Laboral
La variación salarial media en los convenios colectivos vigentes en 2023 crece por debajo de la inflación

2023 aún no ha roto el atasco de convenios congelados fomentado por las patronales para no asumir la inflación. Ha sido el segundo año de la serie histórica —el primero fue 2020— con menos firmas de nuevos convenios, a excepción del País Vasco.
Cajero del Banco Santander
Cajero automático del Banco Santander Álvaro Minguito

En la serie histórica del Ministerio de Trabajo, 2023 ha sido el año con menos convenios colectivos con “efectos económicos conocidos y registrados” desde 2001. Solo 3.512 acuerdos tuvieron impacto salarial sobre 10,9 millones de trabajadores, que representan a algo más de la mitad de la población activa ocupada (formada por 21,2 millones, según los datos del tercer trimestre del INE; dos millones de los cuales son autónomos). La variación salarial recogida por la estadística ministerial señala que el aumento medio en las nóminas de 10,9 millones de empleados fue del 3,46%, por debajo de la inflación media anual, que se situó en el 3,55%. 

La jornada laboral anual media se ha ampliado por primera vez desde 2019, regresando a valores de hace más de una década, con 1.748 horas. En los años 2010 y 2011, en la crisis económica, también hubo un incremento de la jornada.

La jornada laboral anual se ha ampliado por primera vez desde 2019, regresando a valores de hace más de una década (1.748 horas)

Las comunidades autónomas en las que la variación salarial ha superado la inflación son Murcia, País Vasco, Balears, Nafarroa, Aragón, La rioja, Castillla y León, Cantabria y Galizia, en orden descendente. 

Los convenios registrados hasta diciembre de 2023, con efectos sobre ese año, son una cifra provisional. Debe asumirse que a lo largo de 2024 y 2025 se añadirán otros cientos. Para valorar el movimiento en la negociación colectiva es necesario observar el dato de nuevas firmas de convenios: el de 2023 es el segundo más bajo de la serie, con 1.146 acuerdos. El primero fue el año de la pandemia, por motivos evidentes (758 acuerdos en 2020).

El atasco de convenios congelados se debe a la intención de las patronales de bloquear la negociación para evitar subir los sueldos en una situación inflacionista. El País Vasco es el único territorio que, a golpe de huelgas —aglutinó el 47% de las que se realizaron en todo el Estado en 2022 y, a septiembre de 2023, el 40%, sin contar Nafarroa—, ha deshecho la obstrucción. De los 1.146 convenios firmados en el Estado, 294 —el 26%— se firmaron en este territorio, y aún faltan por añadir los acordados en noviembre y diciembre, según los datos del Consejo de Relaciones Laborales.

Representantes del PNV has expresado en varias ocasiones su malestar respecto a la conflictividad laboral. El último en hacerlo ha sido el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto. El pasado año hubo 780 manifestaciones en Bilbao, un 23% más que en 2022, informa El Correo. Casi dos manifestaciones al día y eso, dice el alcalde, puede molestar a los vecinos y a los desplazamientos en transporte. Su salario anual bruto es de 102.482 euros, no debe preocuparse por la inflación.

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Tres caminos

Los salarios aumentan mediante tres caminos: por la voluntad de la empresa —suele darse en profesiones muy especializadas, como ingenierías, y con negociaciones individuales—, a través del Salario Mínimo Interprofesional —cuando la nómina está por debajo de él y el Estado fuerza a las empresas a incrementarla— y con la negociación colectiva, fundamental en los grandes sectores.

Los sindicatos CC OO y UGT consideran que un acuerdo no vinculante con las patronales ayuda a que la negociación colectiva sectorial sea más fluida y concluyente, y sin conflictividad. Por ello, el pasado marzo firmaron el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC). Proponían un marco para la negociación colectiva con un aumento del 4% para 2023 y del 3% para 2024 y 2025. Dejaron fuera los años de inflación más elevada —3,1% en 2021 y 8,4% en 2022—.

