We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Medio ambiente
Más de 60 colectivos protestarán contra las políticas de Almeida frente al Ayuntamiento de Madrid
La madrileña Plataforma por el derecho a la ciudad volverá a salir a las calles este próximo 25 de marzo para reivindicar que la capital sea más habitable para la ciudadanía y no solo se oriente al negocio que impera en ella. Desde las 12:00 hasta las 14:00 horas se concentrarán frente al Consistorio, ubicado en la Plaza de Cibeles, para reclamar el fin de la turistificación y gentrificación y una solución real al problema de la vivienda, así como la reversión de las privatizaciones, entre otras muchas demandas.
“Es crucial que el sábado el pueblo de Madrid se movilice frente al Ayuntamiento porque en la última legislatura municipal, y sobre todo este último año, los atentados contra los derechos de la ciudadanía se han agravado de forma exponencial”. Así justifica Aurora Justo, integrante de Ecologistas en Acción (EeA) la necesidad de movilizarse frente al edificio del Consistorio madrileño, quien ejemplifica dichos atentados con la tala masiva de árboles, la desprotección del patrimonio y el ruido y suciedad en la que se ve sumida la capital, sobre todo en los barrios del sur y la periferia.
“Nos están robando los derechos del presente y del futuro porque si talas un árbol hasta dentro de unos 20 o 30 años no volverá a tener la misma envergadura que antes”
Según opina, todas las decisiones ejecutadas desde el Ayuntamiento madrileño están encaminadas a beneficiar los intereses privados, dejando de lado el derecho de la ciudadanía a disfrutar de sus barrios. “No podemos olvidarnos que nos están robando la vida y los derechos del presente y del futuro porque, por ejemplo, si talas un árbol hasta dentro de unos 20 o 30 años no volverá a tener la misma envergadura que antes”, reflexiona la activista ecologista.
Madrid, una ciudad más insostenible y desequilibrada
Ella es tan solo una representante de las más de 20 asociaciones que componen la plataforma convocante de la concentración, a la que se han sumado unas cuatro decenas más apoyando la movilización. “El desequilibrio entre el norte y el sur de la ciudad es palpable. Vivimos en un abandono continuo de los barrios más humildes y la periferia”, denuncia la misma Justo, quien no se explica las última decisiones tomadas por el Gobierno municipal del popular Almeida: “El eliminar arboledas y poner asfalto donde antes había adoquines favorece lo que se llaman islas de calor, algo inexplicable cuando tenemos el cambio climático encima de nosotros”, en sus propias palabras.
Tal y como expresa la activista, Madrid se ha convertido en una ciudad totalmente insostenible, desigual y desequilibrada. “Salimos a la calle para mostrar nuestro descontento con las políticas del Ayuntamiento, para hacer ver que otra forma de hacer ciudad es posible, y para que tomen nota tanto los que gobiernan ahora como los que puedan llegarlo a hacer el 28 de mayo”, relata Justo.
Este sábado, 25 de marzo, junto a ella estará Quique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), quien participa de la plataforma desde sus comienzos en 2014. “Yo diría que este Gobierno municipal ha intensificado la mercantilización de la propia ciudad. Han aprobado planes y ordenanzas que hacen que Madrid sea un lugar únicamente para hacer negocios y no parar vivir, y nos lo están poniendo muy difícil a la gente que vivimos en nuestros barrios que lo único que queremos es un espacio habitable, amable y en el que podamos desarrollar nuestros proyectos de vida”, se explaya.
Según este madrileño, uno de los ejemplos más claros de lo que comenta es la nueva ordenanza en relación a las declaraciones responsables o las teóricas declaraciones de impacto ambiental, “que son un mero trámite y que permiten que sin ningún tipo de problema se tala una arboleda que lleva 30 años en ese lugar”, en sus propios términos. También se queja de las cocinas fantasma que perjudican el bienestar y seguridad de los vecinos, así como las facilidades que el Consistorio pone para que un local se convierta en vivienda, “desapareciendo del tejido comercial de la ciudad otro pequeño negocio”, desarrolla Villalobos.
