We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Sanidad pública
Vacunación a mayores de 80 años: del agobio a la emoción en una semana
Cumplidos los primeros tres días de vacunación a personas mayores de 80 años en los Centros de Salud de la Comunidad de Madrid, el personal sanitario oscila entre la denuncia contra la Consejería de Sanidad porque “están intentando acabar con la pública” y la satisfacción de “haber cumplido con nuestros mayores”. Las sensaciones encontradas resumen una semana que va del agobio a la emoción.
Solo han transcurrido siete días desde que el lunes 22 de febrero por la tarde, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, revelara que el jueves 25 empezaba la vacunación de las personas mayores de 80 años en los centros de salud, desautorizando lo que horas antes había anunciado el vicepresidente, Ignacio Aguado, respecto a que la misma se retrasaba una semana y se ejecutaría solo en hospitales.
Al final, parecía haber dado resultado la presión porque no se dejara fuera a la atención primaria, aunque con “consecuencias”, como aseguran varias fuentes consultadas, muchas que prefieren el anonimato para no quedar señaladas frente a la administración. “Ya se vio lo que han hecho con las compañeras que se negaban a ser trasladadas al Hospital Zendal, que dieron la orden de no volver a contratarlas”, asegura María, integrante del SAS.
“Llevábamos un par de semanas preguntando y presionando desde diferentes colectivos profesionales y sociedad científicas, para saber dónde se iban a vacunar a los mayores de 80 años. Intuíamos que planificaban vacunarles fuera de los Centros, externalizándolo a alguna empresa. Al final la presión ha hecho efecto y el martes nos comunicaron que el jueves se empezaba a vacunar en los Centros de Salud, después del juego que se trajeron de que sí de que no, que a estas alturas yo no me creo que sea casual”, sospecha Mamen, enfermera en un centro de salud de la zona sur de Madrid.
“El problema era la organización en solo 48 horas, algo que si se dice quince días antes cuando ya se sabía que se iba a empezar a vacunar, hubiera sido super fácil“, explica Carmen
En ese sentido, Carmen, enfermera de un Centro de Salud de Vallecas, confirma que recibieron la información el martes para empezar el jueves. “El problema era la organización en solo 48 horas, algo que si se dice quince días antes cuando ya se sabía que se iba a empezar a vacunar, hubiera sido super fácil, porque organizas con tiempo agendas, profesionales, preparas los espacios” explica.
La logística, aunque sencilla, no es algo menor en estos casos. La Consejería de Sanidad tenía que enviar a cada centro un listado con los datos de los pacientes a vacunar, porque además de los que aparecen en los registros del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) había que sumar a quienes están en mutualidades. Se suponía que los enviaría con un filtrado previo de personas ya vacunadas porque están en residencias, sin embargo, en algunos casos, los listados llegaron desactualizados e incompletos.
“En estos listados figuran pacientes fallecidos hace tiempo, ingresados en residencias, inmovilizados y el resto de pacientes”, denunciaba la doctora Ana Rosa Encinas, del Centro de Salud Nuestra Señora de Fátima, de Carabanchel, en un relato difundido por la Plataforma de Centros de Salud. También lo hacían desde el Sindicato de Enfermería (SATSE): “En algunos centros de salud, las enfermeras han detectado que en los listados que les han remitido los teléfonos no son los correctos o aparecen usuarios que han fallecido hace años”.
“En estos listados figuran pacientes fallecidos hace tiempo, ingresados en residencias, inmovilizados y el resto de pacientes”, denunciaba la doctora Ana Rosa Encinas
Los centros recibieron las listas el miércoles 24 a las tres de la tarde, 24 horas antes del inicio de la vacunación. Algunos, temiendo la improvisación, ya habían empezado a citar en base a unos listados provisionales que habían armado. “Nos llamaron el miércoles para convocarnos a una reunión con la directora de Enfermería de nuestra Dirección Asistencial, para explicarnos cómo empezar la vacunación. No se habían descitado las agendas de las compañeras (quitar las citas que ya tenían dadas con otros fines) y fue ahí cuando nos dijeron que solo se iban a poner de tarde”, confirma María (nombre ficticio), integrante del SAS.
“Todo es una sensación de atropello y de sabotaje, como si dijeran ‘vale, lo vais a hacer, pero se lo vamos a poner difícil’, a ver si sale mal y que quede en evidencia que está mal hecho, es la sensación que tenemos todo el rato”. Parece que están yendo contra nosotras, pero realmente la perjudicada es la gente”, lamenta Mamen.
Vacunas
Vacunación Madrid comenzará a vacunar en el Wanda Metropolitano
Otro inconveniente con el que han tenido que lidiar en los 262 centros de salud regionales ha sido la disponibilidad de personal para llevar a cabo la vacunación. Desde hace unos meses cuando en un centro no se encuentra personal disponible, se puede hacer lo que se denomina “prolongación de jornada”, una figura a la que pensaban recurrir ante la imposición horaria para la vacunación.
“Un poco antes de la reunión dijeron que se iba a permitir doblar turnos o prolongar la jornada, y en la reunión nos dijeron que no, que el responsable de Hacienda (Javier Lasquetty) había dicho que no hay dinero y que por lo tanto no se permitía ni doblar, ni prolongaciones ni nada, con solo lo que había” confirma María.
