Extrema derecha
Fiebre del sábado noche: las causas del malestar social

Aparte de la indignación que suscitan los disturbios promovidos por la extrema derecha, cabe plantearse si hay detrás un descontento legítimo pero instrumentalizado con fines espurios.

Aleix Romero Peña
1 nov 2020 16:59

Bengalas. Petardos. Barricadas. Pedradas. Contenedores ardiendo. Saqueo de comercios. El pasado 31 de octubre, Logroño, junto con otras localidades de la región, se vio afectada por una violencia urbana sin precedentes, reflejo de la que se produjo en otras capitales del Estado. Lo que se dice una auténtica fiebre del sábado noche.

La última vez que unos ciudadanos logroñeses -el que suscribe incluido- tuvieron que huir de una carga policial fue durante la jornada de huelga general del 14 de noviembre de 2012, en unas circunstancias harto distintas. Pero si en aquel entonces la protesta había sido convocada por los sindicatos contra los recortes laborales del Gobierno derechista, en esta ocasión nos encontramos ante un alboroto, un acto no comunicado de rechazo de las medidas para combatir la pandemia que culminó en una muestra de histeria callejera.

Extrema derecha
Las protestas convocadas por la ultraderecha se replican

En la noche de ayer, grupos de manifestantes convocados por grupos de ultraderecha, Democracia Nacional y alentados por Vox han provocado disturbios en varias ciudades.

Siguiendo con las diferencias, no ha tardado en salir a la luz la conexión ultraderechista, lo que convierte a estos hechos en una novedad altamente preocupante. Varias formaciones de este espectro político, entre ellas, cómo no, Vox, han alentado, difundido o directamente organizado las convocatorias del 31 de octubre, todo ello con el apenas disimulado fin de que se produjeran altercados que mancharan la ya dañada imagen del Gobierno de coalición. Para ello, no han dudado en politizar las reivindicaciones de los colectivos más afectados por las restricciones del estado de alarma, y no solo de colectivos económicos concretos.

La juventud, ese sector de la población cuyas necesidades apenas son atendidas de normal, ya no digamos en estas circunstancias especiales, se ha convertido en la gran señalada.

La juventud, ese sector de la población cuyas necesidades apenas son atendidas de normal, ya no digamos en estas circunstancias especiales, se ha convertido en la gran señalada. La Delegación de Gobierno recalca que los destrozos han sido causados por unos 150 “radicales”, muchos de ellos caracterizados por su mocedad, desligándolos de un grupo de alrededor de 400 personas que supuestamente se estaba manifestando en defensa de la hostelería riojana con consignas como “más expertos, menos políticos”. Y como si hubiesen acabado quemados por un incendio provocado por ellos mismos, algunos de ellos gritaron a los más alborotadores que la manifestación era contra el Gobierno, no contra una policía que, según su parecer, debe de actuar de forma autónoma.  

Convertida, pues, la juventud en víctima propiciatoria -algunos han creído pertinente, como una especie de acto de desagravio, colaborar en labores de limpieza al día siguiente-, ya pueden deslizarse sin problemas las condenas sobre el sinsentido y el absurdo de los altercados, sin escuchar lo que nos está transmitiendo el lenguaje desarticulado de los disturbios, sin atender al descontento que puede llevar a participar en unos hechos de esta naturaleza, más allá del discurso ideologizado de unos pocos que los han instrumentalizado para su propio relato.  

Porque, más allá de la pornografía inherente a la espectacularidad de estos sucesos, se encuentra el eco de una protesta social. Un clamor que, por supuesto, va más allá de la pérdida de ocio nocturno, que tiene que ver con su forma de relacionarse y de vivir, con su propia existencia. Y de eso, concretado en la demanda de “libertad” que corean los manifestantes en varios vídeos, no se está hablando. Como si no hubiera problema ninguno.

Tal vez haya llegado el momento de abandonar la centenaria tradición de no abordar o postergar los males sociales, dejando que sean desaprensivos quienes lo canalicen.

Todo esto me trae a la mente las duras palabras de Galo Beaumont, patrono conservero y presidente del comité de la Unión Republicana de Calahorra. En 1909, y con motivo de un motín ocasionados por la marcha de unos reservistas para participar en una guerra con Marruecos -en Barcelona se convirtieron en la conocida como Semana Trágica-, denunciaba “los sucesos escandalosos, criminales y antipatrióticos”, cometidos en el municipio por unas “turbas indignas de compasión por no saber apreciar en momentos tan críticos sus más altos deberes para con la Patria”. Beaumont se negaba a hablar de las causas últimas de la revuelta, de la profunda desigualdad existente en la sociedad calagurritana, como si aquella no existiera.

