Palestina
Israel y el agua: arma de guerra y herramienta de colonización en Palestina

A través de la destrucción de infraestructuras, la negación de permisos y la confiscación de recursos hídricos, Israel convierte el agua en un arma de guerra que profundiza la crisis humanitaria en Palestina.
ISF Gaza
Campanya Gaza Solidaritat / gaza-solidaridad.org
Integrantes de Ingeniería Sin Fronteras
20 mar 2025 16:54

Desde 1967 el gobierno de Israel incorpora en su política de guerra el acaparamiento de recursos y la destrucción de infraestructuras en territorio palestino, con el objetivo de desplazar de manera forzosa a la población palestina; todo esto, con el apoyo de las grandes corporaciones y fondos de inversión internacionales. No es extraño entonces que el agua, como otros recursos naturales, se convierta en un elemento central del colonialismo israelí y de la resistencia palestina, funcionando como una herramienta de dominación, despojo y supervivencia. La ocupación israelí manipula el acceso al agua mediante infraestructuras, marcos legales y políticas ambientales diseñadas para privilegiar a las poblaciones israelíes en detrimento de la población palestina. Este sistema de apartheid hídrico quedó institucionalizado en los Acuerdos de Oslo (1995), que establecieron un régimen de distribución profundamente desigual, donde la población palestina depende de permisos e infraestructuras controladas por Israel, mientras que los asentamientos israelíes disfrutan de acceso irrestricto. Esta dinámica perpetúa la fragmentación territorial palestina y obstaculiza cualquier posibilidad de desarrollo autónomo y sostenible.

“Israel ha destruido el 80% de la infraestructura de agua y saneamiento en Gaza, incluidas seis plantas de tratamiento de aguas residuales, hecho que ha generado una crisis humanitaria sin precedentes.”

Israel controla el 80% de los recursos hídricos de Palestina, permitiendo a su población el acceso a solo el 25% del agua de los acuíferos situados en su territorio. Además, la entrada de equipos y materiales para mejorar las infraestructuras de agua requiere de la aprobación israelí, lo que bloquea proyectos de potabilización y saneamiento. Y no solamente esto, los esfuerzos palestinos por construir plantas de tratamiento de agua, pozos y sistemas de riego se ven frecuentemente bloqueados o retrasados ​​con el pretexto de regulaciones ambientales. Esta obstrucción burocrática agrava la escasez de agua, obliga a las comunidades palestinas a depender de agua importada y costosa, es decir, que no está al alcance de parte de la población, y perturba la agricultura local.

Es más, Israel ha destruido el 80% de la infraestructura de agua y saneamiento en Gaza, incluidas seis plantas de tratamiento de aguas residuales, hecho que ha generado una crisis humanitaria sin precedentes. La falta de soberanía palestina sobre los recursos hídricos, agravada por el bloqueo israelí y las restricciones a la importación de materiales, ha convertido el acceso al agua potable en una cuestión de supervivencia. A pesar de la financiación externa, la infraestructura hídrica en Gaza no es sostenible, ya que la ayuda internacional prioriza proyectos visibles, como plantas de tratamiento de aguas residuales, sin garantizar su mantenimiento a largo plazo. Además, la destrucción recurrente de infraestructuras en los bombardeos israelíes obliga a destinar recursos a respuestas de emergencia en lugar de soluciones estructurales.

“Las comunidades palestinas continúan resistiendo mediante sistemas tradicionales de gestión del agua, cooperativas agrícolas y estrategias de recuperación ecológica.”

El modelo de desarrollo israelí ha exacerbado la crisis ecológica al priorizar la expansión agrícola con la sobreexplotación de acuíferos y el uso de aguas residuales en zonas áridas del Néguev y el valle de Arava, desplazando comunidades y afectando la soberanía alimentaria palestina. Asimismo, la exportación de productos con alta huella hídrica fortalece el proyecto sionista, consolidando el control sobre los recursos naturales en Palestina. Frente a esta crisis, las comunidades palestinas continúan resistiendo mediante sistemas tradicionales de gestión del agua, cooperativas agrícolas y estrategias de recuperación ecológica, desafiando la hegemonía colonial sobre los recursos hídricos.

