Fiscalidad
Frente a la pandemia, la guerra y la desigualdad social, más y mejor fiscalidad

Es un sinsentido proponer bajar impuestos. Si el gasto publico incrementado es el que ha evitado que la economía se paralice es allí a donde hay que dirigir el dinero.
Cola hambre pobreza
Cola de personas esperando un reparto de alimentación, en un barrio madrileño. Álvaro Minguito
31 may 2022 11:06

Son múltiples las razones para argumentar por qué es el momento de exigir una fiscalidad más fuerte y justa. De entre ellas, destacamos tres inobjetables derivadas de la dramática realidad que nos invade: la guerra, la pandemia, y la desigualdad social. Las tres variables son de ámbito planetario. Para las primeras dos es difícil pronosticar un final, y la tercera está en escalada continua desde hace muchos años.

La pandemia, además de obligar a la intervención urgente del Estado para comprar vacunas, contratar profesionales, adquirir material sanitario, y levantar infraestructuras, reclamó una enorme cantidad de financiación pública para contrarrestar la paralización de la actividad productiva y comercial. Esto se concretó como subvenciones a las empresas estratégicas, créditos avalados, exención de cotizaciones, regulaciones temporales financiadas de empleo. En términos globales, la pandemia supuso un incremento total de gasto público que llegó a más que duplicar el déficit de las cuentas públicas.[1]

La guerra es, sin duda, la barbarie desatada. La ley no existe, solo la impunidad de las balas y los misiles. Los “Estados Mayores” militares son las “instituciones” gobernantes. Las familias que conforman la mayoría social de los pueblos atacados huyen para no ser “tiro al blanco”, abandonan su hogar y se enfrentan a la incertidumbre más absoluta en lo personal, terrenal y vital.  El conflicto armado está suponiendo ya un incremento significativo de los bienes de la canasta básica para los ciudadanos y las familias. En el mundo, lógicamente, no hay una distribución equitativa de los recursos naturales, especialmente de los energéticos, mineros y alimenticios. Se distribuyen según la naturaleza los “ha dispuesto” geográficamente. Rusia y Ucrania poseen un volumen significativo de aquellos recursos, y la guerra restringe su oferta y presiona fuertemente los precios al alza.

La desigualdad social está presente en el modelo neoliberal de la globalización capitalista, e incrementa las consecuencias económicas de la guerra contribuyendo en subir más el nivel de los precios. Esto sucede en particular con los de la energía, con regulaciones de mercados que no cumplen las condiciones de tales. Esto es, en los que no hay competencia, ni libre oferta y demanda, como es el caso del sector eléctrico e incluso de los combustibles, que son sectores dominados por oligopolios de oferta. Las subidas de precios de estos insumos básicos amplían el efecto negativo por el lugar que ocupan al inicio de la cadena de valor productiva, y trasladan los incrementos al coste último de los productos. La globalización económica está fraccionada por la guerra y las restricciones de todo tipo, afectando a los transportes principalmente, y generando escasez de suministros, con el correlato, también, de la subida de los precios. Los principales perjudicados de los aumentos generalizados de precios, aun cuando alteran el conjunto de los equilibrios económicos, son los que tiene ingresos fijos a precios “pactados”, sin actualización automática, principalmente trabajadores asalariados y sus familias. Sin embargo, también hay un amplio abanico de otros agentes económicos, desde colectivos dependientes a profesionales autónomos y pequeños empresarios, que entran en esta circunstancia de no poder repercutir en sus rentas los incrementos de los precios. Por el contrario, las rentas del capital y los precios de las mercancías se pueden ajustar casi automáticamente, no están en su mayoría regulados. Los ingresos financieros también tienen mecanismos automáticos de corrección que amortiguan el impacto de la inflación. La libertad del mercado en la formación de los precios mercantiles y financieros es dogma y liturgia en la economía capitalista. El salario es también precio, pero del trabajo, y la doctrina, en cambio es la austeridad y el control porque de su abaratamiento sostenido depende la acumulación y la rentabilidad del capital. El trabajo y el capital no sufren las consecuencias de la guerra de igual forma.

