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Guinea Ecuatorial
La vida en las fauces de la muerte
El autor hace una revisión histórica de los 50 años de independencia de Guinea Ecuatorial, a través de los regímenes de Macías y Obiang.
1. Infancia inocente
Cuando crecíamos se nos decía que entre los pueblos de la Guinea Ecuatorial había algunos cuyos individuos gustaban de la carne de otros. Y cuando aprendimos a leer y supimos que los blancos habían estado entre nosotros, supimos que también dejaron escrito que cuando pusieron sus primeros pies en nuestras tierras alguien les dijo que tuvieran cuidado, que cierto pueblo que aguardaba en la espesura del bosque frecuentaba la odiosa costumbre de desear la muerte de personas que tenían carnes apetecibles. Como aquello se nos quedó grabado, quisimos empezar así este breve recordatorio.2. Todo se vino abajo
Pero muy pronto aquella inocencia se rompió y abrimos los ojos ante la pavorosa presencia de un antiguo ‘emancipado’ [los emancipados constituían la población negra asimilada a los blancos] que los avatares históricos llevaron a la presidencia del país tras cinco años de una autonomía meramente formal. Aquel hombre, Francisco Macías Nguema, pronto renegó de su pasado colaboracionista y buscó sus raíces africanas, viraje personal que impuso a base de bofetadas, porrazos y muerte en toda la Guinea Ecuatorial. Fue cuando descubrimos, a través de sus esbirros y de la inmensa corte de aduladores, que habíamos vivido 200 años de esclavitud y pillaje y que estábamos redimidos gracias a la sabia dirección del único milagro de Guinea Ecuatorial, gran maestro en arte y cultura tradicional, honorable y gran camarada Masié Nguema Biyogo Ñengue Ndong.
La alabanza pública se instituyó, la pobreza se hizo asfixiante, los hospitales se convirtieron en morideros, la Administración Pública dejó de existir y un gran manto de oscuridad lo cubrió todo, todo un caos silencioso que se rompía por los gritos de los torturados en Blay Beach aquella prisión que se hizo célebre. Fueron los años, a pocos de la independencia, en que a los penados por haber sido declarados subversivos se les aplicaba la tortura llamada Etiopía. Eso lo sufrían los que no habían logrado abandonar el país o quienes no habían muerto antes de cualquier historia penosa.
Eran los años en que ríos de aguas fecales recorrían las calles de las ciudades, en los que la electricidad era meramente testimonial, en los que las viviendas eran un reducto de bichos. Pero lo peor era la furia homicida de los dueños de aquel poder. Aquellas execrables condiciones sanitarias dieron lugar a una mortalidad tan alta que se diría que las vidas guineanas eran segadas por las fauces de la muerte. La sanidad pública apenas existió ni para aliviar aquel desastre. Once largos años duró aquella vida infame y, francamente, Guinea estuvo a punto de desaparecer, pese a que no hubiera potencia o fuerza externa que la amenazara, y pese a la atención que Macías recibió de los países del bloque comunista.
Once largos años duró aquella vida infame y, francamente, Guinea estuvo a punto de desaparecer, pese a que no hubiera potencia o fuerza externa que la amenazara
3. El “golpe de libertad”
En agosto de 1979, el oficial de mayor rango de aquel ejército de facinerosos dio un golpe de estado y los guineanos tuvieron un respiro. Fueron los inicios del “régimen”. Fue cuando los guineanos creyeron que lo anterior había sido una pesadilla, pues parecía increíble que aquel devorador de carne humana, como luego se dijo de Macías, hubiera sido alguien nacido en tierras guineanas. A Obiang le quedaba la tarea de devolver la dignidad a un pueblo que apenas se conocía, pero muy pronto probó las mieles del poder. Siendo un hombre de su extracción, y con el bagaje atesorado en aquel régimen de atropellos y salvajadas, inauguró, a base de pantomimas electorales y el recurso de la intimidación, el asesinato y el fraude, lo que ya lleva históricamente su sello personal: el régimen de Obiang.El antiguo teniente coronel hizo esfuerzos tímidos por mantener, al menos a nivel formal, la separación de poderes. Pero en un régimen constituido en torno a la satisfacción del máximo mandatario, el poder judicial, el legislativo y el suyo propio, el ejecutivo, descansan con descaro en la misma persona, quien, hoy por hoy, es el mandatario de más largo tiempo en el poder en toda África.