Las restricciones al acceso a agua y electricidad han generado una crisis humanitaria extrema. Incluso antes de la escalada de violencia por parte de Israel en octubre de 2023, la situación ya era alarmante: solo el 60 % de la población palestina disponía de un suministro de agua permanente. En mayo de 2023, la población de Cisjordania tenía acceso a 89 litros al día per cápita y la de Gaza, a 82,7; cifras inferiores a las recomendadas por la OMS de 100 litros al día per cápita. A partir de octubre de 2023, la población gazatí cuenta con menos de 3 litros de agua potable disponibles por persona al día, muy por debajo de los 15 recomendados por la OMS en situación de emergencia humanitaria, aumentando drásticamente las enfermedades transmitidas por el agua y el riesgo de infecciones, especialmente en la infancia. En noviembre de 2023, se registró un incremento del 35% en enfermedades de la piel y un 40% en casos de diarrea. El 18 de febrero pasado, El Salto informaba que, según la OMS el 88% de las muestras ambientales tomadas en Gaza presentan contaminación con polio, lo que supone un riesgo inminente de brotes epidémicos.

En Gaza, el 97% del agua está contaminada debido a la sobreexplotación y la intrusión de agua salina. La única opción para obtener agua potable es la desalinización y el bombeo, ambos procesos dependen de la electricidad. Sin un suministro energético estable, las plantas de tratamiento no pueden funcionar, dejando a la población sin agua segura.

El control de los recursos energéticos por parte de Israel ha sido constante, agravándose a partir de la ofensiva militar. A inicios de este mes de marzo, después de una semana de bloqueo de la ayuda humanitaria que entraba a la Franja de Gaza, Israel ha cortado el suministro eléctrico con el objetivo de presionar a Hamás para la liberación de rehenes. Ello representa una amenaza constante para la salud pública y agudiza el estado de emergencia sanitaria ya grave.

“El uso del agua como arma de guerra y mecanismo de limpieza étnica en Palestina constituye una violación grave del derecho internacional humanitario y del derecho humano al agua reconocido por la ONU.”

El uso del agua como arma de guerra y mecanismo de limpieza étnica en Palestina constituye una violación grave del derecho internacional humanitario y del derecho humano al agua reconocido por la ONU. La comunidad internacional tiene la obligación de garantizar la restauración de los recursos hídricos palestinos y apoyar un modelo de gestión justa y sostenible.

Es de vital importancia que la comunidad internacional tome medidas urgentes, incluyendo la suspensión de la asistencia militar a Israel, la ruptura de relaciones con el Estado de Israel y la adhesión a la demanda presentada ante la Corte Internacional de Justicia contra Israel por el delito de genocidio.

El acceso al agua en Palestina es una cuestión de justicia ambiental, derechos humanos y autodeterminación. La lucha por el agua es, en definitiva, la lucha por la vida.

No necesitamos que nos lo recuerden:
El Monte Carmelo está en nosotros
y en nuestras pestañas, la hierba de Galilea.
No digas: Si pudiéramos correr hacia ella como un río.
No lo digas:
Nosotros y nuestra tierra somos una sola carne y hueso.

Mahmoud Darwish: “Diario de una herida palestina"
Palestina
Gaza Israel deja Rafah y el norte de Gaza casi sin reservas de agua
Oxfam Intermón advierte que se han destruido casi 1.700 kilómetros de redes de agua y saneamiento y que se necesitan urgentemente reparaciones costosas, pero Israel se niega a aprobar los suministros.

 