Mamen agrega que “en la zona rural son los que peor lo tienen porque en muchos sitios no hay turno de tarde ¿quién lo hace?”, pregunta. La vacunación tiene que ser en turno de tarde porque durante la mañana se hace la distribución de los viales. “Nosotras no guardamos vacunas, todos los días nos llega el número de viales que tenemos que poner ese día”, ratifica Carmen, desde Vallecas.
El problema añadido, en cuanto al personal de los centros de salud, es que se está destinando parte de él a la vacunación del profesorado en los Centros de Urgencia de Atención Primaria (SUAP) y en el Servicio de Atención Rural (SAR). “La mayor parte de los refuerzos se lo han llevado a vacunar a esos lugares, entonces además de no permitir prolongar, han vaciado algunos centros del personal que tenían y se han quedado con lo mínimo. No solo no nos ponen más, sino que nos quitan”, denuncia María, la integrante del SAS.
Las vacunas son entregadas en viales, y en el caso de la vacuna Pfizer que se aplica a las personas mayores de 80 años, hay que reconstituir, es decir, introducir suero fisiológico en un vial y de ahí sacar seis dosis, cada una de 0,3 mililitros, una cantidad muy pequeña para lo que se recomienda utilizar jeringas de 0,1 mililitro. La propia Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid en los documentos subidos a su página web recomienda “extraer del vial seis dosis de 0,3 en jeringas de calibración de 0,1 mililitros”.
“En algunos centros, las enfermeras denuncian que las jeringas que acompañan a los viales de la vacuna (y que son las que deben utilizar) no son las idóneas”
La sorpresa fue que en muchos centros se han encontrado con jeringas no adecuadas. “En algunos, las enfermeras denuncian que las jeringas que acompañan a los viales de la vacuna (y que son las que deben utilizar) no son las idóneas ya que están recibiendo jeringas de 2cc o de 2’5cc que podrían imposibilitar que se consiga la sexta dosis recomendada por el fabricante. Parece imposible que se pueda hacer peor y que la desorganización y falta de planificación sea tan evidente”, denuncian desde el SATSE.
“Como nos conocemos las cosas, todos estos días habíamos tenido la precaución de guardarnos unas poquitas jeringas para estos primeros días, esperemos que se solvente. Incluso estamos pensando en hacer una colecta y comprar las jeringas en Amazon”, reconoce María. También desde Vallecas confirman que se han valido en las dos primeras jornadas de vacunas de 0,1 mililitros que encontraron en su almacén.
Este lunes las quejas y denuncias parecen haber hecho mella en la Consejería de Sanidad y según confirman las mismas fuentes, ya han enviado las jeringas recomendadas para sacar las seis dosis del vial sin mayor dificultad.
A toda prisa
La vacunación se está realizando de 15:30 a 19:30, una opción estándar sin un estudio de la cantidad de pacientes mayores de 80 años que corresponde a cada centro. “Hay algunos con mucha gente mayor y se ven obligados a vacunar cada dos minutos y en otros tienen una persona cada veinte. Ni han pensado en eso ni en que tienes el problema de cómo los dejas esperando un cuarto de hora a todos, porque después que les pones la vacunas tienes que dejarlos esperando y que no se junten con los que vienen de coronavirus”, explica María, la integrante del SAS.
Sanidad pública
Covid-19 La atención primaria rechaza que el plan de vacunación masiva de Madrid se realice en el Wanda y el Wizink Center
“En nuestro centro de Carabanchel tenemos contabilizadas por nuestros registros 3.500 pacientes mayores de 80 años. Han enviado también las agendas, sin capacidad de modificación, que contiene 160 pacientes diarios, repartidos de 15:30 a 19:30 horas. Esto quiere decir que debemos vacunar a 40 pacientes cada hora, poco más de un minuto por paciente, cuando muchos de ellos son traídos en silla de ruedas y tienen movilidad muy reducida. Aun así, 7 días por 160 diarios nos cubre 1.120 pacientes. ¿Y el resto?”, se pregunta la doctora Encinas.
Jueves y viernes en algunos centros, para entrar las personas hacían la cola en la acera y las salas internas se utilizaban para la espera posterior. La lluvia en la tarde del lunes en muchos lugares complicó aún más la organización.
Pese a todo, contra todo
“Hay que transmitir mucho que se ha hecho, que hemos podido, que el lugar idóneo para los mayores son los centros de salud y se ha hecho. Han sido días muy estresantes, pero lo hemos sacado adelante y seguramente en esta semana que estamos más organizadas irá mejor. Todo el mundo se reinventó. La actitud fue decir esto va a salir, lo vamos a hacer bien, son nuestros mayores. Fue muy emocionante, estábamos atacadísimas y cuando empezaron a llegar nos cambió, son nuestros pacientes que se merecen todo. Fue muy emocionante porque dabas con gente que esperaba la vacuna, súper agradecida”, afirma Carmen como síntesis de estos primeros días.
“La actitud fue decir esto va a salir, son nuestros mayores. Fue muy emocionante, estábamos atacadísimas y cuando empezaron a llegar nos cambió, son nuestros pacientes que se merecen todo”
Nadie ha podido responder por ahora qué sucederá con aquellas personas mayores de 80 años en situación irregular o que, siendo ascendentes de comunitarias, no tienen derecho a la sanidad pública. Sin embargo, todas las personas consultadas coinciden que en una situación de pandemia, es más necesario que nunca, que no se excluya a nadie, con independencia de su situación administrativa.