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Biodiversidad
¿Dónde se ha metido la pantera de Guadalajara?
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
Avistamientos, llamadas a la Guardia Civil, batidas, paseos hasta el enésimo punto donde se han visto rastros, reportajes en la prensa estatal, moldes de huellas... La historia llegó hasta –ponga música inquietante aquí– Cuarto Milenio, donde Iker Jiménez aparcó avistamientos ovni y escuchas fantasmales en castillos en ruinas para perseguirla.
Uno de los vídeos grabados del animal que estaba en boca de todos en las habitualmente olvidadas tierras de la Serranía Celtibérica, entre Guadalajara y Soria, aparecía repetidas veces en el programa dedicado al misterio y lo paranormal. En un momento dado –sonido grave de cuerdas inquietante dentro de nuevo–, Jiménez, tras examinar con veterinarios y expertos huesos de corzo y huellas de felino en las inmediaciones de La Bodera (Guadalajara), proclamaba: “Sin duda, la pantera, esta vez no; no es ninguna leyenda”.
Un gran felino danzando en las tierras altas castellanas. Ni más ni menos.
Si en este punto aparece el escepticismo y la sonrisa empieza a dibujarse en la cara, un dato: en noviembre de 2016 el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil detenía a un hombre en Arboleas (Alicante) que tenía en su propiedad, además de gran cantidad de aves exóticas y pequeños mamíferos, un ejemplar de Panthera Pardus en una jaula cerrada con llave.
Sí, una pantera negra. O más precisamente una variación de color negro del leopardo, ya que pantera negra no es una especie en sí, sino que es como se conoce a la variación del leopardo o el jaguar que sufren de melanismo, un exceso de pigmentación oscura en las células de la piel.
Pumas escoceses
No es el único caso en Europa. En 1980 un granjero de Easter Ross (Escocia) capturaba a un puma hembra tras la denuncia de una serie de matanzas de ganado. Se trataba de uno de los dos ejemplares que un hombre había soltado en las tierras altas escocesas el año anterior, antes de entrar en la cárcel. El otro gran felino apareció en las inmediaciones de Inverness, localidad situada junto al lago que alberga otro esquivo mito: el monstruo del Lago Ness.
Hay casos reales, es un hecho, pero la proporción de estos respecto al número de denuncias y avistamientos es residual. Y hay lugares donde el fenómeno, apodado Alien Big Cat, es casi un pasatiempo nacional. Tal como señala Merrily Harpur en su libro Mystery Big Cats, existen “conmociones por gatos”, según sus propias palabras, entre 2.000 y 4.000 veces al año en el Reino Unido. De hecho, Gales posee una Unidad de Avistamiento de Gatos Grandes, aunque sus capturas se cuenten con los dedos de la mano.
Tras la pareja de pumas escoceses –salvando esporádicos casos de felinos a la fuga de circos o zoológicos, siempre comunicados por sus responsables y rápidamente apresados–, solo está confirmada la captura un depredador de gran tamaño en el Reino Unido. Se llamaba Pete Bailey, un criptozoólogo que, en su empeño –de 15 años– para atrapar a la llamada bestia de Exmoor (suroeste de Inglaterra), pasó dos noches en una de las jaulas trampa que había preparado para capturar al animal tras tropezar con el mecanismo de cierre.
La anécdota la relata el periodista, escritor y conocido militante ecologista británico George Monbiot en Salvaje: renaturalizar la tierra, el mar y la vida humana (Capitan Swing, 2017). El libro cuenta con todo un capítulo, titulado El leopardo jamás visto, dedicado al avistamiento de grandes felinos en las islas británicas.
La bestia de Exmoor, la pantera de Pembrokeshire, la bestia de Bodmin, el puma de Crystal Palace, la pantera de Sydenham… La literatura en los medios de comunicación británicos, tan amantes del sensacionalismo, es extensa. No se salvan plataformas de reconocido prestigio como The Guardian o la BBC.
La primera publicaba en 2005 el relato de un hombre que aseguraba que el felino avistado en Sydenham saltó sobre su pecho: “Vi unos dientes enormes y el blanco de sus ojos a escasos centímetros de mi cara. Gruñía y rugía, y de verás pensé que quería hacerme daño”.
El mismo año la BBC sacaba un reportaje en el que otro hombre aseguraba que el mismo felino le tuvo bajo sus garras unos 30 segundos, dejándole rasguños por todo el cuerpo. No todo el mundo le cree. Monbiot señala que “de haber sido atacado de ese modo por un leopardo, le habría arrancado el cuello antes de que pudiese parpadear”.
Ver es creer
Photoshop y relatos de homo sapiens necesitados de 'casito' aparte, el ecologista señala que “la mayoría denuncia avistamientos de buena fe”. Creen firmemente haber visto lo que dicen haber visto. Monbiot se entrevistó con Michael Disney, expolicía y funcionario municipal del condado de Pembrokeshire (Gales), quien aseguraba haberse topado con la famosa pantera que, tras una decena de avistamientos y unos cuantos más artículos, llevaría el nombre del citado condado. “Yo vi lo que vi, y ya está. La gente puede creerlo o no. No estoy intentando convencer a nadie”, decía el exagente.
