La vida y ya
Estrellas fugaces

Vimos bastantes aviones y algunos satélites, pero nada fue celebrado con tanta emoción como la primera estrella fugaz.
18 ago 2024 06:00

Nos perdimos por el camino antes de llegar. A veces pasa eso con los caminos, que te metes por uno y luego toca desandarlo. Por eso llegamos un poco despistadas y se nos olvidó mirar al cielo mientras cenábamos unas tortillas de patatas que siempre saben mejor cuando las comes en el campo. Buscamos la zona más despejada de robles y castaños y pusimos varias mantas sobre el suelo. Cuando nos tumbamos nos entró la risa. El cielo estaba lleno de nubes y no se veían las estrellas. A pesar de eso nadie se levantó y, mirando hacia arriba, comenzaron a salir anécdotas e historias al mismo ritmo al que empezaron a verse algunas estrellas.

La tierra conservaba parte del calor del día y se sentía como un abrazo en las mañanas donde el suelo es escarcha. Cada cual puso a disposición del resto los conocimientos (no muy abundantes, por cierto) sobre astronomía y, en una oscuridad cada vez más densa, estuvimos charlando mucho rato mirando solo hacia arriba.

Vimos bastantes aviones y algunos satélites, pero nada fue celebrado con tanta emoción como la primera estrella fugaz que apareció, como tienen costumbre de hacer, sin pedir permiso. Entonces, alguien preguntó por qué se le daba tanta relevancia a ver estrellas fugaces si es algo que dura tan poco tiempo, si es algo que casi nunca se ve. Hubo un silencio.

Quizás no tenga que ver solo con el hecho en sí de ver algo que brilla en la noche por encima de todo lo demás. Quizás tenga que ver con lo que lo acompaña. Con tener que llegar a un lugar en el que estar alejada de cualquier luz intensa, lejos de las farolas y las carreteras y las ciudades. Con oler la tierra al final del día y sentir la sombra de los árboles aunque no haya luz. Con escuchar los sonidos del bosque como gotas de una lluvia fina sobre el suelo. Quizás tenga que ver con estar ahí, tumbada junto con los seres vivos que hacen la fotosíntesis y que permiten que ocurra toda la vida que viene después. Quizás se relacione con estar rodeada de gente con la que reír y compartir historias.

Quizás tiene que ver con que mirar la inmensidad de un cielo lleno de estrellas hace tener presente la excepcionalidad de todos los procesos que ocurren en la Tierra y que posibilitan que haya vida.

Quizás sea porque las estrellas fugaces, esos instantes mínimos, te recuerdan que quieres dejar de sentirte cómodamente insensible para estar incómodamente viva.

Archivado en: La vida y ya
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

La vida y ya
La vida y ya Esas ganas de hacer cosas
Me refiero a esa solidaridad y apoyo mutuo que salen de manera espontánea cuando se ha perdido todo, o casi todo. Cuando hay gente sufriendo.
La vida y ya
La vida y ya Cárcel de mujeres de Ventas
Desde la calle las podías ver por las ventanas, pero mi madre me decía lo que todo el mundo comentaba en el barrio, que si las saludabas te metían adentro con ellas.
La vida y ya
La vida y ya Pan palestino
Les dice que estar bien ahora en Gaza no significa tener comida o casa, que estar bien significa que sigues viva, o vivo.
Max Montoya
Max Montoya
18/8/2024 14:29

La vida vista como algo bello es una ilusión pasajera. Solo hay que mirar a un león comiéndose a una cebra viva o a un virus infectando a un niño comido de moscas. La vida, vista en su perspectiva correcta, la universal, es una excepción, un accidente. Si aparece suele ser breve, porque rápidamente algún cataclismo la hace desaparecer. Aparte de eso, la vida en el campo está llena de conflictos por las tierras, por las mujeres, por el dinero, por el honor, por la religión. No hay nada más intolerante que una persona de pueblo de interior. No ha visto otra cosa que su vida en el pueblo. Los votantes de Podemos (el partido más socialdemócrata de España) no viven en el campo, sino en la ciudad, que también tiene sus defectos. Pero idealizar el campo es no saber nada de la vida del campo. Léase a Virgilio, sus Geórgicas: cosechas que se pierden por la riada, animales que enferman por epidemias, trabajo constante de sol a sol, trabajo ímprobo, dice Virgilio; «labor improbus», dice el poeta, «trabajo duro». Y añade: «omnia vincit», que «todo lo puede». Pero esta interpretación común olvida que el trabajo duro no lo puede todo contra la sequía, las inundaciones, las pandemias, los incendios, etc. El trabajo duro es duro y además ingrato. La naturaleza no es una bella madre, como pueda pensarse leyendo a Rousseau o viendo Avatar de James Cameron. La naturaleza es despiadada. No tiene plan. No hay plan. Te adaptas o mueres. Esta visión de la vida, evidentemente, no es buena para aumentar la población en una localidad donde unos pocos viven bien del trabajo de unos muchos, convencidos por su cura de que en la siguiente vida (enfatícese «siguiente») fliparán en el amor de la divinidad.

0
0
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Más noticias
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.