Cine
‘Blanquita’, una ficción incierta para cuando ya no sabes qué es verdad

El realizador Fernando Guzzoni se inspira en el caso real de una red de pederastia para construir ‘Blanquita’, una propuesta a caballo entre el drama social y el ‘thriller’ político.
Fotograma de la película ‘Blanquita’, de Fernando Guzzoni
Fotograma de la película ‘Blanquita’, de Fernando Guzzoni.
12 may 2023 06:00

En el año 2003, el empresario chileno Claudio Jaime Spiniak fue acusado de pertenecer a una red de pederastia, prostitución y abuso de menores. En semanas posteriores, el escándalo fue a más: la diputada Pía Guzmán afirmó que tres representantes políticos habían mantenido vínculos con la red de Spiniak. Entre informaciones contradictorias sobre esta ramificación del caso, la chica que aportaba testimonio contra dos políticos, Gemita Bueno, acabaría declarando que había mentido. Posteriormente, sería condenada por falso testimonio.

“Siempre me quedó la sensación de que había un revés del caso que la verdad judicial y el establishment, por decirlo de alguna manera, no lograron capturar”, recuerda Fernando Guzzoni

El realizador Fernando Guzzoni (Jesús) explica que estuvo muy atento a este proceso judicial en sus momentos de máxima cobertura mediática. A lo largo de los años, dirigió dos ficciones y un documental, pero la trama de pederastia volvía a su mente de manera habitual. “Siempre me quedó la sensación de que había un revés del caso que la verdad judicial y el establishment, por decirlo de alguna manera, no lograron capturar”, explica el realizador. En una de estas vueltas a pensar el caso, volvió a mirarlo y sintió “que había una película”.

El proyecto podía haberse abordado desde diferentes puntos de vista. Blanquita podría haber sido abordado como un drama social, un drama judicial, un thriller judicial, un thriller político y mil y una hibridaciones y recombinaciones. Para su autor, el resultado es un thriller que no es químicamente puro. “No solo es un ejercicio de género, porque trae aparejadas unas preguntas con dimensiones políticas y humanas sobre el rol de las instituciones, sobre las asimetrías del poder, sobre cómo nuestra sociedad construye ciudadanías de segunda que no tienen acceso a los derechos humanos”, afirma.

El realizador emplea una fotografía oscura que remite a la estilización del thriller. En cambio, rehuye la inflación sensacionalista propia de la vertiente más espectacular de ese género. La manera contenida cómo filma un asalto automovílistico es un ejemplo de ello: el ataque sucede, pero no se resalta a través de un dispositivo visual agresivo. El autor también optó por “dejar fuera de las imágenes mucha de la violencia que estaba representada oralmente en la película para que no hubiese banalización ni morbo, ni se generase una revictimización”.

Guzzoni emplea las formas de un cine sobrio, sin morbo sexual ni violencia recreativa, que no deja de ser apto para un público razonablemente amplio

Guzzoni emplea las formas de un cine sobrio, sin morbo sexual ni violencia recreativa, que no deja de ser apto para un público razonablemente amplio. Considera que el thriller era el dialecto fílmico idóneo para “construir un puente con la audiencia”. A la pregunta de si le generaba dudas o veía tensiones en usar dispositivos y logísticas del cine comercial para retratar a personajes socialmente excluidos, responde que “hay operaciones formales que a veces son necesarias para instalar temáticas en el debate público. El tema de los abusos a menores era muy espinoso, y me parecía idóneo construir un anclaje de género para poder llegar a cierta audiencia, para plantear una discusión y una reflexión incómoda y a contrapelo de lo oficial”.

El asunto resbaladizo de definir qué es verdad

La protagonista de Blanquita falsea su posición. Es una niña realmente abandonada y excluida, pero que miente para defender una verdad que no puede defender su compañero. Es él quien ha sido víctima de abusos sexuales, pero se le considera un testigo no fiable por su pasado y por un cierto deterioro cognitivo. Guzzoni escenifica “un traspaso oral del dolor de un personaje de un niño a esta niña que pasa a ser la voz de los sin voz, aunque sea con una doble moral”. Al realizador le fascinó la idea que una joven “sin poder, sin posición social, pone en tensión a todas las instituciones e interpela a poderosos”.

“La verdad judicial estableció que ese político era inocente, pero somos muchos los que creemos que lo que verdaderamente ocurrió se parece más a lo que explica la película que a la verdad judicial”, asegura el director

El realizador optó por tomarse algunas licencias que evidenciasen que no firmaba una reconstrucción histórica, sino que “tomaba elementos del caso donde la ficción se colaba con libertad”. Los nombres están cambiados, pero los referentes reales son fácilmente identificables para cualquier conocedor del caso. Blanquita está inspirada en la mencionada Bueno, y el cura que la acompaña remite a José Luis Artiagoitía, condenado por inducción a falso testimonio. En la ficción, el exministro al que acusan es un pederasta al que no se puede acusar mediante la verdad. El cineasta considera que “la verdad judicial estableció que ese político era inocente, pero somos muchos los que creemos que lo que verdaderamente ocurrió se parece más a lo que explica la película que a la verdad judicial”.

