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Argentina
La motosierra de Milei se ceba en el colectivo trans
A principios de abril de este año, Guadalupe Orihuela llegó a su lugar de trabajo en las oficinas de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) en la ciudad de Mar del Plata, al sur de la provincia de Buenos Aires, como lo hacía habitualmente desde 2022. En estas oficinas, Guadalupe se encargaba de tareas administrativas y de atención al público.
“Ese día, cuando llegué, el lector biométrico no me dejaba fichar y tampoco el sistema me dejaba abrir sesión con mi usuario y clave de Anses para trabajar”, relata a El Salto Guadalupe, una mujer trans de 37 años, oriunda de la provincia de Mendoza, pero que vive hace una década en esta localidad costera.
“Yo iba a la oficina, no podía trabajar porque no podía acceder al sistema, pero nunca me había llegado un telegrama de despido”, señala.
Cuando intentaron encender sus computadoras, sus usuarios ya no existían y nadie les daba explicaciones. Después de semanas sin tareas, finalmente recibían las notificaciones de despido
El relato de Guadalupe coincide con el de muchas personas trans que trabajaban para el Estado nacional tras la sanción de la Ley de Cupo Laboral Travesti-Trans. Al llegar a sus oficinas, descubrieron que no podían ingresar porque sus datos biométricos habían sido eliminados. Cuando intentaron encender sus computadoras, sus usuarios ya no existían y nadie les daba explicaciones. Después de semanas sin tareas, finalmente recibían las notificaciones de despido.
Argentina ha sido un país pionero en la lucha por los derechos de la comunidad LGBTQ+, y ha impulsado importantes avances en materia de igualdad y protección. Desde la sanción de la Ley de Promoción del Acceso al Empleo Formal para Personas Travestis, Transexuales y Transgéneros, de 2021, unas 955 personas de la comunidad ingresaron a trabajar en el Estado nacional.
Para la gran mayoría de las personas que integran el colectivo, este es el primer empleo formal al que acceden, después de años de realizar trabajos informales y enfrentar exclusiones. “Salir del sistema prostituyente que se genera a partir de la exclusión social no es fácil. Gracias al cupo laboral pude acceder a un empleo formal con todos los derechos que conlleva: vacaciones, aguinaldo, aportes jubilatorios y seguro médico”, relata Guadalupe.
“Salir del sistema prostituyente que se genera a partir de la exclusión social no es fácil. Gracias al cupo laboral pude acceder a un empleo formal con todos los derechos que conlleva”, relata Guadalupe
La ley establece que el Estado nacional en todos sus niveles “debe ocupar, en una proporción no inferior al uno por ciento de la totalidad de su personal, puestos de trabajo con personas travestis, transexuales y transgénero, en todas las modalidades de contratación regular vigentes”.
Sin embargo, bajo la administración de Javier Milei, este derecho está en grave peligro. Desde su llegada al poder, el presidente ultraliberal implementó un régimen de shock fiscal como parte de su plan de austeridad y recortes, que impacta especialmente a las minorías de género.
Entre las medidas más controvertidas se encuentran los despidos masivos en el sector público. Según un informe publicado el 23 de julio por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), en el Estado fueron despedidas 29.604 personas, que pertenecían a la Administración Central y a las Empresas de Capital Estatal como Correo Argentino o Radio y Televisión Argentina SE. Sumado a esto, Milei había anunciado en marzo de este año que el objetivo era alcanzar los 70.000 despidos en la administración estatal.
🗣 #Despidos | Milei pasará la motosierra por otros 70 mil contratos del Estado: “Estoy orgulloso”
— ANDigital (@ANDigitalOK) March 27, 2024
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Estos despidos impactaron de manera significativa a las personas trans. De las 995 personas que ingresaron tras la sanción de la ley, fueron despedidas 105.
En abril, al ser consultado sobre el impacto en el colectivo LGBTQ+ por los despidos de empleados públicos, el portavoz de la presidencia, Manuel Adorni, abordó el tema en su conferencia de prensa matutina. Adorni comentó que “los cupos no tienen mucho sentido” y añadió: “Nosotros vamos a trabajar siempre hasta el último día porque cada lugar esté ocupado por el mejor, el más capaz y el que más cualidades tiene. Sea un hombre, sea una mujer, sea un travesti o sea cualquier otra definición”.
Sin embargo, activistas rechazan la justificación de los despidos como parte de las políticas económicas de austeridad.
Los despidos del sector público impactaron de manera significativa a las personas trans. De las 995 personas que ingresaron tras la sanción de la ley, fueron despedidas 105.
