We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Medio ambiente
La basura se guarda en los barrios del sureste de Madrid
Ruidos incesantes, peligro de plagas de insectos y roedores y tránsito continuo de vehículos pesados por sus calles. Todo eso es lo que tendrán que aguantar cientos de vecinos madrileños si el Ayuntamiento no echa para atrás el proyecto de cuatro nuevos cantones de limpieza en la ciudad que afectaría al vecindario de Cuatro Vientos, Vallecas, Vicálvaro y Carabanchel. Con nocturnidad y alevosía, como denuncian, el Consistorio decidió implementar estos centros en zonas antes inutilizadas: desde descampados hasta un garaje de un edificio de viviendas. Ahora, las personas afectadas se movilizan para revertir la situación que ya conocen por lo que sucede en el cantón de La Elipa.
Las dudas que el proyecto de estos nuevos cantones de la limpieza generan entre los vecinos no solo están relacionadas desde el punto de vista urbano, ya que uno de estos enclaves se ubica en un garaje, sino también a nivel medioambiental. “Estamos hablando de un tránsito de camiones las 24 horas del día en zonas con una distancia entre los 20 y 100 metros de la vivienda, cuando no están encima de ellas”, declara Ángel Lluch, vecino afectado por el cantón de Cuatro Vientos y portavoz de la Plataforma que varias organizaciones de diferentes barrios han creado para luchar contra ellos.
Este tránsito, añade, impide de manera obvia el descanso normalizado de las personas que viven a su alrededor, a lo que se añade una consecuencia secundaria como es el aumento de tráfico pesado en la zona con el incremente del peligro de accidentes y atropellos que conlleva. El mismo Lluch también menciona que el tráfico de basuras orgánicas en estas instalaciones lleva aparejada la aparición de plagas de insectos y roedores en el lugar.
“Al principio del todo sacaron un pliego de 16 cantones y en este momento hay cuatro de ellos en ejecución, curiosamente los situados en el sureste de la ciudad de Madrid”
“Al principio del todo sacaron un pliego de 16 cantones y en este momento hay cuatro de ellos en ejecución, curiosamente los situados en el sureste de la ciudad de Madrid”, informa Lluch. Preguntado por qué esto le parece reseñable, el vecino de Cuatro Vientos responde: “Es obvio que algo que va a molestar tanto a los vecinos y que se da en una etapa tan próxima a las elecciones lo quieran hacer lejos de sus bolsas de votantes. En los que estaban proyectados para Montecarmelo, Las Tablas o Fuencarral parece que han encontrado una solución negociada para reubicarlos a un sitio en los que no moleste”, se explaya.
Más tarde, una nota de prensa emitida desde el Ayuntamiento de la capital informaba de que se paralizaban una docena de ellos, “pero en realidad no paralizaban ninguna obra, solo que no se habían empezado a construir”, apuntilla el portavoz. A él, que le afecta directamente el de Cuatro Vientos, denuncia que ni siquiera los días 1, 2 y 15 de mayo, festivos en la capital, han dejado de trabajar en la construcción del cantón proyectado, así como sábados y domingos. “Parece una carrera loca por terminarlo antes de que la Fiscalía se pronuncie al respecto”, en sus propios términos.
El Ayuntamiento se niega a informar
A lo que se refiere Lluch es a la denuncia que interpusieron dadas las irregularidades que el vecindario observó en el cantón, por lo que se inició una investigación mediante la que ya se ha pedido información al Consistorio. Y añade: “También lo denunciamos al Defensor del Pueblo y hace bastante tiempo solicitó información acerca de estas instalaciones que todavía no ha recibido. Hace mes y medio se les instó a hacerlo por la vía de urgencia pero, según tenemos entendido, tampoco la han registrado”.
El propio concejal de Medio Ambiente, Borja Carabante, aceptó que en el cantón proyectado en Isla Azul, en Carabanchel, hay irregularidades
Tal y como explicita este portavoz de la Plataforma contra la instalación de cantones, el propio concejal de Medio Ambiente y Movilidad de Madrid, Borja Carabante, aceptó que en el cantón proyectado en Isla Azul, en Carabanchel, hay irregularidades. Pero no solo los cantones traen de cabeza al vecindario madrileño que los circunda, sino también algunos aparcamientos, como el situado en la calle Perales, en Puerta del Ángel. En este caso, la calle es tan estrecha, de apenas unos 3 metros, que para llegar al aparcamiento abierto en el que se ubica a los camiones tienen que hacer hasta cuatro maniobras. Según los vecinos de la zona, se dan entre 20 y 25 entradas y salidas de camiones diarias, lo que provoca un gran malestar debido al ruido de los pitidos que un camión de esas características emite al rodar marcha atrás.
