València
¿Qué hacer ante las próximas danas?

Esta no será la última dana. Mirar para otro lado solo servirá para incrementar los daños físicos, y sobre todo humanos, en el próximo evento.
Silla Algemesi
Una silla colocada para advertir que la alcantarilla está abierta en Algemesí Maria Toldrà
Miembro de Ecologistas en Acción
4 nov 2024 06:00

Puede que haya quien entienda el título de este texto como un enunciado fatalista, pero es una realidad que, fruto del cambio climático, volveremos a ver danas de esta intensidad o mayor en la Península ibérica. La combinación entre un Mediterráneo ya muy caliente y una temperatura atmosférica también alta es que toda esa inmensa energía genera más vapor de agua que terminará descargando torrencialmente sobre tierra. De hecho, se acerca el momento en el que veamos el primer huracán mediterráneo sobre nuestro territorio. Mirar para otro lado solo servirá para incrementar los daños físicos, y sobre todo humanos, en el próximo evento.

Ante eso, en este texto lanzo algunas ideas que considero clave para afrontar la emergencia climática. Por un lado, desde la mirada de la adaptación, pues es imprescindible modificar casi todo para sobrevivir en un mundo que ya no tiene el clima estable del Holoceno. Por otro, de mitigación, pues que haya una parte de la mutación climática que ya es irreversible y que va a ir, incluso en el mejor de los escenarios, a peor, no quiere decir que no pueda ir a mucho peor. Estas últimas posibilidades es absolutamente central que las evitemos.

Adaptación a un clima plagado de constantes excepcionalidades

Cuando el cielo descarga 400 l/m², como ha sucedido en varios puntos del País Valenciano, o 1.000 como sucedió en Grecia o 400 en Libia el año pasado, no hay nada que pare al agua. Un elemento central en las imprescindibles transiciones ecosociales es no pensar que vamos a poder con todo, porque esto ni es, ni va a ser así. El ser humano no es ni omnisciente ni omnipotente. Ni siquiera con el concurso de la tecnología. Por ello, aunque es importante contar con buenos tanques de tormentas en las ciudades o que las áreas urbanas tengan el menos asfalto posible para que el suelo drene así el agua, será claramente insuficiente. Tampoco valdrá construir ni más presas, ni más altas. Es más, ese tipo de medidas colocan una bomba de relojería aguas abajo si los muros de contención se rompen ante fuertes avenidas. Ni que decir tiene que las canalizaciones no resuelven estas situaciones, sino que las agravan. Hay que contar con que el agua será imparable.

Aunque es importante contar con buenos tanques de tormentas en las ciudades o que las áreas urbanas tengan el menos asfalto posible para que el suelo drene así el agua, será claramente insuficiente

En consecuencia, no es el momento climático de reconstruir todas las viviendas que han quedado inhabitables en zonas inundables, sobre todo en las de riesgo mayor, que son las que se encuentran en los barrancos y avenidas (lo que no implica dejar a quienes habitaban allí sin vivienda, por supuesto). Lo que toca es dejar espacio a la naturaleza en esas zonas. Si es posible reconstruyendo bosques de ribera, mejor, pues son determinantes en reducir la velocidad del agua en las riadas. Dicho en términos de sectores económicos: menos construcción y más silvicultura.

Un segundo elemento que la tragedia valenciana ha mostrado con claridad es que es determinante contar con medios de emergencia y sanitarios más robustos. Es necesario reforzar esos servicios públicos. Sin embargo, por más que se puedan fortalecer y estar preparados, nunca van a ser suficientes. Si una cosa ha demostrado esta dana no es solo que la solidaridad y el apoyo mutuo salen de manera espontánea en el ser humano en estos casos, sino que es imprescindible que así sea. Aunque no se hubiese desmantelado la unidad de emergencias por parte del Gobierno valenciano y esta hubiera estado mejor dotada, no habría podido afrontar la magnitud del desastre. Es imprescindible el trabajo de toda la población autoorganizada. Es dramático el nivel de negación de lo colectivo que alcanza el neoliberalismo cuando intenta cercenar la acción social incluso en estas emergencias.

