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Movimiento BDS
El movimiento internacional de BDS: una propuesta de apoyo al pueblo palestino desde el consumo
¿Es el BDS un medio eficaz para apoyar al pueblo palestino y poner fin a décadas de colonización, opresión y apartheid? En la Sudáfrica del Apartheid, la campaña internacional de boicot, desinversiones y sanciones, sumada a las acciones de resistencia interna frente a las políticas de apartheid, fue uno de los aspectos claves para poner fin a décadas de opresión y discriminación. En el caso de Palestina, el boicot se muestra como una de las herramientas más útiles (y por ello políticamente más criminalizadas) para poner fin a la ocupación y el apartheid, siendo el boicot económico una de las estrategias más cercanas y asumibles desde la ciudadanía.
¿Qué es el BDS?
En 2005, 170 organizaciones, sindicatos, partidos y grupos de la sociedad civil palestina hicieron un llamamiento a organizaciones y personas comprometidas de todo el mundo a organizarse localmente para poner fin a décadas de ocupación y apartheid, a través de un movimiento no-violento, antirracista, feminista y decolonial basado en el cumplimiento del Derecho Internacional. El apartheid que Israel impone sobre el pueblo palestino se mantiene gracias al apoyo cómplice de instituciones, tanto públicas como privadas, y de muchas empresas que facilitan la opresión en Palestina y en otros muchos lugares. Lo que propone el movimiento BDS es precisamente derribar esos pilares sobre los que sustenta el régimen de opresión sistemática y discriminación institucionalizada a través de campañas de boicot, desinversión y sanciones hasta que se respeten los derechos del pueblo palestino.
Esta campaña, de liderazgo palestino y que tiene por objetivo la libertad, la justicia, la dignidad y la igualdad de derechos, sólo finalizará cuando se logren sus tres objetivos fundacionales, que responden al clamor de los tres «sectores» de población en los que el Estado de Israel ha dividido a la población palestina para intentar quebrar su unidad, su identidad y su capacidad de resistencia: el fin de la ocupación y el desmantelamiento del Muro de la Vergüenza en los territorios ocupados (Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este); la igualdad de derechos para la población palestina ciudadana de Israel y el fin del apartheid; y el derecho al retorno de los más de 7 millones de refugiados y refugiadas, además de los y las palestinas de la diáspora, la población refugiada más numerosa y dispersa del mundo.
En sus 18 años de recorrido, el movimiento BDS ha logrado visibilizar la realidad de la ocupación, ha tejido muchas e importantes alianzas con diversos actores para llevar a cabo sus campañas, y ha cosechado numerosos éxitos, tanto en el ámbito del boicot económico (con la rescisión de contratos a empresas israelíes en diversos países, o la desinversión de empresas extranjeras en la ocupación), como en el cultural (que inició en 2004 y se ha expandido hasta crecer el número de artistas que se niegan a actuar en Israel o se pronuncian contra el apartheid), entre otros. A día de hoy, el BDS sigue siendo una de las principales estrategias de resistencia no-violenta del pueblo palestino, hoy más necesaria que nunca.
¿Cuáles son las empresas o instituciones cómplices objeto de las campañas de BDS?
A través de campañas de Boicot, Desinversión y Sanciones, el BDS busca poner presión sobre todas aquellas empresas o instituciones (públicas y privadas, israelíes y extranjeras) que contribuyan a mantener el régimen de apartheid que Israel impone sobre el pueblo palestino. Como un movimiento de justicia global, también se seleccionan objetivos que ayuden a construir lazos y alianzas con otros movimientos de lucha por la justicia social, ambiental, de género o racial, entre otros.
Es importante señalar que desde el movimiento de BDS no se llama al boicot en base a la identidad, sino a la complicidad. Es decir, no se boicotea a una persona, empresa o institución por el mero hecho de ser, por ejemplo, israelí, sino por su rol en el mantenimiento de un sistema de opresión.
En un mundo en el que las lógicas del consumo capitalista impregnan todas las esferas de nuestras vidas, entender el consumo como un acto político y consumir de manera consciente, entendiendo el impacto que nuestras compras tienen en un nivel más global, es fundamental para comprender cómo funciona el BDS. Por eso, las empresas objeto de campañas estratégicas de BDS son seleccionadas, no sólo por ser cómplices con el sistema de apartheid, sino porque también sirven para ilustrar y explicar cómo funciona ese sistema de opresión y cómo se vulneran los derechos del pueblo palestino.
