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Consumismo
Una serie más y te juro que vomito
La producción de series se ha disparado en los dos últimos años y no ha hecho más que empezar, generando nuevas especies de seriéfilos y sectores de consumo muy marcados.
Es ya costumbre que en la sobremesa de una comida familiar la conversación sobre cine y series acabe siendo un listado donde alguien apunta todos los títulos como si hubiese suspendido un examen. Nadie escucha las recomendaciones porque cada comensal degusta únicamente su propia opinión.
En lo que va de año se han estrenado 50 series. En 2017, en este mismo periodo se estrenaron 63. Y no falla. La que empiezas siempre es buena. ¿Quién es el enfermo que puede seguir este ritmo? Lógico que Cannes haya vetado a Netflix, el consumo se está haciendo tan insostenible como el de la carne, por no hablar de las continuaciones. Se acaban de estrenar la segunda temporada de Westworld y de El Cuento de la Criada; New Girl acabará con su séptima y definitiva entrega; Big Little Lies vuelve en 2019, igual que el desenlace de Juego de Tronos.
Suficientemente difícil es seguir el ritmo de aquellas series 'mainstream' que logran un apabullante éxito en su estreno como para encima sumar al calendario las series indies como SMILF, los culebrones facilones tipo Scream o Riverdale o la producción española como Vergüenza o Mira lo que has hecho, que ya preparan segunda temporada e incluso La Peste, la serie más cara de la historia de la industria nacional.
Paremos para evitar mareos de nombres y fechas. La llamada Edad de Oro de las series no ha hecho más que empezar y ya ha saturado el mercado. Como analizaba Marina Such hace un tiempo, hay personas (por llamarles de alguna manera) que ven las series a mayor velocidad, a x1.5 para aligerar. Tarkovski les mataría. Seguro que luego critican a los que ven las series dobladas. Ningún medio de comunicación puede abarcar todo el contenido que se estrena, pero es que además mucho del material ni siquiera merece ese tiempo.
Como si de otra vida se tratase, es fácil recordar el fragor popular que generaba el final de Friends, el final del cuento de Tony Soprano, el sueño de Resines o la épica conclusión de Perdidos. Íbamos todos a una, aún a riesgo de sonar polvoriento y añejo. Incluso había blogs y foros multitudinarios a los que se acudía tras el final de un episodio para comentarlo, divagar y esperar siete días. Incluso cuando eras el indie y te enganchabas a algo desconocido, los cuatro gatos que suelen bucear acababan en el mismo lugar.
Si hoy se produjese el asesinato de Laura Palmer, el Detective Cooper se quedaría solo investigando y el FBI le recortaría en dietas por falta de interés sobre el asesinato. Breaking Bad provocó ese espíritu ya 'old school' con su fundido final. Juego de Tronos seguramente lo evocará de nuevo, pero… ¿Qué serie va a cautivar a la masa, a los medios y a los frikis cuando se acaben los dragones y Poniente?
A este ritmo de consumo se nos acabará la costumbre de ir al cine. Contaremos que hubo un tiempo en el que una historia duraba hora y media y no tenía continuación porque empezaba y terminaba en ese ratito. Ahora hay series que tienen en su formato esa duración por capítulos (Sherlock o el final de T1 de Westworld valen como ejemplos).
Sin duda se ha llegado a un punto en el que una serie del montón es brillante. El caso más sonado recientemente es el de Por 13 razones, la cual, sin esperar demasiado de ella, atrapó a la masa. Ese es el negocio ahora, el cambio de consumo (en forma de maratón) y de estrenos de las plataformas ha cambiado. A cada analista que preguntes seguro que te responde lo mismo: esto no ha hecho más que empezar.
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No olvidemos las series de televisión que ya contaban con el formato película en cada capítulo, Los hombres de Paco duraban alrededor de hora y media. Mucha gente se atreve a decir que ese formato es mejor que las series que duran media hora o cuarenta y cinco minutos, ¿cómo les podríamos llamar a ese formato tan largo?
Me parece increible que haya gente que acelere el reproductor,para que le cunda mas..penoso
No sólo las series, el cine también está saturado de estrenos. Te esperas una semana o dos para ver una película y como no sea muy taquillera o no la encuentras o está en un único cine en una única sesión. Hay que saturar la oferta, en definitiva, adormecer.
Es el capitalismo amigos.
He vuelto a ver cine: qué gozada... empieza un universo, te atrapa (si has elegido bien con recomendaciones de amigos o Filmaffinity) y acaba. Deja un poso. Leo las críticas. Comparto puntos de vista o no. Busco más de sus creadores. Empieza de nuevo la rueda.
Con una serie por estación ya tengo más que suficiente.
Hollywood mató al cine a base de propaganda y soft porn. Las series son el refugio moderno de los formalmente conocidos como amantes del séptimo arte.
En mi opinión Kubrick no metería al cine moderno en un baúl precisamente. Pero que se yo.
¿Estáis viendo Legión? Una de mis series favoritas.