CGT
“Si la clase trabajadora no enseña músculo nos veremos afectados por la coyuntura económica”

Miguel Fadrique fue elegido secretario general de CGT en el congreso celebrado el pasado 13 de junio.
Miguel Fadrique 3
Miguel Fadrique, elegido nuevo secretario general de la CGT en el XIX Congreso Ordinario . David F. Sabadell

Miguel Fadrique fue elegido el pasado 13 de junio secretario general de CGT. Con el 52% de los votos, su candidatura llega a la coordinación del sindicato en un momento de gran conflictividad laboral en los centros de trabajo y con una coyuntura económica desalentadora para la clase trabajadora. Antes de que el IPC escalara, Fadrique era partidario de enseñar músculo y recuperar las calles.

La línea principal de tu candidatura es recuperar la lucha en las calles. ¿Eso significa huelgas, huelgas y más huelgas? 
Eso significa conflictos abiertos y, cuando sean necesarias las huelgas, no dudar ni un minuto en que las convocaremos.

También proponéis descentralizar el sindicato y que sea más feminista. Vamos por partes. ¿Cómo trabajaréis juntas desde Valladolid, Barcelona, Madrid, Gipuzkoa y Granada?
Con las nuevas tecnologías de la comunicación, de una manera u otra ya no son necesarias las reuniones presenciales para coordinar la secretaría de un sindicato. Yo seguiré viviendo en mi ciudad, Valladolid, y viajando cuando sea necesario, como el resto de mis compañeros y compañeras.

Durante muchos años, los sindicatos han sido grandes extensiones de campos de nabos. Revertir este proceso requiere de mucho tiempo y de un profundo cambio de todo. CGT Catalunya consiguió en 2021 que por primera vez las afiliadas superaran numéricamente a los afiliados en unas décimas. ¿Analizaréis qué hace ese territorio para implementarlo?
Claro. Evidentemente analizaremos lo que ha hecho Catalunya para conseguir esa situación. En Madrid, el número de afiliadas también ha crecido. Tenemos que fijarnos qué hacen esos territorios para implementarlo confederalmente y para afrontar, desde una perspectiva feminista, los problemas que tiene la mujer en el mercado laboral, escuchando para ello a las mujeres que tenemos en el sindicato.

Tu candidatura ganó a la de Charo Arroyo, de corte continuista con el anterior secretariado general. Pero para que un colectivo funcione hay que mantener cierta cohesión. ¿Cómo afrontáis esta delicada cuestión?
No considero que sea delicada. Estamos abordando las nuevas responsabilidades que nos ha dado la afiliación con toda normalidad y el secretariado saliente está colaborando en todo lo que puede. Llevaban bastante años en la organización y hay que pedirles ayuda y consejo. Estamos encontrando mucha colaboración, no el alarmismo que se quería generar en el congreso no sabemos por qué.

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Hablemos sobre coyuntura económica y política. ¿En qué momento se encuentra la clase trabajadora?
En uno muy difícil. Hace unas semanas acabamos de superar los dos dígitos del IPC. No queda otra que enfrentarnos directa y contundentemente a ello. Las medidas propuestas por el Gobierno en el debate del estado de la nación son una lavado de imagen y no van a solucionar los problemas reales de la clase trabajadora. Ya nos hemos encontrado con empresas que se han descolgado o se han querido descolgar del convenio para no aplicar la subida salarial acorde al IPC. Si es lo pactado, es lo que hay que aplicar. Hay muchísimas empresas que no han subido los salarios o lo han hecho muy por debajo de lo que toca. 

Son tiempos de negociaciones complicadas.
En la fábrica de Mercedes-Benz de Vitoria el preacuerdo para el convenio que han firmado UGT, CC OO y demás se adorna con pagas no consolidables y una subida de poco más del 2%. Por mucho que metamos pagas únicas no consolidables, la clase trabajadora perderá dinero. En la Mercedes los salarios son mucho más altos que en el sector del telemarketing y la ayuda al domicilio. Si los trabajadores de la Mercedes se ven afectados por el IPC, aún más los sectores feminizados. No hay otra forma de solucionarlo que pelearlo en los centros de trabajo y en las calles. Si la clase trabajadora no enseña músculo en los centros de trabajo y en las calles, nos veremos afectados por todo lo que está pasando. Tenemos que presionar al Gobierno para que haga algo más que cuatro medidas que son una cortina de humo y no solucionarás los problemas de la clase trabajadora a largo plazo.

