Cine
‘El cuarto reino’ y los apocalipsis de ahora mismo: de los plásticos y el reciclaje de cosas o personas

El cuarto reino, un inusual documental sobre un centro de recuperación de envases ubicado en Nueva York y las personas que lo frecuentan, recuperadores de residuos que rondan la exclusión social, adquiere un cierto aire de distopía real en los márgenes del delirio productivista.

‘El cuarto reino’, poesía entre los desechos
‘El cuarto reino’, poesía entre los desechos.

En los últimos tiempos ha hecho fortuna la expresión “emergencia climática”, cuyas connotaciones dotan de una mayor gravedad a eso que hemos acostumbrado a denominar (¿de manera demasiado aséptica?) cambio climático. El cuarto reino, un documental codirigido por Adán Aliaga (Estigmas) y Àlex Lora, puede llegar a apabullar al público sensible. Porque sus autores centran completamente su mirada en Sure We Can, un centro de recogida de residuos sin ánimo de lucro ubicado en Nueva York. En sus espacios se abarrotan miles y miles de envases que sugieren la vertiente distópica de la falsa utopía a la que se refiere el título del filme: ese reino de los plásticos que, en los años 50, se promocionaba como un avance tecnológico con aplicaciones casi infinitas.

Ya bien entrado el siglo XXI, los plásticos se han señalado como un grave problema medioambiental y sanitario. El cuarto reino no aspira a retratar la dimensión del desastre, sino que ofrece un inusual retrato paisajístico y humano de un espacio. Decenas de personas, algunas de ellas en graves dinámicas de exclusión social por falta de techo o adicciones, venden en Sure We Can los recipientes que recuperan por las calles de la ciudad. El centro fue fundado más de una década atrás por una cooperante española, Ana De Luco, y un recogedor de latas local, Eugene Gadsden.

La denuncia ecológica o social suele quedar en el terreno de lo implícito. Muchas escenas del filme siguen las convenciones de un documental contemplativo, basado en la observación pura, que no incluye recursos periodísticos (como el uso de voces en off o infografías) ni explicita una voluntad divulgativa. La inclusión de locuciones radiofónicas sobre la existencia posible de vida en otros planetas, o la filmación de actuaciones teatrales vanguardistas que tienen lugar en el centro, abren el filme a lo simbólico (no hay que olvidar el uso de la palabra “aliens” para referirse a los migrantes) y a la exploración de atmósferas enrarecidas.

Si la literatura de Raymond Carver y compañía cargó con la etiqueta del realismo sucio, Aliaga y su equipo intentan extraer una cierta magia de entre las ruinas y los desechos. A través de un evidente gusto por lo extravagante, expanden una propuesta cuyo núcleo es una realidad marcada por la presencia constante del residuo. Con todas sus dificultades, las personas que se implican en Sure We Can llegan a vivir una especie de renacimiento (en forma de rehabilitación social o de matización de la miseria económica) a partir de un material tan estéril como los plásticos abandonados. Si las latas vuelven a ejercer su función de envase a través del reciclaje, algunos de los canners se reintegran en una sociedad de la que habían sido excluidos gracias a su recogida. Hay momentos para el abatimiento, para el humor y también para una cierta nostalgia. Varios personajes parecen mantener vidas congeladas, en la mitad de un proceso de sanación que no acaba de completarse.

“No nos hemos querido centrar en la parte más lacrimógena sino hacer una película más poética, pero muchas de las personas que aparecen han vivido historias duras”, recuerda Adán Aliaga, uno de los directores

“No nos hemos querido centrar en la parte más lacrimógena sino hacer una película más poética, pero muchas de las personas que aparecen han vivido historias duras”, recuerda Aliaga. El empeño puede resultar discutible, pero los autores no usan recursos embellecedores. La poética que persiguen no surge de un artificioso coloreado de la realidad, aunque Aliaga y Lora escojan el material que les puede servir para convertir su obra en una experiencia estética. En este aspecto, destacan los fragmentos de performances del Dzieci Theatre Group: “Incluimos momentos de tres de las muchas representaciones que grabamos, porque podían enfatizar ese tono que buscamos, un cierto estado de ánimo, a través de la belleza estética de su trabajo”.

Coralidad con un eje

La de El cuarto reino es una historia de grupo, pero Aliaga y Lora la han dotado de una cierta columna vertebral otorgando protagonismo a Rene del Carmen. Antiguo recogedor de envases que había caído en el alcoholismo, ahora es uno de los principales responsables de Sure We Can. “Para nosotros el protagonista real es el centro, pero fuimos vinculándonos con Rene, primero a través del idioma que compartimos y luego de una manera más emocional”, explica Aliaga. Para el cineasta, tenía sentido que él fuese el eje del filme porque “es el que vive ahí, el que conoce el espacio, el que arregla los problemas”.

Un fotograma de la película ‘El cuarto reino’
Un fotograma de la película ‘El cuarto reino’, dirigida por Adán Aliaga y Àlex Lora.

