We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Andalucía
El caciquismo como régimen
Más allá de la sentencia, del montante económico de estas políticas canallas, entiendo que debemos poner el foco en que ha significado realmente para Andalucía. No es una cuestión de unas cuantas “manzanas podridas” se trata de una forma de corrupción generalizada que ejerció el PSOE durante décadas desde la Junta de Andalucía. Esta sentencia pone en evidencia la relación que existe sobre la supervivencia del PSOE en el poder casi 40 años y las redes clientelares a través de la malversación de fondos públicos, de la compra de la paz social mediante el dinero que tenía que ir destinado a los parados. Corrupción, caciquismo y falta de humanidad.
Hace unos días hemos conocido la sentencia de la llamada pieza política en relación al “caso de los ERE”. La sociedad andaluza sufre una profunda vergüenza ante este desfalco pero por otro lado, y por desgracia, no puede sorprendernos. Todos hemos sido testigos de una forma determinada de operar, no son actos aislados, es una forma de entender lo público, es el fomento de unas estructuras determinadas y de unas administraciones viciadas en su cotidianidad, es el caciquismo como régimen político.
Más allá de la sentencia, del montante económico de estas políticas canallas, entiendo que debemos poner el foco en que ha significado realmente para Andalucía. No es una cuestión de unas cuantas “manzanas podridas” se trata de una forma de corrupción generalizada que ejerció el PSOE durante décadas desde la Junta de Andalucía. Esta sentencia pone en evidencia la relación que existe sobre la supervivencia del PSOE en el poder casi 40 años y las redes clientelares a través de la malversación de fondos públicos, de la compra de la paz social mediante el dinero que tenía que ir destinado a los parados. Corrupción, caciquismo y falta de humanidad. Corrupción, que significa “provecho” para unos pocos, para los “allegados”, tejiendo unas redes clientelares cuyos tentáculos se extendían por cada uno de los pueblos de Andalucía como una forma de mantenerse en el poder. Es lo que venimos llamando desde hace años caciquismo del siglo XXI, caciquismo capitalista que significa el reparto de migajas para unos pocos a través de prebendas y tráfico de influencias pero que significa también el enriquecimiento ilícito de ciertos empresarios. No lo olvidemos.
Como decía, no se trata de políticas aisladas, incluso más allá del “caso ERE”, se trata de una forma de entender la política y las Instituciones bien enraizada y engrasada, es un régimen político que hemos padecido y que seguimos padeciendo en nuestra Andalucía. Este mismo modelo era calcado en muchos de nuestros pueblos donde gobernaba el PSOE. Tengo que decir que desde mi cargo de alcaldesa he podido conocer una ingente cantidad de ejemplos de compañeros alcaldes y alcaldesas del PSOE que luchan día a día por mejorar sus pueblos desde la humildad, el compromiso y la honradez y que sienten y demuestran la misma rabia y vergüenza por estas conductas corruptas y caciquiles, que puedo mostrar yo a través de este artículo. Me entristece como han manchado durante décadas unas siglas que también son, no lo olvidemos, de muchísimos socialistas de corazón que luchan por un mundo mejor. Me siento hermana de unos obreros del campo de Láchar vinculados a la UGT, y que se agrupaban en un Sociedad Obrera cuyo emblema era el martillo y la hoz, que lucharon por el acceso a la tierra en la II República y para acabar con los desmanes del capitalismo.
