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Agricultura
Una tonelada de cebollas contra el prohibicionismo
El pasado sábado las consumidoras que acudieron al mercat de l'Horta de Benimaclet, llevado a cabo cada semana de 9 a 14H en la plaza del barrio valenciano, comprobaron que el precio de las cebollas lo tenían que fijar ellas mismas. Se trataba de una edición especial como respuesta a la denegación del permiso del mercado de Preus Justos, por parte del gobierno municipal de PP y Vox.
Una prohibición velada que el Ayuntamiento basó en “la necesidad de respetar el visual” de las torres, cuando, lo que se proponía era, igual que se había hecho en otras ocasiones, situarlo en la entrada del puente de Serrans, lo cual quiere decir entre 20 y 30 metros de distancia de las torres, lejos de los ocho metros limitados por la normativa vigente.
El agricultor Bruno Muñoz, paradista habitual del mercado de l'Horta de Benimaclet e iniciador del proyecto agroecológico Mastika l'Horta de producción y venta de verduras de proximidad situado en Castellar-l’Oliveral, explica que la mayoría de las personas asistentes este sábado a la edición especial ya sabían de la problemática y recibieron la convocatoria por redes sociales.
Agricultura
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Además, Per l'Horta, el colectivo agrarista el cual presentó la petición de permiso denegada para el mercado de Preus Justos, colocó carteles informativos en las paradas del mercado de Benimaclet.
En ellos se indicaba la situación de los precios de los bulbos y una orientación de lo que sería una aportación justa por el producto cultivado. “Había gente que daba más o daba menos”, comenta Muñoz.
Y es que los mercados de Preus Justos se organizaban de manera puntual desde el 2021 con el apoyo de una quincena de entidades agrarias, agraristas, ecologistas y de consumidores. En esencia, con una doble función: denunciar y sensibilizar a las consumidoras sobre los precios abusivos que se pagan en el campo; y, segundo, dar salida a un precio digno a partidas de productos agrícolas de temporada como la naranja o las patatas para garantizar la viabilidad de las explotaciones y la sostenibilidad de la huerta como espacio agrario.
“Los mercados de Preus Justos se organizaban de manera puntual desde el 2021 con el apoyo de una quincena de entidades agrarias, agraristas, ecologistas y de consumidores”.
En este momento es la venta de cebollas la que está sufriendo esta tesitura. Entre 4 y 10 céntimos se paga a las labradoras por un kilo de las liliàcias, comparado con el precio de venta final en supermercados a 1,85 € el kilo, resulta una diferencia de aproximadamente un 1.900% más. Una situación insostenible para la agricultura que se suma a la dificultad de visibilización para la sociedad valenciana, debido en parte a la prohibición de este tipo de actos de sensibilización.
Aun así, Bruno Muñoz se muestra muy satisfecho con la participación y el apoyo recibido en esta edición especial del mercat de l'Horta de Benimaclet, incluso resalta el caso de una mujer que, “de forma voluntaria, nos hizo de comercial”, dedicando parte de su mañana a informar y atraer clientela para las paradas entrando a comercios y restaurantes cercanos.
El labrador de Castellar-l’Oliveral explica a El Salto cómo se coordinó con el resto de compañeras mediante un grupo de mensajería instantánea. Donde acordaron cuál iba a ser la respuesta a la denegación del permiso para hacer el mercado extraordinario de Preus Justos: dejar el precio a la voluntad de las consumidoras para así proponer un ejercicio de concienciación mayor.
Al mismo tiempo, Muñoz traslada la preocupación que existe entre todas las productoras participantes sobre el futuro de los mercats de l'Horta. El fundador de Mastika l'Horta denuncia la falta de publicidad que se está haciendo de éstos por parte de las instituciones competentes. Y afirma que “hace unos meses nos llegó una notificación que decía que iban a extinguir los cuatro mercados”, a la que respondieron con una alegación conjunta y “todavía no nos ha llegado respuesta”, amplía el productor agroecológico.“Las agricultoras de la Huerta prometen acciones futuras para tratar de combatir esta oleada de prohibicionismo, incertidumbre y abandono del Ayuntamiento de València”
Paralelamente, las agricultoras y los agricultores de los mercats de l'Horta prometen acciones futuras para tratar de combatir esta oleada de prohibicionismo, incertidumbre y abandono generada por el Ayuntamiento de València. Una alcaldía que está tratando de anular las concesiones que recibieron cada una de las 20 paradas por un periodo de 15 años, después de pasar un exhaustivo procedimiento de adjudicación.
Los mercats de l'Horta, objetivo de prohibición arbitraria del gobierno municipal de PP y Vox de València
Los cuatro mercados de venta directa con periodicidad semanal (sábados de 9 a 14H), donde se pueden comprar frutas, verduras y productos de km 0 directamente de las productoras, están localizados en la plaza de la Figuereta, en Castellar-l’Oliveral; la plaza de Benimaclet, en el barrio del mismo nombre; la calle de Martínez Ferrando, en el Pla del Remei (junto al Mercado de Colón), y la calle de Joaquim Benlloch, en Malilla.