Uno de los aspectos sorprendentes de la obra es que se ofrece una cierta narración sin que se suelten las amarras que la unen con una cierta tradición de documentalismo lacónico. Varias escenas de anhelos, sinsabores y despedidas lanzan hilos de historias posibles que no se acaban de desarrollar o resolver completamente. El resultado llega a parecer un documental fingido que usa los resortes del género para dotar de mayor autenticidad a una historia guionizada. Según Aliaga, no ha habido escenificación alguna, sino que pudieron escoger los momentos que proporcionasen un esqueleto dramático gracias a un largo trabajo de rodaje y montaje: “Nosotros no dijimos a nadie lo que tenía que decir o hacer. Lo que pasa es que filmamos más de 400 horas durante tres años. Y la posproducción ha llevado más de un año con tres montadores dedicados a conseguir la estructura y el tono que queríamos”.

Esta naturaleza de narración esquiva facilita que la audiencia abandone el cine con muchas preguntas por responder. Comenzando por el retorno permanentemente postergado de Del Carmen, quien no se reúne con su familia en México a pesar de haberse marcado ese objetivo años atrás: “Yo creo que ni él sabe porqué no vuelve. Es un interrogante más en una película que está llena de ellos. Rene puede enviar divisas a su familia, pero supongo que no tiene suficiente dinero como para construir una casa en su país natal y conseguir que los suyos se sientan orgullosos. No ha cumplido esa idea del sueño americano. Así que sigue trabajando, siempre un tiempo más, esperando encontrar el momento para regresar”, explica Aliaga.

Otro de los picos dramáticos del filme surge por la vuelta a España de la fundadora del espacio. El codirector de El cuarto reino nos explica que ella volvió de nuevo a Sure We Can. El realizador mantiene en contacto con algunos de los protagonistas del documental: “Hablo bastante con Lucius. Y Rene sigue sin volver. Se fijó mucho en cómo rodábamos y ahora monta y edita vídeos sobre los eventos que tienen lugar ahí”. Mientras la vida de los protagonistas sigue adelante, a veces en un cierto suspenso, también lo hacen algunos problemas endémicos: “Hay una presión inmobiliaria muy fuerte en la zona donde se sitúa el centro. Los propietarios del espacio tienen una oferta millonaria para construir pisos y está por ver cuál será su futuro”.

La realidad como postapocalipis

Al codirector del filme no le ha sorprendido que la crítica haya recibido El cuarto reino como una especie de documental distópico, o posapocalíptico, donde reinan las ruinas y las historias de supervivencia precaria. La diferencia con los filmes de fantasía es que los apocalipsis que sobrellevan los personajes son muy reales: desde un modelo de producción que no tiene en cuenta la optimización de los recursos naturales, hasta una cierta cotidianización de la pobreza y la exclusión social.

Aliaga y Lora enfatizan esa apariencia al recluir la cámara en el centro de Sure We Can. Las imágenes de deshechos son omnipresentes. En cambio, apenas enseñan unos pocos metros de ese entorno urbano que les proporciona la subsistencia a través de residuos. El director alicantino, a su vez, da una vuelta a la recepción cinéfila de El cuarto reino: el apocalipsis, entre comillas, tendría lugar si los protagonistas no llevasen a cabo su labor de recolección. “Son miles y miles de personas. Creo que, si estuviesen dos días sin recoger residuos, la ciudad se colapsaría y no se podría caminar por sus calles. En este sentido sí que se podía dar un apocalipsis medioambiental”, opina.

Los recuperadores se convierten así en una suerte de abejas que, mediante sus acciones, mantienen el precarísimo equilibrio de una urbe que no deja de producir basura. El premio es poco generoso: una economía de subsistencia precaria que da aire a los canners, pero que, como al protagonista Rene, les mantiene lejos de la posibilidad de cumplir el mito del sueño americano. O, sencillamente, de llevar aquello que algunos llaman “la vida buena”.

