We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Productivismo más allá de toda producción. Ayuno intermitente. Ayuno de dopamina. Ayuno de redes. Snacks de movimiento. Píldoras de conductismo testadas en las mejores celdas para opositores. Nostalgia de autoridad. Si hace unos cuantos programas vinimos al mundo bro por las risas, hoy nos quedamos por su alocado catálogo de prácticas sobre el sujeto.
Para ello hoy nos sumergimos de lleno en uno de sus sectores más pujantes: los coachers de productividad. Al mismo tiempo boyante subsector de la autoayuda para chicos y laboratorio puntero de las nuevas maculinidades reaccionarias. Cómo da miedo ir sólito, y con amigos es mejor, hemos convocado a Mozo Yefimovich, una de las personas que mejor ha profundizado en estos submundos de internet en su canal de youtube.
Hablemos claro. Ser yo es complicado. No ser este yo concreto podcaster. Que también. Sino ser cualquier yo sometido a las presiones y miserias de la vida contemporánea. Es tan complicado que hay siglos de saberes y prácticas humanas dedicados al asunto. Lo más significativo de este fenómeno del mundo bro que nos fascina es que son precisamente señores muy señores -mucho muchísimo- los más enganchados a estas cosas de ocuparse de uno mismo.
Porque aceptémoslo: los chicos no hemos querido ocuparnos demasiado de estas cuestiones. La masculinidad oldschooler implica un activo rechazo a estas cositas, de las que se sospecha pueden producir que tu pito se desprenda del cuerpo. Pero el mundo bro si participa de esa preocupación por uno mismo y nos ofrece sus propuestas. Lo que pasa es que el mundo bro también está enredado en el revival nostálgico de la masculinidad oldschooler, así que la cosa se pone complicada y barroca como película de Nolan.
Porque todo esto -toda esta ansiedad, toda esta complejidad de llegar a ser uno mismo en la sociedad despersonalizante y competitiva hasta la extenuación del capitalismo tardío- podría ser pensado desde la interdependencia, por ejemplo. O los cuidados. Pero parecen ser cosas sobre las que también se cierne el conocido pánico atávico al desprendimiento de pito. Así que, vedadas todas esas otras opciones que abrirían mundos distintos, bajo pena de emasculación, lo que queda es pensarlo desde el individualismo, la competición darwinista y el asco por la feminización del mundo contemporáneo. Lo cual aderezado con unas citas bien instrumentalizadas de estoicismo romano aquí y allá, unas notas de conductismo para dummies, productivismo golden age y little big magufismos, componen este aroma inconfundible: the New Brummel. La propuesta para una nueva masculinidad reaccionaria que nos ofrecen estos señores como respuesta a la ansiedad que a todos nos ocupa.
La cuestión es que crear y esculpir un yo supone también proponer un mundo. En este caso el mundo bro traduce a un lenguaje popular y a un set de prácticas accesibles la alianza contemporánea entre la racionalidad neoliberal y la jerarquía social neocon. Esto, que fue motivo de hasta dos programas, sobre Wendy Brown y Melinda Cooper, y de una larga cantinela la temporada pasada, vuelve ahora en formato 5 consejos para tener el cuerpo que siempre has querido, Invertir desde 0 o Concentrarte para estudiar de una puta vez. Hay que trabajarse como un yo disciplinado, productivo y alfa porque ese yo se instala en una una jerarquía social renaturalizada, el darwinismo y la guerra de todos contra todos. De hecho, es el mundo resultante de su sujeto (invisibilizado en esta creación de contenido) el que da prueba del delirio del conjunto. Pero eso es materia de otros programas.
En todo caso, a este cuadro le queda por explicar la creciente afición juvenil por adentrarse en esta cueva. Podría ser que nuestras composiciones de mundo carecieran de propuestas para ese sujeto que se agobia y lo que tiene más a mano es el tubo de individualismo de internet. Es decir, no tenemos una propuesta de sujeto que acompañe a nuestra propuesta de transformación política, cuando es obvio que se la necesita si quiere activar cualquier impugnación realista del mundo. ¡Disfrútenlo con moderación!
Puedes escuchar nuestro programa completo pinchando aquí.
Relacionadas
Opinión
Opinión Oasis en directo y la melancolía
Opinión
Opinión Razones para leer a Fredric Jameson
Filosofía
Transmodernidad El último Dussel y el futuro de la Historia
Ya el texto es tronchante y profundo a la vez, me encanta. Por cierto, me he tocado un par de veces el pito mientras lo leía para comprobar que seguía ahí.