Para Pato Laterra, docente e investigador de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y miembro de Zaguán Transindicla Frente de Trabajadorxs TTNB en el Estado, estos despidos han sido especialmente severos debido a la desproporción entre el número de despidos y las contrataciones iniciales. “Lo que se está atacando es ideológicamente a una política que estaba proveyendo una reparación material a una comunidad que está históricamente segregada y discriminada en el acceso al trabajo”, afirmó Laterra.
Los despidos también cortan el único ingreso que muchas de estas personas tienen, lo que les dificulta pagar el alquiler, la pensión, y a menudo interrumpe tratamientos de salud esenciales.
La estabilidad laboral permitía a estas personas planificar su vida, algo que ahora se ve gravemente comprometido. “El trabajo estable lo que permite es la planificación de la vida y de esta manera las vidas se hacen completamente inestables y aún más vulnerables”, concluyó Laterra.
Feminismos
Argentina Milei cierra el Ministerio de Igualdad y deja a las mujeres sin protección frente a la violencia machista
Adiós al Ministerio de la Mujer y a la línea 144
En este rumbo, la gestión de Milei también decidió cerrar el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación (MMGyD), ente que fue creado en diciembre de 2019 por el entonces presidente Alberto Fernandez. Este Ministerio tenía a cargo “el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas nacionales para prevenir, erradicar y reparar la violencia por razones de género y para asistir integralmente a las víctimas en todos los ámbitos en que se desarrollan las relaciones interpersonales”.
Para la gestión ultraliberal y conservadora de Milei, el Ministerio “fue creado y utilizado por la administración anterior con fines políticos-partidarios, para propagar e imponer una agenda ideológica”.
“Lo que se está atacando es ideológicamente a una política que estaba proveyendo una reparación material a una comunidad que está históricamente segregada y discriminada en el acceso al trabajo”, afirmó Laterra
El pasado 6 de junio, se dispuso el cierre total de esta cartera, que había pasado al ámbito del Ministerio de Justicia, mientras terminaba su desmantelamiento. “En línea con el mandato del presidente Javier Milei de achicar el tamaño del Estado y de eliminar los organismos politizados, en diciembre de 2023 el Gobierno Nacional dispuso que el Ministerio de Mujeres, Género y Diversidades se transformara en una Subsecretaría mientras se completaba su cierre”, se informó en un comunicado oficial.
“La desaparición del Ministerio implica el vaciamiento de políticas públicas de género. Sin esta estructura, los recursos destinados a programas y proyectos cruciales para la igualdad se ven significativamente reducidos”, explica a El Salto Paulina Calderón, quién fue secretaria de Políticas de Igualdad y Diversidad del MMGyD entre 2022 y diciembre de 2023.
Además, Calderón indica que “la ausencia y desinstitucionalización de estos espacios implica un retroceso en el desarrollo de nuevas leyes y políticas públicas que promuevan la igualdad de género y la protección de los derechos de las diversidades”.
Junto al cierre del Ministerio de la Mujer, se está desmantelando la Línea 144, una herramienta vital para la denuncia de violencia de género que deja a miles de mujeres y personas LGBTIQ+ sin un recurso esencial para su protección.
En este sentido, el impacto de estas decisiones es profundo. Sumado a la eliminación del Ministerio de la Mujer, se lleva adelante el desmantelamiento de la Línea 144, una herramienta vital para la denuncia de violencia de género que deja a miles de mujeres y personas LGBTIQ+ sin un recurso esencial para su protección.
La Línea 144 es un servicio telefónico gratuito que proporciona información, orientación, contención y asesoramiento a mujeres en situación de violencia de género. Calderón destacó que “la importancia de esta línea radica en su accesibilidad y capacidad para proporcionar apoyo inmediato”. Este recurso es crucial para la detección temprana de casos de violencia y la prevención de situaciones más graves.
El recorte de la Línea 144 ha tenido consecuencias devastadoras. Calderón explicó a este medio que “la reducción de recursos resulta en un menor acceso a la ayuda inmediata y la contención necesaria para las víctimas de violencia”. Las mujeres y la comunidad LGBTQ+ se encuentran ahora en una situación de mayor desprotección y vulnerabilidad.
La falta de un servicio eficiente puede llevar a que más casos de violencia no sean denunciados ni atendidos adecuadamente, esto incrementa el riesgo para las víctimas. Según Calderón, “este recorte no es solo una cuestión administrativa, sino un acto de negligencia que pone en peligro vidas”.