Los protagonistas se retratan como héroes imperfectos que usan la mentira como un desvío para acceder a la reparación, como una herramienta necesaria para quebrar “esa impunidad que forma parte de la lógica de la justicia en un país como Chile”, explica Guzzoni

En todo caso, los protagonistas de Blanquita se retratan como héroes imperfectos que usan la mentira como un desvío para acceder a la reparación, como una herramienta necesaria para quebrar “esa impunidad que forma parte de la lógica de la justicia en un país como Chile”, explica Guzzoni. Según el realizador, Blanquita “acciona una respuesta a la impunidad de unos poderes que históricamente han disciplinado, han racializado, han oprimido a los mismos cuerpos de siempre, pero no lo hace desde el lugar que el mundo conservador ha reservado a lo femenino. No es un personaje puro, higienizado, santificado, y eso me parecía subversivo”.

El filme es sólido como artefacto híbrido de géneros y, a la vez, parece vaporoso y esquivo en su relación con lo real. Solo al final se indica que hay un vínculo con acontecimientos verídicos. Y el verbo escogido para explicarlo resulta relevante: la obra está “inspirada”, que no “basada”, en unos genéricos “hechos reales” que no se explicitan. El relato se basa en los testimonios, en la oralidad. Y esta oralidad se asume como problemática y no del todo confiable, como origen de incertidumbres, sobreentendidos, imprecisiones y sospechas. El resultado es una película resbaladiza para un caso resbaladizo.

Si Guzzoni habla de “cómo los relatos construyen una realidad”, su obra muestra un camino incierto que resulta interesante e inquietante a la vez. Y que genera un efecto bastante diferente al que hubiese producido un relato de denuncia sobre los hechos probados del caso Spiniak. “Siento mucho respeto por un cine con un carácter más de denuncia, especialmente en el ámbito del documental, pero en el ámbito de la ficción me parece más interesante tensionar la realidad, problematizarla, que posicionarme de una manera muy activista o muy proselitista”, declara Guzzoni.

Mírame, mírame

Blanquita se estrenó en Chile el pasado 27 de abril con el aval de un premio al mejor guion en la sección Orizzonti del Festival de Cine de Venecia. La película incluye unos cuantos dardos: los partidos políticos reaccionan de manera defensiva, protegen a los acusados para protegerse a sí mismos, y la Iglesia también parece bastante interesada en contribuir a enterrar el caso. Guzzoni considera que la amplia cobertura mediática que, a su parecer, ha recabado el filme sugiere que más personas comparten su sensación “de que la verdad jurídica no logró capturar toda la complejidad de este caso”.

‘Blanquita’, de Fernando Guzzoni

Algunos acusados fueron absueltos, y esa “verdad judicial” de la que habla Guzzoni fijó que habían sido señalados de manera conscientemente falsa. Pero más allá de esa ramificación del caso relacionada con representantes parlamentarios en ejercicio, se probó una red de pederastia y abuso sexual de menores que depredaba a los más vulnerables entre los más vulnerables: niños de la calle y huérfanos de las clases populares. La película, a su manera, también pone un espejo a través del que mostrar un problema estructural de fondo: “Las instituciones destinadas a la atención a la infancia siguen fallando”, afirma el realizador.

En este aspecto, hay una responsabilidad colectiva que depurar. El filme acaba con un plano contundente realzado por un bello juego de luz, oscuridad y sombras. La protagonista está con una mirada perdida que termina redirigiendo hacia la cámara, no de frente sino en diagonal, en un gesto que puede parecer acusatorio hacia una sociedad indiferente. Guzzoni explica que su intención era doble. Por una parte, estas imágenes implican una cierta ruptura de la cuarta pared que recuerda a la audiencia que la protagonista era “un personaje del interior de una película”, pero también suponen una interpelación a la audiencia: “Es como si Blanquita te dijese ‘mírame, mírame y piensa cuál es tu posición sobre lo que acabas de ver’”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Cine
Cine y Economía Solidaria Cine y Economía Solidaria
El cine ha demostrado a lo largo de los años que es una potente herramienta para impulsar el cambio ¿Puede la Economía Social y Solidaria servir de
Transporte público
El 47 50 años después y el bus sigue sin llegar
La historia de Manolo Vital nos recuerda que cada viaje esconde historias de esfuerzo, y que a veces un autobús puede ser el único puente hacia la dignidad de un barrio olvidado.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el Centro de Acogida, Emergencia y Derivación (CAED) de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el estado español.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Uruguay
Uruguay La izquierda parte como favorita en la segunda vuelta de las elecciones en Uruguay
El candidato del Frente Amplio, Yamandú Orsi, parte con ventaja en las encuestas. El alto número de indecisos, y la ausencia de mayorías en parlamento y senado, marcan estos comicios.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.
Dana
Encuesta Tres de cada cuatro personas en España ligan la virulencia de la dana con el cambio climático
Una encuesta realizada por More in Common señala que una amplia mayoría de la población considera que el país está mal preparado para adaptarse a los fenómenos extremos que trae la crisis climática y debe hacer más esfuerzos al respecto.
Más noticias
Opinión
Opinión La eclosión del autoritarismo reaccionario y otras nueve tesis sobre la victoria de Trump
La victoria del candidato republicano nos ha demostrado que estamos en una nueva era: la del neoliberalismo autoritario, en donde el camino del mal menor propuesto por los Demócratas ha sido la fórmula más rápida para llegar al mal mayor.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.