Archivado en: Palestina
Sobre este blog
Este blog es un espacio para la reflexión crítica sobre la justicia social y ambiental desde la mirada de la ingeniería y la tecnología. La tecnología, tal y como la entendemos, no es neutra, sino que induce a perpetuar nuestro modelo de desarrollo. Hablaremos de estas tecnologías, y también de aquellas que no fueron denominadas así por el hecho de gestarse a espaldas de los grupos de poder. Estas, que pese a haber sido minorizadas e invisibilizadas, son las que sí nos salvarán: diseñadas a la escala de las personas, con base en el bien común y el conocimiento libre, que fortalecen a las comunidades y respetan las características culturales de cada territorio. Por todo lo anterior, aquí encontrarás no sólo artículos sobre tecnología, sino también sobre cooperación, política, migraciones, feminismo, ecologismo social… echa un vistazo.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Córdoba
Industria Armamentística La juventud de Córdoba se moviliza contra la empresa de armas Escribano M&E, colaboradora de Israel
Juventud Córdoba x Palestina denuncia la presencia de Escribano, colaborador de Elbit System la mayor proveedora de armas del ejército israelí, en la ciudad y en la universidad.
Opinión
Ocupación Israelí Devastación en Gaza, ignominia mundial
Un año y medio después, la comunidad internacional permanece contemplativa, por mucho que algunas voces, tímidas, hablen de genocidio, promuevan juicios internacionales y unos cuantos Estados hayan suspendido relaciones diplomáticas.
Sobre este blog
Este blog es un espacio para la reflexión crítica sobre la justicia social y ambiental desde la mirada de la ingeniería y la tecnología. La tecnología, tal y como la entendemos, no es neutra, sino que induce a perpetuar nuestro modelo de desarrollo. Hablaremos de estas tecnologías, y también de aquellas que no fueron denominadas así por el hecho de gestarse a espaldas de los grupos de poder. Estas, que pese a haber sido minorizadas e invisibilizadas, son las que sí nos salvarán: diseñadas a la escala de las personas, con base en el bien común y el conocimiento libre, que fortalecen a las comunidades y respetan las características culturales de cada territorio. Por todo lo anterior, aquí encontrarás no sólo artículos sobre tecnología, sino también sobre cooperación, política, migraciones, feminismo, ecologismo social… echa un vistazo.
Ver todas las entradas
Economía
Crisis de los aranceles La claudicación de Trump: del momento Lehman a la derrota a lo Liz Truss
La crisis en el mercado de bonos estadounidenses y las advertencias de Wall Street hicieron frenar a Trump. Fiel a su estilo, el presidente de EE UU ha reclamado la victoria, pero la desconfianza hacia su rumbo político persiste.
Opinión
Opinión Sindicalismo que gana: la clave no es la unidad, sino organizar a las mayorías
Mientras el anarcosindicalismo debate estructuras, las plantillas siguen desmovilizadas. La verdadera batalla es organizar a las mayorías. Sin victorias concretas, incluso el modelo más puro es papel mojado.
Salud mental
Cambio de paradigma De la deprescripción de psicofármacos al refuerzo de plantillas: claves del Plan Nacional de Salud Mental
El Ministerio de Sanidad ha logrado un consenso para aprobar una nueva estrategia en salud mental, poniendo de acuerdo de un lado a todas las comunidades autónomas y del otro a todas las asociaciones.
Memoria histórica
Memoria histórica Sin fondos para identificar los restos de la primera exhumación en la Comunidad de Madrid
La asociación impulsora de los trabajos de recuperación en el cementerio de Colmenar Viejo denuncia que no tienen contestación sobre la financiación prometida por el Gobierno.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública La ONU incluye las quejas de vecinos y vecinas por el estado de la sanidad pública en Madrid
Un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos se hace eco de la preocupación por la falta de accesibilidad al sistema sanitario público y por las deficiencias que presenta, en particular la Comunidad de Madrid.

Últimas

Fascismo
Fascismo La líder de Bastión Frontal, Isabel Peralta, condenada a un año de cárcel por delito de odio
La Audiencia Provincial de Madrid confirma que clamar “les vamos a plantar cara, muerte al invasor” atenta contra la “dignidad del colectivo de inmigrantes marroquíes".
Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
Fiscalidad
Elusión Fiscal 23 multinacionales españolas pagaron un 1,34% de media sobre sus beneficios globales en 2022
Los datos del Informe País por País vuelven a mostrar el escaso tipo efectivo que las grandes empresas pagan sobre sus beneficios a nivel global en todos los territorios donde tienen filiales.
Laboral
Huelga Segunda jornada de huelga en Bridgestone con contactos del Gobierno Vasco y empresa pero sin negociación
Los trabajadores piden a la compañía a nivel europeo que valore las plantas españolas y asegure un futuro en ellas ante el ERE que dejaría sin empleo a 546 personas.
Laboral
Laboral Los trabajadores de la construcción piden la jubilación anticipada por la alta siniestralidad
CCOO y UGT piden a la Seguridad Social que les apliquen los coeficientes reductores como ya se ha hecho en otros sectores como los bomberos o los mineros. La patronal lo rechaza.
El Salto Radio
El Salto Radio Blanquitud, colonialismo y Trump
Un podcast para indagar en las bases del sistema racista colonial y patriarcal que ha hecho que normalicemos genocidios televisados como el de Gaza.

Recomendadas

Lobo
Especies protegidas Organizaciones tratan de evitar la caza del lobo: “Volver a la receta de la gestión letal no funciona”
El lobo está desprotegido desde la entrada en vigor de la ley de desperdicio alimentario el pasado 2 de abril. Organizaciones ecologistas y Podemos están llevando a cabo denuncias, recursos y otras acciones para revertir la desprotección del cánido.
Pueblo gitano
Día del Pueblo Gitano La Última Roma: resistencia y legado del Pueblo Gitano entre las ruinas de la era soviética
En Soroca, Moldavia, resiste la comunidad gitana más numerosa del país. Entre construcciones fastuosas y cúpulas doradas, la identidad romaní lucha por su supervivencia.