We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
País Vasco
Amaia Mayor: “En Satse no creemos en las horas extraordinarias, creemos en la organización y la conciliación”
A Amaia Mayor no le gustan ni las horas extra ni las discriminaciones. Cree en la organización, la conciliación y el descanso. En hacer las cosas bien y en cuidar a las personas. A las que están enfermas y a las enfermeras —y al resto de profesionales—. Mayor es la portavoz del Satse, el sindicato mayoritario dentro de Osakidetza. No importa el momento en el que reciba una pregunta, siempre la contesta y lo hace con honestidad. Para esta entrevista llega con un mensaje importante: el nuevo consejero de Salud del Gobierno vasco, Alberto Martínez, acaba de implementar dos parches que favorecen el sueldo de los médicos, pero repercuten negativamente a la eficiencia de Osakidetza y discriminan al resto de profesionales. Se trata del pase de visita del sábado (a casi 500 euros) y la autoconcertación médica. El nuevo curso, y la nueva legislatura, ha empezado con la activación del Pacto Vasco de Salud, una especie de Plan Educativo aún más acelerado que pretende ser el acuerdo marco más importante del curso. En paralelo, las mesas sectoriales siguen su agenda, pero con instrucciones unilaterales pactadas en secreto entre el Departamento de Salud y el Sindicato Médico de Euskadi.
¿Qué le duele a Osakidetza?
Muchas cosas. Tenemos un modelo de atención sanitaria de hace 40 años, la sociedad ha evolucionado y Osakidetza no lo ha hecho al mismo ritmo. Además, se han tomado una serie de medidas respecto al personal, tanto en dotación como en condiciones, que no han ido acordes ni a los tiempos ni al cambio necesario para adaptarse.
¿Qué ha cambiado?
Tenemos una sociedad envejecida. En el ámbito de la salud conlleva mayor cronicidad y patología más compleja. Pero tenemos una sanidad muy centrada en la enfermedad, en el sentido médico. Desde el sindicato entendemos que hay que cambiar ese paradigma para hacer sostenible la atención: necesita enfocarse en el cuidado, la rehabilitación y la prevención.
Tenemos que horizontalizar Osakidetza, haciendo una apuesta por equipos multidisciplinares en los que todos los perfiles profesionales tengan su espacio
¿Qué curas le pautarías a Osakidetza?
Osakidetza es una organización muy vertical que va de horizontal. Tenemos que horizontalizar Osakidetza, haciendo una apuesta por equipos de atención multidisciplinar en los que todos los perfiles profesionales tengan su espacio. Las enfermeras somos un colectivo muy numeroso, con el que los pacientes pasan alrededor del 90% de su tiempo. Tenemos mucho que decir y que aportar. Y hay otros perfiles muy necesarios: los fisioterapeutas, que contienen el dolor y se encargan de la rehabilitación, los psicólogos, que faltan en abundancia, junto con la escasez de enfermeras especializadas en salud mental. Además, deberíamos recuperar el modelo de enfermera escolar, que Osakidetza desmanteló.
La Osakidetza que necesitamos es muy distinta a la que tenemos.
Por eso existe mucha insatisfacción, tanto en los profesionales como en la ciudadanía, la cual considera que no se le da respuestas. En cambio, el Departamento de Salud sigue poniendo el foco en lo médico y olvida el cuidado, la rehabilitación y la salud mental. Y, aparte de cambiar este paradigma, hay que dotarlo de recursos y, una parte muy importante, son los humanos. Quienes mueven al sistema son los y las profesionales que trabajan en él.
Es muy difícil conciliar tu vida si tienes contratos precarios muy cortos con una variabilidad de tiempo y servicios muy importante
Los presupuestos han aumentado la inversión en centros y máquinas, pero se ha estancado la inversión en la plantilla, la cual tiene el problema de temporalidad que todas sabemos. ¿Cómo se cambia esta concepción?
La plantilla sí ha crecido, pero ¿cómo? Con una alta temporalidad. Muchas personas pasan por el sistema, pero eso no significa que estén en plantilla. Si la contratación se fija en lo puntual y se contrata a mucha gente, la ciudadanía nota la rotación y la plantilla, la sufre. Es muy difícil conciliar tu vida si tienes contratos precarios muy cortos con una variabilidad de tiempo y servicios muy importante. Y luego debemos analizar en qué se gasta el dinero Osakidetza. En el sindicato abogamos por un coste eficiente y tenemos muy claro que lo eficiente es lo público. Además, lo público debe ser transparente.
En Satse abogamos por un coste eficiente y tenemos muy claro que lo eficiente es lo público
Te adelantas a las preguntas. ¿Sin secretos ni unilateralidades como ha ocurrido en dos ocasiones, en julio y septiembre?
