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Las primeras denuncias llegaron de manos de la Asociación Palestina de Fútbol (APF). En un comunicado publicado el 6 de diciembre, cifraba en 85 el número de deportistas muertos desde el inicio de los ataques de Israel sobre la población palestina, en el mes de octubre del año pasado. Unas semanas más tarde se hicieron públicas unas fotos en las que aparecían numerosas personas, incluyendo niños, arrodillados y en ropa interior en el césped del estadio Yarmouk de Gaza, convertido en centro de detención e interrogatorio. En ese momento, la APF ya habló de “una clara violación de la Carta Olímpica y de todas las leyes y convenciones continentales e internacionales”. Los ataques sobre Gaza continuaron y el 7 de enero se confirmó la muerte de Hani Al Masdar, entrenador del equipo olímpico de fútbol de Palestina, tras ser alcanzado por la metralla de un misil israelí.
Todas estas acciones suponen una violación de los principios fundamentales del olimpismo, según establece el propio Comité Olímpico Internacional (COI). “Toda persona debe tener acceso a la práctica del deporte sin discriminación de ningún tipo, en el respeto de los derechos humanos reconocidos internacionalmente y dentro del ámbito de competencia del Movimiento Olimpico”, dice el punto 4 de la Carta Olímpica. En la introducción al texto dice también que todos los Comités Olímpicos Nacionales “han de ajustarse a la Carta Olímpica”.
Estos son los principios en los que se apoya la campaña que han iniciado más de 300 clubes y organizaciones de la sociedad civil palestina, reclamando al COI la expulsión de Israel de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que se celebrarán este verano en París. También la Asociación de Fútbol de Jordania (AFJ) hizo un llamamiento a la comunidad deportiva mundial “a tomar acciones contundentes para parar la agresión contra Palestina y los territorios ocupados”, al tiempo que pedía “estrictas sanciones contra el deporte israelí”.
El movimiento palestino de Boicot y Desinversiones, o BDS movement, extiende la campaña al festival de Eurovisión, que el pasado 5 de diciembre anunció los 36 países participantes para la edición de 2024 e incluía entre ellos a Israel. En este caso, a la campaña palestina se han unido músicos noruegos, suecos y finlandeses, pidiendo a las televisiones de sus respectivos países la expulsión de Israel del festival.
También la Eurocopa de fútbol, que se disputará este verano en Alemania, podría ser objetivo de las campañas de boicot. El próximo 21 de marzo, la selección de Israel disputará frente a Islandia su eliminatoria de clasificación para la Eurocopa. Es previsible que este partido genere protestas, que aumentarán en caso de que Israel termine por clasificarse para la competición.
En 2022, la Unión Europea de Radiodifusión (UER), entidad organizadora de Eurovisión, expulsó a la televisión rusa del festival un día después del inicio de la guerra. En el caso del COI, en 2022 impidió la participación tanto de Rusia como de Bielorrusia en los Juegos Paralímpicos de Invierno de Beijing, inaugurados ocho días después de la invasión de Ucrania
Es bastante frecuente que los organizadores de eventos de ámbito continental o mundial respondan a las peticiones de boicot a determinados países explicando que se trata de espectáculos apolíticos; sin embargo, la comparación con la reacción a la invasión de Ucrania por parte del ejército ruso deja en evidencia su falta de respuesta ante las acciones de Israel. En 2022, la Unión Europea de Radiodifusión (UER), entidad organizadora de Eurovisión, expulsó a la televisión rusa del festival un día después del inicio de la guerra. En el caso del COI, en 2022 impidió la participación tanto de Rusia como de Bielorrusia en los Juegos Paralímpicos de Invierno de Beijing, inaugurados ocho días después de la invasión de Ucrania. Aunque posteriormente ha ido flexibilizando su postura y, sin que haya una decisión definitiva respecto a los próximos JJ OO, por el momento son 11 los deportistas rusos y tres los bielorrusos que han logrado la clasificación para París; lejos de los 333 que formaron la delegación rusa en Tokio y los 101 de la delegación bielorrusa.
El ejemplo se repite al hablar de la UEFA, que expulsó a la selección de Rusia y a sus clubes de todas las competiciones europeas tras la invasión de Ucrania, pero no ha tomado ninguna decisión respecto a Israel, más allá de trasladar, por razones de seguridad, los partidos que involucran a equipos israelíes a un campo neutral.