Es dramático el nivel de negación de lo colectivo que alcanza el neoliberalismo cuando intenta cercenar la acción social incluso en estas emergencias

Sobre esta autoorganización se puede y debe trabajar. Por un lado, capacitando a la población para actuar en estos casos. Nuestros currículos escolares requieren de la introducción de los aprendizajes necesarios para afrontar el caos climático en el que ya vivimos y que irá a más. Son aprendizajes que no se adquieren en otros momentos de la vida y que, como poco, son tan importantes como las matemáticas o el inglés.

Pero la formación no es suficiente. Necesitamos organizaciones populares preparadas para estos eventos. Esto no es algo que está por inventar, sino que ya existe. Por ejemplo, en muchas comarcas hay redes de personas autoorganizadas junto a las administraciones locales para afrontar incendios. Necesitamos redes de este tipo que sepan de primeros auxilios, de retirada de escombros, de construcción de bancos de alimentos, etc. También que tengan los medios a mano para actuar: palas, botiquines, etc.

De manera más amplia, una emergencia como la que vivimos, que en realidad no es solo climática, sino también ecosistémica, material y energética atravesada de fuertes desigualdades y de un sistema socioeconómico muy frágil ante ellas, requiere de la energía de toda la sociedad. Si conseguimos forzarlo, el Estado podrá catalizar algunos de los cambios necesarios (y es importante que lo haga), pero sin poner toda la fuerza social al servicio de la transformación, esta no va a ser posible. Todas las capacidades del Estado, que no son pocas, se han quedado pequeñas en esta dana comparadas con la fuerza social. Las miles de personas que llegaron a las zonas más afectadas días antes que las palas del Estado son un buen ejemplo gráfico. El lema que se ha repetido mucho estos días de “solo el pueblo salva al pueblo” es bastante literal. Nadie va a realizar (o forzar a realizar) en nuestro lugar las transformaciones imprescindibles.

El lema que se ha repetido mucho estos días de “solo el pueblo salva al pueblo” es bastante literal. Nadie va a realizar (o forzar a realizar) en nuestro lugar las transformaciones imprescindibles

Un último elemento que querría destacar en el proceso de adaptación a las nuevas realidades ambientales es la construcción de autonomía. Hemos presenciado como los impactos se han visto acrecentados por una alta dependencia de la población de grandes sistemas que no controlamos. Por ejemplo, dejó de haber electricidad en muchos lugares o la movilidad se hizo imposible. Construir autonomía en el campo energético es apostar por renovables que sean realmente renovables y emancipatorias. Es decir, aquellas fabricadas con materiales y energía renovable y que podamos controlar. Los paneles solares en casa (desenganchables de la red si son fotovoltaicos) o los hornos solares ayudan a esta autonomía. En el caso de la movilidad, una técnica humilde como es la bicicleta ha demostrado ser no solo mucho más útil, sino infinitamente menos dañina y peligrosa. En esta situación de emergencia, sin duda, pero también en general.

Con esto no me refiero a que la población prepare una despensa grande en su casa para resistir ante estas situaciones. No hay salvación individual posible ni deseable. Lo que este texto propone es la construcción de autonomía real, una autonomía que tan solo puede ser colectiva. Esto nos tiene que llevar a elementos más profundos, como la desmercantilización. Otro de los problemas que han aflorado en la catástrofe es que la población que tenía comercios han perdido su forma de vida y, a la vez, el Gobierno valenciano centra su actividad en la rehabilitación comercial, pues entiende que es central en la recuperación de una cierta normalidad. Esto es coherente en sociedades como las nuestras en las que dependemos del mercado para adquirir el grueso de bienes y muchos de los servicios imprescindibles para sostener nuestra vida.

Construir autonomía profunda frente a futuros desastres climáticos pasa por que nuestra subsistencia dependa más de economías comunitarias que de mercantiles. Por ejemplo, si mi vivienda está en derecho de uso, pues pertenece a una cooperativa de la que formo parte, no me voy a tener que preocupar por no tener los ingresos suficientes para pagar la hipoteca o el alquiler y, además, voy a contar con una comunidad que me ayude en el proceso de rehabilitación. O si tengo un espacio de crianza compartida construido podré solventar con mucha menos angustia la pérdida de mi comercio, pues contaré con una red de apoyo.

Mitigación de los peores escenarios climáticos

Como se apuntaba en la introducción, la clave no es solo la adaptación, sino evitar que el caos climático se dispare. Para ello es fundamental poner en marcha políticas que no solo reduzcan las emisiones, sino que las reduzcan mucho y muy rápido.

