Antimilitarismo
Apocalipsis ahora

Ramala, Mariupol o Gaza son episodios del mismo culebrón militarista mortalmente representado desde hace un siglo. Hoy Gaza evoca al lazo del ahorcado en el que se cuelga la conciencia y la decencia de la Europa “civilizada y democrática”.
Bombardeo en Gaza octubre 2023
Edificios residenciales arrasados tras una semana de ataques a las inmediaciones de la Torre Palestina, en el centro de Gaza. Foto Al Araby CC Wikimedia Commons

Antimilitarista miembro de Gerrarik ez

15 nov 2023 06:44

El Ejército español tuvo el triste honor de ser uno de los pioneros en bombardear a población civil desarmada en la Guerra del Rif (1920-1927), utilizando incluso gas mostaza, expresamente prohibido por el protocolo de Ginebra tras la Primera Guerra Mundial. 

Otxandio, Durango o Gernika (1937) fueron objeto de bombardeos programados sobre objetivos no militares, con el único objeto de masacrar civiles convertidos en cobayas humanas, a modo de ensayo de las nuevas tácticas y armas que asolarían Europa durante la Segunda Guerra Mundial.

Palestina
Palestina La farsa humanitaria en el genocidio palestino
No es posible humanizar la guerra. La guerra es un crimen contra la humanidad. Cuando esta alcanza la dimensión de genocidio, como está sucediendo en Palestina, su deshumanización nos lleva a un territorio que va más allá del horror.

Efectivamente, Hermann Göring, mariscal del cuerpo aéreo alemán, ordenó a la Luftwaffe los bombardeos sobre ciudades inglesas y europeas con el único objeto de amedrentar a la población civil. El concepto “bombardeo terrorista” fue introducido por el comandante británico del cuerpo de bombarderos Arthur Harris, más conocido como 'Bomber Harris el carnicero'. Los bombardeos sobre ciudades alemanas ordenados por él servían, en sus propias palabras, para “infundir el terror sobre la población civil”, “bombardeando a mujeres y niños” para suscitar, a la vez, un rechazo al régimen nazi. Pero el efecto logrado fue el contrario. La población arropó aún más a Hitler ante el temor y la rabia despertados contra los aliados que convirtieron en escombros ciudades como Dresde o Hamburgo. Hospitales, iglesias, monumentos, viviendas, tiendas, escuelas fueron convertidas en cascotes bañados en fósforo. Los bombardeos sobre Hiroshima y Nagasaki tuvieron los mismos fines con una dimensión apocalíptica e instauraron la amenaza permanente del arma nuclear sobre las políticas y culturas de los diferentes pueblos del mundo.

Ramala, Mariúpol o Gaza son episodios del mismo culebrón militarista mortalmente representado desde hace un siglo. Hoy Gaza evoca al lazo del ahorcado en el que se cuelga la conciencia y la decencia de la Europa “civilizada y democrática”.

“Netanyahu es recibido y apoyado política, económica y militarmente con pompa diplomática por los dirigentes de 'los países libres' dando carta blanca al genocidio del pueblo palestino”

Europa cuenta con diferentes varas de medir la barbarie. Putin tiene una orden de búsqueda internacional, acusado de crímenes de guerra por ordenar supuestos secuestros de menores ucranianos para entregarlos a familias rusas. Si sale de su país será detenido. Mientras, Netanyahu es recibido y apoyado política, económica y militarmente con pompa diplomática por los dirigentes de “los países libres” dando carta blanca al genocidio del pueblo palestino. El Estado de Israel, sus dirigentes y sus militares se han ganado el desprecio indignado de la ciudadanía europea, independientemente de lo que expresen hagan o no hagan sus gobernantes.

Esta especie de castigo bíblico salvaje arrojado sobre el pueblo palestino en su conjunto, de forma indiscriminada sobre su población civil desarmada, no va, como demuestra la historia, a doblegar, sino a reforzar la voluntad de un pueblo en contra de su agresor e instaurar el odio por generaciones. El Estado de Israel ha cerrado las puertas a su propia supervivencia como nación. El genocidio ha exterminado también las posibilidades de convivencia (si es que aún quedaba alguna). Las ciudadanías israelí y palestina se han condenado a vivir permanentemente militarizadas en todos los aspectos de sus vidas, en sociedades conducidas por el control social, religioso, policial, militar y cultural.

“El maleable a conveniencia concepto de 'Defensa' legitimará venganzas, castigos, atentados, violaciones de Derechos Humanos, sea cual sea su efecto y su precio. Solo quedará la expulsión o el aniquilamiento de unos sobre otros”

El maleable a conveniencia concepto de “Defensa”  legitimará venganzas, castigos, atentados, violaciones de Derechos Humanos, sea cual sea su efecto y su precio. Solo quedará la expulsión o el aniquilamiento de unos sobre otros. O tal vez de todos, si entran en liza las armas del apocalipsis. Hoy la población de Gaza es rehén de unos y otros. Agente y causa de castigo. Un perverso experimento político, armado y estratégico sobre el que se proyectan afrentas históricas, venganzas expiativas y muerte. Sobre todo mucha muerte.

