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Ferrocarril
El tren sigue sin volver a Camporrobles: otro ejemplo del abandono ferroviario fuera del AVE
La localidad valenciana de Camporrobles vive, desde hace ya dos años, con una estación de tren donde no paran trenes. Situado en la frontera con Cuenca, el municipio vio cómo la tormenta Filomena provocaba la suspensión de algunos de sus servicios básicos, entre ellos el tren. Un episodio común allí por donde pasaba la nevada, pero con la peculiaridad de que, mientras el resto de lugares afectados fueron recuperando la normalidad con el paso de los días, en Camporrobles no lo hizo.
Tras meses sin tren y sin una decisión, el Consejo de Ministros, a petición del Ministerio de Transporte, decretó el cierre definitivo y su desmantelamiento. Ahora, el Tribunal Supremo ha emitido una sentencia en la que paraliza de forma cautelar el levantamiento de las vías al no haberse acordado con todas las administraciones pertinentes, es decir, también contando con los municipios afectados.
Inma Alemany, exalcaldesa del municipio, valora positivamente que el Tribunal supremo “pondere el interés público” y cuenta que ya “solo nos queda esperar que el recurso que ha presentado la Abogacía del Estado a esta decisión se desestime”
Inma Alemany, exalcaldesa del municipio, valora positivamente que el Tribunal supremo “pondere el interés público” y cuenta que ya “solo nos queda esperar que el recurso que ha presentado la Abogacía del Estado a esta decisión se desestime”. Además, critica la premisa que hay detrás de la clausura: “Se ha dicho que nosotros no somos rentables ni económica ni socialmente, cuando realmente somos los que facilitamos la vida a la ciudad”.
Los vecinos se han unido para demandar la vuelta del tren en la plataforma Tren a Camporrobles, incluida dentro de la Plataforma del País Valencià per un Tren Públic, Social i Sostenible. Así, se manifiestan todos los días siete de cada mes, generalmente frente a la estación de tren del pueblo, pero también frente a lugares con mayor cobertura mediática como la Estació del Nord de València.
No se quedan solo ahí, también han hablado con las administraciones autonómicas, que aunque han mostrado buena voluntad, tampoco han tenido capacidad de acción real al ser una decisión a nivel estatal. Aun así, los vecinos afirman que pretenden ponerse en contacto también con el nuevo gobierno de la Generalitat.
El vecindario de Camporrobles se manifiesta todos los días siete de cada mes, generalmente frente a la estación de tren del pueblo, pero también frente a lugares con mayor cobertura mediática
La decisión inicial de corte de la línea, que procede del Ministerio de Transportes, se ampara tras la excusa de que la nevada provocó daños en 65 puntos de la vía, algo que Juan Ramón Ferrandis, ferroviario, secretario general de CGT País Valencià y coordinador de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de la propia CGT, matiza: “Nosotros hicimos ese recorrido y vimos que los daños eran árboles caídos”, algo que no supondría un coste económico elevado.
Ese fue el momento en el que culminó un largo proceso de desmantelamiento de la línea Aranjuez-Valencia. Ferrandis cuenta cómo, hace 35 años, los trenes realizaban su recorrido desde Valencia hasta Madrid en algo más de cuatro horas. En el momento de su cierre, el recorrido se hacía en siete horas y 58 minutos. Unos tiempos que no dejaron de crecer fruto de la falta de financiación que ha venido sufriendo, y que han provocado el mal estado de las vías y demás infraestructuras al no contar con el mantenimiento necesario: “El tramo de Utiel a Cuenca, de 120 kilómetros, se hacía a 60 km/h, llegando en algunas zonas a los 30 km/h”.
Ferrandis cuenta cómo, hace 35 años, los trenes realizaban su recorrido desde Valencia hasta Madrid en algo más de cuatro horas. En el momento de su cierre, el recorrido se hacía en siete horas y 58 minutos
Aun así, tampoco es algo nuevo. Ferrandis recuerda cómo, en 1985, más de 2000 kilómetros de líneas de ferrocarril a nivel estatal fueron eliminadas, dejando las vías para uso tan solo de transporte de mercancías. Más tarde, en los años 90, muchas estaciones fueron convertidas en apeaderos, lo que provocaba que los cruces de trenes tuvieran que hacerse en las pocas estaciones que mantenían su estatus. Así, los retrasos se fueron haciendo mayores, acumulándose entre sí y desmejorando el servicio. A ello hubo que sumarle la reducción de un 25% del tráfico en 2013.
Con todo ello, Ferrandis lo tiene claro: “Hay una estrategia clara por desmantelar el tren de cercanías en favor del transporte por carretera y el tren de alta velocidad”, a lo que añade una lectura de clase al análisis: “El cercanías es el medio de transporte que coge la gente que no tiene otra opción, que tiene pocos ingresos, mientras que el tren de alta velocidad lo cogen persones con mayor nivel de renta”.
La marcha del tren supone también la pérdida de un elemento que ha creado identidad y memoria allí por donde pasaba. Joel Chaou es el director del documental Desmantelando la línea, en el que recorre cómo el tren ha atravesado la vida de los vecinos tanto de Camporrobles como del resto de la comarca. Cuenta cómo la llegada del tren supuso un desarrollo cultural para las localidades más pequeñas, que se convirtieron en receptoras de las corrientes que se desarrollaban en la capital: “Cambió la forma de vivir, la ropa… Traía ideas”.
En localidades como esta, el tren supone también una vía de acceso al ocio y la socialización para aquellos que no cuentan con transporte privado, especialmente para adolescentes y personas mayores. Aun así, Chaou hace hincapié en la importancia de que no vuelva de cualquier manera: “Tiene que volver de manera competitiva, con inversión y en buenas condiciones, no como estaba antes”, y concluye: “La pérdida del tren es pérdida cultural”.
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Vaya, consiste en ir vaciando más y más las zonas rurales de ESPAÑISTÁN, para ir metiéndolos a todos en repugnantes barrios de ciudades-eriales que son simplemente explotaciones extractivistas del neoliberalismo.
Además, hay que ir llenándolo todo de trenes AVE, para que pasen a toda velocidad por esos cementerios que alguna vez fueron habitados por personas.
Es algo así como el Desarrollismo maníaco, a toda velocidad y a toda imbecilidad mórbida tocinesca.