Elecciones Catalunya 21-D
Elecciones amarillas en Catalunya y frío polar en La Moncloa

Crónica de la jornada electoral. La mañana en Ciudad Meridiana y la noche del triunfo de los partidos-marca Ciudadanos y JxCat.

Elecciones Catalunya 21D 2017.
Un hombre vota en las elecciones autonómicas de Catalunya del 21 de diciembre de 2017. Brais García Fernández
Marc Almodóvar
22 dic 2017 01:13

Nueve de la mañana. Un rincón cualquiera de la ciudad de Barcelona.

A la puerta de un colegio electoral una brigada de limpieza empieza a eliminar los trazos de un 'Stop 155' pintado en amarillo sobre la acera.

Símbolo de estas votaciones, pocos metros más allá, cientos de electores se pelean también por esa sigla. Unos por desafiarlo y borrarlo ellos mismos de sus vidas. Otros por darle el espaldarazo definitivo.

Un hombre sale con un banderazo de España en el pecho mientras a otro le dicen algo por llevar un lazo amarillo en la pechera. Pero igualmente entra. Y vota.

Ante las montañas de papeletas un hombre recoge tres de Ciudadanos y se las da a esposa e hijo, que, sin rechistar, las ponen en el sobre y se van para la cola. Un hombre alucina mirándolo de reojo mientras rumia y coge su papeleta de Esquerra.

“Mi hijo me ha dicho que tengo que votar, pero yo le he dicho que al Rajoy ni loca” suelta una mujer saliendo del colegio. Se despide de las amigas y se va hablando sola.

“Bueno, ya hemos votado...ya veremos qué mierda sale luego...”

Hoy, en un bar, un chaval se desayuna un tercio de Estrella al grito hooligan de “Arrimadas, presidenta” y las carcajadas de sus colegas

Ciutat Meridiana. Unos de los epicentros del abstencionismo y también del voto unionista en Barcelona ciudad. El último barrio de Barcelona en muchas listas. Excepto en una. La de los desahucios. Aquí siempre había arrasado el socialismo. Hasta que llegó Colau.

Hoy, en un bar, un chaval se desayuna un tercio de Estrella al grito hooligan de “Arrimadas, presidenta” y las carcajadas de sus colegas. No son ni las diez de la mañana. A pocos metros, en el casal de la Gent Gran Pedraforca hay una considerable cola para votar. “Antes daba la vuelta” me dice una señora con el carrito de la compra. Una escena que se ha repetido en cientos de colegios en todo el país. De dentro van escuchándose gritar los números de las filas que van quedando vacías.

¡110!

“Ay Encarni, ¡cuánto tiempo!” suelta una mujer “¿como se presentan las navidades, mi arma?”. “Yo no he votado en mucho tiempo, pero hoy toca” dice un hombre mayor. “Suerte que no hace mucho frío” espolea una tercera mujer. “Hombre Manolo, ¿qué has votado?” “A ti te lo voy a decir, que esto es secreto” y se parte la caja.

¡107!

“¿Qué pasa aquí que hay tanta cola?” pregunta una chavala. “Que regalan billetes de 500” le responde una.

La cola mira de reojo a un punki que se pasea por delante con un enorme lazo amarillo en la pechera. Más tarde pasa un chavalillo con unas cholas y una jaula de canario cubierta con un mantelito y suelta “¡Pero si son todos unos chorizos!” y su amigo se disculpa entre risas fumetas. “No lo conozco, yo, a éste ¡eh!”.

¡113!

Una mujer se me queda mirando. Dice que si estoy de observador. Es la única que habla catalán en toda la cola. Le digo que soy periodista. “Tú vigila que no haya fraude”. Le digo que por qué debería haberlo. Me arquea las cejas y dobla el cuello como diciendo: tú ya sabes. Su nonagenaria madre asiente afirmativamente.

Ante la campaña electoral con menos política de los últimos tiempos, realmente parece que se esté jugando algo más importante que nunca

Desconfianza y temor al pucherazo. Tensión que se corta con cuchillo. Rumores en las redes. Noticias que en otras contiendas pasarían desapercibidas son ahora motivo de miedo y pavor. En tal colegio han encontrado sobres llenos. En tal otro han desaparecido las papeletas de tal partido. En tal otro ha votado un muerto. En tal otro había sobres de otras elecciones. En tal otro papeletas de Ciudadanos entre el montón de Junts Per Cat.

Ante la campaña electoral con menos política de los últimos tiempos, realmente parece que se esté jugando algo más importante que nunca. Y las vueltas se han tornado en pocos meses. Los del 155 se lanzan con ilusión a un voto que los independentistas acatan a regañadientes. El temor a una victoria naranja cacareada por toda la Brunete, sobrevuela la arena indepe.

Mientras en el otro lado, visto como un partido de fútbol, se vislumbra como la única oportunidad de ganar el partido. Ni que sea de penalti en el tiempo añadido. Así como en el 155, por ejemplo.