Lo público, regalado a lo privado
La lista de motivos por los que salir a la calle a reclamar una ciudad habitable y vivible es muy larga, según el presidente de la FRAVM. A los casos ya citados, suma otra en relación a la cesión de espacios públicos a proyectos empresariales privados cuando esos mismos espacios han sido cedidos por el Gobierno de España para uso vecinal, como ocurre con el ya planificado Campus del Videojuego. Según Villalobos, “parece que la ciudadanía solo existe para este Ayuntamiento a la hora de pagar el IBI que se invertirá en que otra gente haga sus negocios, y que nuestro uso de la ciudad consista exclusivamente en tomar cañas en una terraza y consumir”.
Desde la FRAVM han tenido contacto hasta en dos ocasiones con Almeida, el alcalde de la capital, durante su mandato, aunque no han podido trabajar todas estas cuestiones. La primera de ellas fue durante las semanas más duras de la pandemia y la segunda consistió en una conversación informal y breve, asegura el presidente de la Federación. Tal y como establece el presidente de este colectivo, “todo lo canalizan a través de la vicealcaldía y, a pesar de habernos reunido en varias ocasiones, las negociaciones sobre estas cuestiones siempre han sido poco fructíferas”.
La plataforma convocante también tiene el ojo puesto en el desarrollo urbano del sureste mediante unos planes de vivienda que afectarán a los próximos 50 años. “Esto es muy importante porque, a veces, las políticas urbanísticas son difíciles de explicar pero realmente existen diferentes formas de hacer las cosas y la política urbanística puede cambiar dependiendo de lo que se quiera hace realmente”, añade Justo, la integrante de EeA.
“Ojalá la gente se dé cuenta que este Gobierno no es merecedor de nuestro voto, que esta política urbanística y ciudadana va en contra de nuestro presente y futuro”
Otro de los aspectos que comenta Justo antes de la movilización de este sábado es la importancia de poner la mirada en las próximas elecciones municipales de mayo. “Ojalá la gente se dé cuenta que este Gobierno no es merecedor de nuestro voto, que esta política urbanística y ciudadana va en contra de nuestro presente y futuro”, establece. Asimismo, la activista afirma que existe cierta falta de cultura en ese sentido, ya que muchos ciudadanos no relacionan el estado de los servicios públicos, por ejemplo, con los partidos políticos que los merman.
Más allá de un posible cambio de gobierno
“Se dice que destrozan la sanidad, pero no eres capaz de darte cuenta de quién la destroza y a lo mejor votas a la derecha cuando son ellos los que te están sumiendo en la pobreza. Hay que relacionar quién hace las cosas y a qué tipo de política responden para tener una buena visión de la realidad y poder votar en consecuencia”, explica Justo, quien considera que las dinámicas están muy interiorizadas tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid tras tantos años de mandato derechista. “No solo se trata de un cambio de gobierno, si lo hubiera, sino de política, y ser consecuentes con lo que se promete”, enfatiza casi mirando con sus palabras a los partidos de la actual oposición.
Villalobos, por su parte, pide acudir a la movilización para seguir presionando a un Gobierno municipal que “legisla en contra de la gente”. Según comenta, “hemos llegado a un punto de la democracia, que envejece mal, en la que los gobernantes no atienden a la movilización de la calle y hacen como si no les afectara, pero eso es mentira”.
“Ya no vale continuar con esa idea urbanística franquista de construir primero las viviendas y luego dotarlas de servicios”
Por eso, el presidente de la FRAVM reivindica que la ciudadanía continúe resistiendo en el binomio presión-negociación. “Esa es la base de nuestra democracia y no podemos renunciar a ella. Ya no vale continuar con esa idea urbanística franquista de construir primero las viviendas y luego dotarlas de servicios. Tenemos que luchar por lo que es nuestro y lo que nos merecemos, una ciudad habitable para la ciudadanía”, concluye.