Historia
Historia de Lavapiés. El latido de Madrid que resiste a lo largo del tiempo

El viernes 10 de agosto comienzan las fiestas populares de Lavapiés. Es un buen momento para hablar de la historia de un barrio popular y combativo a la sombra del centro de Madrid.

Antigua corrala en Lavapiés
Antigua corrala en Lavapiés, en la Plaza del Campillo. En la actualidad hay un moderno edificio de viviendas en ese lugar. Álvaro Minguito
8 ago 2019 06:24

Lavapiés ha sido durante toda la historia de la ciudad de Madrid un barrio maldito socialmente. Siempre ha estado arrastrando de manera peyorativa la denominación de arrabal, barriada o barrio bajo. Condenado continuamente a ser un espacio social y político que se integra en la periferia del centro, en los márgenes del corazón de la bestia. En la actualidad pertenece al barrio de Embajadores administrativamente, y este a su vez al Distrito Centro de la capital madrileña. Un recorrido por la historia de Lavapiés nos ayuda a reconstruir una narración de las costumbres populares, la cotidianidad de las vidas comunitarias y las resistencias frente al estigma y otras opresiones.

La historia de un barrio como Lavapiés se rescata desde lo popular, vinculado desde su origen a la narración oral, a los sainetes, cuplés y leyendas, a las tradiciones atesoradas por generaciones a lo largo de un hilo temporal común. Esto es así porque la historia oficial, la única que se recoge, se estudia y se difunde, está escrita desde la mirada de las clases dominantes a lo largo de distintas épocas históricas. Este relato histórico no pone su foco (o si lo hace es desde la perspectiva de quien domina, y no en los códigos del pueblo) en espacios invisibilizados como un barrio de personas humildes. La historia crítica y social no es menos científica que el supuesto relato único académico, sencillamente se reescribe, se expresa y se autogestiona su valiosísima información desde otras miradas y códigos.

El topónimo de Lavapiés es completamente incierto, existen varias teorías ligadas por una parte a leyendas y por otra a razones topográficas evidentes. En este sentido, se argumenta que el nombre del barrio procedería de una fuente que habría antiguamente en la plaza, lo cual es bastante plausible, ya que todas las plazoletas del Madrid antiguo contaban con fuentes para suministrar agua a la población a través de los aguadores; y también para lavar las ropas.

Sin embargo, esto no sería más que una aproximación parcial al origen del nombre; igualmente vinculado a una leyenda que asegura que la judería de Madrid habría estado situada en este lugar. Algunos estudios han querido avalar que la sinagoga judía se encontraba en el espacio que actualmente ocupa la iglesia de San Lorenzo y un antiguo cementerio judío en la calle del Salitre, sin embargo, ni documentos escritos ni excavaciones arqueológicas han podido demostrar este hecho. No obstante, de esta creencia popular sobre el pasado del barrio se asentaría la leyenda de que al abandonar cualquier cristiano la judería para regresar a zona cristiana en el interior de la muralla, debería lavarse los pies como gesto piadoso tras haber pisado un barrio 'impuro'.

Las primeras menciones del barrio en los archivos del Ayuntamiento de Madrid remiten al origen comercial de un asentamiento extramuros de la muralla a finales del siglo XV
Corrala La Barraca
Detalle la antigua corrala llamada La Barraca, ya derruida.

La explicación topográfica es la menos romántica, y también la que parece más lógica históricamente, pues este barrio de Madrid se encuentra completamente cuesta abajo hacia la zona de la glorieta de Embajadores, que antiguamente marcaba el límite de la ciudad al sur. Sí se ha encontrado, sin embargo, documentación acerca de los riachuelos que discurrían por las calles de esta zona fundamentalmente cuando llovía y que inundaba las estrechas callejuelas hasta desembocar en un arroyo que bajaba la calle Miguel Servet. Debido a la gran pendiente que existía, y sabiendo que la toponimia antiguamente se fijaba por cuestiones meramente cotidianas, no parece descabellado pensar que el origen del nombre se debe a una alusión a que las correntías de agua cuando llovía mojaban, es decir, lavaban los pies de quien se atreviera a pasear por sus calles.

Una vez aclarado (o quizá no tanto) el origen del nombre de Lavapiés, debemos buscar el origen poblacional del barrio. Esta cuestión también es bien complicada, porque como bien advertí anteriormente, los documentos oficiales tan solo mencionan en sus crónicas a Lavapiés relacionado con actividades de interés para las clases dominantes en cada época. Las primeras menciones del barrio en los archivos del Ayuntamiento de Madrid remiten al origen comercial de un asentamiento extramuros de la muralla a finales del siglo XV y vinculado con el camino real de Toledo y el camino de la Ermita de Nuestra Señora de Atocha.

