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Violencia sexual
EL CGPJ abre una investigación a Adolfo Carretero por el interrogatorio a Mouliaá en el juicio contra Errejón
¿Cómo se va usted con ese señor a su casa?”, le cuestionaba el juez Adolfo Carretero a la actriz Elisa Moliáa durante la vista en la que se juzgaba a Íñigo Errejón por su denuncia de agresión sexual el pasado 16 de enero. El magistrado, en un duro interrogatorio, calificaba de “extrañas” algunas partes de la denuncia emitida por Moliáa y cuestionaba su resistencia ante la agresión, tal y como se ve en unos vídeos que salían a la luz este martes.
Opinión
Opinión “¿Cómo se va usted con Errejón a su casa?”
El Promotor de la Acción Disciplinaria del Consejo General del Poder Judial (CGPJ), Ricardo Conde, ha acordado este miércoles la incoación de una diligencia informativa tras las más de 900 quejas y denuncias recibidas desde el lunes. Así se indica en un breve comunicado que ha salido a la luz en la tarde de este miércoles.
Desde que la intervención del magistrado saliera a la luz, muchas son las voces que se han alzado condenando la actuación en sede judicial. Así, la ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha criticado el interrogatorio del juez, que supone una “revictimización” de la denunciante. “Este tipo de interrogatorio revictimiza a las mujeres y las aleja de la denuncia y de la protección”, ha afirmado la ministra en X. Además recordaba que la Ley de solo sí es sí “pone el consentimiento en el centro y ha cambiado el paradigma de valoración de las conductas machistas”.
Desde la Asociación de Mujeres Juristas Themis aseguran que las preguntas realizadas por el juez, en particular afirmaciones como “¿No sería que usted sí quería algo con ese señor?” , representan una grave revictimización y refuerzan los prejuicios y estereotipos de género
Por su parte, la ex ministra de Igualdad, Irene Montero, recordaba que 'solo sí es sí' significa que “es él quien debe asegurarse de que hay consentimiento” y, por tanto, “exigir a las mujeres resistencia expresa –asumiendo que solo hay agresión si hay violencia o intimidación– es cultura de la violación y un prejuicio de la justicia patriarcal”.
“Me avergüenzo como magistrada, y me muero de rabia por su efecto disuasorio para las demás víctimas. Cuando les digan “denuncia” recordarán esto. Hechos, no palabras. Por eso solo denunciaba el 8%”, denunciaba la ex delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell en X.
Desde la Asociación de Mujeres Juristas Themis aseguran que “las preguntas realizadas por el juez, en particular afirmaciones como ”¿No sería que usted sí quería algo con ese señor?“ , representan una grave revictimización y refuerzan los prejuicios y estereotipos de género que afectan de manera sistémica a las mujeres en los procesos judiciales relacionados con violencia sexual”.
“El interrogatorio al que fue sometida la denunciante es inadmisible en un sistema judicial que debe garantizar el respeto y la protección de las víctimas. Este tipo de preguntas no solo carece de pertinencia jurídica, sino que además perpetúa la idea de que la responsabilidad recae en la víctima, cuestionando su credibilidad y sometiéndola a una doble violencia: la del hecho denunciado y la institucional”, añaden.