El impacto del SMI

La variación salarial media en 2023 de Murcia —5,13%— y de la provincia de Salamanca —6,21%— destacan por lo inusual que resultan sus datos, sin correlación con años anteriores —2,48% y 2,54% en 2022, respectivamente—. Se debe a renovaciones puntuales de convenios anticuados. El más destacable fue el del sector de la hostelería: congelado desde 2008, CC OO, UGT y la patronal acordaron una subida del 21,8% en tres años, de la cual el 15,8% se aplicó en 2023. Afecta a más de 35.000 personas. A pesar de dicha subida, que elevó la media provincial, este colectivo registra una pérdida salarial del 13,1%, ya que desde enero de 2009 a diciembre de 2022, la suma del IPC ha sido del 28,9%, según la calculadora del INE.

Pero lo más destacable es que la subida del 15,8% ni siquiera sitúa el salario base de la mayoría de los trabajadores del sector en el Salario Mínimo Profesional de 2023 (1.080 euros, 14 pagas), sino por debajo. ¿Esto es legal? Sí, siempre que los complementos de manutención, desplazamiento y transporte, nocturnidad, antigüedad y “vinculación en el servicio”, entre otros, eleven la nómina hasta el SMI. De no hacerlo, el convenio indica que se le debe imputar a cada trabajador el “complemento SMI”, con un “incremento adicional del 0,5%”. Las subidas pactadas para 2024 y 2025 son de un 3% cada año, como promueve el AENC. El incremento del 5% del SMI en 2024 (1.134 euros) ya supera lo negociado para este año. Las categorías de jefe de sala, cocina y recepción tienen el salario más alto: 1.229,93 euros. Están a 96 euros del SMI. La jornada anual máxima es de 1.822 horas.

Sobre el papel, podría parecer que casi todos los trabajadores de la hostelería de Murcia, sean de cuarta o primera categoría, cobran casi lo mismo (el SMI) 

Sobre el papel, con estos datos podría parecer que en el sector de la hostelería de Murcia casi todos los trabajadores, sean de cuarta o primera categoría, cobran casi lo mismo. Pero no es así. Los contratos fijos-discontinuos y los parciales se encargan de dibujar una clara línea entre la precariedad que ofrece la jornada completa anual y la precariedad de las temporeras del turismo.

El impacto de la negociación colectiva

Gipuzkoa ha vuelto a ser la provincia con mayor variación salarial en 2023 —6,42% en 2023—, en consonancia con años anteriores —6,27% en 2022—. El convenio de hostelería estaba congelado desde 2010. Afecta a más de 17.000 personas y el incremento salarial fue del 12%. Con el ejemplo de la hostelería de Murcia y Gipuzkoa se entiende que un incremento porcentual llamativo puede significar dos cosas opuestas: nada o casi nada (el convenio se ajusta al SMI) o un incremento mínimos de 150 euros mensuales a través de la negociación colectiva. En esta provincia, la categoría más baja pasó de cobrar 1.244 euros a 1.394 y la más alta, de 1.556 a 1743. La jornada anual se redujo a 1.640 horas, en vez de 1.723, y se introdujo la obligatoriedad del control horario. 

Gipuzkoa ha vuelto a obtener la variación salarial más alta del Estado (6,42%) sobre los salarios medios más altos, según la Agencia Tributaria

Según los últimos datos de la Agencia Tributaria, de 2021, el País Vasco tiene el salario medio más alto del Estado, mientras que Murcia tiene el tercer salario más bajo. En la acción sindical vasca, los sindicatos mayoritarios abogan por el conflicto y la huelga como instrumento de presión a la patronal, cuando el diálogo con la patronal entra en un callejón sin salida.