También se menciona la existencia de un primigenio matadero en lo que actualmente es la zona de El Rastro, donde se aprovechaba el gran desnivel de las calles hacia el río Manzanares para evacuar los rastros de sangre de los animales sacrificados. Anteriormente a estas cuestiones, y previa a la configuración de este barrio como arrabal con entidad propia, es más que probable que al encontrarse la antigua ciudad de Madrid rodeada por campos de labranza; esta zona comenzara siendo ocupada por apeaderos para herramientas relacionadas con las labores del campo. Tampoco es descartable el surgimiento de pequeñas chozas campesinas que alojasen a familias humildes llegadas como migrantes de otras regiones rurales para iniciar vida en una ciudad nueva; al fin y al cabo ha sido históricamente la manera en que han surgido las periferias de la periferia.

El cambio del siglo XVI al XVII conllevó una serie de transformaciones urbanísticas en Madrid, la antigua muralla cristiana se amplia para acoger a los arrabales que habían surgido. El fervor católico en estos tiempos de guerras religiosas internacionales dará nombre a algunas calles del barrio como calle de Ave María, calle de la Fe, o calle del Amor de Dios. Mientras tanto, otras calles continúan mencionándose extraoficialmente por hechos tan ociosos como, por ejemplo, la calle del Tribulete, cuya nomenclatura procede de un antiguo juego medieval que llamaba a la concurrencia de la gente del barrio en esa calle. Además, el establecimiento de la capitalidad de la monarquía hispana y su corte de manera permanente en Madrid comienza a construir un relato de opresiones y resistencias cotidianas que se expresan en el desarrollo concreto de sus barrios y la cultura de su población que sufre bien de cerca la presencia de facto y simbólica del poder imperial.

Las humildes viviendas unifamiliares con pequeños huertos particulares o compartidos dan paso a un tipo de edificación en altura y comunitaria especialmente típica en la villa de Madrid durante los siguientes siglos: las corralas. Casas corredor de varias plantas con armazón de madera y cuyos balcones dan a un patio interior, donde los vecinos y vecinas realizaban una gran actividad, e incluso celebraban festividades representando obras teatrales de comedia popular.

A lo largo del siglo XVIII, algunos dramaturgos como Ramón de la Cruz, o cronistas como Mesonero Romanos recogieron a través de diferentes formatos desde sainetes o coplas hasta ensayos la tipología del barrio de Lavapiés. Será durante este tiempo cuando se construye la cultura castiza madrileña, siendo el barrio de Lavapiés uno de sus iconos; una cultura popular mezcla de la emigración propia del barrio con numerosos andaluces, castellanos o valencianos que dan como resultado un arquetipo social original y especialísimo llamado manolos y manolas, y también los majos y las majas. La posterior romantización de esta curiosa tipología popular caracterizada por una población llena de viveza, astucia, y picaresca fue reformulada en el ya mencionado casticismo madrileño. Cultura autogestionada inicialmente por el propio pueblo, y posteriormente enajenada por la nueva clase burguesa incipiente, que buscaba diferenciarse de la vieja aristocracia a la que se parecía cada vez más.

Tras la guerra civil, el régimen franquista mantuvo en el absoluto abandono y olvido este barrio madrileño, convirtiéndose en un distrito chabolista en altura
Corrala en Lavapiés
Ropa tendida en una corrala en Lavapiés. Álvaro Minguito

A comienzos del siglo XIX comienzan a instalarse en la zona sur del barrio de Lavapiés fábricas, edificios industriales y barriadas obreras que alojaban a esa nueva mano de obra fabril. Surgen así en este barrio la Real Fábrica de Coches, la Fábrica de Cerveza de Lavapiés o la Real Fábrica de Tabacos, actualmente el edificio autogestionado de la Tabacalera. Al mismo tiempo comienzan a surgir las incipientes asociaciones de lucha obrera en las mencionadas barriadas, con especial atención a las trabajadoras de la fábrica de tabacos como pioneras en una lucha de clase social y de género. También, y ligado al mismo proceso donde se planificaba este nuevo urbanismo burgués, surgían teatros y salas de variedades en torno a la calle Magdalena, al norte del barrio de Lavapiés.