Ana Rosa le pregunta en antena a un chico que en qué se diferencia esta votación de la del primero de octubre. “En que por suerte esta vez no tengo que preocuparme de si voy a volver a casa bien porque haya unos salvajes aquí que me quieran pegar” le suelta el chico antes de que la presentadora corte de tajo al grito de “insultos a la policía española, no”.

Pocos metros más allá unas latas pintadas de amarillo enganchadas en la pared dibujan la frase: “la vida debería ser amarilla: amar y ya”. Alguien de la Junta Electoral habrá pasado por aquí, porqué algunas letras han sido arrancadas. Aunque reemplazadas de nuevo con un spray en la pared.

Las elecciones del amarillo. Gente votando disfrazada de Mochilo, de Bob Esponja o de riguroso color canario de arriba a abajo para mofarse de la Junta Electoral. Hasta un jubilado se plantó en un colegio con un collar lleno de bananas.

El 155 y la normalidad

Y en estas elecciones, una chica de 18 años, Laura Sancho, cediendo su voto al último president de la Generalitat. Porqué este no puede votar. Y un vicepresidente sin condena votándose a si mismo por correo desde la cárcel. Y todos tan tranquilos.

Y en esta campaña marcada por los tribunales, aparece la Guardia Civil queriendo votar. Y dice que las peligrosísimas manifestaciones de las Diadas son parte del delicto de rebelión. Y hasta hizo su lista de candidatos.

Y mientras, el Gobierno Central dando los datos de participación. Que resultan ser de récord. Enric Millo, el conde Duque de Olivares que venía a implantar aquella operación diálogo de La Moncloa, que ya vemos como ha funcionado, se acompaña de Juan Antonio Puigserver, el comendador de Interior en Catalunya tras el 155, para que nos diga que ha habido menos incidencias que en las ultimas votaciones. Desde luego, si el referente son las porras del primero de octubre, no lo dude. Hubo menos.

Lo que hubo más que nunca fueron votantes. Si el 27S de 2015 parecía de récord con un 74,95%, el chicle aquí se llevó todavía más al límite. Boom Boom Boomer. 81,95%. Alucinante.
Y Arrimadas gana.

“Campeones, campeones” le cantan en su fiesta de la Plaza España.

“Hemos derrotado al nacionalismo” dicen ataviados en banderas.

Lo de los colores ya lo aprendimos en parvularios. A base de amarillear la política, Ciudadanos ha conseguido desteñir el cinturón rojo de Barcelona hasta convertirlo en un naranja Ibex35.
A Iceta se le cortó el olfato. De golpe. 17 sillas. Muy por debajo de esas expectativas que le hacían creerse presidenciable.

Leer: Arrimadas gana, mayoría independentista

Pero va a ser una victoria pírrica. Su bloque, el del 155, apenas suma 57 escaños. A 11 de la mayoría. Gana 300 mil votos respecto hace dos años, pero la mayoría sigue en manos de un independentismo que queda 170 mil votos por encima, se resiste a hacer bajar ese soufflé, rebasa el límite simbólico de los dos millones por primera vez, y consigue esas 70 sillas que le dan la mayoría para poder gobernar. Que coinciden con aquellos dos millones que desafiaron la represión ese ya lejano primero de octubre.

Dos millones plantando cara al 155.

Contra viento y marea. Contra cárceles, juntas electorales, millonazos del Ibex35 y amenazas. Y, sobre todo, contra la gran cagada de la república de azúcar que se deshizo con la primera agua de Moncloa ese 27 de octubre. Las caras largas en la sede de Esquerra tras ver su debacle ante la marea naranja se convertían en cómplices sonrisas en ver que su proyecto puede seguir teniendo cancha en Catalunya. Y que seguramente la tendrá.

En esta anormalidad revuelta en la que estamos pescan las dos formaciones con un discurso más tristemente simple y binario. En una campaña sin discurso, se impuso el españolismo naranja y, contra pronóstico, se sobrepuso del previsible batacazo el frente convergente gracias a capitalizar el victimismo alrededor de Puigdemont.

Batacazo de los Comunes que, pese a solo perder 40 mil votos, se hunden con tres escaños menos en estas votaciones cada vez más plebiscitarias sin serlo.

Batacazo tremendo de las CUP, que devuelven a Esquerra todo su voto prestado en 2015 y aún se ven castigados por apelar tanto al unicornio republicano en el que solo ellos creen.

Y Rajoy, el verdadero gran derrotado de todo esto, ha conseguido llevar al grupo mixto a su partido, hacerle perder casi la mitas de los votos y, encima, no sacarse de encima el problema del secesionismo catalán. Hoy, el PP es el último partido del parlamento catalán. Otra bofetada en toda regla. Y ese soufflé que llevamos cinco años oyendo que está deshinchándose, sigue sumando.

Y los catalanes, pues votan cosas. Y Puigdemont será, probablemente, el futuro president. Si Rajoy lo permite, claro. Porque ahora esa es la duda. 

Nos contarán ya, por fin, ¿qué piensan hacer unos y otros?

