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Derecho a la vivienda
La Sareb y un fondo de inversión quieren subir un 70% los alquileres de 42 familias de Sant Fruitós de Bages
En plena emergencia sanitaria, la socimi Témpore Properties presiona las inquilinas para que renueven los contratos, aunque muchas están dentro del año de prórroga. De las 42 familias que viven en el bloque, 17 se han organizado con la Plataforma de Afectadas por la Hipoteca y la Crisis (PAHC) del Bages para frenar los incrementos.
En las últimas semanas de confinamiento, a algunos vecinos y vecinas de Sant Fruitós de Bages les ha sonado el teléfono en sábado. Y no se trataba de ningún familiar o amistad para saber cómo estaban, sino de Basico Homes que, en nombre de la Sareb —el conocido en su día como banco malo—, les advertía que debían renovar el contrato de alquiler de sus viviendas con un incremento del 70%, si no querían terminar en el “departamento judicial”. Lo explica Gonzalo Flores Ramos, que vive con su pareja y una hija de dos años, y es una de las 17 vecinas del bloque que se ha organizado para frenar el incremento.
Son muchos los casos de edificios en los Países Catalanes en lucha contra grandes empresas y fondos de inversión para frenar las fuertes subidas del alquiler y las expulsiones pero, en este caso, además, se da la circunstancia de que la responsable de la situación es la Sareb. Cuando alquilaron los pisos, la propiedad estaba en unas únicas manos: las de la Sareb, la sociedad que adquirió los “activos tóxicos” —inmuebles y solares, principalmente— de las entidades financieras en plena crisis financiera, el año 2012, con el 45% de capital público. Pero desde julio de 2019, el total de 42 familias inquilinas también están en manos del fondo de inversión estadounidense Texas Pacific Group (TPG), al que la Sareb vendió el 75% de la sociedad Témpore Properties por 103 millones de euros.
Las 42 familias inquilinas también están en manos del fondo de inversión estadounidense Texas Pacific Group (TPG), al que la Sareb vendió el 75% de la sociedad Témpore Properties por 103 millones de euros
El bloque, con seis portales en las calles de Eugeni d'Ors, la carretera de Vic y Juan XXIII, tiene viviendas de diferentes tamaños y precios: entre los 60 metros cuadrados y los 110, aproximadamente, con una horquilla de cuotas de alquiler entre los 390 y los 530 euros mensuales. Ahora que los tres años de contrato llegan a la recta final, todo el mundo tendrá que pasar, tarde o temprano, a pagar un 70% además de contratar un seguro de impago. Por ahora, hay vecinas que han superado los tres años, pero todavía están dentro del año de prórroga establecido por contrato. La propiedad intentó evitar el año de prórroga y empezar a cobrar los nuevos alquileres, pero los burofaxes no llegaron a las destinatarias por errores en las direcciones y algunas unidades familiares tienen una momentánea prórroga. Cuando llegue el momento, el incremento será inasumible para muchas.
“Si no me queda más remedio, no sé qué hacer ...”, lamenta Paquita Racero. Con su marido, jubilado como ella, entran en el hogar cerca de 2.000 euros al mes, pero tienen dos hijos en paro y a uno lo mantienen. Para Gonzálo Flores, en un momento en el que tiene que escolarizar a su hija y que, por trabajo, él y su pareja necesitan desplazarse en coche, la subida los condicionaría mucho: “Deberíamos rebajar el ritmo normal de una familia sin ningún tipo de lujo”. Debido a la pandemia del covid-19, se suma el hecho de que, como unidad familiar, han perdido casi el 40% de los ingresos y la situación actual es de incertidumbre. En un piso más pequeño que el de Flores vive Lur García, que aún se encuentra en una situación de mayor fragilidad económica. Se ha quedado sin trabajo a raíz del confinamiento y su pareja tiene una baja de larga duración. Con unos ingresos de 1.300 euros al mes, el incremento del 70% obligaría García a abandonar la atención médica que no le cubre la seguridad social: atención psicológica y especialistas digestivos. “Vivimos en la incertidumbre —lamenta—, yo no soy de aquí y no tenemos red familiar”. Algunas personas ya se han tenido que marchar porque no pueden asumir la subida.
La Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la Crisis (PAHC) de Bages interpela públicamente a la Sareb, después de que 17 de las 42 familias hayan enviado un burofax a la propiedad pidiendo continuar pagando los mismos alquileres
Ahora, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y la Crisis (PAHC) del Bages interpela públicamente la Sareb, después de que 17 de las 42 familias hayan enviado un burofax a la propiedad pidiendo continuar pagando los mismos alquileres. Aunque la plataforma inicialmente estaba centrada en personas afectadas por las hipotecas —y que ya ha conseguido ocupar siete bloques para familias vulnerables—, ahora, con la burbuja de los alquileres, también da soporte a arrendatarias. Gracias al trabajo conjunto cotidiano que hacen con otras organizaciones populares de la comarca, se enteraron del caso de San Frutiós. Lur Garcia denunció acoso psicológico y maltrato laboral a través de Acción Sindical Bages y desde el sindicato le sugirieron acercarse a la PAHC por la situación habitacional que vivía.
Como en otros casos de grandes propietarios que gestionan amplias carteras de vivienda, a los incrementos de alquileres y expulsiones, se suman problemas de mantenimiento. En el bloque de Sant Fruitós, cuando entraron ya había pisos llenos de agujeros porque se habían arrancado los radiadores o, incluso, faltaba alguna caldera. Durante los últimos tres años, el vecindario denuncia que no hay luz en la escalera cada dos por tres y la puerta del párking se estropea. De hecho, la inquilina Alejandra Fernández estuvo cuatro meses de baja laboral porque se rompió la pierna al caer por la escalera a oscuras.
En el momento de publicar el artículo, la Directa no había conseguido hablar con Témpore.
Entre Sant Fruitós del Bages y Luxemburgo
Luis de Guindos, que entonces era ministro de Economía español, anunció la creación de Témpore Properties a finales de 2017. La Sareb entraba a cotizar en el mercado alternativo bursátil a través de esta socimi —un vehículo de inversión especializado en alquiler que está exento del impuesto de sociedades— para gestionar 2.249 viviendas en régimen de alquiler en Catalunya, País Valencià, Illes Balears, la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Murcia y Andalucía, principalmente.
Entre los cientos de pisos, estaba el bloque de Sant Fruitós del Bages que, a precios económicos, fue alquilando con contratos de tres años. Cuando la fecha de finalización de los contactos se acercaba, y en su estrategia de venta de inmuebles a fondos de inversión, la Sareb se desprendió del 75% de la participación de Témpore Properties. El verano pasado, el fondo estadounidense Texas Pacific Group (TPG) pasaba a ser propietario también de los los pisos de 42 vecinos y vecinas de Sant Fruitós a través de Témpore Holdings SCSP, una sociedad creada ad hoc y radicada en Luxemburgo, paraíso fiscal para muchas empresas.
Derecho a la vivienda
Manuel Gabarre: “Dentro de poco la Sareb quebrará y España pagará millones de euros por el préstamo que le dio la UE”
Manuel Gabarre explica en su libro Tocar fondo: la mano invisible detrás de la subida del alquiler cómo la creación de la Sareb fue una gran estafa por la que fondos de inversión estadounidenses se han quedado con los inmuebles de la banca española quebrada a precio de saldo en una operación que costará a España decenas de miles de millones de euros.