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Biocombustibles
Combustión a soja como motor de la deforestación
El informe Soja: ¿la nueva palma de los biocombustibles?, elaborado por Carro de Combate y Ecologistas en Acción, denuncia el auge del biodiésel de soja tras la prohibición de la palma, un fenómeno que provoca deforestación, pérdida de biodiversidad y un aumento de emisiones.
Los graves impactos medioambientales de la plantación de extensas zonas de monocultivo por todo el mundo son un consenso global. La palma, usada para alimento y para la creación de los —en opinión de los ecologistas— mal llamados biocombustibles, es la más famosa y contra ella se han tomado algunas medidas, como la prohibición del uso esta planta para biodiésel en la Unión Europea —salvo que tenga Certificación de Sostenibilidad internacional y de Carbono (ISCC)—, catalogándola en febrero de 2019 como materia prima de alto riesgo para la emergencia climática. Sin embargo, otra planta, calificada de bajo riesgo de provocar un aumento de emisiones por la UE y que ocupa inmensas áreas a lo largo del globo, principalmente en Sudamérica, se plantea como sustitutivo del biodiésel en la Unión: la soja.
El informe Soja: ¿la nueva palma de los biocombustibles?, elaborado por Laura Villadiego y Nazaret Castro, del colectivo Carro de Combate, ha sido presentado este miércoles por Ecologistas en Acción y denuncia que el uso de este carburante está en auge para paliar la demanda de biocombustibles europea. En 2019 las importaciones europeas de soja aumentaron un 9%, lo que, para los firmantes del informe, “apunta a una clara tendencia a sustituir el uso del aceite de palma por soja para la fabricación de biocarburante”.
El biodiésel, presentado en los últimos años como carburante verde para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, no es tan verde como lo pintan. Un informe de la propia UE dejó claro ya en 2016 que el diésel de palma supone tres veces más emisiones que el fósil y dos veces más en el caso del de soja.
Además, Ecologistas en Acción remarca que las consecuencias del uso de soja para combustible no solo supone más emisiones, también es un claro motor de deforestación y pérdida de biodiversidad. Un informe de la consultora especializada en emisiones de combustible Cerulogy señala que un 7% de la expansión mundial de este cultivo estuvo directamente ligada a la deforestación entre 2012 y 2015. A pesar de ello, la UE no considera la soja como cultivo para biocombustible con alto riesgo de de provocar grandes cantidades de emisiones de CO2 indirectas debido a los cambios de uso de la tierra, algo que desde febrero sí ocurre con la palma.
Importación en auge
La reducción del biodiésel de palma utilizado en Europea comenzará a ser obligatoria en 2023, y los ecologistas temen que la soja se convierta en su sustituto. De hecho, este combustible ha pasado de suponer en 2016 el 10,3% del total de biocombustibles utilizados en España al 28% en 2019, mientras que el de palma ha bajado del 77,4% al 11% en el mismo período. Estados Unidos, como principal exportador de soja a Europa, es el principal beneficiario.
“El monocultivo de soja puede resultar tan devastador como el de palma, porque el problema no es una planta —la palma, la soja o cualquier otra—, sino el funcionamiento estructural del sistema del agronegocio”, denuncia el informe. “La transición energética del transporte a través de biocombustibles alimentarios por la que apuesta el gobierno está contribuyendo a la pérdida de biodiversidad, la alteración de ecosistemas y daños sociales”, indica por su parte la portavoz de Ecologistas en Acción, Rosalía Soley. Además, la activista añade: “El objetivo de utilizar fuentes renovables en el transporte tiene que lograrse a través del uso de biocombustibles avanzados, electricidad renovable o e-fuels. Todo esto bajo estrictos criterios de sostenibilidad, respetando la jerarquía de residuos, siguiendo el principio de cascada y evitando cualquier desplazamiento de usos que pueda llevar a más emisiones”.
La confederación ecologista suma el informe publicado este miércoles a la campaña #AparcaLaSoja, una iniciativa que busca seguir presionando al Gobierno para eliminar los biocombustibles agrícolas como fuentes renovables en el sector del transporte y dar a conocer a la población los impactos del monocultivo de la soja.