Recalco, más allá de los ERE, más allá de políticas corruptas, debemos analizar como toda la gestión de una determinada administración respondía a un mismo sistema que fue mimetizado por muchos pueblos gobernados por el PSOE. Afortunadamente no por todos, pero si tenemos que elegir al “paciente 0”, tendríamos que analizar las décadas de gobierno del PSOE en Láchar (Granada) y como implantó el caciquismo como régimen en nuestro municipio. Es imposible encajar en este artículo de forma detallada todo el daño que hicieron este tipo de políticas en nuestro pueblo pero podemos aportar algunos detalles muy relevadores. Por ejemplo gastar una cantidad anual que oscilaba entre 80.000 a 90.000 euros en contratos a dedo, supuestas “ayudas sociales” –casi siempre a las mismas personas—sin ningún tipo de informe de los servicios sociales, las grandes cantidades de dinero gastadas en restaurantes de lujo, pelotazos urbanísticos, etc. Todo esto no son políticas aisladas, forman parte de un todo, de un sistema, de implantar el caciquismo como régimen de gobierno. Se trata de la “banalidad del caciquismo”, no hay que pensar, toda la maquinaria institucional esta encauzada y engrasada para funcionar de esta forma en todas las esferas de la gestión pública. Los ejemplos que hemos expuesto forman parte de un todo, prebendas y privilegios para unos pocos, en un sistema que permitía el mantenimiento en el poder a través de tejer grandes redes clientelares y que además redundaban en grandes beneficios para determinados “empresarios” y afines al régimen. Los “daños sociales” que están políticas han generado en la población son terribles, pero también hicieron un daño irreparable en cuestiones más tangibles, no es casual que Láchar sea el segundo municipio de la provincia en número de viviendas vacías, nuestro pueblo fue el paraíso terrenal para los especuladores y promotores inmobiliarios.
Desmontar entre entramado institucional a la llegada del gobierno que presido fue relativamente fácil a través de un cambio radical y revolucionario en las políticas sociales y a través de la creación de nuevas estructuras participativas que “expropiaran” la toma de decisiones. Sin embargo aún queda un largo trabajo en cuanto al “caciquismo psicológico” que aún pervive –aunque cada vez menos—en muchos vecinos. Realmente eso es lo que estaba en juego en las pasadas elecciones municipales en Láchar, el continuar por la senda de transformación que emprendimos hace 4 años o volver al régimen de los caciques.
No se debería ni siquiera entrar en el debate si es “mejor o peor” que el caso Gurtel, o que otros casos de corrupción, ni siquiera en si tienen que devolver antes de nada todo el dinero desfalcado. Por supuesto que deben devolverlo, pero devolver lo robado en sí mismo no va a cambiar este tipo de estructuras ni de comportamientos tan arraigados. Susana Díaz es la hija política de Chávez y Griñán y evidentemente la dirección del PSOE andaluz debe asumir las consecuencias políticas de esta sentencia. Los militantes de base del PSOE en Andalucía deberían ser los primeros en exigir las responsabilidades y en emprender un largo trabajo y concienzudo de depuración profunda de sus propios cargos. Todo vestigio de este régimen tanto en su versión corrupta como en su versión “legal” y vista como legítima todavía por muchos, debe ser enterrado en el cajón de la historia del que nunca debió salir. Desgraciadamente en Láchar la actual dirección del PSOE es también heredera del régimen de los caciques que fue implantado en nuestro municipio. Masivas promesas de puestos de trabajo, enchufismo y privilegios para intentar coser las redes clientelares que fueron quebradas cuando el pueblo los dejó fuera del gobierno municipal. Un sólo ejemplo clarificador y a la vez humillante, era el reparto de sacos de comida “a domicilio”, con el coche del Ayuntamiento y de noche que realizó el que hoy es portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Láchar. Sólo es un ejemplo existen muchos más que evidencia como los herederos natos de las políticas de los caciques añoran la vuelta al antiguo régimen.
Por lo tanto, no debemos pensar que sólo es un caso más de corrupción, se trata de un determinado régimen muy arraigado, que tenía como epicentro la Junta de Andalucía pero que se ramifica en muchos gobiernos municipales donde el PSOE era la fuerza hegemónica. Ese régimen sigue aún muy vivo y tiene incluso su pata “legal” y legitimada por amplias capas de la sociedad y de los partidos, como funcionamiento “normal” de las Instituciones. Otra forma de gobernar es posible pero rompiendo con unas dinámicas heredadas y apostando por una nueva estructura basada en la participación activa de la ciudadanía y en una política social revolucionaria que ponga fin a las políticas de la limosna y ponga la lucha y la dignidad de las personas por encima de todo.