Boicots olímpicos y el ejemplo sudafricano
Ante estas campañas de boicot, Israel cuenta siempre con el apoyo incondicional de Estados Unidos, el más influyente dentro del COI. De hecho, la única vez que el Comité Olímpico se ha pronunciado acerca de la participación de Israel en los próximos Juegos de París ha sido para confirmar que los atletas israelíes se alojarían en la villa olímpica junto al resto de deportistas y que, igual que se hizo en los Juegos de Tokio, se tomarían medidas inmediatas ante cualquier acto de protesta contra un deportista israelí, según declaro un portavoz del COI a la agencia de noticias alemana DPA.
En el movimiento palestino de Boicot y Desinversiones son muy conscientes de las dificultades para que el COI tenga un gesto de condena a Israel, sin embargo, en un comunicado publicado el pasado 16 de enero, recordaban que “permitir a Israel, en medio de un genocidio, participar en los próximos JJ OO mandaría un mensaje a la comunidad internacional de que el COI aprueba el mayor de los crímenes de guerra”.
La última vez que los atletas israelíes no estuvieron presentes en unos Juegos Olímpicos fue en la edición de 1980 en Moscú, debido a que se unieron al boicot liderado por Estados Unidos en respuesta a la invasión de Afganistán por parte de la Unión Soviética
La realidad es que la última vez que los atletas israelíes no estuvieron presentes en unos Juegos Olímpicos fue en la edición de 1980 en Moscú, debido a que se unieron al boicot liderado por Estados Unidos en respuesta a la invasión de Afganistán por parte de la Unión Soviética. Antes de eso habían participado en todas las ediciones de los JJ OO de verano desde que, en 1952, fue reconocido el Comité Olímpico de Israel.
Hay un precedente en la historia de los Juegos Olímpicos que podría alimentar el optimismo de la causa palestina, porque fue precisamente con Sudáfrica, el mismo país que ha presentado una demanda contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia, con quien el COI ha tomado las medidas más contundentes en toda su historia. No se le permitió participar en los JJOO en 1964 debido a la política del apartheid y sería finalmente expulsado del COI en 1970 por no respetar la Carta Olímpica. Después de aquello, no volvió a participar en unos JJOO hasta Barcelona 1992, una vez que había puesto fin a este sistema segregacionista.
Aquella reacción del COI fue apoyada por Naciones Unidas y llegó como consecuencia de una larga campaña por el boicot al deporte sudafricano que tuvo en la expulsión de los Juegos Olímpicos su mayor exponente, pero que se mantuvo activa durante décadas. El Movimiento Anti-Apartheid organizó protestas en cada partido disputado por las selecciones de Sudáfrica, con especial énfasis en los de rugby y cricket, los dos deportes más populares en la comunidad blanca del país y consiguió que buena parte de las federaciones deportivas del país fueran excluidas de las competiciones internacionales. Entonces, el apoyo internacional fue muy importante y la exclusión de Sudáfrica de los principales torneos deportivos resultó un factor decisivo para que su gobierno decidiera poner fin a una política criminal.
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A la COI le pasa exactamente lo mismo que a la ONU, que en su base dice luchar por la democracia y la igualdad, pero está controlada por EE.UU y sus intereses, y mientras siga así será una herramienta de propaganda capitalista occidental.
Lo más vergonzoso de todo es que Israel tiene equipos de fútbol dentro de los asentamientos ilegales usurpados a los palestinos.
O todos, o ninguno.No se puede tratar a los palestinos peor que a perros.
No podemos coaccionar o sancionar a Rusia y aplaudir a Israel que ha sido condenada reiteradamente por. diversos tribunales internacionales por sus crímenes de Estado e invasión sistemática de Palestina.
La Corte Internacional de Justicia NO debe de seguir los mismos pasos que la ONU. Donde cinco socios fundadores tienen derecho a VETO. Ahí, radica el "envilecimiento" de los Sionistas judíos en Israel.
NO se debiera VETAR a los deportistas en las competiciones, como se hizo con Rusia. Sin embargo la UE y la OTAN _ NATO. . . ¡Hicieron ganar a Croacia en Eurovisión! Esta Europa de "mercaderes", que le dan la espalda a las gentes de sus países y pueblos, haciéndonos "súbditos" de aquellos que nos encarecen la vida, las libertades y nos hacen "abrazar" a los "genocidas" . . .¡Que ellos quieren!
En la EuroLeague de Baloncesto no se deja competir a los equipos rusos, pero el Maccabbi de Tel Aviv sí que puede hacerlo desde Lituania. Recordar que en 1978 la selección argentina de fútbol ganó su primer mundial en Buenos Aires, mientras miles de argentinxs desaparecían en plena dictadura. Es decir, que Occidente apoyó la dictadura argentina como ahora lo hace con el genocidio perpetrado por Israel.
Saben perfectamente lo que pueden hacer cada uno en su ámbito. No lo hacen porque son cómplices por activa o por pasiva del genocidio contra el pueblo Palestino.