El turismo no solo es el principal sector económico valenciano, sino que es uno de los que están espoleando con más intensidad las excreciones de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, es determinante no reconstruir la infraestructura turística que haya sido destruida. Dentro del turismo, la rama de actividad más impactante es el desplazamiento en avión, así que se deben desviar los ingentes recursos destinados a la ampliación del aeropuerto de Valencia, en gran medida para atraer más visitantes, a labores de adaptación y mitigación climática.

Construir autonomía profunda frente a futuros desastres climáticos pasa por que nuestra subsistencia dependa más de economías comunitarias que de mercantiles

El sector del transporte, más allá del desplazamiento turístico, es el que más aumenta en sus emisiones y es por ello absolutamente central en la lucha climática. En consecuencia, no es el momento de reconstruir carreteras, ni de volver a llenar de coches las calles que el agua ha despejado. Durante la dana, el coche se ha mostrado como un elemento mortal y entorpecedor. En realidad, es una clara metáfora de lo que es en realidad: la tecnología más eficiente que ha diseñado el capitalismo de destrucción masiva. Detrás de estas máquinas no solo está el cambio climático, sino la siniestralidad, la contaminación, la ocupación del espacio, las guerras por los recursos, el urbanismo disperso, etc.

Es imprescindible una movilidad a menores distancias, velocidades y volúmenes. Esto tiene implicaciones fuertes, como un urbanismo de cercanía, que en realidad es un urbanismo no de grandes ciudades como Valencia, sino de poblaciones con muchos menos habitantes. También significa una economía de proximidad, pues debe ser mucho más localizada y, para que ello sea posible, diversificada. Esto, de paso, implica abandonar la ampliación del puerto de Valencia y, nuevamente, recanalizar los recursos hacia la transformación ecosocial. Solo con este tipo de reconfiguraciones son posibles los recortes en las emisiones necesarias.

Finalmente, la mitigación climática no es solo cuestión de dejar de emitir gases de efecto invernadero, sino también de absorber dióxido de carbono excedentario de la atmósfera en grandes cantidades. La silvicultura vuelve a aflorar como un sector determinante, pero el alimentario no lo es menos. Transitar desde un modelo agroindustrial hacia uno agroecológico implica una mayor autonomía alimentaria, unos suelos más ricos en materia orgánica y capaces de retener agua o unas mayores posibilidades de adaptación climática. También permite cambiar el modelo agrario desde uno emisor neto de gases de efecto invernadero, hasta uno que enfríe el clima. Por ello, una infraestructura central que debe ser prioritaria reconstruir después de esta dantesca dana es la huerta valenciana, mucho antes que la mayoría de las autopistas por las que discurre el mortal capitalismo global-urbano-industrial. Y hacerlo bajo el modelo agroecológico y comunal.

Todas estas medidas, tanto las de adaptación como las de mitigación, son concreciones de las propuestas decrecentistas. El marco político que considero imprescindible en nuestro contexto socioeconómico para hacer frente a la crisis civilizatoria que transitamos.

Archivado en: Dana València
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid Vecinos de Barajas exigen a Almeida que actúe contra las inundaciones antes de ampliar El Corte Inglés
La asociación Aeropuerto Participa alega contra la regularización de 11.000 metros cuadrados del centro comercial cuando desde 2012 existen informes para la ampliación del colector de Rejas y el barrio sufre inundaciones periódicamente.
Dana
València El 98% de los más de 120.000 coches afectados por la dana tendrán que ser desguazados
La reconstrucción de infraestructuras afectadas abre una ventana de oportunidad para repensar el modelo de movilidad metropolitana de València.
València
València CGT interpone una demanda por la muerte de un trabajador que limpiaba un garaje inundado por la dana
El 18 de enero, A. J. Torres Paredes, de 45 años y empleado por Becsa, murió a causa de un accidente laboral mientras limpiaba un garaje en Benetússer.
Rafa
7/11/2024 19:25

Lo PRIMERO hay que hacer para evitar en lo posible las graves consecuencias de las, cada vez mas frecuentes DANAS, es NO votar a partidos políticos corruptos como son el PP/PSOE y sus apéndices sumar o vox.

1
0
ja68
6/11/2024 17:41

auuuuu!, Antonio Turiel y Joan Bordera charlan unos minutos en el canal youtube de Ruben Hood. Hay mentes con ideas y, ademas, con gran corazon.