Monbiot señala que le pareció “incuestionable” que Disney era un hombre honesto y “sin ningún interés de hacerse publicidad; de hecho, parecía avergonzado por el asunto”. Asimismo, remarca: “Estoy seguro de que, como otras personas que afirman haber visto a la bestia, describió lo que vio fielmente. Del mimo modo, estoy seguro de que la pantera de Pembrokeshire no existe”.
Como el azabache
En las tierras altas de Guadalajara y Soria los relatos son similares. Iker Jiménez entrevistaba para su programa a Diego Serrano, vecino de La Bodera, quien relató al presentador de televisión su encuentro:
—¿Era muy negra muy negra?
—Negra.
—Negra, no marronazo.
—Negra como el azabache. No hay duda. Si yo luego la seguí, ya te digo que era una pantera.
Serrano es el responsable una de las pruebas más llamativas sobre la existencia de la pantera de Guadalajara: un vídeo que él mismo grabó, cuando paseaba con su perro, en el que se puede ver a un animal paseando por las inmediaciones de La Bodera.
Se trata de uno más de la decena de testimonios que los medios han recopilado por la zona en los últimos seis meses del pasado año. Se ha visto al 'bicho' en La Bodera, Jadraque, Cendejas de la Torre… Principalmente en los territorios enmarcados por los valles de los ríos Henares y Cañamares, en Guadalajara, aunque varios residentes en Valderromán, localidad soriana a 10 kilómetros de la frontera con Guadalajara, aseguran haberse topado también con el animal.
Uno de los últimos 'encuentros' –el último denunciado fue el 5 de diciembre en Negredo (Guadalajara)– data del 17 de noviembre, cuando unas vecinas de Cendejas de Enmedio avistaron al animal en la vecina localidad de Jadraque. En esta ocasión, acompañado ni más ni menos que por un perro de gran porte, como señala una de las vecinas que entrevistaba la cadena local Guadalajara Media. El gran tamaño del 'bicho', su largo rabo y, sobre todo, el color negro y brillante, volvían a las descripciones.
Negro y brillante. En Mystery Big Cats Merrily Harpur dice que cerca de tres cuartas partes de los miles de avistamientos denunciados en el Reino Unido relatan grandes felinos negros, que “generalmente se describen como brillantes y musculosos”. Con esas características, el candidato más probable es un leopardo melanístico. Pero nunca se ha capturado uno en el Reino Unido.
El cerebro y los huecos
¿Por qué entonces tantos avistamientos a pesar de las nulas capturas? “El hecho de que la mayoría de los gatos denunciados sean negros tal vez nos dé una pista de lo que puede estar sucediendo”, expone Monbiot. Y es que el negro es el único color que los grandes felinos comparten con los gatos domésticos.
Además, a la hora de enfrentarse a contar el encuentro, “la discordancia entre color y tamaño interrumpe el proceso de afirmación, en que tu memoria refuerza e incluso exagera lo que viste”, señala el ecologista. En resumen: “La hipótesis del minino también podría explicar por qué nadie parece haber visto un leopardo con pelaje de piel de leopardo”.
Monbiot también apunta a un juicio equivocado del tamaño, y expone un ejemplo. Cuando los tiradores de la policía del condado de Tyrone (Irlanda del Norte) abatieron a un lince africano que se había escapado pensaron que era un león. Pero el rey de la selva pesa veinte veces más que el lince africano.
Las posibles causas que el periodista británico recopila en Salvaje continúan con un texto del psicólogo y profesor Richard Wiseman: “En un momento cualquiera, nuestros ojos y nuestro cerebro solo tienen capacidad de procesar para mirar una parte muy pequeña de lo que nos rodea […]. Para asegurarse de no perder tiempo y energía valiosos en detalles triviales, el cerebro identifica rápidamente lo que considera los aspectos más significativos de lo que te rodea y concentra casi toda su atención en esos elementos”. Y como completa Monbiot, “el cerebro rellena los huecos para construir lo que parece una imagen completa a partir de información parcial”.
El recuerdo del depredador
Para terminar, el ecologista se pregunta si, quizá, tengamos una especie de plantilla de un gran felino en la mente, género de animales que se encontraba entre los principales depredadores de nuestros antepasados. “Tenemos un poderoso interés evolutivo en reconocerlos antes de que la mente consciente sea capaz de procesar e interpretar la imagen”. No sería un mal mecanismo de defensa. Como bien apunta, “hay poco que perder viendo gatos que no existen, pero mucho no viendo aquellos que sí existen”.
Luis Suárez, responsable de especies del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), descartaba a finales de agosto la existencia de una pantera en libertad en tierras castellanas y apuntaba a la “imaginación” de quienes se habían topado con el animal en cuestión. No hay pruebas contrastadas, no que se conozcan. Pero tampoco las hay de ningún nuevo virus que haya provocado una psicosis colectiva, o una necesidad de mentir generalizada, en la sierra norte arriacense.