Ayer empezó el invierno en Catalunya. Y en La Moncloa cayó la primera nevada.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Catalunya
El pleno de investidura del nuevo gobierno catalán sigue en el limbo
El president del Parlament, Roger Torrent, condiciona la celebración del pleno de investidura a que “haya garantías para Puigdemont” y que se pueda formar gobierno.
Independencia de Catalunya
El aliento y la tensión de la calle, ahora sobre ERC

El 30 de enero, con su fallida investidura y las tensiones dentro y fuera del Parlament, se suma a la larga lista de días a recordar en el proceso independentista catalán.

Catalunya
El Consejo de Estado avala la investidura de Puigdemont
El Consejo de Estado frena la iniciativa del Gobierno de impedir la investidura de Carles Puigdemont argumentando que en este momento no hay fundamentos para impugnarla ante el Tribunal Constitucional.
Guillem
22/12/2017 9:56

Genial article!

4
2
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.
Residencias de mayores
Residencias de mayores Naces, creces, te reproduces, envejeces y sigues generando beneficios
El capitalismo extractivista emplea un ‘fracking’ similar sobre la última etapa de nuestras vidas: exprimir nuestra capacidad de producir beneficios hasta el último aliento.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.
Ni hablar
Ni hablar La clase obrera no va al paraíso
La explotación se aligera con el relato torticero de la explotación y de los héroes del capital, y con la asunción íntima de que capitalismo y democracia son conceptos sinonímicos.
Comunidad de Madrid
Represión La Policía cita a seis activistas que participaron en el escrache a Espinosa de los Monteros en la Complutense
Acusan de delito de odio a activistas que participaron en una protesta en la Facultad de Políticas contra el exportavoz parlamentario de Vox. Fueron citados por la Policía el pasado 21 de marzo, más de un mes después del escrache.
Madrid
Derecho a la vivienda Consumo reclama al Ayuntamiento de Madrid que cierre y sancione los 15.200 pisos turísticos ilegales
El Ministerio de Derechos Sociales y Consumo, que dirige Pablo Bustinduy, entrega un listado de los 15.200 pisos turísticos sin licencia que operan en Madrid y pide a Martínez-Almeida que actúe contra ellos y sus propietarios.
Sanidad pública
Aragón La Atención Primaria de Zaragoza, en huelga
Los sindicatos convocantes denuncian el ‘decretazo’ autonómico, por ofrecer más servicios a la ciudadanía sin aumentar el personal contratado. Hay convocado un segundo día de paros el próximo 31 de marzo.

Últimas

Comunidad de Madrid
Fin a la privatización Un tsunami marcha por Madrid por la gestión totalmente pública de los servicios a la ciudadanía
La plataforma Tsunami por los Servicios Públicos nace este domingo para aglutinar a decenas de organizaciones sociales que quieren hacer frente al “modelo neoliberal de destrucción masiva de los derechos humanos y sociales”.
Opinión
Opinión Los eufemismos y el gasto militar
Los profesionales en la confección de los mensajes políticos y manipulación de la opinión pública han debido apreciar que el termino “rearme” era demasiado explícito y contundente y que podría provocar cierto rechazo.
Gobierno de coalición
Consejo de Ministros Ángel Víctor Torres anuncia que tiene cáncer, pero seguirá al frente del Ministerio de Política Territorial
Reducirá su agenda como titular de Política Territorial en las semanas previas a una operación a finales de abril. Fuentes ministeriales dicen que la enfermedad “va bien” y “tiene solución”.
Contigo empezó todo
Contigo empezó todo El comunismo libertario de Hildegart Rodríguez
La joven madrileña, a quien se recuerda por morir a manos de su madre, contribuyó con sus ideas a la política revolucionaria durante la II República.
Opinión
Opinión El último capítulo del genocidio
Israel ha comenzado la fase final de su genocidio. Los palestinos se ven obligados a elegir entre la muerte o la deportación. Lo que estamos presenciando eclipsa todos los ataques históricos contra los palestinos.
Más noticias

Recomendadas

México
Hallazgo en Teuchitlán Crisis de desaparecidos en México: los buscadores, entre el narco y las omisiones del Estado
El hallazgo del cementerio clandestino en Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado a todo México. El país que vive una crisis por la desaparición de más de 120 mil personas, que en 18 años solo han aumentado frente a una pasmosa impunidad.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.
Siria
Siria Siria, de la euforia por el fin del régimen al examen de la transición
Las matanzas en el litoral sirio y las dudas acerca de las nuevas autoridades dejan atrás la alegría por la caída de al Asad y enfrían el aniversario de la revolución, el primero tras la huida del dictador.
Medio ambiente
Oliver Franklin-Wallis “La industria de los residuos deja una cicatriz enorme en nuestro planeta”
El periodista británico Oliver Franklin-Wallis recorre en ‘Vertedero’ (Capitán Swing, 2024) las prácticas ocultas de la industria de residuos, exponiendo el papel de las grandes corporaciones, en connivencia con autoridades e instituciones públicas.