La mirada rosa
¿Qué fue de los gais?

No podemos olvidar en nuestro discurso a quienes forman gran parte de nuestro potencial grupo reivindicativo.

Los profesores de Lengua tenemos la costumbre de explicar al comienzo de cada curso el célebre cuadro donde se exponen todos los elementos que conforman la comunicación: emisor, canal, mensaje, código, contexto y receptor. A partir de ahí profundizamos en los diferentes campos de la gramática (el código), pero quizá no nos detengamos lo suficiente en darle al contexto y el receptor la importancia que merecen, olvidando que sin tenerlos muy en cuenta no es posible que la comunicación sea efectiva.

Puede que a quienes dedicamos nuestras horas libres al nobilísimo ejercicio de la reivindicación de derechos nos esté sucediendo algo similar. Tenemos tantos mensajes que compartir, tantas identidades que expresar, que tal vez no hemos considerado adecuadamente en qué contexto viven nuestros receptores potenciales y cuáles son las claves de su pensamiento.

Con la llegada del 28 de junio vuelve con fuerza una polémica ya clásica. Algunas voces nos exigen enumerar qué derechos pueden faltarnos, qué podemos necesitar en España cuando, según dicen, aquí ya está todo conseguido

Con la llegada del 28 de junio vuelve con fuerza una polémica ya clásica. Algunas voces nos exigen enumerar qué derechos pueden faltarnos, qué podemos necesitar en España —o en cualquier otro lugar— cuando, según dicen, aquí ya está todo conseguido. Últimamente, además, a esas preguntas de los trolls anónimos que ensucian los puntos de encuentro digitales se suman ciertos particulares perfectamente identificables, que siguiendo esa estela del troleo aseguran ser personas LGTBI, pero no necesitar nada. Manifiestan con vehemencia su desafección por el movimiento social que pretende proteger sus intereses y aseguran no sentirse representados por el discurso reivindicativo de las asociaciones, a las que señalan directamente como “chiringuitos” donde un pequeño grupo de personas espera encontrar un sueldo que no les exija demasiado trabajo.

La respuesta del activismo suele ser siempre la misma: razonamos que se trata de individuos que pertenecen a un grupo privilegiado y que, entre todos los componentes que definen su identidad, consideran antes los condicionantes económicos que su pertenencia a un grupo social cuyos derechos humanos deben ser protegidos. Hacemos caer sobre esas personas la responsabilidad de tener esas ideas que calificamos como totalmente equivocadas y, mientras, seguimos expresándonos en los mismos términos, como si no hubiera pasado nada, como si no tuviéramos ninguna responsabilidad en la forma mediante la que comunicamos nuestro mensaje. Pero, ¿y si estuviéramos haciendo algo mal?

Curiosamente, la inmensa mayoría de las personas LGTBI que articulan los mensajes de rechazo hacia nuestro ideario son varones gais y cabe preguntarse por qué son precisamente ellos quienes anuncian a bombo y platillo su repudio a nuestro activismo y, además, su apoyo inquebrantable a los partidos de derechas. Echando la vista atrás es fácil apreciar que durante los últimos años nos hemos centrado en otras siglas de nuestra amalgama de iniciales a cuyas necesidades específicas era necesario dar una respuesta activista. Hemos hablado de visibilidad bisexual, de las reformas legales que debíamos hacer para que las parejas de mujeres pudieran acceder a la maternidad y últimamente hemos insistido en los derechos de las personas trans hasta conseguir una auténtica revolución que ha colocado en el centro de nuestras reivindicaciones a quienes expresan el género de un modo diferente a como les fue asignado.

Orgullo
Orgullo LGTBIAQ+ Orgullo Vallekano marcha contra el estigma, la patologización de la salud mental y por los cuidados colectivos
Después del éxito del Tetafest 2023, un festival musical autogestionado en su totalidad, Orgullo Vallekano se apunta un tanto más como uno de los ‘orgullos de barrio’ más dinámicos a la hora de convocar y movilizar a la comunidad LGTBIAQ+.

Gracias a la norma que hemos denominado “Ley Trans” un gran número de personas han visto reconocidos al menos legalmente una serie de derechos básicos, pero puede que no hayamos dedicado el tiempo suficiente a explicar que, pese al nombre únicamente “Trans”, esa ley va a beneficiar también a otras de nuestras siglas. Se ha instalado social y “activistamente” la ilusión de que los gais, después del Matrimonio Igualitario y ahora gracias a la Ley Trans, no tenemos más necesidades específicas, y nuestros adversarios tradicionales han sabido aprovechar esa idea para difundir su mensaje, que ha calado con fuerza entre las personas a las que hemos prestado menos atención.

