We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Presupuestos Generales del Estado
Presupuestos para 2023: el mayor gasto social, pero los más militaristas
No teníamos muchas esperanzas de que el gobierno “más progresista de la Historia” se resistiera a cumplir las órdenes tanto de la OTAN como de la UE de subir el presupuesto de Defensa hasta llegar al 2% del PIB. La fascinación que Pedro Sánchez ha sentido por Ursula von der Leyen, por Jens Stoltenberg y, sin duda, por Josep Borrell no podía darnos otro resultado. Hay que pagar también el protagonismo de haber sido el anfitrión de la última Cumbre de la OTAN celebrada en junio en Madrid, que parece nos va a costar un ojo de la cara.
Por las declaraciones realizadas hasta el día de ayer, de UP esperábamos un poco más, ya que hemos leído frases muy contundentes, en especial de Ione Belarra: “Como no estamos en guerra, lo que necesita la gente de nuestro país no es comprar bombas o aviones de combate, es emplear los recursos y la riqueza para protegernos del impacto económico de esta situación”. También Yolanda Diaz afirmaba en julio que la posición de UP es “clarísima y conocida”; dos meses después parece que no tanto. Bastante más tibios o mudos han estado desde otros ministerios. No tenemos claro si el PSOE ha engañado a UP metiendo 4.900 millones de euros en los Programas Especiales en 2023, cuando en 2022 fueron 1.700 millones. Pero esperábamos que hubieran estado más atentas en esa negociación que se les alargó hasta las 6 de la mañana de este martes, o que nos hubieran explicado por qué no pudieron defender con más firmeza eso de poner la vida en el centro en vez de claudicar ante el militarismo.
Hay que pagar también el protagonismo de haber sido el anfitrión de la última Cumbre de la OTAN celebrada en junio en Madrid
Se nos quiere hacer tragar este escandaloso aumento del Gasto Militar con tres argumentos falsos, entre otros embustes, mil veces repetidos:
El militarismo como estrategia y garantía para la seguridad humana
De la mano de la invención de “nuevas y potenciales” amenazas, se genera la idea de que la única manera de afrontarlas es aumentando el gasto militar. Enemigos y necesidades inventadas, pues más gasto militar no da más seguridad y sí atrae amenazas. Más gasto militar cronifica la pobreza y solo beneficia a los Señores de la Guerra que se lucran con la producción y exportación del armamento que alimenta antiguos y nuevos conflictos. Por otra parte, si sumamos al presupuesto de Defensa el gasto militar oculto en otros ministerios y partidas, hace años que superó con creces el 2% del PIB. Echen si no cuentas, calculando que en 2023 el gasto militar real no será inferior a 45.000 millones. Otros ya las han echado, como se puede ver aquí.
La creación de puestos de trabajo por la inversión en la industria militar
La creación de puestos de trabajo no es un valor absoluto ajeno a otras consideraciones. Trasladar una montaña de un lugar a otro puede generar mucho empleo, pero será un trabajo socialmente inútil y ecológicamente desastroso. Lo mismo sucede con la industria militar, que no produce ningún bien socialmente útil y el beneficio de su venta es una catástrofe humana para otros países, como sucede con la venta de armas a Arabia Saudí, traducida en miles de muertes de inocentes en Yemen de las que somos corresponsables. No podemos caer en la trampa de ser rehenes del militarismo teniendo que elegir entre hambre propia o muerte ajena. Por otra parte, existen estudios específicos que demuestran que la misma cantidad de dinero invertida en otros sectores no solo genera más puestos de trabajo sino además un mayor valor y utilidad social.
La UME como justificación del gasto militar
Aunque el presupuesto de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y su dotación, comparado con el de otros servicios como bomberos o bomberos forestales es importante, dentro del gasto militar es muy pequeño. La UME es un cuerpo intruso en unos servicios civiles que existen y funcionan bien a pesar de estar infradotados. Es conocida en el sector su escasa preparación y profesionalidad, su mínima eficacia y su lastre militar en la toma de decisiones, todo ello, hábilmente ocultado por un buen aparato de propaganda. Detrás de un soldado de la UME siempre hay una cámara. Sería muy razonable emplear el dinero de la UME en dotar adecuadamente a los servicios de protección civiles.
El incremento del 10% en gasto social es sin duda una buena noticia, pero no legitima el derroche militarista de unos presupuestos que se destinarán a financiar guerras y bolsillos ajenos en lugar de profundizar unas políticas sociales que garanticen la verdadera seguridad humana: inversión en educación, salud, pensiones…
Gastos militares para fines sociales
Estamos viviendo, sin ser conscientes del todo de sus consecuencias, un peligroso auge del autoritarismo, el fascismo y el militarismo, todos ellos hijos del patriarcado que domina o destroza la vida. El aumento del gasto militar echa leña a esta peligrosa deriva incendiaria. Los tambores de guerra, cada vez más fuertes, ahogan las voces más sensatas que claman por el diálogo, la desescalada militar, la distensión y el desarme como condiciones para salvar al planeta no solo de la barbarie nuclear sino también de las amenazas que suponen el calentamiento global, el desesperante aumento de las desigualdades o la pérdida de biodiversidad.
Cada euro invertido en preparar la guerra nos aleja de una vida digna en un planeta habitable, y por ello nos parece tan preocupante este aumento del gasto militar de un gobierno progresista. Es urgente comenzar por la firma del Tratado por la Prohibición de las Armas Nucleares (TPAN), pues la amenaza nuclear, de llevarse a cabo, supondría el fin de toda esperanza y la confirmación de la estupidez humana.
Ahora que empieza el debate parlamentario esperamos que haya grupos que no traguen tan fácilmente con esta barbaridad
Ahora empieza el debate parlamentario, según este calendario. Esperamos que no sea un mero trámite, sino que haya grupos que no traguen tan fácilmente con esta barbaridad y, por lo tanto, si el Gobierno los quiere aprobar sea con los votos del PP, de VOX o de Ciudadanos. Animamos a las bases de los partidos de izquierda a que así se lo exijan a sus parlamentarios. También pedimos a la militancia de IU y Podemos que hagan reconsiderar a sus dirigentes un cambio de postura.
Los presupuestos “más sociales” de la Historia son a la vez los más militaristas. Un nuevo oxímoron a sumar a la lista. No se puede invertir en muerte y decir que se defiende una vida digna al mismo tiempo.
Desde el movimiento antimilitarista seguiremos trabajando por #GastosMilitaresParaFinesSociales frente al discurso dominante que nos van a vender insistentemente estos días y en la mayoría de los medios.