We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Crisis climática
La Haya se convierte en la primera ciudad que prohíbe anuncios de combustibles fósiles
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
Las contradicciones respecto a los combustibles fósiles que mantenemos como especie son infinitas. Un país como Países Bajos, con una elevación media de 30 metros sobre el nivel del mar y con un cuarto de su territorio bajo el nivel del océano que lo baña, gasta —según el Centro de Investigación sobre Corporaciones Multinacionales SOMO— 37.500 millones de euros al año en subsidios a los combustibles que provocan un cambio climático que amenaza la mera existencia del país.
Greenwashing
Greenwashing Repsol, denunciada ante Competencia y Consumo por publicidad engañosa
El fuerte movimiento por el clima del país, no obstante, se ha anotado varias victorias en los últimos años. La Haya, la ciudad donde un tribunal declaró culpable a la petrolera Royal Dutch Shell por provocar la crisis climática, ha aprobado una propuesta que prohíbe la publicidad de los combustibles fósiles, convirtiéndose en la primera urbe del planeta que lo hace mediante una ordenanza de carácter local.
La nueva legislación, que estará en vigor el 1 de enero de 2025, no se ciñe a los mensajes publicitarios de empresas dedicadas a la extracción, procesamiento y comercialización de combustibles fósiles. También eliminará completamente del espacio público los reclamos sobre productos y servicios con altas emisiones tales como viajes en avión, cruceros o vehículos propulsados a combustión.
Para Femke Sleegers, del colectivo Reclame Fossielvrij, “esta decisión podría tener un efecto de bola de nieve en todo el mundo”
La decisión sigue la senda de la campaña World without fossil ads (Un mundo sin anuncios fósiles), que pretende acabar con este tipo de mensajes comerciales, al igual que se ha hecho con otros productos en múltiples países y espacios, como es el caso del tabaco. “La Haya quiere ser climáticamente neutral en 2030. Por lo tanto, no tiene sentido permitir la publicidad de productos de la industria fósil”, ha señalado Leonie Gerritsen, concejal del Partido de los Animales, la formación que puso la propuesta sobre la mesa.
La Haya, no obstante, no es la única ciudad que lo está planteando, aunque sí la primera que lo ha hecho realidad: el consejo municipal de Edimburgo (Escocia) tomó el pasado mayo una decisión similar, aunque con menor alcance, al prohibir la publicidad relativa a combustibles fósiles en las propiedades de la ciudad. En Toronto (Canadá) está sobre la mesa una moción para “restringir la publicidad falsa y engañosa de los grupos de presión del sector del petróleo y el gas” en el transporte público. Y en otras urbes, como Graz (Austria), se han planteado medidas similares, en este caso sin éxito. Para Femke Sleegers, del colectivo Reclame Fossielvrij (Publicidad libre de combustibles fósiles), “esta decisión podría tener un efecto de bola de nieve en todo el mundo”.
Sumas milmillonarias para “distorsionar la verdad”
Lejos de quedarse en una escala local, la prohibición de anuncios relativos a servicios que aceleran la crisis climática tiene una más bien global. El pasado 5 de junio, declarado día de Medio Ambiente, el secretario general de la ONU, António Guterres, declaró: “Insto a cada país a prohibir la publicidad de las empresas de combustibles fósiles. Y pido a los medios de comunicación y a las empresas tecnológicas que dejen de aceptar publicidad de combustibles fósiles”.
El secretario general no se limitó además a formular la petición, sino que fue muy crítico con el sector de la energía fósil. “Se han gastado miles de millones de dólares para distorsionar la verdad, engañar al público y sembrar dudas”, señalaba en relación a dicho lobby, empresas a las que calificó de “padrinos del cambio climático”, y sus comunicaciones públicas.
Thijs Bouman: “La publicidad fósil normaliza y promueve comportamientos insostenibles y desincentiva los sostenibles, socavando activamente la actual política climática”
La eliminación de las comunicaciones con fines comerciales del sector con mayor peso en la catástrofe climática es una de las medidas para frenar la crisis que desde ámbitos científicos se han recalcado en numerosas ocasiones. Así lo recoge el documento La prohibición de la publicidad sobre combustibles fósiles es esencial, pero otras medidas son asimismo necesarias, enviado por un panel de científicos al ministro Clima de los Países Bajos.
Greenwashing
Greenwashing Reino Unido prohíbe los anuncios de combustibles fósiles de Repsol, Shell y Petronas por ‘greenwashing’
Uno de ellos, Thijs Bouman, expone que “la publicidad fósil normaliza y promueve comportamientos insostenibles y desincentiva los sostenibles, socavando activamente la actual política climática”. Para él, serían necesarias grandes inversiones públicas para contrarrestar los efectos negativos de este tipo de anuncios.