Crisis energética
Pedro Fresco, de dirigir Transición Ecológica de la Generalitat a dirigir la patronal de las renovables

El exdirector general de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana pasa a ser director general de AVAESEN, la patronal de las renovables, solo seis meses después de ser cesado como alto cargo público.
Fresco de las renovables
Pedro Fresco, en la parte derecha, acompañado de Bianca Dragomir, a quién sustituye en el puesto y Marcos J. Lacruz, presidente de AVAESEN//AVAESEN

Fueron muy sonados los casos de políticos que acabaron en eléctricas, como Felipe González, que fichó por Gas Natural (ahora Naturgy); José María Aznar, contratado por Endesa o Jon Josu Imaz(PNV) fichado por Repsol. Seis meses después de haber sido cesado como Director General de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana, Pedro Fresco ha sido nombrado nuevo director general de la patronal de las energías renovables, AVAESEN. “Asumo este reto con ilusión y entusiasmo y vengo con la energía necesaria para escuchar a nuestros asociados y consolidar una asociación fuerte y unida para luchar por los intereses del sector para conseguir imprimir velocidad a la implantación masiva de renovables en la Comunitat Valenciana”, dijo tras su designación el pasado 28 de junio. ¿Podría tratarse de un nuevo caso de puerta giratoria en la política?

La patronal de las renovables, AVAESEN, tiene 160 empresas asociadas. Representa a pequeñas cooperativas, pero también a otras más grandes como Naturgy o Atitlan -cuyo socio fundador es Roberto Centeno, yerno del presidente de Mercadona, Juan Roig-, y defiende los intereses de las instalaciones fotovoltaicas y eólicas en el rural.

Con la película Alcarràs como telón de fondo exhibiendo de forma exitosa en los cines los conflictos entre las renovables y el rural, Fresco, como alto cargo público valenciano, fue conocido por ser muy beligerante en su defensa de la expansión “masiva” de las renovables. Ha tenido varios enfrentamientos públicos en redes sociales con colectivos vecinales y ecologistas, como la Coordinadora valenciana por la ubicación racional de las energías renovables, que lucha contra los macroproyectos y reclama el diálogo y la participación del mundo rural en sus diseños. Su postura también generó tensiones con sus compañeros de gobierno.

Licenciado en Química por la Universitat de València, Fresco trabajó 12 años en la compañía energética EDP. Después pidió una excedencia y entró en lo público: primero, estuvo un breve periodo como asesor en materia energética de la vicepresidenta cuarta del Gobierno español, Teresa Ribera; y después como Director General de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana desde febrero de 2021 a diciembre de 2022, a propuesta de Compromís.

Fue la misma coalición valencianista quien lo cesó al entrar Isaura Navarro como consellera de Medio Ambiente –reemplazando a Mireia Mollà-. Navarro, con una línea política que aboga por fomentar el autoconsumo, las cubiertas de las edificaciones y los solares abandonados para minimizar la afección sobre el territorio y los campos de cultivo, representó un cambio frente a la estrategia anterior que apostaba, en palabras de Fresco, por la “implantación masiva” de las renovables.

La ley 8/2016 de Incompatibilidades y Conflictos de Intereses de Personas

En seis meses, quien mantenía un discurso muy similar al de AVAESEN en las instituciones y en redes sociales, ha pasado a ser su director general. Fuentes consultadas que están a punto de ser cesados por el cambio de gobierno aseguran estar estudiando la normativa de forma “escrupulosa” para ver cómo les afectará a su futuro laboral inmediato. Un ex alto cargo autonómico relata que “estuve más de dos años sin trabajar en el sector privado de València porque lo tenía claramente especificado en el contrato”.

¿Qué dice la legislación consolidada? La ley 8/2016 de Incompatibilidades y Conflictos de Intereses de Personas con Cargos Públicos no Electos del País Valencià, publicada en el DOGV y en el BOE, establece que, en el caso de Pedro Fresco, por haber sido director general, en los dos años siguientes al cese (es decir, hasta diciembre de 2024) no puede hacer tres cosas.

Un ex alto cargo autonómico relata que “estuve más de dos años sin trabajar en el sector privado de València porque lo tenía claramente especificado en el contrato”

Primera, “prestar servicios, ni ejercer cualquier otro cargo ni papel mediador en entidades privadas, remunerado o no, que pudiera provocar un conflicto de intereses con la función ejercida”. En sus tareas como director general constaba “el fomento del uso e instalación de energías renovables tanto en los diferentes sectores económicos valencianos como en la propia administración”, “el impulso y la gestión de líneas de ayudas” o “la gestión de las autorizaciones de instalaciones de energías renovables”, entre otras.