No comprendemos que se acabe de aprobar una instrucción para pagar a los médicos casi 500 euros por el pase de visita del sábado en el hospital, cuando hay otras medidas organizativas que pueden posibilitar la organización del trabajo de otra manera y que no tengamos que hacer que los trabajadores vengan fuera de su jornada ordinaria laboral —y dejar de tenerlos en otros tramos horarios—. Así lo hemos trasladado a la mesa sectorial. El Departamento pone el foco en la falta de profesionales, cuando debería ponerlo en cómo organizarlos y dejar de aplicar parches temporales que van contra el descanso en el trabajo y contra el sistema de salud. En Satse no creemos en las horas extraordinarias. Defendemos que si las horas vienen fuera de la jornada laboral, hay que retribuirlas, claro, pero hay que organizar el trabajo. Esta medida muy puntual nos va a costar mucho dinero y no se puede sostener a medio y largo plazo.
No comprendemos que se acabe de aprobar una instrucción para pagar a los médicos casi 500 euros por el pase de visita del sábado en el hospital
Pareces molesta.
Es que a quienes estamos recortados desde hace años en medidas de conciliación, carrera profesional y atención siempre se nos argumenta que no hay dinero.
¿Enfermería?
Enfermería y el resto del personal. Somos muchos los profesionales implicados en la atención sanitaria. Las enfermeras tenemos una capacidad de resolución muy amplia, pero recibimos constantemente cortapisas muy grandes por parte de los médicos y no contamos con el respaldo del Departamento de Salud y el Gobierno vasco. Otro ejemplo de ello son las ‘Guías colaborativas’ que preparó el Ministerio. Vamos a tener que decir a las enfermeras que dejen de hacer gestión de la demanda si no tenemos respaldo jurídico para poder prescribir medicamentos.
Sin gestión de las enfermeras, colapsaría Osakidetza.
Sí, Osakidetza colapsaría. Estamos en riesgo. Costó mucho tiempo sacar la prescripción médica como, por ejemplo, en infecciones de orina. Asumimos nuevas competencias, gestionamos la demanda, pero ni se visibiliza, ni se reconoce, ni se respalda.
Las enfermeras de Catalunya llevaron a cabo una huelga importante hace pocos meses porque estaban muy molestas, sobre todo, con su clasificación profesional. ¿Esto también os molesta en Euskadi?
Se nos ha subclasificado en un subgrupo de A2. La enfermería no tiene escalas y esta también es una lucha de género en la que se nos invisibiliza y penaliza como colectivo. Pedimos que se acabe con esa discriminación. El Gobierno vasco, además de reconocer la valía que tenemos las enfermeras, tiene que traducirlo a hechos. El lenguaje crea el pensamiento, pero son los hechos los que hacen avanzar a la sociedad. Estamos hartas de que no se nos escuche.
Los PAC anochecen, e incluso amanecen, sin personal médico. Solo con enfermeras. ¿Cómo lo valoras?
Creemos que en los PAC debe haber equipos completos, pero no compartimos el discurso que fomenta la creencia de que, con una enfermera, estás en peligro. Podemos hacer una reanimación urgente, estamos capacitadas para realizar un juicio clínico de qué casos atender y cuáles derivar. Lo hacemos constantemente. Ahora bien, los PAC cubren las necesidades indemorables desde la Atención Primaria. Por tanto, pedimos que se reabran los PAC cerrados y que se doten con equipos completos y los instrumentos necesarios. No todo debe estar en el hospital. La Atención Primaria es primordial. De lo contrario, las Urgencias se sobrecargan.
Durante 18 meses, hubo un plantón sindical a la mesa sectorial. Recuperada la actividad, ya lleváis 22 reuniones. ¿Cómo está el ambiente?
Este mes hemos tenido la primera presencial con el nuevo Ejecutivo. Tuvimos una anterior, en julio, por videoconferencia en la que querían, y así lo hicieron, aprobar otro parche de cara al verano: la autoconcertación, que retribuye de forma extraordinaria al colectivo médico durante el periodo vacacional. Es decir, otro punto que incrementa las horas extra del personal médico, limita el descanso, pone en riesgo la salud y supone un coste para el sistema.
Mesa sectorial en marcha, pero percibo bastantes roces.
Nos gusta dar cierto margen de maniobra a la otra parte, tanto a la mesa sectorial de Osakidetza como al Departamento de Salud. Pero los movimientos que estamos viendo han ido dirigidos a dos cuestiones que nos parecen un parche: el pase de los sábados y la autocencertación de los médicos, discriminando a nuestras compañeras enfermeras, que se ven obligadas a hacer horas extraordinarias pero sin la retribución correspondiente —no se les abonan en la misma proporción que a los médicos—. Son una vía para desangrar al sistema y al erario público. Estas medidas no son eficientes. Tenemos que poner el foco en esto.
