Racismo
Las Vidas Negras Importan solo cuando están en EE UU

La reciente ola antirracista que se ha expandido en manifestaciones y marchas por todo el mundo reproduce la lógica centro-periferia, exigiendo justicia por la gente racializada del norte, olvidando los muchos asesinatos racistas cometidos en los sures. 

Protesta Black Live Matters Portland
Protesta de Black Live Matters en Portland. Foto de Matthew Roth.

Hay sures dentro de los sures. Hay negros y negros. Lesbianas y lesbianas, marikas y marikas. Pobres y pobres. Decir que todas las vidas racializadas en el mundo sufren la misma opresión debido a la estructura global racista es un error. Decir que habitamos un mundo configurado en lógicas de organización social racistas sin hacer la debida lectura sobre las brechas de valor entre las vidas racializadas ubicadas en los nortes y las vidas situadas en los sures de la periferia del mundo también sería un grave error de análisis.

Debemos llevar esta reflexión al campo de la economía, y la pensamos desde la teoría “Sistema – Mundo” de Wallerstein (1970), donde el mundo opera desde los polos: centro (países sobre-desarrollados, potencias tecnológicas, económicas y militares) y periferias (países subdesarrollados, de subsistencia, no tecnológicos, rurales y agrícolas), los cuales funcionan a través de una dañina relación tóxica de explotación de los primeros hacia los segundos, y donde existe también una semi-periferia (economías emergentes) que explota a los segundos, pero son dominadas por los primeros. Con el riesgo a equivocarme en la lectura de este enfoque, quisiera entender que dentro de la subalternidad, dónde se construye la “otredad” como negra, india, racializada, no ilustrada, empobrecida, no cisheterosexual y feminizada, existen “otros” de primera (semi-periferia) y “otros” de segunda (periferia).

Parece que las vidas negras que importan son las vidas geopolíticamente localizadas en los centros del mundo, a pesar de que sean vidas subalternas dentro del marco de la alteridad del norte económico.

Es decir, parece que las vidas negras que importan son las vidas geopolíticamente localizadas en los centros del mundo, a pesar de que sean vidas subalternas dentro del marco de la alteridad del norte económico. Aunque existen movimientos postcoloniales en lugares como Asía, África y anticoloniales/decoloniales en territorios como América Latina, que vienen denunciando las crisis, las democracias fascistas, los regímenes dictatoriales y las políticas racistas de los Estados criollos de la región, con profunda historicidad, parece que los temas de racismos y discriminación racial, solo son escuchados cuando son pronunciados por voces gringas y con hashtags taquilleros como #BlackLivesMatter. 

Lo que nos lleva a decir, que dentro de esta ola de recientes movimientos (muchos asimilados por la moda activista del capital, que solo le vemos la cara por medio de la pantalla y los reflectores de Instagram y Twitter) y el despertar de voces antirracistas, que se han hecho presentes en marchas y manifestaciones públicas para pedir justicia por asesinatos como el del #GeorgeFloyd, solo alzan la voz cuando se trata de una víctima norteamericana, y no por la violencia generalizada y los asesinatos ocurridos en territorios otros, ubicados en los sures, como en México, Brasil, Colombia o República Dominicana. Parece que lo único que enciende la llama y el clamor de justicia global, provocando la activación simultánea de marchas y el derribamiento de monumentos coloniales, es cuando se apaga una vida subalterna del norte.

Hace unos días, en México masacraron a 15 personas de la comunidad indígena Ikoot de Huazantlán de Rio, en la región del Istmo de Tehuantepec, entre las cuales había dos mujeres —por cierto, no escuchamos a las feministas blancas pronunciarse con la misma vehemencia con la que se oponen al trabajo sexual—. La cuestión es que frente a este acto genocida y de extrema crueldad, no vimos a los movimientos antirracistas indignarse con la misma furia y llamar a una acción contra el racismo estructural que arrebató estas vidas indígenas.