A ello es necesario añadir un dato más: a diferencia de lo que ha ocurrido en el resto del Estado, donde la negociación colectiva se ubica en mínimos históricos, la Comunidad Autónoma Vasca ha vivido un año “extraordinario”. “Nunca habíamos firmado tantos convenios que afectaran a tantas trabajadoras, más de 200.000”, señala el responsable de negociación colectiva del sindicato ELA, Pello Igeregi, el mayoritario en el territorio. Según los datos del Consejo de Relaciones Laborales, 294 convenios para 198.255 personas. Aún no son públicos las cifras de noviembre y diciembre.

“En 2023 recogimos lo que sembramos en 2022”, agrega. Se refiere a una conflictividad que aquel año ya supuso un aumento salarial del 5,54% y dejó cubierta al 41% de la clase trabajadora con un convenio vigente. A octubre de 2023, el porcentaje ha aumentado al 60%  con la incorporación de los acuerdos del metal, limpieza, residencias, textil, hostelería, etc. 

“Donde hay más sindicatos que CC OO y UGT, el 4% que marcaba el AENC era el punto de partida, no el tope”, David Lázaro (OSTA)

El impacto del V AENC

Aragón es un territorio a medio camino: la mayoría sindical la ostentan CC OO y UGT, pero también tiene sindicatos combativos —OSTA, CGT, CNT—. En 2023, la negociación consiguió una variación salarial del 4,01%, por encima de la inflación y en consonancia con las nuevas firmas (4,1%). 

El secretario general de OSTA, David Lázaro, recuerda que “en Aragón tenemos bastantes empresas medianas y grandes en las que prevalece el convenio de empresa”, lo cual facilita unos convenios con mejores salarios si existe un comité de empresa fuerte. “Muchas empresas han renovado convenios en 2023 y prácticamente todas han firmado por encima de la inflación, a lo que hay que añadir que donde hay más sindicatos que CC OO y UGT, como nosotros, el 4% que marcaba el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva era el punto de partida, no el tope”. Por ejemplo, la fábrica de Opel en Zaragoza, con un incremento del 5%, en el que también se firmó la estabilización de 175 eventuales.

En las firmas de los convenios firmados en 2023, CC OO y UGT han participado en el 63% de los nuevos acuerdos. En concreto, 856 de 1.351, un centenar menos que en 2022, pero con una cifra similar de trabajadores representados (3,6 millones). Mientras que “otros sindicatos” participaron en el 49% —en 658—, incrementando el impacto de sus decisiones de 1,2 millones de trabajadores en 2022 a 1,8 en 2023. La variación salarial de los convenios nuevos firmados fue del 4,1%, medio punto por encima de la inflación.

En los datos también se percibe un ligero incremento en la variación salarial revisada de 2022 y 2021. En el caso de 2022, pasó del 3,01 al 3,2%. En 2021, del 1,45 al 1,61%.

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Emilio Herrera
21/1/2024 14:28

Parece claro que el sistema está roto, los salarios suben por debajo de la inflación y los beneficios empresariales por encima y eso con el Gobierno más progresista de la historia. Yolanda Diaz, Unai Sordo y Pepe Álvarez deberían estarse muy calladitos, su trabajo de traición a la clase está cantado.

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RamonA
21/1/2024 11:52

Siempre la misma historia: la clase trabajadora pierde poder adquisitivo mientras que las élites económicas empresariales se hacen cada vez más ricas. Se lo deberían hacer mirar los “grandes”sindicatos y los ministerios socioliberales que se autocalifican de progresistas. De la CEOE, del Ppodrido y del fascismo sólo se esperan recortes, pobreza y sufrimiento para la clase trabajadora, y privilegios para el 1% más rico. Y la mayoría de medios de comunicación sosteniendo esta injusta situación por razones obvias: son vasallos de sus dueños.

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#101658
21/1/2024 10:18

Muchas gracias por el artículo!

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MARIELA
21/1/2024 10:18

Muchas gracias por el artículo!

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