Mientras el presidente Javier Milei desmantela la Línea 144 y todos los programas del ex Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, las estadísticas reflejan una realidad alarmante. De acuerdo con el Observatorio Ahora Que Si nos Ven, desde el 1 de enero al 30 de junio de 2024, se registraron 120 femicidios en Argentina. Calderón subrayó la gravedad de la situación: “Mientras Milei sigue negando la violencia de género, cada 36 horas una mujer es asesinada por su pareja o expareja, y sus hogares siguen siendo el lugar más peligroso para ellas”.
Lucha y resistencia ante los avances conservadores
Ante estos avances regresivos de un Gobierno conservador, surgieron diversas formas de resistencia y lucha. Organizaciones y colectivos de género, como así también movimientos sociales y sindicatos unieron fuerzas para visibilizar y contrarrestar las medidas que consideran una amenaza a los derechos conquistados en los últimos años.
La articulación de redes de apoyo y solidaridad fue fundamental para enfrentar los despidos masivos de personas trans en el sector público.
Las acciones de resistencia y protesta contra los despidos en el sector público están centradas en la organización y la colaboración entre trabajadores trans y travestis estatales, independientemente de sus diferencias políticas. Laterra destaca que, además de las movilizaciones, se han emprendido acciones legales para proteger los derechos laborales. Estas acciones incluyen demandas individuales por despidos y la solicitud de medidas cautelares para resguardar los puestos de trabajo de las personas afectadas.
Con la lucha en la calle y en los tribunales se ha logrado reincorporar a ocho personas. “Esperamos que el Poder Judicial falle a favor de esta arbitrariedad legal que está teniendo el Gobierno”, afirma Laterra
Hasta el momento, se han logrado reincorporar a ocho personas. “Esperamos que el Poder Judicial falle a favor de esta arbitrariedad legal que está teniendo el Gobierno Nacional en el avance a desarmar esta política pública”, afirmó Laterra.
“Esto no es un privilegio ni una excepción, es un derecho que nunca antes había tenido la población travesti-trans. A nosotras nadie nos contrataba para ser niñeras, empleadas domésticas o atención al público, por más virtudes que pudiéramos tener”, reflexionó Guadalupe Orihuela.
En este contexto, la lucha también se da en el mundo digital. Gabriela Ivy, activista digital y creadora de contenido político atravesada por el género, ganó gran relevancia en sus redes sociales al confrontar a los grupos ultraliberales, a los que ella denomina los ‘liberpijis’. En conversación con El Salto, Gabriela explica que “lo que está haciendo este gobierno no es directamente cerrar las instituciones, sino vaciarlas para que dejen de cumplir su función”. Este vaciamiento sistemático, según Ivy, es una estrategia para desmantelar lentamente las estructuras de apoyo a las minorías y evitar el costo político de un cierre directo.
Ivy también señala un cambio preocupante en la sociedad argentina desde la llegada de Milei al poder. “Las personas que detestaban a una persona trans lo van a seguir detestando, lo que cambió es que la gente se siente más legitimada a realizar actos de odio, ya sea en el mundo digital o en la calle”, comentó.
A pesar del aumento en los actos de odio, Ivy percibe un aspecto positivo en la situación actual: “Ahora se está haciendo más visible la agresión a nuestra comunidad, hay mucha gente que antes no sabía lo que pasaba, pero ahora es más visible”. La visibilidad de estas agresiones ha generado una mayor conciencia pública sobre la realidad de la violencia contra la comunidad trans, lo que podría ser un paso importante hacia el cambio social y la lucha contra la discriminación.
“Las personas que detestaban a una persona trans lo van a seguir haciendo, lo que cambió es que la gente se siente más legitimada a realizar actos de odio, ya sea en el mundo digital o en la calle”, dice Gabriela Ivy
La creadora de contenido también destaca que el discurso conservador y de odio no es una creación nueva de Milei, sino que ya existía en la sociedad argentina: “Es interesante, porque desenmascara ese discurso conservador que lo único que hizo Milei fue direccionarlo”. Según Ivy, Milei ha proporcionado una plataforma política y una bandera a estos “odiadores”, permitiendo que aquellos que antes eran individuos aislados en sus casas, odiando a las personas trans, encuentren ahora una comunidad y una representación política. “Milei lo que hizo fue agruparlos y ponerles una bandera política, disfrazada de libertad”, concluye Ivy.
A ocho meses del inicio del Gobierno de Javier Milei, la situación en materia de género y diversidad en Argentina ha experimentado un alarmante retroceso. Calderón, subraya que el cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad, junto con el recorte de programas clave como la Línea 144, son indicativos de una “despriorización sistemática de las políticas de género”. Esta reducción de recursos y apoyo a programas de igualdad de género y diversidad ha incrementado la inseguridad y vulnerabilidad de las mujeres y las minorías de género.