Ahora sustituyamos ahora a las hordas calagurritanas que habían atacado la maquinaria de las conserveras, por los “MENAS” -aunque todos los detenidos sean de nacionalidad española-,  los “negacionistas” o los “Borja Maris y Cayetanos”. Las excusas suenan muy parecidas. Tal vez haya llegado el momento de abandonar la centenaria tradición de no abordar o postergar los males sociales, dejando que sean desaprensivos -ayer un Lerroux, hoy un Abascal- quienes lo canalicen.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Elecciones autonómicas
Elecciones catalanas Aliança Catalana refuerza la presencia de la extrema derecha en el Parlamento de Catalunya
A los once diputados de la ultraderecha españolista de Vox se suman dos escaños del partido islamófobo de Sílvia Orriols, que consolida el feudo del Ripollès y se expande.
Extrema derecha
Perspectivas electorales La ultraderecha en Austria aprende a cabalgar el tigre
El Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) lidera desde hace meses los sondeos para las próximas elecciones europeas en el país centroeuropeo, con entre un 22% y un 28% de la intención de voto.
Investigación
Investigación Diez millones a dedo en cinco años: así pagaron Feijóo y Rueda la lealtad de la prensa afín con dinero público
Desde ‘La Voz de Galicia’ hasta el canal de extrema derecha de Javier Negre, los últimos dos presidentes de la Xunta de Galicia han repartido entre la prensa más acrítica con la gestión de sus gobiernos al menos 3.686 contratos sin concurso previo.
#73349
2/11/2020 17:24

"Cayetanos" y "Borjamaris"?Tengo un amigo llamado Cayetano y otro que se llama Borja. Ninguno de los 2 cumplen esos estereotipos. Quitando esto, gran artículo al que me subscribo por completo.

0
0
#73339
2/11/2020 16:43

Los neonazosvde Democracia Nacional y los Voxetas son muchos de los que van a liarla y antes son convocados desde redes sociales muy muy fachas.

1
0
#73275
2/11/2020 11:46

Efectivamente, la izquierda que lleva perdía años, está ahora patidifusa, desarticulada e incapaz de proponer alternativas a medidas autoritarias y tecnócraticas que no dejan cabida al disenso.
Ahora bien, sobra en este artículo el tono de condescendía y la criminalización de una forma de reacción contenciosa, asemejándose en forma y contenido al análisis que se hace desde sectores que solo confían en la vía institucional como legítima forma de acción política.

2
3
#73272
2/11/2020 10:36

No ves la realidad si piensas que los disturbios son por gente de derechas

1
1
diegoc
2/11/2020 9:48

Gracias Aléix, necesaria reflexión. Por un lado existe también un "alivio" en que la restricción de libertad tiene respuesta (estábamos soportando, como sociedad, un nivel de medidas de Estado duro con una docilidad alarmente). Por otro lado, que la expresión de una parte de esta gente sea de la forma más cutre y chapucera también es preocupante más aún cuando está la ultraderecha frotándose las manos. Cabría, en esta profundización de las causas, poder contestar a la pregunta que apuntas ¿qué entiende la juventud por libertad?

1
0
#73250
2/11/2020 0:28

En cuanto Podemos salga del gobierno (que saldrá, y más pronto que tarde),
las calles van a arder...

