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Ecologismo
Vivir sin plástico es posible (y necesario), en Cáceres
Mañana sábado, 23 de marzo, a las 19:00 horas, en la Biblioteca Pública de Cáceres, en el marco del VII Ciclo de Charlas Verdes de Ecologistas en Acción de Cáceres, se presenta Vivir sin plástico es posible (y necesario).
El próximo sábado, 23 de marzo, a las 19:00 horas, en la Biblioteca Pública, participáis en el VII Ciclo de Charlas Verdes de Ecologistas en Acción de Cáceres, con una conferencia titulada Vivir sin plástico es posible (y necesario). Pero ¿de verdad es posible vivir sin plástico?
Cuando hablamos de vivir sin plástico nos referimos sobre todo al plástico desechable. Vivir sin plástico desechable sí es posible. Vivir 100% sin plástico no es muy factible y tampoco es el objetivo.
En nuestra casa apenas hay objetos de plástico y, si tenemos que reemplazar alguno, buscamos una alternativa sin plástico. Eso sí, tenemos ordenador, móviles, bicicletas, cámaras de fotos, electrodomésticos… con componentes de plástico.
El plástico es un material resistente, duradero, económico y muy moldeable que, bien utilizado, tiene muchas ventajas. El problema no es del material en sí sino del uso que estamos haciendo de él. Se debe utilizar para objetos de muy larga duración y no para desechables, pero, al ser tan barato, hasta los objetos de larga duración se tratan como si fueran desechables.
Todo el plástico que se ha fabricado en la historia todavía sigue con nosotros en algún lugar del planeta
¿Y necesario? ¿Por qué?
El plástico convencional no se biodegrada. Ningún ser vivo -ni microorganismos ni hongos- consume plástico transformándolo en elementos químicos naturales para reintegrarlos al ciclo natural de carbono que ha sustentado la vida durante millones de años.
El plástico simplemente se descompone en partículas más pequeñas sin cambiar su composición química. Cuando son menores de 5 mm, se les suele denominar microplásticos. Estos pueden llegar a ser imperceptibles al ojo humano, lo que no significa que desaparezcan. Por eso se dice que todo el plástico que se ha fabricado en la historia todavía sigue con nosotros en algún lugar del planeta. Esta idea nos parece abrumadora.
Hay plástico disperso por todo el planeta. Ha llegado a sitios tan remotos como la Antártida. Y estudios recientes han encontrado microplásticos en el agua potable, en el agua embotellada, en la sal y hasta en el aire. ¡Y ni que decir tiene en nuestros mares! 8 millones de toneladas de plástico acaban cada año en los océanos. Lo que equivaldría a vaciar un camión de la basura lleno de plástico cada minuto en ellos. Como sigamos así, para el año 2050 habrá más toneladas de plástico que de peces en los mares. Una gran parte de los objetos que llegan al mar son envases ligeros, por lo que cuesta imaginar el volumen que podría llegar a alcanzar. ¿De verdad que queremos vivir en un planeta así?
¿En qué momento os dais cuenta de la problemática que supone el uso y abuso del plástico en vuestra vida cotidiana? ¿Cuándo y cómo surge el reto de vivir sin plástico?
Empezamos en agosto del 2015. Siempre habíamos intentado generar pocos residuos, pero sin darnos cuenta nos habíamos dejado llevar un poco por el ritmo de consumo de la sociedad actual y cada vez generábamos más. Esto nos hacía sentir fatal. Muchas veces imaginamos la cantidad de residuos que una persona puede generar a lo largo de su vida y nos preguntamos dónde acabaría todo eso.
Un día cualquiera, después de ver algunos vídeos en internet de personas que vivían sin generar basura, a Patri le pareció que podríamos intentar hacer lo mismo. Como la idea de vivir sin basura se nos quedaba un poco grande, decidimos empezar por el material que más nos molestaba desechar, el plástico.
Al principio, ¿fue complicado reducir el uso de materiales plásticos? ¿Cuáles fueron vuestras primeras medidas para disminuir el consumo de este material?
Sin duda las primeras semanas fueron complicadas. Después de años comprando de la misma forma, seguíamos acudiendo a los mismos establecimientos sin darnos cuenta que en muchas ocasiones no tenían opciones de compra sin envasar.
Tuvimos que redescubrir nuestro barrio y buscar comercios donde poder comprar a granel
Lo más difícil fue eso, romper con nuestra rutina de compra y crear una nueva. Tuvimos que redescubrir nuestro barrio y buscar comercios donde poder comprar a granel. Esto nos llevó un tiempo, pero una vez que adquirimos nuevos hábitos todo se simplificó. En la actualidad, ni nos damos cuenta que estamos evitando el plástico.