Recientemente hasta Comisiones Obreras anunció que apostaba por aumentar la conflictividad. ¿Cómo valoráis este giro?
Eso lo dicen y al día siguiente firman congelaciones salariales por debajo del IPC. Con la representación que tienes en las empresas, si firmas lo que quieren las empresas y la patronal, no puedes decir de cara al público que vas a aumentar la conflictividad. Te estás rindiendo a la patronal. No nos lo creemos, no es lo que han demostrado en los últimos años.

Algunos sectores pueden luchar por conseguir un aumento salarial acorde al IPC, pero otros muchos no, como camareros y otros sectores donde la afiliación sindical es baja o las trabajadoras están atomizadas. ¿Quién se ocupa de las que más pierden?
Los sindicatos nos tenemos que ocupar de toda la clase trabajadora estén o no afiliados y tenemos que presionar para que las medidas del Gobierno afecten sobre todo a los sectores más afectados. Las condiciones de trabajo son cada vez menos dignas y los sindicatos tenemos que atender a todo el mundo, sin importar que estén o no afiliados

La CGT ha sido crítica con la reforma laboral de Yolanda Díaz, la cual está cambiando el mercado laboral y obligando a reconvertir más de tres millones de contratos temporales en fijos y fijos-discontinuos. ¿Ha cambiado vuestra valoración?
No, sigue siendo muy negativa. Las cifras que nos quieren vender son supuestamente buenas, pero no son contratos indefinidos dignos, sino precarios, no solucionan cómo llegar a fin de mes. Un contrato con malas condiciones indefinidas no mejora los problemas de uno temporal, siempre habrá que buscar otro trabajo mejor. La reforma ha maquillado los datos, pero la mayoría de los contratos indefinidos se han firmado en los sectores precarios.

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Ante la irrupción en los últimos años de nuevos sindicatos sectoriales, como los riders, trabajadoras del hogar e inquilinas, ¿cómo os planteáis trabajar en alianzas y cómo conseguir afiliaciones en otros sectores atomizados.
Entendemos que tenemos que tener comunicación y realizar trabajo conjunto con sindicatos afines a nuestra línea, buscando objetivos claros de mejora de las condiciones laborales. No cerrarnos las puertas a abrir alianzas con sindicatos afines para luchas comunes.

La pandemia ha abierto nuevos debates, como el teletrabajo, y ha cogido fuerza la jornada laboral de cuatro días.
El teletrabajo es arma de doble filo, siempre debe desarrollarse desde el acuerdo y no desde la imposición. El mayor beneficiado debe ser el trabajador, no la empresa. No todo es teletrabajable y no todo se tiene que teletrabajar. Respecto a la jornada laboral de cuatro días, que se está vendiendo públicamente muy bien, no deja de ser una reducción de horario y salario. La CGT apuesta por una reducción de horas, empezamos con las 35, pero manteniendo el salario. Las máquinas y las nuevas tecnologías robotizan cada vez más los trabajos y eso tiene que encaminarse con un mayor reparto de las horas manteniendo el salario, porque sino no va a haber trabajo. Llevamos 100 años con la jornada laboral de 40 horas, ya es hora de sentarse a replantearse esto.

¿Donde la CGT es más fuerte?
Los sectores más fuertes de CGT a nivel estatal son el telemarketing, donde estamos en el convenio sectorial estatal porque estamos transformando las condiciones mediante sentencias judiciales ganadas. También somos fuertes en el ferroviario y en el del metal, que es del que vengo yo. Pero estamos creciendo en todos los sectores. Superamos las 100.000 personas afiliadas. El sector de la limpieza también está creciendo basten durante los últimos años.

Vuestros bomberos forestales del País Valencià llevan unos años dando mucha guerra.
Y los de Zaragoza también. Tienen fuerza y están consiguiendo ganar bastantes luchas.

¿Como es un sindicato anarcosindicalista en el siglo XXI?
Tiene que mantener las señas de identidad de apoyo mutuo, solidaridad y lucha, pero actualizándose y poniéndose al día en qué queremos que sea el sistema laboral de ahora, que no es el mismo que el de hace cien años. También debe apostar por una comunicación abierta, plural y participativa, debe estar presente en la calle y canalizar los conflictos. Que la gente perciba que es un sindicato que defiende a la clase trabajadora.

¿La CGT tendrá caja de resistencia?
Tiene muchas en realidad. Es verdad que personalmente apuesto por una caja a nivel confederal, pero es bastante complicada de gestionar. Habría que estudiarlo detenidamente. De momento se ha demostrado que, en las diferentes luchas, como en la huelga de la Nisan y del metal de Cádiz, las cajas de resistencia de la CGT han respondido.

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