El caso del cantón de Cuatro Vientos es algo diferente. Lluch no se olvida de remarcar que dicha parcela está prevista para uso deportivo desde hace 27 años, algo que nunca se llegará a realizar vista la situación. “Sin hacer un cambio del uso del suelo ni informar a los vecinos del nuevo proyecto, han instalado un cantón de basura, que es lo que la Fiscalía ve como indicios de defecto urbanístico”, completa el vecino afectado.
Todo el mundo mira hacia La Elipa
El cantón que ya está a pleno rendimiento en La Elipa es en el que se fijan los vecindarios que próximamente se verán afectados por lo mismo. Situado en una loma cercana al cementerio de La Almudena, la grúa que han establecido en el cantón da hacia la calle Santa Genoveva, donde no son pocas las viviendas cercanas. “A mediados de febrero empezamos a oír ruido de obras, pero pensamos que serían de la EMT, que está cerca. De buenas a primeras, apareció una plataforma con un rodillo y vimos que se empezaban a subir camiones y descargar basura día y noche”, relata María del Pilar Pardo, una de las vecinas afectadas.
“Ahí manipulan todo tipo de basuras. Hemos visto uralita, escombros, botes de pintura… Absolutamente todo lo que queda fuera de los cubos de la basura”
Una vez comenzado el trabajo en el cantón durante todo el día, incluso a altas horas de la madrugada, el vecindario denunció los hechos ante la junta de distrito, donde les apoyaron en sus demandas. Después de aquello, consiguieron que pidieran un informe de viabilidad ambiental y que se paralizaran los trabajos hasta entonces, pero el Ayuntamiento no lo respetó. “Ahí manipulan todo tipo de basuras. Hemos visto uralita, escombros, botes de pintura… Absolutamente todo lo que queda fuera de los cubos de la basura”, relata Pardo.
Al tiempo redujeron algo los horarios. Ahora, la descarga de basura termina sobre las 21.00 horas pero empiezan a las 7.00, incluidos fines de semana, momento en el que se produce una mayor actividad, sostiene la vecina. “Nosotros hasta escuchamos las conversaciones entre los operarios. Estamos solo a 20 metros de distancia. Les escuchamos dirigir la maniobra y el pitido tan molesto que emiten”, continúa explicando la afectada.
En realidad, lo que sucede en este cantón de la limpieza en La Elipa es un trasvase de basura. Lo que no recogen los camiones habituales que vacían los cubos, llega aquí para llenar unos contenedores con destino a Valdemingómez. “Y sí se da cierta manipulación de las basuras, aunque el Ayuntamiento lo niegue, porque hay un rodillo y un tractor que la aplasta para que quepa más en el contenedor”, añade Pardo. Las molestias del ruido, por otra parte, no solo las provocan la pala y los camiones, sino la propia basura al caer al contenedor. Según esta vecina, “cuando cae vidrio, imagino que recogido de los botellones, es un sonido brutal”.
Mamparas y un posible cambio de Gobierno
La única solución que les han ofrecido desde el Consistorio es instalar mamparas que reduzcan el ruido, pero la cuestión sobre los olores seguiría abierta. “Estos últimos días que ha hecho más calor, ya lo hemos notado, y han empezado a aparecer cucarachas”, sentencia Pardo al mismo tiempo que remarca que el Ayuntamiento en ningún momento ha oficializado el cambio de uso de esa parcela, destinada a depósito de maquinaria y ahora convertida en una pequeña planta de basuras. Por el momento, solo una rampa opera por parte de la empresa Sacyr, pero ya hay otra construida al lado por parte de una UTE entre OHL y Fomento: “No sé si estarán esperando a que pasen las elecciones para ponerla en funcionamiento, porque inaugurada está”, completa la vecina.
“Continuaremos con las denuncias en la Fiscalía y elevaremos nuestras propuestas a Europa para ser escuchados y buscar una solución negociada”
Lluch también dedica algunas palabras para la siguiente cita electoral: “Tenemos la clara sospecha de que si el Gobierno continúa en manos del PP después de las elecciones del 28 de mayo, será muy difícil revertir la situación porque en ningún momento han hecho algún gesto de querer negociar con nosotros”. De todas formas, desde el colectivo, en el que siguen trabajando conjuntamente el vecindario de aquellas zonas en las que no se construirán los cantones proyectados inicialmente, no desfallecerán. “Ya estamos preparados para el momento de después. Continuaremos con las denuncias en la Fiscalía y elevaremos nuestras propuestas a Europa para ser escuchados y buscar una solución negociada”, finaliza el portavoz de la Plataforma.