El trabajo y el capital no sufren las consecuencias de la guerra de igual forma.

Las medidas de política económica adoptadas tanto en el período intenso de la pandemia 2020 - 2021, como en estos primeros meses de 2022, debido a la guerra, para amortiguar los efectos en el conjunto de la economía han supuesto un enorme incremento del gasto público y de la deuda, tal como comentamos en los párrafos iniciales de este artículo. Las ayudas se volcaron a todo el tejido económico, al capital, al trabajo, a la dependencia, a las infraestructuras, y lo fueron de manera directa a través de fondos o subvenciones, inversiones, o de manera indirecta, a través de avales financieros. No tenemos espacio para desarrollarlo, pero sí para confirmar que sin el concurso del Estado o de lo público, la economía habría colapsado, en particular la empresarial.


Fortalecer lo público asegurando la solvencia presupuestaria con progresividad fiscal

Las políticas económicas públicas se plantean a partir de las necesidades de gasto, y no al revés. En La Plataforma por la Justicia Fiscal, tenemos en el argumentario fundacional tres palabras fundamentales asociadas a los impuestos: igualdad, que todos concurran al pago de los impuestos, progresividad, que los que más tienen más paguen, y suficiencia, que los impuestos sean suficientes para cubrir el gasto público.

Necesitamos continuar con políticas públicas para fortalecer la sanidad pública y para frenar la desigualdad social amenazada por la inflación y la guerra, de las que salen peor parados los más vulnerables en ingresos. Pero también para frenar el cambio climático con inversiones sostenibles, que no comprometan a la naturaleza, incluida nuestra especie. A estas políticas hay que sumar las tradicionales del bien común, que son aquellas que no están sujetas a las rentas de los ciudadanos sino a la dignidad de la vida de las personas, como son la educación igualitaria, la justicia y los derechos, las infraestructuras para los servicios, la movilidad y el ocio, los servicios públicos esenciales energía en general, agua y saneamiento, la vivienda digna, y un largo etcétera. Hoy la suma agregada de todo lo puntualizado conforma el gasto social que hay que financiar con los impuestos. Se trata de un Estado del Bienestar ampliado a las necesidades sociales impuestas por una realidad sobrevenida. Y está muy claro que el compromiso de gasto con los ciudadanos es hoy mayor en términos económicos -por la pandemia y la guerra- y por la desigualdad agravada por la inflación.

Necesitamos continuar con políticas públicas para fortalecer la sanidad pública y para frenar la desigualdad social amenazada por la inflación y la guerra, de las que salen peor parados los más vulnerables

Reducir la fiscalidad supondría recortes del gasto social que la coyuntura antes explicada no lo permite. De ahí, el sinsentido de proponer bajar impuestos o difundir demagógicamente “que el dinero, dónde mejor está, es en el bolsillo de la gente”. No, al contrario, si el gasto publico incrementado es el que ha evitado que la economía se paralice es allí a donde hay que dirigirlo. Ni la pandemia ni la guerra están solucionadas, y no hay argumentos sólidos para visualizar un fin próximo de todas las incertidumbres políticas y económicas planteadas por ambos acontecimientos.

Los últimos datos publicados indican que en el año 2021 la distribución de la renta volvió a ser regresiva para los asalariados, pues aumentó 1% menos que los beneficios empresariales.

