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Crisis climática
Los compromisos nacionales actuales abocan al mundo a un aumento de emisiones del 8,8% en 2030
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
“No podemos salvar el clima salvando el negocio fósil. A qué juegan los gobiernos, ¿a salvar el negocio fósil o a salvar al conjunto de la humanidad?”. La frase ha dicho en la mañana de este martes el responsable del programa sobre Cambio Climático y Energía de Greenpeace España, José Luis García Ortega, en un briefing sobre las claves de la 28ª Cumbre del Clima de las Naciones Unidas (COP28), que comienza el 30 de noviembre en Dubai (Emiratos Árabes Unidos). Pues bien, a tenor de los últimos datos publicados por la Secretaría de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), parece que el negocio fósil, por el momento, sigue ganando la partida.
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El último informe sobre los planes nacionales para reducir la crisis climática —las llamadas contribuciones nacionales determinadas (NDC)— advierte que estos siguen siendo insuficientes para que el planeta no supere los 1,5ºC de calentamiento medio sobre los niveles preindustriales, tal como plantea el Acuerdo de París. Con los compromisos actualmente sobre la mesa, las emisiones globales de gases de efecto invernadero no solo no disminuirían para el año 2030 respecto a los niveles de 2010, sino que aumentarían un 8,8%, una cifra que desde la CMNUCC califican de “mejora marginal” respecto a la evaluación del pasado año, cuando el porcentaje de aumento de emisiones estimado era del 10,6%.
Los últimos datos del IPCC indican que las emisiones deben reducirse un 43% para 2030 en comparación con los niveles de 2019 si queremos limitar el calentamiento global a 1,5º
“El informe que se publica hoy muestra que en conjunto los gobiernos están dando pequeños pasos para evitar la crisis climática. Y muestra también por qué los gobiernos deben tomar medidas audaces en la COP28 en Dubái”, ha señalado el secretario ejecutivo de la CMNUCC, Simon Stiell.
Punto de inflexión
La Cumbre de Dubai es el foco al que mira la humanidad en un planeta donde los fenómenos meteorológicos extremos y los nuevos récords climáticos se aceleran, del deshielo en los polos a las olas de calor que sufrimos en la península Ibérica o los ciclones que devastan amplias regiones. Sin embargo, las señales no son las mejores para quienes quieren salvar el clima de la Tierra: el Acuerdo de París sigue sin concretarse a ocho años de su firmas; las últimas cumbres han acabado con acuerdos de mínimos y demasiadas asignaturas pendientes; y hay demasiados actores en la COP28 ligados al lobby de la industria fósil, del presidente de la Cumbre —el sultán Al Jaber preside la petrolera estatal emiratí Adnoc— al representante de la UE —Wopke Hoekstra trabajó en la petrolera Shell—.
A pesar de los continuos bloqueos, es un consenso global que la acción para frenar el clima debe incrementarse si no queremos ver aumentar exponencialmente lo que la comunidad científica lleva décadas avisando que pasará. Los últimos datos del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), máximo órgano científico global sobre la materia, indican que las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse un 43% para 2030 en comparación con los niveles de 2019 si queremos limitar el calentamiento global a 1,5º a finales del siglo en curso y evitar los peores efectos de la crisis climática. Lejos de eso, los datos publicados hoy por la ONU señalan que la humanidad sigue incrementándolas.
“La COP28 debe ser un momento de cambio trascendental. Los gobiernos no sólo deben acordar qué medidas climáticas contundentes se adoptarán, sino también empezar a mostrar exactamente cómo llevarlas a cabo”, señala Simon Stiell
Como señala Kaisa Kosonen, responsable del Departamento de Política Climática de Greenpeace International y coordinadora de la delegación internacional de la organización ecologista en la COP28, “se han hecho avances en muchas áreas”, como el hecho de que el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) cifra en 1ºC menos el calentamiento que sufriría el planeta respecto al pronóstico que hicieron antes de la firma del Acuerdo de París. Pero el mundo se dirige, según la IEA, a no menos de 2,4ºC de calentamiento al ritmo actual, una cifra que desde otros organismos elevan aún más.
