de las jóvenes viven alejadas de ellas. Esto supone una multiplicidad de desplazamientos en coche, algo similar a lo que ocurre cuando tienen que hacer algún trabajo en grupo. “Lo último que contamos es que había 9.000 jóvenes censados de 0 a 18 años en Valdebebas, y solo hay un millar de plazas que van desde los 3 a los 11 años”, cifra el mismo Silverio.
Una de las promesas de las que hablaba Martín era que el tan deseado instituto de Valdebebas abriría en 2025, pero las obras no han comenzado. “No lo hacen porque no quieren, porque hace poco Ayuso cedió suelo público a un colegio concertado y va a comenzar a funcionar este mismo septiembre”, añade Silverio. Las familias que optan por la educación pública en este barrio madrileño nunca han visto terminada la construcción de los centros en el tiempo estipulado.
“No lo hacen porque no quieren, porque hace poco Ayuso cedió suelo público a un colegio concertado y va a comenzar a funcionar este mismo septiembre”
La educación como bien de mercado
Todo son parches. Este mismo miembro de la Plataforma dice que los jóvenes que salgan del Alfredo Diestéfano podrán estudiar la ESO en el Núria Espert, tal y como les comunicaron desde la Consejería de Educación, pero desconfía del anuncio porque en la nueva licitación del Núria Espert no está incluido ningún edificio para Secundaria. “Cuando les preguntas a los equipos directivos, te intentan tranquilizar, pero es que ellos están entre la espada y la pared porque dependen de la Dirección del Área Territorial. Ya no les elige el consejo escolar, son puestos casi a designación política y, aunque no les guste lo que ven, se lo tienen que tragar”, desarrolla Silverio.
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L. M., una madre afectada por la situación educativa que se respira en Valdebebas y que prefiere permanecer en el anonimato, lo tiene claro: “Yo vivo aquí desde hace muchos años y siempre he creído en la educación pública y quiero que mis hijas crezcan aquí y hagan su vida social aquí, sin necesidad del coche”. Sus hijas, actualmente, estudian en un instituto de Hortaleza. “El Gobierno de la Comunidad de Madrid se piensa que la educación pública es un bien de mercado, y no. La educación es lo único que nos puede garantizar oportunidades y sin ella no hay opciones de prosperar”, continúa.
Construcción por fases y falta de plazas
La construcción de los centros escolares por fases es otro de los aspectos que unen a las familias en sus demandas. “El Alfredo Di Estéfano está terminado, pero los niños y niñas tuvieron que ir al colegio obligados a convivir con obras constantes y no sabemos dónde irán los chavales dentro de dos años, cuando terminen 6º de Primaria”, añade L. M. Junto a ella está C., otro padre afectado que prefiere no dar su nombre: “Hemos comprobado que la construcción por fases encarece su coste entre un 20% y un 30%, así que por ahorrar costes no es y por la mejora de los niños y niñas tampoco. No se entiende por qué lo hacen así”.
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Las plazas es otro de los problemas a los que se enfrentan estas familias, al igual que las líneas del colegio, es decir, las clases por curso ofertadas, que se han ido reduciendo. “En los dos colegios las plazas casi se llenan con los hermanos de los que ya están dentro. De 66 plazas en el Núria Espert que se abrieron, 58 fueron para hermanos, hay que dejar otras seis para personas con necesidades especiales, así que solo quedarían dos para niños familias nuevas”, concretiza C., quien tiene una hija en Primeria de 6 años. “Queremos que se quede, pero es que el año que viene no hay clase para ella. Hasta la sala de profesores está convertida en aula”, dice.
Desde el punto de vista de L. M., el Gobierno de la región está llevando a cabo una campaña de desprestigio de la educación pública que ellos mismos gestionan para vender la educación privada como la mejor de las garantías. “Es un plan que se ve a distancia”, apuntilla.
El instituto que nunca llega
Silverio, por su parte, recuerda que hace pocas semanas se ha aprobado el proyecto de diseño para el Instituto. Lo que significaría una muy buena noticia para las cientos de familias afectadas en Valdebebas por este motivo, no lo es tanto teniendo en cuenta los antecedentes que el Gobierno regional tiene en su historial. El propio Silverio lo explica: “Lo mismo hicieron con el centro de salud hace cuatro años, que aprobaron el proyecto de su diseño, y aquí lo único que tenemos es un cartel que dice que se construirá, pero sin ninguna fecha al respecto”.
“Quizá el PP nunca pensó que en Valdebebas íbamos a luchar tanto por la educación pública y les íbamos a exigir colegios e institutos para nuestros hijos e hijas”
En Valdebebas, en las elecciones de 2019 el voto mayoritario lo cosechó Ciudadanos, un partido actualmente en descomposición, así que la pugna por ese voto está servida de cara a esto nuevos comicios de mayo de 2023. “Quizá el PP nunca pensó que en Valdebebas íbamos a luchar tanto por la educación pública y les íbamos a exigir colegios e institutos para nuestros hijos e hijas. Pensarían que con los colegios concertados y privados de La Moraleja nos contentaríamos, pero no es así”, finaliza Martín.