Segunda, “formar parte de órganos colegiados en empresas o sociedades privadas relacionadas con las competencias del cargo ocupado en el ámbito competencial de la Generalitat Valenciana, si genera un conflicto de intereses”.

Tercera, “suscribir, por sí mismas o a través de sociedades o empresas participadas por ellas directamente o indirectamente […], contratos de asistencia técnica, de servicios o semejantes con la administración o entidad pública de la que provenga, de manera directa o a través de empresas contratistas o subcontratistas”. De momento, no ha dado tiempo.

Pedro Fresco: “Si por el hecho de haber trabajado en el sector público no pudieras volver al sector del que vienes, nadie aceptaría un cargo”

Pedro Fresco defiende que durante su mandato en la dirección general de Transición Ecológica no ha dado ninguna subvención o ayuda a AVAESEN y que “preventivamente” preguntó a la Oficina de Control de Conflictos de Intereses, “para evitar suspicacias”; recibió por respuesta que su nuevo cargo era “compatible” con el anterior, con los condicionantes marcados en la ley 8/2016.

Fresco alega: “¿Qué conflicto de intereses tengo para trabajar en AVAESEN o en cualquiera de las empresas asociadas si yo no he hecho nada a favor de ellas? Si el conflicto de intereses fuera cualquier cosa relacionada con el sector de la energía, yo no podría volver a mi profesión. Si por el hecho de haber trabajado en el sector público no pudieras volver al sector del que vienes, nadie aceptaría un cargo”, reflexiona. Añade que “tenía varias ofertas y esta no era la mejor económicamente”, pero la eligió porque “podía seguir defendiendo lo mismo que como cargo público”.

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Fresco alega que estos seis meses volvió a su puesto en la compañía energética EDP, donde tenía una excedencia, sin que molestara a nadie. Ahora bien, parece evidente que no es lo mismo volver a un trabajo anterior como gestor de cuentas que saltar a la dirección general de una patronal cuyos intereses se defendían desde las funciones como alto cargo público. Es la definición de puerta giratoria que, aunque aparentemente legal, estéticamente deja mucho que desear.

El portavoz de la Coordinadora por la Ubicación Racional de las Energías Renovables, Julio Rodrigo, dice que interpretando la normativa vigente, entienden que “la contratación de Pedro Fresco por parte de AVAESEN, la asociación de empresas de energías renovables, no correspondería legalmente, o al menos moralmente”. “Una persona que hasta hace pocos meses estaba al frente de decisiones que implicaban directamente a las energías renovables no puede de ninguna manera ponerse al frente de la empresa cuyos intereses están totalmente relacionadas con las responsabilidades del cargo que ocupaba en la dirección general de Transición Ecológica”, añade.

Diferencias de Pedro Fresco con Compromís y con los colectivos sociales

La defensa de la “implantación masiva” de proyectos de energías renovables de Pedro Fresco le ha valido una oposición interna –en las filas de Compromís- y externa –desde colectivos en defensa de lo rural, ecologistas o agrarios-. Las diferencias eran manifiestas: mientras él apostaba por acelerar esa instalación de plantas de hasta 50 MW –la potencia máxima que es competencia de la Generalitat Valenciana- por todo el territorio valenciano, surgían organizaciones que denunciaban que estas se estaban ideando y diseñando de espaldas a sus realidades locales, lideradas por multinacionales y con corredores de tierras que compran o consiguen cesiones con tácticas coercitivas y opacas.

Sobrevuela la sensación que, una vez más, el rural vuelve a ser el escenario sobre el cual se vierten las instalaciones que no se quieren en las ciudades por una cuestión estética o de salubridad. En ese contexto surgió el lema que se expandió por el estado español: “Renovables sí, pero no así”. Pedro Fresco lo llegó a comparar en Twitter con afirmaciones como “Vacunas sí, pero no así”, “Feminismo sí, pero no así”, “Inmigración sí, pero no así” o “Libros sí, pero no así”.

En el seno de Compromís se presentaba el plan “Empecemos por el techo” poco antes de la destitución de Fresco, que abogaba por “potenciar el autoconsumo” a la hora de establecer una hoja de ruta para cumplir con los 6.000 MW de energía propia para el año 2030. Hablaban de priorizar los tejados y los solares vacíos, priorizándolo a llenar de placas los campos de cultivo, algo que el exdirector general tildó de “barbaridad”, “técnicamente inasumible” y de “rozar la anticiencia”. Desde la Conselleria también justificaron su cese por el “atasco” que ralentizaba las tramitaciones relacionadas con el autoconsumo y las comunidades energéticas locales, algo que Fresco interpretó como un ataque al cuerpo de funcionarios.

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