Durante la Guerra Civil española en el siglo XX, el edificio religioso de las Escuelas Pías de San Fernando fue saqueado tras descubrirse por milicianos cenetistas que se había convertido en un polvorín de La Falange española; quedó en estado completo de ruina hasta hace pocos años que fue rehabilitado. Tras la contienda, el régimen franquista mantuvo en el absoluto abandono y olvido este barrio madrileño, convirtiéndose en un distrito chabolista en altura. Tanto fue así que, incluso una fuente con emblemas republicanos en la antigua plaza de Cabestreros, no sería ni siquiera derribada por el Franquismo.

Más tarde, se convirtió en centro de operaciones de mafias turcas que vendían droga en los años ochenta, y sacados de allí por el alcalde Tierno Galván para trasladarles convenientemente a barrios obreros periféricos como Vallecas, Carabanchel o San Blas. El progresivo abandono de los inmuebles y la proliferación de casas abandonadas hizo que en los años noventa se instalase en el barrio un tejido social okupa y libertario. En el inicio del siglo XXI es el barrio con mayor cantidad de asociaciones y movimiento vecinal de Madrid, también es un espacio de memoria y reconocimiento a los nadies que el capitalismo se lleva por delante. Una pequeña plazotela recuerda al preso ya fallecido Xosé Tarrío junto a la calle del Calvario; también una placa en la calle del Oso recuerda a Mame Mbaye, mantero muerto de un infarto por el racismo institucional mientras le perseguía la policía municipal.

Este tejido está siendo atacado actualmente por la gentrificación capitalista; un modelo que pretende convertir el barrio en un centro comercial y de consumo al aire libre, con pisos turísticos que expulsan a vecinos de toda la vida de sus casas como en el conflicto de la calle Argumosa; y también un concepto elitista y postmoderno que redefine el arte popular.

Estas estrategias se traduce en un nuevo golpe a un barrio nacido para resistir en el corazón de la capital, y que necesita de una lucha en los códigos que podemos crear y comprender las clases populares. Son tiempos de reconocernos comúnmente, de mirarnos en el espejo de la memoria, y que nos devuelva el mismo reflejo que el de nuestro compañero o compañera con quien coincidimos cada día en el barrio.

Archivado en: Lavapiés Historia
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Redadas racistas
Racismo institucional Colectivos antirracistas protestan por el acoso policial contra los vecinos racializados de Lavapiés
La viralización de un vídeo en el que dos agentes de policía golpean a dos hombres negros e inmovilizan a uno rodeando su cuello con los brazos, provoca la respuesta de colectivos antirracistas que se concentrarán esta tarde en el barrio.
Derecho a la vivienda
Especulación Inmobiliaria en Madrid Vecinas del bloque de Tribulete 7 denuncian con una acción musical los planes de la socimi Élix Rental Housing
Las vecinas del barrio han querido visibilizar con esta jornada la situación límite que viven las 54 familias que serán expulsadas de sus casas cuando el fondo buitre adquiera el edificio de viviendas.
Lavapiés
Barrios que resisten Aquí todavía vive gente: las ‘aldeas galas’ del centro de Madrid
Todos los barrios del centro de la capital están tomados por la gentrificación y la turistificación. ¿Todos? No. Un pequeño grupo de asociaciones, vecinos y negocios resisten al invasor.
#92232
10/6/2021 21:38

Con 20 años llegue a ese barrio, a la calle Zurita, venía de Chile, tengo solo buenos recuerdos del barrio, sus bares, la plaza con entrada al Metro, un cine, un cuartel de la guardia civil donde una noche hubo una balacera,en fin era la España post Franquista.

0
0
#76312
7/12/2020 12:32

No conoce enserio ni la gente,el artículo lo ha sacado de hemeroteca, el barrio hay que vivirlo para conocerlo

0
0
#68537
28/8/2020 1:40

El escritor parece ser una persona que no le gusta el capitalismo.
Unos de esos parias que cree que el trabajo el ahorro y el dinero son un pecado.
Y que prefiere un ocupa traficante de drogas o a un vago o un inmigrante ilegal en ese barrio a un español honrado que se conora su piso con la ayuda de un préstamo bancario o alquila hasta poder ahorrar para poder comprarse su primer pisito.
Es una pena que el tinte político PROGRE estropee un artículo histórico informativo.
Yo nací el 1955 y fui al colegio en escuela en Tirso de Molina.
Antes de que ese barrio se convirtiera en refugio de maleantes había gente buena trabajadora y humilde en su mayoría con alguna que otra prostituta entrada en años paseando por las calles vendiendo sus servicios.
Yo como niño que era me sentía feliz paseando por esas calles de vuelta a casa mi familia humilde tambien clase obrera y trabajadora.
Ahora no se me ocurriría pasear por esas calles sin ir armado.
Una pena los comentarios PRIMERA del escritor de este artículo.
Le recomiendo se vaya a Cuba a vivir

0
2
#83057
19/2/2021 22:12

El escritor parece de esos que no le gusta el capitalismo, de los que creen que el trabajo es sagrado, el ahorro necesario pero a menudo imposible, y el dinero imprescindible en el bolsillo del que trabaja y lo gana honradamente.
Y que prefiere a un inmigrante honrado a un banquero, por muy español que se crea (si es que ya se lo cree, cotizando en Bermudas).