No veo movilizarse a la gente, en especial a las muchas personas gringas que se congregaron en el Ángel de la Independencia y próximos a la Embajada de los Estados Unidos en la Ciudad de México el 4 de junio con velas en las manos, diciendo #BlackLivesMatter en homenaje al afroamericano #GeorgeFloyd. En el acto, denuncié la necesidad de que la gente blanca se encargue de sus privilegios y de la obligación de no solo hablar de las vidas negras que sufren por el racismo estructural en el norte del mundo, sino también de la necesidad de indignación y solidaridad encarnada, por la violencia cotidiana y el asesinato sistemático de vidas prietas, negras, indias y racializadas en México, en la región y en otros lugares periféricos del planeta.

¿Será casualidad que solo el mundo habla de racismo cuando son las vidas racializadas del norte las que lo sufren? Porqué no hablamos y tenemos la misma indignación por las 72 personas migrantes centroamericanas masacradas, torturas y asesinadas en Tamaulipas, gente racializada, precarizada y empobrecida que cruzaron el territorio mexicano en condiciones no-humanas, y que después de 10 años, aún sus muertes no solo siguen en total impunidad, sino que tampoco despiertan la más mínima indignación y rabia.

¿Por qué razón un hombre negro migrante muere en México por causa de la brutalidad policial, y la gente no hizo un llamado nacional? ¿porqué el mundo no hizo convocatorias conjuntas para alzar la voz en busca de justicia?

¿Por qué no salimos a pedir  justicia por el hombre haitiano que el pasado 9 de enero de 2020,  fue arrestado por elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Municipal (SSPCM), cuando sufría un ataque de asma, recibiendo palos, golpes y malos tratos, hasta que terminó muerto? ¿Por qué razón un hombre negro migrante muere en México por causa de la brutalidad policial, y la gente no hizo un llamado nacional y porqué el mundo no hizo convocatorias conjuntas para alzar la voz en busca de justicia? ¿Por qué no se prendieron velas en el Ángel y en todo el planeta, y porqué no se dijo en una misma sintonía #BlackLivesMatter? 

La lista es interminable, en México la crisis y la violencia contra personas racializadas es una constante. Dónde se niega lo indio y lo negro, como parte elemental de la construcción identitaria del país, siempre racista y aspiracional a lo blanco-moderno. Un país donde la blanquitud garantiza mayor acceso a derechos y oportunidades.

Estamos justo en México, donde la población indígena es la más pobre del territorio, dónde asesinan a líderes de comunidades indígenas por defender la autodeterminación y sus derechos colectivos frente a capitales extractivistas de saqueo por medio de megaproyectos de explotación traídos por empresas canadienses, estadounidense y europeas, en una clase de neocolonización. ¿Dónde está la gente, en especial la gringa, europea y blanca, que han hecho suya la consigna #BlackLivesMatter movilizándose contra las empresas propias que exportan a la periferia proyectos mineros, de construcción de aeropuertos, autopistas, presas hidroeléctricas, parques eólicos y acueductos? ¿Dónde están? ¿Por qué no hablan? ¿Acaso a las personas indígenas que asesinan de mano de actores estatales y paraestatales, por la defensa de sus territorios no son crímenes racistas? ¿Por qué no hay una manifestación global y simultanea denunciando esto?

Estamos justo en México, donde la población indígena es la más pobre del territorio, dónde asesinan a líderes de comunidades por defender la autodeterminación y sus derechos colectivos

No veo la misma indignación por los asesinatos de líderes indígenas en la Amazonía, los cuales han aumentado en estos últimos diez años. Tan solo los asesinatos de personas indígenas representan un 37% de todos los asesinatos en zonas rurales de este año, comparado con el 7% de 2018 en Brasil. Ante este panorama de violencia institucional ¿Por qué no salimos a nivel global por el asesinato de Erisvan Guajajara, joven indígena de 15 años, quien fue encontrado muerto con múltiples puñaladas en la Amazonía brasileña? ¿Acaso la violencia sistémica y estructural que sufren comunidades indígenas, negras y racializadas en la región no son suficiente racismo? ¿Acaso las narrativas inscritas en el discurso hegemónico de derechos civiles y segregación racial de los EE UU, es el único discurso válido para reivindicar los derechos de la gente negra y llamar a la acción global usando las palabras #BlackLivesMatter?