Aunque quienes estamos más comprometidos con las reivindicaciones de nuestro movimiento entendiéramos que durante estos últimos años era imprescindible expresar otras ideas urgentes, puede que nos hayamos equivocado al presuponer ese mismo nivel de compromiso en toda la población a la que debemos dirigirnos. Sucede que esos varones no heterosexuales somos la mayor parte de la militancia de nuestro movimiento, pero también la mayor parte del cuerpo social visible dentro de la diversidad sexual y, además, la inmensa mayoría de las víctimas de agresiones motivadas por la LGTBIfobia. Como consecuencia, sin ocupar prácticamente nada del minutaje de nuestro mensaje reivindicativo, sin que ni siquiera se mencione la palabra “gay” en nuestros manifiestos —lo he comprobado—, es hasta lógico que nuestra audiencia haya pensado que todo lo que decimos ya no les atraviesa directamente y se haya sentido identificada con un discurso perfectamente diseñado para persuadirla con la intención de debilitar nuestro mensaje reivindicativo.

 Hablemos de derechos trans, de visibilidad bisexual, pero no olvidemos que pronunciar la palabra “gay” sigue siendo revolucionario

Cambian los tiempos y las costumbres, pero no cambia la necesidad de transmitir nuestro ideario de forma que llegue adecuadamente a su destinatario y que lo persuada de incorporarse a nuestras filas. Como activistas nuestra principal responsabilidad es hacer llegar nuestro discurso a toda la población e intentar arrimar también a nuestras ascuas incluso a esas personas a las que acusamos de pensar únicamente en sus propios problemas, cuando es posible que no le hayamos ofrecido otras cuestiones en las que pensar, cuando puede que no les hayamos sabido explicar adecuadamente qué problemas propios tienen, quizá sin saberlo, y que pretendemos solucionarlos.

Hay que seguir avanzando en los derechos LTB, pero no podemos olvidar en nuestro discurso a quienes forman gran parte de nuestro potencial grupo reivindicativo, no podemos darles la espalda. Hemos utilizado mejor que nadie la función expresiva del lenguaje, la que destaca el papel del emisor en la comunicación, pero debemos valorar con mucho más detenimiento la función apelativa. O apelamos a esas personas que nos apoyaban hace tiempo y que ahora se han retirado de nuestro lado o nuestro movimiento pierde un capital humano increíblemente importante y, lo que es aún más peligroso, se lo regalamos a nuestros adversarios. Hablemos de derechos trans, de visibilidad bisexual, pero no olvidemos que pronunciar la palabra “gay” sigue siendo revolucionario. Y, por supuesto, hablemos también de las mujeres lesbianas, porque no lo hacemos nunca.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión El fútbol masculino sigue encerrado en el armario
La Eurocopa, que se juega hasta el próximo 14 de julio en Alemania, vuelve a exhibir todo el simbolismo normativo del deporte más popular en el mundo.
Tribuna
Tribuna Orgullo anormal
El Orgullo es el grito de las que dijeron que no iban a ceder un solo centímetro en ser ellas mismas y tampoco iban a tolerar una sola violencia más por ser quienes eran.
LGTBIfobia
LGTBIfobia El PCE y el Soviet de Getafe denuncian agresiones LGTBIfóbicas y fascistas hacia cuatro de sus miembros
La formación comunista y el espacio anticapitalista de esta localidad han convocado una concentración este jueves a las 20h para denunciar el incremento de ataques ultra en los últimos años en los barrios.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Galicia
Galicia La Xunta de Feijóo, condenada por negar visitas a una mujer que murió de cáncer por tener covid-19
La jueza dice que la situación exigía “flexibilizar” las medidas de prevención. Falleció a inicios de 2022 en el Hospital Álvaro Cunqueiro durante los últimos meses de la administración del jefe del PP con Julio García Comesaña de conselleiro.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.

Últimas

Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Tribuna
Tribuna Verde de ecosocial, verde de educación pública
En nuestras aulas se ha colado una prisa ansiosa, que juzga al alumnado como un gasto, que lo dirige, poco a poco, a un mundo laboral tecnoptimista y completamente atomizador.
Más noticias
El Salto Radio
El Salto Radio Humedales necesarios
Damos un paseo radiofónico por algunos de los humedales de Andalucía, espacios fronterizos entre el mar y la tierra, tan necesarios para nuestra supervivencia. Lo hacemos con Juan Martín Bermúdez, de SALARTE y algunos oyentes.
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?