Las presiones internacionales y la ilusión ciudadana hubieran podido dar algún fruto, dado que Obiang sobrevivía de la ayuda internacional, pero el descubrimiento de petróleo y gas a finales de los 90 dio al traste con toda esperanza, a la par que desveló la naturaleza hipócrita de las potencias mundiales, muchas de las cuales fueron, además, coloniales. Sobre la inmensa bolsa de petróleo se ha de decir que ronda la idea nunca dicha de manera abierta de que o España no lo supo descubrir o no quiso revelar que lo había descubierto. Fue la compañía CEPSA la primera en hacer prospecciones sobre aquella riqueza dormida y la que tiene los secretos de aquellos hallazgos. Robustecido por el poder dinerario del petróleo, el régimen de Obiang casi oficializó los fraudes con el objetivo de eternizarse en el poder, realizó reformas cosméticas para eludir las presiones, pero nada ha cambiado, pues el poder no ha cambiado de manos.
4. Un presente truculento dominado por la corrupción
Hoy en Guinea sí se puede hablar de la necesidad de educación, se habla incluso de multipartidismo, pero la situación no ha mejorado, salvo la aparición y consolidación de un elemento que no parecía relevante en el régimen anterior: la corrupción. Aparejada al nepotismo y al amiguismo, la corrupción ha permitido al régimen sortear el desafío de la alternancia del poder y a los antiguos esbirros amasar una fortuna nada desdeñable, pero sujeta a los posibles vaivenes propios de una sociedad profundamente desigual, en la que se han hecho ciertos esfuerzos en ciertas infraestructuras, y en construcciones civiles, aunque no se olvide la relación que tienen con el aumento de la corrupción. Se diría, pues, que mucho del dinero invertido en algunas obras faraónicas que contrastan con la pobreza reinante tienen que ver con las comisiones exigidas y recibidas.Así, mientras la Guinea de los poderosos del régimen es la existencia de suntuosas cuentas bancarias en el extranjero, además de bienes muebles e inmuebles, un porcentaje alto de guineanos no tiene apenas electricidad, viviendas decentes ni escuelas que aseguren una educación razonable para sus hijos. Algunos hospitales llamativamente privados se han construido, pero la población no tiene acceso a ellos y es corriente la vivencia del hurto de la vida en las fauces de la muerte, como me ocurrió a mí, hace de ello unos años. Venía de mis paseos cuando vi a la mujer de un tío mío con un niño de casi un año y medio en los brazos.
Estaba vivo todavía, pero desfallecido. Iba a un sitio en busca de ayuda médica, o ayuda económica, o ambas cosas. Entonces me interesé, fui corriendo a casa a asegurarme los fondos para hacer frente a las demandas de los que nos atendieran en unos hospitales que podrían ser mejores que los de la época de Macías, pero en los que sólo te atendían si sabían que ibas a pagar. Fuimos al Hospital General de Malabo. Llegamos y al niño aquel lo pusieron en una cama para ofrecerle los cuidados de una salud francamente menguante. Pero no sobrevivió. A la misma hora en que certificaron su muerte, y sin ningún protocolo, nos lo ofrecieron y, acompañado de la llorosa madre, lo llevé en mis brazos a llorar en la intimidad. No nos fue posible ir en taxi porque ya no pudimos disimular que seguía vivo aquel pequeño guineano.
Mientras pasa inexorable el tiempo, ponemos nuestra esperanza en que dos cosas no pasen en la vida de Obiang: que no muera pronto, y que antes de su muerte esperada haya colocado en la silla tan ansiada del poder a alguien de su familia sanguínea.
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Verdad todo lo contado y muy corto con la realidad actual que se ha desarrollado en los últimos años. Se ha desbocado todo por la crisis la corrupción si se pudiese cuantificar estaría en el primer puesto mundial, es el principio de un estado fallido igual que la etapa anterior..o una deriva a Narcoestado mafioso... Tipo Venezuela pero mucho peor. Hoy ardió la Catedral, cosa lógica, No puede haber dos Dioses en Guinea Ecuatorial....
Todo cierto pero se ha quedado muy corto sobre la triste realidad actual, estoy seguro que con nuevos y sorprendentes datos avalados, de hechos ocurridos y que les are llegar tendrán para desarrollar mucho mas......
Debo decir que acierta en su exposición y también estoy convencido de que,conociendo al autor, puede decir mas y acertando. Al Menos para el bien de nuestro pueblo, los queda gente como tú. Gracias.