La primera medida que tomamos, y que nos ayudó mucho, fue guardar todos los residuos plásticos de cada semana y los domingos hacerles una foto. Esto nos sirvió para analizar de dónde venían nuestros desechos y buscarles alternativas. Por ejemplo, vimos que teníamos muchas bolsas de ensaladas y verduras, pues la solución pasó por comprar dos lechugas enteras y mezclarlas nosotros en casa y las verduras en manojos. Y así continuamos poco a poco. La comida fue lo más sencillo. Con la cosmética y los productos de limpieza se complicó un poco más, pero fuimos dando con alternativas para casi todo.
Una medida para concienciar a otras personas fue crear un blog para contar vuestras vivencias. ¿Qué es para vosotros Vivir sin Plástico? ¿Qué pretendéis con el blog?
En realidad empezamos el blog sin muchas pretensiones. Uno de los motivos para abrirlo fue que la cosa no quedara solo en palabras, tendemos a la dispersión. Publicarlo en Internet fue nuestra forma de comprometernos públicamente. Otro motivo fue por si pudiera servir de ayuda a alguien que estuviera planteándose lo mismo. El blog desde un principio tuvo muy buena acogida y eso nos animó a continuar. Para nosotros es algo especial, ya que es el lugar que desde un principio hemos compartido nuestra experiencia y lo que hemos aprendido por el camino.
Residuos
España, adicta a los plásticos de un solo uso
En la actualidad lo que nos gustaría es concienciar al mayor número de personas posibles sobre los problemas que está causando el uso absurdo que hacemos del plástico y que se den cuenta que reducir el uso del plástico en nuestra vida es algo más sencillo de lo que a simple vista parece.
Parece que vuestra experiencia pone el foco en la acción individual, en lo que los consumidores pueden hacer para reducir su consumo de plástico; pero ¿qué pensáis sobre la importancia que tienen las grandes empresas y el propio modelo económico en esta problemática?
Está claro que la raíz de todos los problemas medioambientales es el modelo económico en el que vivimos, que se basa en el crecimiento sin límites cuando eso es imposible en un planeta con recursos limitados.
Creemos que es importante que revisemos nuestra forma de consumir, que también forma parte de este sistema, y empecemos a plantarle cara desde abajo
Este modelo no va a cambiar de la noche a la mañana pero eso no significa que nos vayamos a quedar de brazos cruzados mientras tanto. Creemos que es importante que revisemos nuestra forma de consumir, que también forma parte de este sistema, y empecemos a plantarle cara desde abajo. Mientras tanto, también pedimos responsabilidades a empresas y gobiernos para que tomen las medidas necesarias.
¿Cómo puede presionar el consumidor para que las grandes empresas actúen realmente para reducir la producción de plástico?
Creemos que es esencial dejar de comprarles y hacerles saber el motivo. Las empresas buscan los beneficios económicos y solo si pierden clientes se pondrán en práctica medidas ambientales eficaces.
Una iniciativa surgida en esta dirección fue la campaña #DesnudaLaFruta que animaba a los ciudadanos a denunciar públicamente a los supermercados que sobreenvasan frutas y verduras a través de redes sociales. Cuantas más personas sean las que se quejen, más probabilidades habrá de que se planteen venderlas sin envasar.
En este sentido, algunas cadenas de supermercados, por ejemplo, están anunciando medidas para reducir el consumo de plásticos de usar y tirar en su tiendas. ¿Os sentís, en cierta parte, artífices de estos cambios?
Muchas de las medidas que se han tomado vienen de la Comisión Europea. No nos creemos artífices de los cambios, ya quisiéramos tener ese “superpoder”, pero es cierto que muchas empresas han empezado a tomar medidas porque cada vez hay más personas preocupadas por uso excesivo del plástico y reciben presión de clientes y a través redes sociales. Cada vez se ve con peores ojos el plástico de un sólo uso. Además, algunas de estas medidas les pueden venir bien para lavar su imagen y destacar de la competencia.
¿Pensáis que podremos, en un periodo relativamente corto de tiempo, reducir drásticamente o, incluso, erradicar el uso de los plásticos de usar y tirar?
Si nos pusiéramos todos manos a la obra (gobiernos, empresas y ciudadanos) sí se podría. El plástico de un sólo uso no lleva ni un siglo con nosotros y ya nos parece algo imprescindible. Simplemente sería cuestión de cambiar de hábitos, no cuesta tanto. Igual que a mediados del siglo pasado tuvieron que acostumbrar a los consumidores a los productos de usar y tirar porque no entendían ese concepto y guardaban los productos desechables para usarlos cuantas veces podían, ahora podemos volver a acostumbrarnos a los productos reutilizables.