0
0
usarytirar19
5/11/2024 20:48

El pueblo no salva al pueblo, vuelve a votar al PPSOE

0
0
Estados Unidos
Genocidio Trump aprueba un paquete de armas de 3.000 millones de dólares para Israel
El presidente estadounidense ha alegado una “emergencia” para eludir al Congreso y aprobar un envío de armas que no llegará a Israel hasta 2026.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Las izquierdas rusa y ucraniana, ante un posible acuerdo de alto el fuego en Ucrania
Una de las principales demandas de la izquierda rusa es la liberación de los presos políticos. La ONU ha alertado de que la aplicación por parte de Ucrania del tipo de “colaboracionismo” está siendo excesivamente amplia.
Migración
México México, la última frontera
En la frontera sur, la presencia de migrantes está aumentando, entre otras razones, debido a la política del gobierno mexicano de devolver a los migrantes sin documentación desde el norte del país hacia el sur.
Feminismos
June Fernández “Estoy abierta a reconocer modelos en los que haya personas cuyo rol sea gestar”
La periodista June Fernández publica ‘Sueños y vasijas’, un volumen sobre la gestación subrogada que no quiere sacar a nadie de su posición, pero sí sumar elementos para analizarla con perspectiva feminista.

Últimas

Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El PSOE da muestras de cansancio con Yolanda Díaz
Tanto en Moncloa como en Ferraz la opinión sobre la gestión política de la vicepresidenta está en mínimos. Sin criticar su labor en Trabajo, la tropa de Sánchez ya anhela un socio que impulse la unidad a su izquierda con la mira puesta en el 2027.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Trump y JD Vance matonean en un show televisivo a Zelensky, que se va de vacío de la Casa Blanca
El presidente de Ucrania abandonó Washington DC sin firmar el pacto por el que se comprometía a vender los recursos minerales del país a cambio de garantías de seguridad.
La vida y ya
La vida y ya Habla más alto
La emoción no es solo por la noticia, es porque esta nieta que restituyó su identidad es la hermana de un amigo suyo de la infancia.
Más noticias
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De las versiones de Mazón y el desalojo de trabajadores del campo
VV.AA.
El president de la Generalitat Valenciana ha cambiado de versión en varias ocasiones sobre cuándo llegó al CECOPI el día de la tragedia de la DANA
Macrogranjas
Maltrato animal Una investigación revela una nueva “masacre” en una granja de pollos que salpica a Mercadona
En España, la granja investigada comercializa el producto ‘Cuartos traseros de pollo’ en la cadena de Juan Roig y está certificada con el sello catalán Welfair de bienestar animal, según denuncia el colectivo ARDE que ha realizado la investigación.
Oriente Próximo
Oriente próximo Abdullah Öcalan llama a deponer las armas para lograr la plena democracia para el pueblo kurdo
El líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán llama a la disolución de la organización. Ankara dice que “estudiará” la situación, que también influye sobre Siria, Irán, Iraq y la situación en los países de Oriente Próximo.

Recomendadas

Palestina
Palestina Illan Pappé: “No esperaba esta magnitud de indiferencia europea ante lo que está sucediendo en Palestina”
El historiador de origen israelí no se ha sorprendido la violencia cometida por Hamás en octubre de 2023 ni de la reacción de Israel o el apoyo a Estados Unidos, pero sí de cómo ha abordado la cuestión la sociedad europea.
Dana
El Salto Radio Relatos para no olvidar de víctimas de la dana
Este podcast recoge la parte más humana, los detalles y los nombres propios de lo que sucedió el pasado 29 de octubre, relatos para no olvidar de víctimas de la dana.
Turismo
Turismo depredador Poca agua, mucho turismo: la crisis hídrica amenaza las islas Eolias en Italia
Las islas italianas del Mediterráneo están acusando especialmente las consecuencias de la turistificación, pero también de una crisis hídrica sin precedentes provocada por el cambio climático. Es el caso de las islas Eolias, en el norte de Sicilia.
Argentina
Argentina Gauchito Gil, uno de los nuestros hace milagros
En enero, más de 620.000 personas llegaron a Mercedes, una localidad de la provincia de Corrientes, en Argentina. Caminando, de rodillas, a caballo, para agradecer y hacer promesas a un santo popular: el Gauchito Gil.