La creación de los mismos fue una iniciativa del Consell Agrari de València y la regidoria d’Agricultura, Alimentació Sostenible i Horta del gobierno municipal anterior, que forma parte de Marc Estratègic València 2030 y se enmarca en la Estrategia Agroalimentaria Municipal. Para mejor adobo, la propuesta fue aprobada por unanimidad en sesión plenaria del consistorio en el año 2018.
Un consenso que se rompe con las acciones de bloqueo iniciadas por el actual equipo de gobierno de coalición entre PP y Vox que pretende el cierre de los cuatro mercados alegando, en palabras de la alcaldesa de València María José Català, “competencia desleal contra los mercados tradicionales”.
Acusación que el colectivo Per l'Horta desmiente y considera falsa por el hecho de que todos los barrios que acogen los mercats de l'Horta tienen una carencia total de mercados municipales de proximidad. Sólo uno de los cuatro mercats de l'Horta se sitúa cerca de un mercado, en concreto al gastromercado de Colón (Pla del Remei).
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“El colectivo Per l'Horta desmiente y considera falsa la acusación de competencia desleal de la alcaldesa por el hecho de que ninguno de los barrios que acogen los mercats de l'Horta tienen una carencia total de mercados municipales.”
Si bien este ya no está ni considerado un mercado tradicional ni pertenece a la red de mercados municipales de València desde la reforma de 2003, impulsada por el propio gobierno del PP de Rita Barberà, que lo transformó en un gastromercado. Parece que más gastro que mercado porque, a día de hoy, permanece trufado de negocios de hostelería de lujo y sólo conserva tres paradas del antiguo mercado municipal situadas en el sótano, y nada más que una es una frutería.
En este sentido, la Comissió de Defensa de la Competència de la Comunitat Valenciana emitió el año pasado un informe donde también rebate la afirmación de la actual alcaldesa al comparar el efecto que mercados ambulantes de frutas y verduras de km 0 pueden tener, frente a lo que comportan las grandes superficies y el e-commerce, por ejemplo.
Es más, el informe, al contrario de la alcaldesa Català, afirma que los mercats de l’Horta “suponen un incentivo para la competencia tanto por el lado de la oferta, al aumentar el número de operadores a los cuales el consumidor puede dirigirse como por el lado de la demanda, a causa del potencial incremento de la demanda que supone la celebración periódica de mercados de venta no sedentaria”.
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Agricultura
Una tona de cebes contra el prohibicionisme
El passat dissabte les consumidores que van acudir al mercat de l’Horta de Benimaclet, dut a terme cada setmana de 9 a 14H a la plaça del barri valencià, van comprovar que el preu de les cebes l’havien de fixar elles mateixes. Es tractava d’una edició especial com a resposta a la denegació del permís del mercat de Preus Justos, per part del govern municipal de PP i Vox.
Una prohibició que l’Ajuntament maquilla per “la necessitat de respectar el visual” de les torres, quan, el que es proposava era, igual que s’havia fet en altres ocasions, situar-ho en l'entrada del pont de Serrans, la qual cosa vol dir entre 20 i 30 metres de distància de les torres, lluny dels huit metres que limita la normativa.
L’agricultor Bruno Muñoz, paradista habitual del mercat de l’Horta de Benimaclet i iniciador del projecte agroecològic Mastika l’Horta de producció i venda de verdures de proximitat situat a Castellar-l’Oliveral, explica que la majoria de les persones assistents este dissabte a l’edició especial ja sabien de la problemàtica i van rebre la convocatòria per xarxes socials.
Agricultura
Agricultura de próximidad València deniega el permiso a un mercado que denuncia los bajos precios agrícolas
A més a més, Per l’Horta, el col·lectiu agrarista el qual va presentar la petició de permís denegada per al mercat de Preus Justos, va col·locar cartells informatius a les parades del mercat de Benimaclet. En ells s’indicava la situació dels preus d'aquests bulbs i una orientació del que seria una aportació justa pel producte conreat. “Hi havia gent que donava més o donava menys”, comenta Muñoz.
I és que els mercats de Preus Justos s’organitzaven de manera puntual des del 2021 amb el suport d’una quinzena d’entitats agràries, agraristes, ecologistes i de consumidors. En essència, amb una doble funció: denunciar i sensibilitzar a les consumidores sobre els preus abusius que es paguen al camp; i, segona, donar eixida a un preu digne a partides de productes agrícoles de temporada com la taronja o les creïlles per garantir la viabilitat de les explotacions i la sostenibilitat de l’horta com a espai agrari.
“Els mercats de Preus Justos s’organitzaven de manera puntual des del 2021 amb el suport d’una quinzena d’entitats agràries, agraristes, ecologistes i de consumidors.”
En aquest moment és la venda de cebes la que està patint aquesta tessitura. Entre 4 i 10 cèntims es paga a les llauradores per un quilo de les liliàcies, comparat amb el preu de venda final en supermercats d’1,85 € per quilo, resulta una diferència del voltant d’un 1.900% més.