1
1
Policía
Espionaje político Juancar, otro policía infiltrado en los movimientos sociales de Madrid
El Salto desvela la identidad del agente policial Carlos P.M., que pasó dos años infiltrado en movimientos sociales de Madrid bajo la falsa identidad de un joven estudiante.
Opinión
Opinión Infiltrados en la democracia
Un nuevo caso de infiltración policial subraya la permanencia de una serie de prácticas que amenazan derechos fundamentales y tienen potencial delictivo.
Sanidad
Sanidad Universal El Gobierno aprueba un proyecto de ley para volver a la sanidad universal
La norma, que deberá atravesar el trámite parlamentario para su aprobación, pretende retornar a la situación anterior a 2012, cuando Rajoy eliminó la universalidad en la atención sanitaria.
Catalunya
Catalunya El Senado veta la Amnistía y la Audiencia Nacional intenta que los imputados de Tsunami abandonen el exilio
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, les ha llamado a declarar desde Barcelona el 22 de mayo, antes de que se apruebe la ley. Les imputa terrorismo, un delito por el que no podrían ser amnistiados.
Genocidio
Human Rights Watch Israel ha lanzado al menos ocho ataques sin aviso previo contra organizaciones humanitarias
La organización no gubernamental Human Rights Watch acusa a Israel de atacar centros y convoys de ayuda humanitaria y advierte a los países que suministran armas a las FDI que eso contraviene el derecho internacional.
Genocidio
Movilizaciones Estudiantes por Palestina, el “no en nuestro nombre” global
Las acampadas se extienden por todo el mundo. La represión de algunas de ellas no consiguen limitar el alcance de una forma de protesta que desafía a los Estados y que Israel considera una amenaza que pone en riesgo su impunidad.
Sidecar
Sidecar Un régimen de guerra global
Los conflictos armados están atrayendo a algunos de los actores más poderosos de la escena internacional, lo cual invoca el espectro de la escalada nuclear.
Palestina
Movimiento BDS Archivada la denuncia por una acción de boicot a McDonald's
Un juzgado de Madrid considera que en el despliegue de la pancarta “Ahora sí, boicot McDonald's. Llámame McGenocidio” no existió delito.

Últimas

Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Gobierno amplía la moratoria hipotecaria unas horas antes de su vencimiento
Cuando faltaban unas horas para el fin de la moratoria hipotecaria que beneficia a 30.000 familias, el Consejo de Ministros aprueba su prórroga hasta 2028. La PAH anuncia que seguirá luchando por una “solución definitiva”.
Crisis climática
Industria y crisis climática La transición de la industria del acero choca con los límites del hidrógeno verde
La industria siderúrgica debe reducir en un 93% sus emisiones para que el aumento de la temperatura global se mantenga un 1,5º C por debajo de los niveles preindustriales. Y el hidrógeno verde no es suficiente para transformar la industria del acero.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Un vídeo muestra las técnicas violentas de las agencias de desocupación
Una grabación realizada con móvil muestra la utilización de técnicas de violencia física por parte de trabajadores de una empresa de desocupación, un sector que ha escapado hasta ahora de la regulación y cuenta con la complicidad de la Policía.
Elecciones
Elecciones catalanas El triunfo de Sánchez e Illa en el embrollo catalán
Los socialistas derrotan con claridad al independentismo, pero lo tendrán complicado para formar gobierno y la derechización de la política catalana no es una buena noticia para el PSOE.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sanidad pública
Privatización sanitaria Una nueva ley para “limitar” la participación de las empresas en la sanidad pública
El Ministerio de Sanidad lanza a consulta un proyecto de ley de gestión del sistema nacional de salud que pretende poner coto a las privatizaciones aunque sin eliminar esta posibilidad de manera explícita.
Historia
Historia ‘Japó Roig’: la historia olvidada de la izquierda nipona en plena Guerra Fría
Ferran de Vargas publica ‘Japó Roig’ (Manifest, 2024), en el que reconstruye la historia de la izquierda revolucionaria japonesa desde el final de la II Guerra Mundial hasta 1972.

Recomendadas

Ocupación israelí
Guerra contra Gaza Crece el debate en EE UU por su responsabilidad en la masacre de Gaza
Un informe del Departamento de Estado admite por primera vez que las bombas de 900 kg suministradas por EE UU se han podido utilizar de forma indiscriminada contra civiles.
Salud
Salud perinatal Susana Carmona: “No encuentro nada más feminista que estudiar lo que pasa en nuestros cuerpos”
La psicóloga clínica Susana Carmona recoge en ‘Neuromaternal’ casi todo lo que la neurociencia puede enseñar sobre las madres. Por ejemplo que la maternidad, como la adolescencia, es una época de neuroplasticidad y de adaptación.
Palestina
Noura Erakat “Nuestra lucha por salvarnos como palestinos es también una lucha para salvar el mundo”
La organizadora y abogada defensora de la Campaña en Estados Unidos por el fin de la ocupación israelí Noura Erakat respondió a las preguntas de Olga Rodríguez para la entrevista de la revista trimestral de primavera de El Salto.
Barcelona
Barcelona El Lokal se queda en el Raval
En un giro inesperado de su historia, el mítico espacio libertario El Lokal, de Barcelona, ha tenido que decidir si mudarse o firmar un contrato de compra-venta para preservar su espíritu, a ras del Raval.