Antimilitarismo
María Oianguren “Igual que se abolió la esclavitud, ahora toca abolir las guerras”
Gernika Gogoratuz, Centro de Investigación por la Paz, se constituyó en el marco del 50º aniversario del bombardeo de la villa vizcaína. Siempre con la historia entre manos, María Oianguren, su directora, piensa y promueve alternativas a la guerra.

Hemos asistido (aún lo estamos haciendo) al Gernika de Gaza. Enseguida asistiremos al Stalingrado de Gaza. En aquella ciudad rusa al menos la mayoría de su población civil pudo ser evacuada. En Gaza está condenada a perecer mezclada con las cenizas de su ciudad. Las niñas y los niños gazatíes desaparecerán bajo los escombros y serán baleados por espectros de aspecto extraterrestre que patean las ruinas, fuertemente pertrechados para matar con eficacia lo que queda de vida.

“Los mismos muertos. La misma destrucción. Los mismos generales. Los mismos dirigentes dando órdenes a distancia. Los mismos perpetradores. Las mismas víctimas”

Escuelas vacías de chavales destruidas por las bombas y fosas llenas de chavales envueltos con sudarios de odio y rabia. Este es el legado de la guerra. Que nadie se asombre. Es la misma puta guerra de siempre. Con diferentes matices e intensidad pero con los mismos resultados. Los mismos muertos. La misma destrucción. Los mismos generales. Los mismos dirigentes dando órdenes a distancia. Los mismos perpetradores. Las mismas víctimas. Los mismos beneficiarios de las matanzas fabricando sofisticadas armas “defensivas”.

La destrucción se ve chula desde arriba. Los edificios cayendo entre nubes de polvo, las explosiones luminosas en el circo nocturno sobrevolado. La sangre no salpica el metal impoluto del F-16. Allá abajo no se ve gente. Solo pequeños puntos que corren a modo de pulgas sobre la quebrada piel urbana. Y si es de noche no se ve nada más que fuegos coloreados, todo un espectáculo pirotécnico.

El cuerpo armado de Hamás ha protagonizado su Mỹ Lai particular, su incursión contra viviendas y jóvenes congregados en torno a la música. Ha bombardeado ciudades, ha secuestrado civiles, situando a la población de Gaza en el punto de mira de un Estado criminal, dándole argumentos “legítimamente defensivos” para masacrar al pueblo que Hamás dice representar y defender. Esto no es resistencia. El asesinato deliberado de civiles no suscita ningún vínculo ético con el derecho a la defensa, con ninguna pulsión revolucionaria. Es solo matar indiscriminadamente, con saña.

Memoria histórica
Gernika, la paz bajo el árbol
Se cumple el 80 aniversario del bombardeo de la “ciudad mártir”, y el 30 de Gernika Gogoratuz, la iniciativa pacifista que —junto al Museo de la Paz y el Centro Autogestionado Astra— recoge el legado de su memoria histórica.

Señalar a todos los perpetradores no equivale a ser equidistante, no equivale a ser ciego ante la diferente magnitud destructiva y asesina de unos y otros, pero señalarlo es necesario porque los crímenes de guerra son iguales para todos. Especialmente para las víctimas.

“Deberá responder cada dirigente europeo que ha justificado la acción asesina del Estado de Israel, legitimando el genocidio del pueblo palestino desde hace décadas, por acción u omisión”.

Deberá responder cada piloto de avión de combate. Deberá responder cada mando militar. Cada soldado ejecutante. Cada miliciano que entra a sangre y fuego en las viviendas. Deberán responder todos quienes han inspirado, ordenado y jaleado los asesinatos programados sobre civiles desarmados. Deberán responder quienes utilizan la religión y la cultura para alentar el odio y la exclusión del diferente. Deberá responder cada dirigente europeo que ha justificado la acción asesina del Estado de Israel y sus dirigentes, legitimando el genocidio del pueblo palestino desde hace décadas, por acción u omisión.

Este Deberán dirigido a todos los perpetradores de violaciones de derechos humanos, se convertirá por la conveniencia política en un Deberían. En una mueca diplomática de lo que comúnmente se conoce como pelillos a la mar, por la paz un ave maría. Un pequeño cachete simbólico sobre los mayores perpetradores, y un mazo condenatorio sobre los menores perpetradores. Siempre ha sido así.

A pesar de ello, quienes disentimos no podemos sino señalar persistentemente la necesidad de un alto el fuego inmediato y permanente, no de “treguas humanitarias” para dar respiros a la guerra. El actual concepto de “Defensa” apuntala una estrategia de dominación y mantenimiento de un statu quo ideológico y conceptual para normalizar la aceptación de la guerra y legitimarla.

Señalamos la conveniencia de retirar al personal diplomático de las embajadas y consulados del Estado de Israel en España. El cese de toda entrega de armamento. La intervención política contundente para parar la guerra. El cese de relaciones comerciales con el Estado de Israel. El bloqueo político a sus dirigentes. Su consideración como criminales de guerra.

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Acaido
18/11/2023 1:59

Da la impresión de que los militares israelíes están gozando con esta cacería, Conscientes además de que pueden cometer las más tremendas barbaridades con total impunidad, quizá incluso siendo premiados por ello.

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