Mientras se despeja el misterio, si vive por la zona o gusta de pasear por las tierras altas de la España vacía, ándese con ojo. Dicen que una pantera anda suelta.
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Después de meditar y pensar un tiempo creo que también podrian ser dos personas en un coche gastando una broma muy pesada. Que les traigan muchas cosas los reyes ;) y que la pantera si existe sea otra rama evolutiva de los gatos resultante de un emparejamiento de un gato o felis y una pantera.
Go Alcarria!!
Leyenda de escritor
Se dice se cuenta y se rumorea tras cortinas de pueblos alcarreños que, una pantera negra de un desgraciao que la soltó, asusta a tol que la ve.
Se alimenta de todo tipo de aves o conejos y liebres. Vive y reconoce a gatos de pueblos cuando a ellos llega y por eso no entra. Pese a que a algún lince se ha podido cruzar de muy lejos, aun no se ha creado esa rama evolutiva de los felinos, esos antiguos amigos de los humanos que ayudaban a que las ratas y o ratones no comieran sus cosechas.
Cosa que si ha pasado con los osos polares y pardos de norteámerica.
Menos hacer dudar a la gente de bien y respeto al miedo, que es mu malo y lo han visto muchos señores y señoras.
En Guadalajara nos preocupamos.
Agur!
Y dos ojos vi y con ojo nos andamos. No se si los dos comentarios anteriores se han publicado pero vi dos ojos al otro lado de la cuneta de la carretera de TORTOLA DE HENARES antes de que llegara el verano del año 2017 y de noche. Que fue un perro, una manada de perros asalvajados, un jabalí, algún cérvido, alguna rapaz allí agazapada o lo que fuera, no se, pero se movió muy rápido y me hizo ordenar a mi compañera de viaje que entrara al coche y a mi entrar preocupado. Creo que he enviado hasta tres comentarios ya porque funciono o trabajo desde el móvil. De todos modos con un ordenador portatil o de sobremesa os lo volveré a contar. Sea lo que fuere a mi no me inspiro confianza y por los ojos era felino o un mamifero grande. Gracias por el articulo porque es enriquecedor y gracias por seguir la pista a un animal que a saber ande andará. Yo pienso que un irresponsable lo soltó y si te lo he visto, no me acuerdo.
NOTA: si se vio correr un toro que se escapó de donde se tenia pensado que fuera en una rotonda no muy lejos de allí? como no se va a ver un gato negro grande o leopardo negro. La autosugestión nos lleva a ver cosas donde no las hay.
Chao!
La verdad sobre esta historia no conviene que se sepa. Es una pantera, yo he podido verla a no más de 100 metros y sin ningún género de duda lo puedo afirmar. Cómo ha podido llegar hasta allí es otro tema, pero que se ridiculice a los testigos sólo por haber tenido la suerte o la desgracia de haberse cruzado con ella me parece penoso. Para distinguir un gato de una pantera no hace falta ser un experto zoologo, es tan sencillo como distinguir una lagartija de un cocodrilo...
Está muy bien toda la explicación racional , pero el artículo olvida mencionar la explicación del vídeo del vecino... estoy segura de que lo que se ve en el no es un gatito
Tengo el testimonio de dos amigos que vieron al felino, pantera o no y lo describen igual que la mayoria, grande, muy agil, negro muy negro y un rabo de casi un metro; pensaron en llamar a la Guardia Civil y no lo hicieron por temor a que se rieran de ellos; huyeron en las bicis por miedo al animal aunque este ya se estaba alejando. Lo que mas hace pensar es que estaba en la inmediaciones de Guadalajara capital, entre Tarcena y Tortola de Henares
era un perro
http://www.elperiodico.com/es/sociedad/20180130/atrapan-perro-pantera-guadalajara-6587868
No tienes ni guarra. Tu te dicen que tu padre es un gato y como te lo dice un periódico sin contrastar la noticia, pues vas y te lo crees...marioneta perfecta
Nuevo avistamiento
http://nuevaalcarria.com/articulos/nuevo-avistamiento-de-la-pantera-de-la-sierra-norte
Pues parece ser que ayer por la tarde, se volvio a ver en la cuesta de la chatarreria.....
Es posible que la suelten para hacer una cacería, con perros y vete tú a saber que tipo de arma. Ya en Guadalajara hay afincados millonetis que pagan sin escatimar precios que asustarian, les sobra el dinero totalmente, tienen fincas a las que van en helicóptero con guardas dentro y pagan a las autoridades para hacer lo que quieran, tienen pequeños muelles con yatecitos y todo. Vamos que como siempre nos toman por lo que somos, un país de chiste. Alguien puede negar las pruebas constatables?
La alucinante y alucinatoria novela breve "Beast", de Paul Kingsnorth, trata de un hombre perdido en la campiña inglesa, perseguido por un misterioso felino gigante...
Teniendo en cuenta que España va camino de desertizarse, y que hay infinidad de parajes, parecidísimos a sabanas semi desérticas africanas, la foto bien podría ser falsa. Una pena.
Sabana africana, tú sabes dónde habitan las panteras. Pués son originarias de centro y sur América y tiene predilección por la selva.