Ahora bien, no hay solidez en las políticas públicas de gasto si los ingresos fiscales no se ejecutan con progresividad, esto es, haciendo soportar con más carga impositiva a los que más tienen y asegurando que todos solidariamente lo hagan, sin espacio para la elusión o el desvío a paraísos fiscales. Los últimos datos publicados indican que en el año 2021 la distribución de la renta volvió a ser regresiva para los asalariados, pues aumentó 1% menos que los beneficios empresariales. Se confirma lo que indicábamos a principios de este año (en el Boletín nº4 de la Plataforma por la Justicia Fiscal) sobre la brecha negativa en el reparto del ingreso económico que aumentó en 4 puntos desde la Gran Recesión de 2008. La brecha está medida en participación porcentual entre el 10% más rico y el 50% inferior después de pagar los impuestos. Sumando a los bancos, las eléctricas y las telefónicas, un total de tan sólo nueve empresas se han embolsado 35 mil millones de euros en beneficios en 2021, casi la mitad del presupuesto sanitario de España. Esto último indica que una parte importante del montante de ayudas públicas y facilidades monetarias a la economía terminaron consolidando patrimonios privados. El 1% de la población española viene llevándose entre el 11 y el 12,5% del ingreso nacional en los últimos 40 años

La reforma fiscal pendiente debe enfrentar esta realidad compleja de inequidad social garantizando la suficiencia del gasto, consolidando la progresividad en el pago de los impuestos y poniendo los medios humanos y técnicos que eviten la elevada elusión. Comencemos reduciendo diferencial de más de 7 puntos por debajo de presión fiscal con Europa.



[1] El Gasto Público en 2021 fue un 20% superior al que tradicionalmente el sector público en España. En términos de PIB fue superior al 50%.

Archivado en: Fiscalidad
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Fiscalidad
Herencias Un impuesto a las grandes herencias
El nuevo gravamen tendría que poner orden en los grados de parentesco sucesorios y deducciones y exenciones múltiples.
Opinión
Refugio fiscal vasco Hacia una Reforma Fiscal en Euskadi
Euskadi necesita una fiscalidad transparente, libre de fraude, de economía sumergida y de evasión de capitales y beneficios a refugios fiscales.
Memoria histórica
Memoria histórica Relatores de la ONU piden a España que actúe contra las leyes antimemoria de tres autonomías
Los relatores internacionales denuncian las posibles vulneraciones de derechos de dos normas en proceso y una aprobada por los Gobiernos de coalición de Partido Popular y Vox en tres comunidades autónomas.
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.
Represión
Represión La Policía detiene por segunda vez en 2024 al portavoz del SAT, Óscar Reina
La Policía Nacional ha detenido al Portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Óscar Reina, durante la mañana del jueves en Navarra. El líder del SAT es uno de los sindicalistas que más detenciones acumula dentro del Estado español.

Últimas

Comunidad El Salto
Palestina La campaña de apoyo a Gaza de El Salto recauda más de diez mil euros para la UNRWA
El pasado 26 de febrero, tras más de cuatro meses de ofensiva militar de castigo por parte Israel sobre la Franja de Gaza, desde El Salto decidimos ir más allá del periodismo ante la gravedad de los hechos.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: Una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Sindicatos
1 de mayo Cargas policiales mandan a una persona de 70 años al hospital en el 1 de mayo de Castelló
Desde CGT Castelló anuncian que tomarán medidas legales por las provocaciones y agresiones sufridas por los diferentes cuerpos policiales que han actuado en las cargas.
Más noticias
Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
PNV
CLIENTELISMO El Ayuntamiento de Bilbao coloca como interventor al cuñado de Josu Erkoreka por libre designación
Juan Mari Aburto explicó que Mikel Astorkiza, pareja de una hermana del vicelehendakari, “es el único candidato que cumple con los requisitos del puesto” para el control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera.
Opinión
Opinión El debate europeo… contaminado
Hoy más que nunca necesitamos abrir un debate europeo que supere los lugares comunes y el regate corto porque es mucho lo que nos jugamos.
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.

Recomendadas

Sidecar
Sidecar Las reglas del juego
Aunque es poco probable que el reciente intercambio de fuego entre Israel e Irán desemboque en una guerra total, este ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Israel en un momento político decisivo.
Arte contemporáneo
Artivismo Lara Ge: “A través de la práctica creativa nutrimos el espacio comunitario”
Ideadestronyingmuros desarrolla temas sobre feminismo, alternativas de vida al capitalismo y también sobre movimientos migratorios, con una fuerte posición transfronteriza.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.