Archivado en: Cine
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

O Teleclube
O teleclube 'Prefiro Condenarme', o novo documental de Margarita Ledo estréase en ‘O Teleclube’
Sagrario, a muller protagonista desta historia, figura como un símbolo de rebeldía e valentía en tempos de ditadura na nova aposta de documental creativo da directora Margarita Ledo.
Cine
Cine Nicolás Pereda, el Hong Sang-soo mexicano que habla de clases y desigualdad con humor (extraño)
El realizador presenta su último largometraje, ‘Lázaro de noche’, una comedia contenidísima sobre los deseos y sobre el trabajo cultural, en el marco de L’Alternativa, Festival Internacional de Cinema Independent de Barcelona.
Cine
Cine y Economía Solidaria Cine y Economía Solidaria
El cine ha demostrado a lo largo de los años que es una potente herramienta para impulsar el cambio ¿Puede la Economía Social y Solidaria servir de
República
Movimiento republicano “Hasta que se vayan”: lema de la segunda Marcha Republicana fijada para 2025
En junio de 2025 la marea republicana se propone llevar a cabo una segunda demostración de rechazo a la monarquía. En la edición de este año se movilizaron miles de personas de distintos puntos del Estado.
Literatura
Gabriela Wiener “Me pregunto si es posible hacer libros que cambien el discurrir del mundo”
La escritora peruana afincada en Madrid ha publicado recientemente ‘Atusparia’, una novela que recorre el pasado, el presente y un posible futuro de su país, un territorio de represión pero también de luchas por el territorio y por el porvenir.
Comunidad de Madrid
La uni se ahoga Ayuso recula ante una comunidad universitaria en lucha: acepta los 169 millones del Gobierno para profesores
El gobierno de Ayuso está planteando una “propuesta alternativa”, que enviará al Ministerio de Ciencia, quien expresaba por carta que “no es comprensible ni explicable” el rechazo a la inyección económica.
Palestina
Palestina “Es nuestra tierra”: colonos israelíes acampan en la frontera con Gaza para lograr un regreso permanente
Envalentonados, un grupo de ultranacionalistas israelíes están acampando cerca de la frontera con la Franja de Gaza para ser los primeros en establecer ahí su nuevo hogar.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.
PSOE
Congreso del PSOE El PSOE borra la Q y el ‘plus’ de las siglas LGTBIAQ+ y los colectivos responden: “Se trasladará en violencia”
Unas enmiendas aprobadas durante el 41º Congreso Federal del PSOE piden excluir a las mujeres trans del deporte femenino y eliminan la ‘Q’ y el ‘plus’ en las siglas del colectivo queer en los documentos internos del partido.

Últimas

Violencia machista
Violencia sexual Las artes escénicas de Granada apoyan a las denunciantes de agresiones sexuales en la escuela de teatro
Organizaciones, profesionales y personas vinculadas a las artes escénicas granadinas firman un comunicado donde expresan su apoyo público y sin fisuras a las denunciantes de abusos sexuales por parte del director de La Seducción, Marcos Julián, y señalan la necesidad de protocolos específicos para lograr espacios escénicos seguros
Exclusión sanitaria
Exclusión sanitaria Casi 30.000 personas fueron expulsadas del sistema sanitario en los últimos 32 meses
Un informe de Médicos del Mundo detecta casi 70.000 barreras en la sanidad pública, que sufren principalmente las personas en situación irregular. Mientras, la ley para retornar a la universalidad en la atención permanece en trámite.
Urbanismo
Opinión Desordenación del territorio de la mano del Gobierno regional de Madrid
La Comunidad de Madrid impulsa, mediante tramitación de urgencia, un proyecto de ley Omnibus que afecta a diez leyes regionales con cambios de calado.
Más noticias
México
México Mar en Jaque: Trampas al agua
En esta entrega de la serie sonora sobre la salud de las costas mexicanas exploramos cómo actividades como la pesca y el marisqueo, al extraer especies de los ecosistemas, pueden comprometer su equilibrio
Lobo
Fauna amenazada La última llamada para frenar la desprotección del lobo pasa por Berna
El Comité Permanente del Convenio de Berna relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa decidirá esta semana si acepta la propuesta de la UE de rebajar el estatus de protección del 'Canis lupus'.
Lobo
Opinión El lobo, la democracia y el infierno
La protección del lobo es una cuestión de interés general y de defensa del equilibrio ecológico, pero también de autodefensa democrática contra los discursos de odio y de polarización extremista que están envenenando la convivencia.

Recomendadas

Sevilla
Palestina Dabke: zapateado colectivo para preservar la identidad palestina ante el genocidio
El grupo de dabke Haweia se encuentra realizando una gira por diferentes ciudades del Estado español para “preservar y promover la identidad cultural palestina utilizando el arte” frente al genocidio que está cometiendo Israel en el territorio.
Melilla
Melilla Encerradas en la ciudad frontera: las trabajadoras marroquíes en Melilla se han cansado de esperar
Desde que en 2020 se cerrara la frontera con Nador, muchas personas marroquíes que hasta entonces podían desplazarse entre ambas ciudades, se han visto empujadas a un callejón burocrático. Un informe documenta las trabas con las que se encuentran.
Kurdistán
Hawzhin Azeez “Encarcelar a Öcalan es encarcelar a toda la nación kurda”
La académica kurda Hawzhin Azeez reflexiona sobre la actualidad de Kurdistán, la posible (pero remota) reactivación de los diálogos de paz en Turquía y la importancia de las mujeres kurdas para la liberación de su pueblo.
PSOE
Congreso Federal del PSOE Sánchez activa el recambio de barones díscolos y compra tiempo sobre la financiación catalana
El 41 cónclave federal del PSOE confirma que Pedro Sánchez no tiene rival en el partido socialista y que varias federaciones en crisis interna, con Madrid a la cabeza, van camino de tensas primarias.