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Comunidad de Madrid
Mayores entre cascotes y techos rotos en una residencia de mayores privada de Villaviciosa de Odón
Este jueves Juani Peñafiel Eras, responsable de residencias y centros de día privados y concertados de CC OO, se dirigió al juzgado de guardia de Móstoles para poner una demanda. El día anterior habían recibido fotos y vídeos de lo que estaba sucediendo en la residencia de mayores Gerocastillo, de Villaviciosa de Odón. En ella, y a raíz de unas obras en la planta de arriba que incluyen la creación de nuevas habitaciones y la instalación de unas placas solares en el tejado, los mayores conviven con techos caídos, tuberías rotas y cascotes. “Un peligro. Debido a esas obras un operario se cayó al piso de abajo en una habitación donde están los residentes, que no han sido reubicados mientras se realizan estas obras. No se les tiene en cuenta”, denuncia Peñafiel.
📹En la residencia de mayores privada Gerocastillo en Villaviciosa de Odón se están ejecutando unas obras para poner unas placas solares. Uno de los techos se ha derrumbado y los residentes conviven con cascotes y goteras por la rotura de tuberías. pic.twitter.com/1J5a6u7MoL
— El Salto (@ElSaltoDiario) November 22, 2024
Debido también a estas obras, informan desde el sindicato, es habitual cada vez que llueve que caiga agua en cascada en las habitaciones inferiores incluso a través de los huecos de la iluminación de techo, con el consiguiente riesgo eléctrico.
En la residencia Gerocastillo hay techos caídos, roturas de tuberías y cascotes que invaden algunas habitaciones sin desocupar, con residentes encamados, gerocultoras asistiéndoles y albañiles trabajando sin protección, aseguran desde CC OO
Desde CC OO han trasladado la situación a la Comunidad de Madrid a través del CIRA, cuya misión es autorizar, registrar, inspeccionar y controlar la calidad de centros y servicios de acción social, verificando el cumplimiento de los requisitos y condiciones que garanticen a las personas usuarias de los mismos una atención adecuada y de calidad. En la residencia Gerocastillo van a encontrar techos caídos, roturas de tuberías y cascotes que invaden algunas habitaciones sin desocupar, con residentes encamados, gerocultoras asistiéndoles y albañiles trabajando sin protección, asegura el sindicato. “El director general del mayor está para proteger a todos los mayores. Lo ponemos en conocimiento para que sea la administración la que lo haga llegar al estamento que tenga que actuar en estos casos”, indica Juani Peñafiel.
La residencia Gerocastillo es una residencia de titularidad privada para pacientes válidos y dispone de 76 plazas, tal y como se lee en la web geriresidencias. La Comunidad de Madrid cuenta con 52.000 plazas autorizadas de atención especializada en las cerca de 500 residencias de mayores repartidas por toda la región, la mayoría de ellas privadas. Solo 25 están gestionadas de manera pública al 100%.
Condiciones laborales
Además de los riesgos laborales, existe una situación de precariedad entre las gerocultoras que denuncia este sindicato: las personas trabajadoras se ven obligadas a realizar jornadas de 13 horas, durante dos días seguidos, librando otros dos, lo que conlleva la realización de aproximadamente 200 horas al mes.
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Por otro lado, y siempre en palabras de CC OO, el personal que realiza las funciones de enfermería parece ser que carece de titulación homologada. “En las ocasiones en las que han realizado alguna inspección al centro, a ese personal se le ha obligado a salir por la parte trasera y entrar de nuevo vestidos de calle como si fuesen familiares”, denuncian.
“Por desgracia, lo que nos llega no es ni una cuarta parte de lo que hay porque las trabajadoras tienen miedo. Cuando nos llega es tarde y en muchos casos ni nosotros ni la administración nos enteramos de lo que pasa dentro”
Preguntada por si lo que ocurre en esta residencia es excepcional dentro del colectivo de las residencias privadas, Peñafiel es clara: “Por desgracia, lo que nos llega no es ni una cuarta parte de lo que hay porque las trabajadoras tienen miedo. Cuando nos llega es tarde y en muchos casos ni nosotros ni la administración nos enteramos de lo que pasa dentro. Nos enteramos cuando las trabajadoras no pueden más por la situación de los residentes y la que están viviendo ellas”, concluye.