En estos días circulan largas listas con productos a boicotear, pero siguiendo la lógica de buscar empresas que, por un lado, nos ayuden a explicar lo que pasa, y por otro, ayuden a generar alianzas con otros movimientos de lucha por la justicia y la dignidad, desde el BDS se apuesta por reducir el círculo y así aumentar el impacto. Algunas de las campañas estratégicas de boicot económico accesibles a la ciudadanía son:
1) Hewlett Packard (HP): La empresa de consumibles informáticos, además de vender productos baratos y asequibles, proporciona tecnología, equipamientos y servicios al ejército israelí, incluyendo los equipos de reconocimiento biométrico instalados en los cientos de checkpoints que limitan la libertad de movimiento de las personas palestinas. HP es una marca muy popularizada en empresas e incluso instituciones, por lo que además de no comprar sus ordenadores ni consumibles informáticos de manera individual, podemos trabajar para que nuestras empresas e instituciones cambien de proveedor.
2) PUMA: Como uno de los principales fabricantes de ropa deportiva del mundo, y único patrocinador internacional de la Asociación de Fútbol de Israel (IFA), el patrocinio de Puma aporta legitimidad internacional a las acciones de la IFA. La IFA, como ha documentado Human Rights Watch, incluye clubes de fútbol con sede en asentamientos israelíes ilegales en territorio palestino ocupado. El deporte es, junto a la cultura, una de las estrategias de «normalización» y «blanqueamiento» del apartheid más incisivas, a través de las cuales Israel teje relaciones y se posiciona como un país de vanguardia y democrático. Contribuir al boicot a Puma, además de presionar a la marca para que deje de financiar a clubes de colonos en Cisjordania, permite visibilizar cómo Israel utiliza el deporte para blanquear sus crímenes.
3) Carrefour: En 2022, el Grupo Carrefour anunció un nuevo acuerdo con Electra Consumer Products y su filial Yenot Bitan, ambas activas en la industria de los asentamientos ilegales en Cisjordania. Esta decisión convierte a Carrefour en cómplice de los crímenes de guerra cometidos por el régimen israelí de ocupación, colonialismo de colonos y apartheid sobre el pueblo palestino. Además, durante estos días en los que Israel está perpetrando un auténtico genocidio en Gaza, son numerosas las fuentes que indican que Carrefour está suministrando comida a su ejército. Dejar de comprar en sus numerosos establecimientos y hacerlo en las tiendas de barrio, de proximidad, o en supermercados que no estén ligados a intereses israelís, es una manera de presionar a la cadena para que deje de financiar y sostener los asentamientos de colonos, todos ellos ilegales de acuerdo al derecho internacional.
En la web del Comité Nacional Palestino de BDS se puede encontrar más información sobre éstas y otras campañas estratégicas del movimiento, sobre otros productos boicoteables en nuestro territorio (entre ellos frutas, vegetales o cosméticos), así como sobre boicot académico, deportivo y cultural, igualmente importantes.
¿Qué podemos hacer nosotr@s, individualmente y como sociedad civil organizada?
Desde la ciudadanía, tanto individualmente como de manera organizada, podemos hacer mucho para contribuir a la lucha del pueblo palestino por su libertad. Una de ellas, es sumarse al grupo BDS en tu localidad, y apoyar todas las campañas que desde tu región se estén realizando. Especialmente, en estos momentos en que el horror del genocidio en Gaza nos sobrecoge a todas, no podemos quedarnos calladas, debemos ponernos en marcha para parar esta masacre y la ocupación de un pueblo que dura ya 75 años. Puedes sumarte a BDS o a cualquier organización que se adhiera a los principios del BDS. Igualmente, desde otros colectivos, partidos, sindicatos, se puede llevar la voz y el llamado del BDS para sumarse a campañas en curso o, dentro de sus ámbitos de trabajo, lanzar campañas nuevas.
Individualmente, podemos hacer boicot a un gran número de productos israelíes, pedir a nuestros comercios que no adquieran dichos productos porque están contribuyendo al apartheid en palestina, o incluso informarles de que dejaremos de comprar allí si continúan ofreciendo esos productos. Desde nuestras redes sociales podemos igualmente difundir las campañas y alzar nuestra voz. Los pequeños actos individuales son imprescindibles para hacer que los gobiernos cambien su posicionamiento frente al genocidio en curso, y del silencio cómplice caminen hacia la imposición de sanciones y la defensa de los derechos humanos. Además de asistir y difundir los múltiples actos y manifestaciones que se están convocando en barrios, pequeñas localidades y grandes ciudades, podemos cambiar el perfil en nuestras redes sociales, publicar en los estados las convocatorias, salir a la calle con un pañuelo palestino, poner una pancarta o bandera en nuestra ventana o balcón. En definitiva, hacer visible la causa del pueblo palestino y el genocidio que se está cometiendo.
En redes se están utilizando los siguientes hashtags donde se puede seguir las campañas y las acciones concretas que se llevan a cabo:
#BoycottCarrefour
#BoycottHP
#BoycottPuma
#EmbargoMilitarAIsrael
#SancionesAIsrael
Como dijo Desmond Tutu en plena lucha contra el apartheid en Sudáfrica:
«Si eres neutral en situaciones de injusticia has elegido el lado del opresor».