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Vacunas
La ingeniería fiscal de Moderna llega a la Comisión Europea
Los beneficios de la farmacéutica Moderna pasan por Suiza y el Estado de Delaware en Estados Unidos, conocido por su laxa fiscalidad para empresas. Ese fue el principal hallazgo de una investigación realizada por la organización Centre for Research on Multinational Corporations (SOMO) y unos contratos filtrados que El Salto publicó. El contrato filtrado muestra cómo los pagos a Moderna por parte de la Comisión Europea (CE) por las vacunas encargadas y posteriormente repartidas a los estados miembro van a parar a una filial que la farmacéutica ha creado recientemente en Basilea, Suiza. El secreto bancario de Suiza imposibilita comprobar si la farmacéutica ha pagado impuestos en el país por el beneficio obtenido con las vacunas, así como el destino posterior de dichos beneficios.
Además, en el Estado de Delaware la hacienda pública no grava los beneficios obtenidos de activos intangibles, como las patentes. Según apuntan desde SOMO, es altamente probable que la farmacéutica esté utilizando esas ventajas para derivar millones de euros de beneficios a Delaware a través del pago de cánones por el uso de las patentes de la propia vacuna por las filiales de Moderna.
Vacunas
Los beneficios de las vacunas de Moderna acaban en paraísos fiscales
La más que probable ingeniería fiscal ha llegado al Parlamento Europeo y al Parlamento de Suiza. El eurodiputado y militante de Anticapitalistas Miguel Urbán ha presentado unas preguntas con solicitud de respuesta escrita a la CE sobre la posible evasión de impuestos que la farmacéutica realiza con el cobro de las vacunas. Por otra parte, Stefania Prezioso Batou, diputada por el cantón de Ginebra en el Consejo Nacional suizo, ha presentado las mismas preguntas en su parlamento nacional en coordinación con el eurodiputado español.
La filial suiza de la farma Moderna cobrará unos 10.350 millones de dólares en ingresos contabilizados en Suiza, que se le escaparán a las haciendas europeas
La filial suiza, Moderna Switzerland GmbH, se creó en 2020 y “no parece haber participado activamente en el desarrollo de la vacuna ni las produce, de hecho ha subcontratado a la empresa Lonza para ello”, explica Urbán en la carta emitida a la Comisión Europea, que denuncia que la “única razón de que se canalicen los pagos a Suiza es su condición de jurisdicción opaca, de guarida fiscal”. La filial suiza de la farma cobrará 22,50 dólares por cada unidad de las 460 millones de dosis que debe entregar este año, unos 10.350 millones de dólares en ingresos contabilizados en Suiza que se le escaparán a las haciendas europeas.
Por ello, tanto el eurodiputado español como la diputada suiza han registrado en ambas cámaras varias preguntas para conocer si la CE está “consistiendo conscientemente un entramado de ingeniería fiscal para defraudar a las propias haciendas europeas” y si tiene previsto realizar una investigación o cuna consulta a las autoridades helvéticas para saber si Moderna está utilizando Suiza para evadir o eludir impuestos de la venta de vacunas en Europa.
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“Moderna desarrolló su vacuna en gran medida con la ayuda de fondos públicos pero recoge sus beneficios en Suiza a través de una empresa que no desempeñó ningún papel en la investigación y que no produce ningún suero, con el único propósito de no pagar ningún impuesto en ningún Estado miembro de la UE y sí un impuesto mínimo en el paraíso fiscal suizo”, ha declarado a El Salto Stéfanie Prezioso, que argumenta que haya recurrido al Consejo Federal de su país para “detener este escándalo inmediatamente”.
Tras las denuncias por el secretismo que ha rodeado a los contratos de las farmacéuticas con las instituciones europeas, “ahora comprobamos en el caso de Moderna que la UE vuelve a ser un actor connivente con prácticas fiscales delictivas”, ha declarado Urbán que lleva años denunciando que “con sus supuestas ‘listas negras’ de paraísos fiscales, la UE estaba en realidad blanqueando estos espacios off shores que son verdaderos agujeros negros de la democria y de la justicia fiscal”.