Una situació insostenible per a l’agricultura del País Valencià que se suma a la dificultat per visibilitzar-ho a la societat valenciana, degut en part a la prohibició d’aquest tipus d’actes de sensibilització.
Així i tot, Bruno Muñoz es mostra molt satisfet amb la participació i el suport rebut a aquesta edició especial del mercat de l’Horta de Benimaclet, inclús ressalta el cas d’una dona que, “de forma voluntària, ens va fer de comercial”, dedicant part del seu matí a informar i atraure clientela per a les parades entrant als comerços i restaurants propers.
El llaurador de Castellar-l’Oliveral explica al Salto com es va coordinar amb la resta de companyes mitjançant un grup de missatgeria instantània. On van acordar quina seria la resposta a la denegació del permís per a fer el mercat extraordinari de Preus Justos: deixar el preu a la voluntat de les consumidores per a així proposar un exercici de conscienciació major.
Al mateix temps, Muñoz trasllada la preocupació que existeix entre totes les productores participants sobre el futur dels mercats de l’Horta.
El fundador de Mastika l’Horta denuncia la falta de publicitat que s’està fent d’aquests per part de les institucions competents. I afirma que “fa uns mesos ens va arribar una notificació que deia que anaven a extingir els quatre mercats”, a la qual van respondre amb una al·legació conjunta i “encara no ens ha arribat resposta”, amplia el productor agroecològic.
“Les agricultores de l'Horta prometen accions futures per a tractar de combatre aquesta onada de prohibicionisme, incertesa i abandó de l'Ajuntament de València”
Paral·lelament, les llauradores i els llauradors dels mercats de l’Horta prometen accions futures per tractar de combatre aquesta onada de prohibicionisme, incertesa i abandonament generada per l’Ajuntament de València. Una alcaldia que està tractant d’anul·lar les concessions que van rebre cadascuna de les 20 parades per un període de 15 anys, després de passar un exhaustiu procediment d’adjudicació.
Els mercats de l’Horta, objectiu de prohibició arbitrària del govern municipal de PP i Vox de València
Els quatre mercats de venda directa amb periodicitat setmanal (dissabtes de 9 a 14H), on es poden comprar fruites, verdures i productes de km 0 directament de les productores, estan localitzats a la plaça de la Figuereta, a Castellar-l’Oliveral; la plaça de Benimaclet, al barri del mateix nom; el carrer de Martínez Ferrando, al Pla del Remei (al costat del Mercat de Colom), i el carrer de Joaquim Benlloch, a Malilla.
La creació dels mateixos va ser una iniciativa del Consell Agrari de València i la regidoria d’Agricultura, Alimentació Sostenible i Horta del govern municipal anterior, que forma part del Marc Estratègic València 2030 i s’emmarca en l’Estratègia Agroalimentària Municipal. Per a millor adobar, la proposta va ser aprovada per unanimitat en sessió plenària del consistori en l’any 2018.
Un consens que es trenca amb les accions de bloqueig iniciades per l’actual equip de govern de coalició entre PP i Vox que pretén el tancament dels quatre mercats al·legant, en paraules de l’alcaldessa de València Maria Josep Català, “competència deslleial als mercats tradicionals”.
Acusació que el col·lectiu Per l’Horta desmenteix i considera falsa pel fet que tots els barris que acullen els mercats de l’Horta tenen una mancança de mercats municipals de proximitat. Soles un dels quatre mercats de l’Horta se situa prop d’un mercat, en concret el de Colom (Pla del Remei).
Soberanía alimentaria
Comercio local Los mercados municipales se mueren... con el actual modelo de gestión
“El col·lectiu Per l'Horta desmenteix i considera falsa l'acusació de competència deslleial de l'alcaldessa pel fet que els barris que acullen els mercats de l'Horta tenen una manca de mercats municipals.”
Si bé aquest ja no està ni considerat un mercat tradicional ni pertany a la xarxa de mercats municipals de València des de la reforma de 2003, impulsada pel govern del PP de Rita Barberà, que el va transformar en un gastromercat. Sembla que més gastro que mercat perquè, a hores d’ara, roman farcit de negocis d'hostaleria de luxe i a soles conserva tres parades de l’antic mercat situades en el soterrani, on només una és una fruiteria.
En aquest sentit, la Comissió de Defensa de la Competència de la Comunitat Valenciana va emetre l’any passat un informe on també rebat l’afirmació de l’actual alcaldessa en comparar l’efecte que mercats ambulants de fruites i verdures de km 0 poden tenir, enfront del que comporten les grans superfícies i el comerç electrònic, per exemple.
Així mateix, l'informe, tot al contrari de l'alcaldessa Català, afirma que els mercats de l'Horta “suposen un incentiu per a la competència tant pel costat de l'oferta, en augmentar el nombre d'operadors als quals el consumidor pot dirigir-se com pel costat de la demanda, a causa del potencial increment de la demanda que suposa la celebració periòdica de mercats de venda no sedentària”.