Financiación pendiente
La COP28 debe ser, para Greenpeace, el lugar “donde los países deben finalmente acordar liberarnos de los combustibles fósiles” y en el que “los líderes mundiales deciden poner fin a la expansión del carbón, el petróleo y el gas y acelerar las energías renovables transición, con una eliminación gradual justa y gestionada de los combustibles fósiles”. Conseguirlo depende, principalmente, de que los países establezcan los fondos para ello.
Entre las claves de esta COP se encuentra —además de la evaluación y revisión de los compromisos globales adoptados hace ocho años en la COP21 de París y las negociaciones para aumentar la ambición climática de los países— la negociación de Fondo para Pérdidas y Daños, cuya creación fue el mayor avance de pasada Cumbre de Egipto. Este último es el mecanismo financiero internacional para compensar a los países afectados por los daños que se están produciendo, clave para los países del sur global, más afectados en general pero con menos recursos.
Sin embargo, como señala Pedro Zorrilla, a quien Greenpeace España enviará a la COP28 como representante, las negociaciones no van por buen camino. “Se ha avanzado, pero no en la dirección en la dirección que más nos gustaría”. “Es un ejemplo de las dinámicas que siguen las COP y de esa desesperación en la lentitud de los avances”, prosigue. El último escollo al respecto es la propuesta, realizada por el comité transnacional puesto en marcha para arrancar el Fondo, por el que se propone alojar el Fondo en el Banco Mundial, una decisión que ha sido rechazada por el bloque de países del sur, dado el control que Estados Unidos y Europa tienen sobre este organismo. “Esto podría generar más deudas, porque lo que se está haciendo hasta ahora es dar más créditos y el Fondo de Pérdidas y Daños no tiene como objetivo crear más deudas en los países con menos recursos, sino dar ayudas para hacer frente a eventos climáticos por ejemplo”, explica Zorrilla. “Si lo hace a cambio de deuda, todavía hipotecamos más su futuro”.
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Además, están por completarse los 100.000 millones anuales que los países con mayores capacidades económicas iban a aportar para financiación climática destinada a países de renta media y baja. Un informe de Oxfam Intermón ya reveló en junio que, si bien los donantes afirman haber movilizado 83.300 millones de dólares en 2020, el valor real de dicho gasto es, a lo sumo, de 24.500 millones de dólares. “La cifra de 83.300 millones de dólares es una sobreestimación, ya que incluye proyectos en los que se ha exagerado el objetivo climático o los préstamos se han contabilizado según su valor nominal”, denunciaban.
Compromisos reales
“Tenemos que recuperar la confianza en el proceso de París, lo que significa cumplir todos los compromisos, especialmente en materia de financiación, el gran facilitador de la acción climática. También garantizar que estamos aumentando la resiliencia a los impactos climáticos en todas partes”, exponía este martes el secretario ejecutivo de la CMNUCC, Simon Stiell, en la presentación del informe sobre las contribuciones nacionales determinadas. “La COP28 debe ser un momento de cambio trascendental. Los gobiernos no sólo deben acordar qué medidas climáticas contundentes se adoptarán, sino también empezar a mostrar exactamente cómo llevarlas a cabo”, añadía.
Por su parte, el presidente de la COP28, el sultán Al Jaber, “el informe sobre los planes climáticos nacionales de hoy subraya la necesidad de que actuemos con mayor ambición y urgencia para cumplir los objetivos del Acuerdo de París, simplemente no queda tiempo para retrasos”, exponiendo su desdeo de que la COP28 sea “un punto de inflexión histórico en esta década crítica para que las Partes aprovechen el momento del balance mundial [de las NDC publicado hoy] para comprometerse a aumentar su ambición y unirse, actuar y obtener resultados que mantengan 1,5C a nuestro alcance, sin dejar a nadie atrás”.