0
0
#72182
18/10/2020 18:17

es un gran articulo sin connotaciones de nada solo Historia y verdad, por que si uste no lo sabe eso es lo que hace el capitalismo azotar al obrero hasta exprimirle y si lo que le gusta es ir armado quizás habría que aconsejarle a usted que se fuera a estados unidos seguro que se siente más cómodo allí.

2
0
Cecilia
10/8/2019 17:40

Olvidas algunos datos. Ya que citas a Tierno: en los años ochenta el Ayuntamiento de Madrid compró varias corralas y edificios en estado de deterioro, las arregló, puso baños dentro de las viviendas y los alquiló a sus vecinos de siempre. Con los años, otros mandatarios municipales cometerían disparates con esas personas. Pero Tierno les facilitó vivir con comodidad en su barrio. Esa historia no la cuenta la derecha nunca. https://elpais.com/diario/1985/04/23/madrid/483103461_850215.html

9
14
Sobre este blog
Un espacio de encuentro y debate para personas que participan o están en los alrededores de ese difuso cuerpo conocido como Movimientos Sociales.
Ver todas las entradas
Fútbol
Fútbol Vicente del Bosque como respuesta a las presiones de Fifa y Uefa
El nombramiento del exseleccionador como presidente de la Comisión de Normalización, Representación y Supervisión busca alejar los fantasmas de una intervención política de la RFEF.
Genocidio
Genocidio La ONU advierte de que un ataque sobre Rafah colapsaría la distribución de ayuda en Gaza
Turquía suspende todo el comercio con Israel. El fiscal del Tribunal Penal Internacional advierte de que no admitirá “amenazas” después de que trascendiera que imputará a Netanyahu y los suyos.
Palestina
Palestina Bicicletada contra el genocidio palestino en Alicante
El núcleo local del BDS País Valencià ha realizado un recorrido reivindicativo para exigir el fin del genocidio contra Palestina por las principales calles de las tres capitales valencianas.
Colombia
Colombia Sostener la vida en un ETCR
En la vereda colombiana La Plancha, la convivencia entre excombatientes y población civil es una realidad marcada por necesidades comunes.
Cine
Cine 'Civil War', estética geopolítica en tierra de nadie
La sensación es que Civil War se queda en algunas ocasiones en una peligrosa tierra de nadie, tanto en sus cambios de estilo como en su contenido.

Últimas

Memoria histórica
Memoria histórica Relatores de la ONU piden a España que actúe contra las leyes antimemoria de tres autonomías
Los relatores internacionales denuncian las posibles vulneraciones de derechos de dos normas en proceso y una aprobada por los Gobiernos de coalición de Partido Popular y Vox en tres comunidades autónomas.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: Una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Más noticias
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Comunidad El Salto
Palestina La campaña de apoyo a Gaza de El Salto recauda más de diez mil euros para la UNRWA
El pasado 26 de febrero, tras más de cuatro meses de ofensiva militar de castigo por parte Israel sobre la Franja de Gaza, desde El Salto decidimos ir más allá del periodismo ante la gravedad de los hechos.
El Salto Twitch
Antirracismo Frente a su racismo, respuesta comunitaria antirracista
El tema de “Entre el nopal y el olivo” de hoy nace desde la reflexión (no nuestra y no nueva) de cómo responder desde la colectividad a la violencia racista. Cómo imaginamos un horizonte antirracista. Cómo pensar estrategias juntas.

Recomendadas

Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.
Sidecar
Sidecar Las reglas del juego
Aunque es poco probable que el reciente intercambio de fuego entre Israel e Irán desemboque en una guerra total, este ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Israel en un momento político decisivo.
Arte contemporáneo
Artivismo Lara Ge: “A través de la práctica creativa nutrimos el espacio comunitario”
Ideadestronyingmuros desarrolla temas sobre feminismo, alternativas de vida al capitalismo y también sobre movimientos migratorios, con una fuerte posición transfronteriza.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.