¿Las horas extra de las enfermeras se pagan menos?
Mucho menos, a veces incluso menos que la hora ordinaria. Es vergonzoso que se les pida con chantaje emocional que cubran esos turnos y no se les retribuyan con la misma proporción. Es una discriminación al colectivo. Se aprovechan de su compromiso con la atención.
En julio solicitasteis una segunda reunión con el consejero. ¿Os la ha dado?
Hubo un intento, me ha instado a hacerla en octubre. Estamos a la espera de que se materialice. No queremos ser desconfiadas, pero a día de hoy esa reunión no se ha producido.
¿Cómo valoráis que el sindicato ELA no haya querido acudir a la mesa por el Pacto Sanitario?
Nuestro respeto hacia las decisiones de otras organizaciones que no son la nuestra es absoluto. Desde Satse pensamos que sí se debe estar en todos los foros de diálogo. Si no estás, difícilmente puedes decir si se está abordando un asunto de forma eficiente o ineficiente. Ahora bien, la mesa por el Pacto Vasco de Salud quiere un acuerdo a largo plazo y ello no debe interferir en las medidas organizativas del trabajo y del servicio, que deben abordarse en la mesa sectorial. Y ahí Satse seguirá pidiendo que se mejoren las condiciones de trabajo de Osakidetza y su funcionamiento.
¿Para qué sirve el Pacto?
El Pacto Vasco de Salud no es la panacea ni arreglará los problemas de Osakidetza. Estos siguen siendo exactamente los mismos y los seguimos sufriendo igual. Estar en la mesa del Pacto de Salud no nos ata las manos como sindicato. Mantendremos la lucha por los derechos laborales y, a la par, intentaremos ser capaces de poner nuestra aportación en los mimbres que se van a establecer sobre la salud vasca.
Los determinantes de la salud son ya famosos, no es lo mismo vivir en Indautxu que al lado de Petronor. ¿Esto lo tendrá en cuenta el Pacto?
No sabemos exactamente qué va a plasmar. Hemos asistido a la primera reunión y se nos ha dado un compendio de información importante con datos demográficos y estadísticos. Es una documentación muy extensa y la estamos estudiando para hacer nuestras aportaciones. Aunque nos parece ambicioso el plazo para establecer las bases del desarrollo [el próximo mes de marzo]. Pero bueno, nos parece bien mantener el trabajo en dos foros diferentes, que pueden ser paralelos.
Dejasteis claro con la huelga del 1 de julio de matronas que lo cortés no quita lo valiente.
Desde luego. Y en ese sentido, la dirección de Osakidetza nos ha pedido una plataforma negociadora: ¿de qué queremos hablar? Desde el sindicato de enfermería le haremos llegar una serie reivindicaciones: la situación de las matronas, de la de Atención Primaria, el decreto de puestos funcionales, la autoconcertación de enfermeras —si a nuestro colectivo se le sigue pidiendo horas extraordinarias, estas tendrán que ser retribuidas sin discriminación— y otras discriminaciones que se dan en otros ámbitos. Hay muchas inequidades dentro del sistema sanitario de Osakidetza y tenemos que corregirlas, como el complemento del 4%. También queremos hablar de la contratación y su gestión.
El 28 de noviembre por fin se celebrarán elecciones sindicales.
¡Por fin!
¿Cuántas delegadas tenéis ahora?
78, somos la primera fuerza. Somos un sindicato profesional, pero nos pueden votar todos los profesionales de Osakidetza.
¿Vais fuertes?
Siempre. Trabajamos mucho.
¿Dónde cobra más una enfermera, en la sanidad pública o en la privada?
Depende. Hay mucha variabilidad de convenios en la privada, son territoriales y luego existen pactos de empresa que mejoran los convenios colectivos generales. En Diputación o determinadas empresas privadas, las enfermeras cobran más. Te diría que una enfermera de Osakidetza de Atención Primaria es la que menos cobra de todo el Estado.
Ese dato sorprende.
Ya, porque sacamos mucho pecho en Euskadi de las condiciones laborales de Osakidetza, pero el personal sanitario son muchas categorías y condiciones. Y Atención Primaria, que es un colectivo que aporta un valor espectacular, está muy poco prestigiado y retribuido. Y es algo que desde el sindicato lo decimos alto y claro siempre que tenemos oportunidad. Por eso queremos tener una reunión monográfica de la mesa sectorial sobre Atención Primaria. Osakidetza debe corregirlo.
¿Hay fuga de Atención Primaria a la privada?
Entre el personal estable no, pero para el temporal es una debacle. La gente no quiere trabajar en Atención Primaria.