No sé por qué aún no salimos diciendo #BlackLivesMatter con la misma intensidad que lo hacemos cuando matan a un afroamericano, con la grave situación de discriminación racial de personas de ascendencia haitiana en República Dominicana o con el caso Anderson Arboleda, joven negro, colombiano,  de 24  años y que recibió  una golpiza de parte de un policía hasta morir. 

Denuncio como heredero colonial e infectado por el universalismo de la razón neoliberal blanca, toda instauración de un discurso mainstream que dentro de la subalternidad, pone en el centro la experiencia de las vidas negras del norte geopolítico, e invisibiliza las experiencias otras de negritudes situadas y sus procesos de racialización contextualizada de paisajes periféricos en las geografías de los sures.  Gente prieta, negra, marrón y pobre que no vive en Europa ni en Estados Unidos, por lo que sus muertes no son lo suficientemente indignantes para movilizar protestas globales.

Los casos son numerosos, y no podríamos agotar aquí las muchas muertes de personas negras y racializadas que son brutalmente asesinadas por lógicas racistas, en territorios del sur global y que no despiertan la misma indignación que cuando esto sucede en países centrales. Con esto no niego la solidaridad transnacional con nuestros hermanes negres sin importar la nacionalidad o lugar, porque creo también que el racismo es estructural y eso lo convierte en asunto global presente en toda la organización del mundo. Lo que sí me gustaría, es ver la misma rabia y llanto mundial, cuando asesinan a vidas racializadas en espacios no fijados en los centros económicos del planeta. Ojalá que realmente todas las vidas negras importen.

Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.
Racismo
Racismo Replican en Iruñea y Gasteiz el canal de Telegram que impulsa movilizaciones racistas en Donostia
Los grupos 'Lo Que no te Cuentan de Vitoria' y 'Lo Que no te Cuentan de Pamplona' han sido creados recientemente por uno de los administradores del grupo donostiarra. La cuenta de Gasteiz no tiene actividad de momento, pero la de Iruñea tiene más de 500 seguidores y en octubre estuvo a punto de organizar una manifestación.
En el margen
Adaora Onwuasoanya Martínez “Salirte de la representación de lo hegemónico en el arte es una decisión”
La ilustradora afromurciana reivindica a quienes siempre aparecieron infrarrepresentadas dibujándoles cerca de la naturaleza y explorando utopías en sus obras.
#66106
26/7/2020 15:00

Tema interesante, aproximación necesaria, redacción atroz.
El "academiqués" para los papers.

0
0
Sobre este blog
El blog de luchas sociales a lo largo del planeta, conflictos internacionales y propuestas desde abajo para cambiar el mundo. El Salto no comparte necesariamente las opiniones volcadas en este espacio.
Ver todas las entradas
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Comunidad de Madrid
Educación en Madrid El profesorado madrileño vuelve a parar, con la huelga indefinida ya entre sus planes
Durante la segunda convocatoria de huelga educativa en la Comunidad de Madrid, Menos Lectivas ha organizado una asamblea para plantear paros más duraderos.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Violencia machista
25 de noviembre Con el lema “Juntas, el miedo cambia de bando”, el movimiento feminista llama a organizarse este 25N
En un año en el que ha vuelto al primer plano el debate público sobre la violencia patriarcal sistémica que siguen padeciendo las mujeres, la marcha del 25 de noviembre vuelve a las calles el próximo lunes.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.

Recomendadas

Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.