La vuestra es una historia en una gran ciudad, en Madrid; pero ¿creéis que esa experiencia se puede extrapolar a una ciudad pequeña como Cáceres? ¿Se puede reducir el consumo de plásticos de la misma forma en una gran ciudad que en un pueblo pequeño?
Reducir el plástico en mayor o menor medida depende mucho del lugar donde vivas, de las opciones a granel, tiempo, aficiones, situación familiar, forma de vida, etc. En una ciudad grande con muchas tiendas a granel puede ser más fácil que en un sitio pequeño porque hay más opciones, pero lo que tenemos que tener claro es que siempre podemos reducir su uso.
No vamos a hacer spoiler de la charla pero, ¿nos podríais adelantar algún consejo para aquellos que quieran empezar a reducir su consumo de plásticos y no sepan por dónde empezar?
Es importante saber de dónde vienen tus residuos, por lo que un ejercicio interesante es guardar todos los plásticos que desechas a la semana para ver cuáles se repiten con mayor frecuencia. Si vas sacando los plásticos a reciclar cada dos días o los tiras cuando vas por la calle o en el trabajo probablemente no te hagas una idea real de cuánto consumes. Así que mejor guardarlos y coger la rutina de al final de la semana hacerles una foto, un dibujo o incluso una lista de lo que tienes. Empieza por lo más fácil y una vez que se tenga más o menos dominado, dar el paso siguiente. Repetir este ejercicio durante unas semanas te animará muchísimo al ver cómo esa montaña de desechables se va reduciendo poco a poco y te animará a seguir avanzando.
Y, si hay algo que se te atranca, déjalo para más adelante y sigue por otro lado. Avanzando poco a poco tras unos meses se puede reducir muchísimo y sin un gran esfuerzo. Muchas veces nos planteamos eliminar todos los plásticos desechables que nos rodean de un día para otro y nos agobiamos dándolo por imposible antes de haberlo intentado. No hay que intentar ser capitán planeta ni que nos pongan una medalla, sino de ir haciendo cambios sencillos en nuestro día a día y avanzar a nuestro ritmo. No se trata de todo o nada, se trata de dar lo mejor de de cada uno y entre todos marcar una diferencia.
Si echáis la vista hacia atrás, al inicio de vuestra cruzada contra el plástico, ¿qué habéis aprendido en este periodo?, ¿ha merecido la pena todo este proceso?
Hemos aprendido muchísimo sobre el plástico y nos hemos dado cuenta de que el problema es mucho más grave de lo que creíamos cuando empezamos. Eso nos ha dado más motivos para seguir difundiendo el problema. También nos ha hecho interesarnos por muchos otros problemas medioambientales.
Sin lugar a dudas ha merecido la pena, no solo por nosotros (que ahora seríamos incapaces de volver atrás) sino porque muchas personas nos han escrito para darnos las gracias o decirnos que han empezado a reducir los plásticos de un sólo uso. Es increíble cómo lo que haces en tu casa y escribes en tu ordenador pueda tener un impacto en tanta gente que ni siquiera conoces.
Más allá de vuestra encomiable lucha para vivir sin plástico, ¿estáis involucrados en otras causas medioambientales?
A nivel de “activismo” en internet no, pero en nuestro día a día siempre intentamos dar un paso más allá. Hace años que no consumimos productos de origen animal, nos movemos andando o en bici, evitamos viajar en avión -siempre que sea posible-, este año Fer tiene el propósito de comer solo productos locales y de temporada y yo, Patri, estoy decidida a montar un microhuerto en nuestro apartamento, aunque todavía no me he puesto manos a la obra… Hay muchísimas cosas que se pueden hacer y todo es importante. El plástico se ha convertido en nuestra cruzada “pública” pero a nivel personal no nos podemos quedar ahí.
¿Nuevos proyectos entre manos?
Acabamos de escribir un libro, que saldrá a la venta el 2 de abril, con el que esperamos llegar a más gente; internet también tiene sus límites aunque no lo parezca. Acabamos de abrir un canal de youtube; y por la mente nos ronda la idea de hacer un podcast. ¡A ver si no llega el tiempo!
Una última pregunta, ¿por qué los lectores de esta entrevista no deben perderse vuestra próxima charla?
¡Porque va a ser de lo más entretenida! En realidad evitar el plástico es muy divertido si te lo tomas como un juego. Muchas veces se suele imaginar que significa llevar una vida llena de penurias, pero es todo lo contrario. Así que animaros y venid a vernos y ya veréis cómo pasamos un buen rato.
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Es fundamental que nuestros gobernantes aprueben medidas para limitar el consumo de plástico y a su vez que nosotros como consumidores tb limitemos su uso