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Hang in there while we get back on track
Hoy quiero hablar contigo
hasta que llegue el alba
y se hagan memoria mis palabras.
Sylvia Plath.
Al volver a casa después de unos días vi que una sandía estaba intentando crecer en una rama que estaba suspendida en el aire. Una parte de esa rama estaba enrollada en una madera cercana y no dejaba a la sandía apoyarse en ningún lugar. Me sorprendí y me despertó mucha curiosidad seguir observando cómo una sandía podía segur creciendo así, cómo una sola rama iba a poder sostenerla. Al día siguiente Javi me dijo antes de dormir que había desenrollado ese trocito de rama para que la sandía pudiese apoyarse en el suelo y además estar arropada por el resto de la planta. Me di cuenta de que me quedé mucho más tranquila así, aunque ya no pudiese seguir ese experimento de sandía colgante.
Campo de cuidados
La encina
También, al volver al trabajo después de unos días, he estado con Susana, y me ha contado que una tarde se fue a la torreta que hay junto al río que pasa cerca de su pueblo y se quiso tirar desde allí para dejar de sufrir tanto. Tanto. Cuando miró hacia abajo vio una pandilla de adolescentes bañándose en el río y se paró en seco. Le dio tiempo a pensar en lo mal que lo iban a pasar si presenciaban algo así. Se quedó un rato mirando, escuchando, aturdida. Al cabo de un rato fue capaz de volver a casa.
Me ha contado también que estas semanas no es capaz de salir de la cama. O, mejor dicho, que a veces, tras un esfuerzo extenuante consigue levantarse para comer o para ir al baño, pero después vuelve a acostarse. Lo único que hace con gusto en estos días de verano es salir al fresco por la noche. Se sienta en un corro con su hermana, con sus vecinas, y ahí se siente tranquila. Si quiere hablar habla y si no, no hace falta. Puede estar al fresco en ese corro esté como esté.
Lo único que hace con gusto en estos días de verano es salir al fresco por la noche. Se sienta en un corro con su hermana, con sus vecinas, y ahí se siente tranquila
Camino a casa volví a pensar en la sandía. Porque he visto una foto de un lugar en Japón en el que crecen sandías colgantes y parece muy bonito. Pero esta de nuestra casa está mejor desde que está apoyada en la tierra cerca de la melonera. También pensé en las pandillas en los ríos y en los corros al fresco por la noche: lugares para poder permanecer.