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Televisión
Andreu Buenafuente, un día más cerca de Johnny Carson
Andreu Buenafuente unas veces cuenta chistes y otras apuesta por programas en solitario, pero rodeado de compañeros. Artista y empresario, reconoce que algunos de ellos le han dado las gracias por mantener los puestos de trabajo de su productora, El Terrat, durante el confinamiento y que eso hace que el esfuerzo valga la pena.
Andreu Buenafuente, cómico de Reus, atiende a El Salto desde su casa en Madrid, vía Zoom, en la misma habitación que hasta hace muy poco ha sido el plató de Late Motiv mientras el país ha estado confinado. Una estancia acogedora, amplia, ocupada por libros y dibujos e iluminada por luz natural. Andreu Buenafuente viste una camiseta negra con la palabra “EASY” sobre lo que parece un tigre y luce un peinado tipo tupé, más plateado que exagerado. Presenta Reír es la única salida, un libro publicado por HarperCollins Ibérica. Se trata del diario ilustrado de un cómico desvelado, cansado con ganas y un valor seguro, no como las empresas del Ibex 35. Buenafuente es artista y empresario. Unas veces cuenta chistes y otras apuesta por programas en solitario de compañeros. Siempre divirtiéndose.
[Ríe] Eso son palabras mayores. Considero que se me da bien esa labor. También te digo que veo, con una cierta sorpresa, que no hay muchos más que hagan esto. Ser bueno en algo que no hace mucha gente te da que pensar. Es algo que me gusta hacer, es algo que va con mi carácter. Si uno tiene la paciencia de repasar lo que he hecho en El Terrat siempre fue así. Me rodeé de gente muy buena, algo que busca todo el mundo pero, quizá, a diferencia de otros, yo consideraba que tenían caminos por seguir y a mí me gustaría estar con ellos. Y ese es el principio activo de la productora.
Con El Terrat rompí una especie de maleficio. En este país somos especialista en desanimar. Me decían “productora de famoso, fracaso seguro”, en el sentido de que tú te vas a producir lo tuyo y cuando no tengas trabajo no va a haber productora. Aquello me hizo pensar, yo no soy así. Creo que tengo una cierta generosidad implícita en mí carácter o ganas de que pasen cosas. La frase “oye, este tío tiene un programa”, me parece mágica, me encanta perseguirla y explica mi ADN, el mismo que se mantiene hasta hoy. También es verdad, genera una cierta incomodidad porque te obliga a renovarte constantemente, pero es maravilloso vivirlo.
¿Cómo es una reunión con un directivo de televisión para convencerle de que tu idea es buena?
Soy muy malo en ese tipo de reuniones. Lo soy porque le meto corazón, pasión, intento llevar al lenguaje del negocio lo que en el fondo es mi lenguaje, el creativo, el artístico, el de piel. Ayer, Borja Terán, un buen amigo y cronista televisivo, destacaba un fragmento del libro en el que yo me lamento de que no encuentro nunca interlocutores calientes, de que la industria reduce las negociaciones a productos, sin emoción, o, al menos, yo no la detecto. Esto es algo que encontré el primer día que empecé, también me he encontrado con directivos emocionados, directivos que saben separar el ser mi jefe y que son de la tele. Yo siempre busco eso, muchas veces no lo consigo y me cabreo. Es algo que, supongo, sucede en la industria artística, tú estás muy implicado, lo ves, pero eso que ves no existe. Te lo tienen que comprar. En el fondo vendemos humo.
¿Te gustaría que hubiera más programas tipo Late Motiv en la parrilla?
Me encantaría que hubiera un ecosistema propio y comparable al de otros países. No lo entiendo, un late puede ser un programa más barato de lo que se cree y un cierre perfecto para la programación. Más que la competencia, la coincidencia motivaría mucho, generaría una televisión más fresca, gamberra, más de autor, pero veo que ese es un valor en retroceso en la televisión actual.
Parece que yo voy solo, que soy un iluminado, pero yo soy parte de un engranaje y tengo una gente maravillosa que me ha acompañado en épocas jodidísimas
¿Cuál es la situación actual de El Terrat?
El Terrat, lo digo con la boca pequeña y muy orgulloso a la vez, estamos relativamente bien. De alguna manera nos pellizcamos para creer que, a pesar del tsunami, seguimos con nuestros programas en marcha, renovados, funcionando, proyectando nuevas temporadas, algo que es muy emocionante vivirlo y que hay que cuidarlo porque todo da vuelcos. Creo que todo esto también es el resultado de un muy buen trabajo. Es un momento para reivindicar a los equipos. Parece que yo voy solo, que soy un iluminado, pero yo soy parte de un engranaje y tengo una gente maravillosa que me ha acompañado en épocas jodidísimas y ahora tienen un abanico de producto muy bueno. Mientras tú y yo estamos hablando hay una producción de teatro de El Terrat muy ambiciosa en marcha. Están ensayando en Barcelona. Una función que se quiere hacer en otoño e invierno y en 2021. Hemos decidido invertir en ella, porque podemos, y ver qué pasa.
La mala noticia es que yo nunca he visto un plan integral ni una conciencia por la cultura sólida desde el Estado. Nunca
¿Y la de la industria audiovisual en general?
No la conozco, pero la puedo intuir. Supongo que luchando contra este mazazo, sobre todo el económico. Esperando esa temida oleada de crisis económica que haga que disminuya la publicidad, que las empresas tengan menos dinero para gastar, en ese contexto se acaba la gasolina del sector. Creo que todas las productoras estamos igual, pensando y planificando. Cada productora va a vivir su realidad. Aprovecho la ocasión para pedir una ayuda mucho más seria. Un plan estatal de apoyo a la cultura, con buenos interlocutores, no dar pasta por darla. Me refiero a apoyar una industria tan importante, con tantos escalafones, que necesita una hoja de ruta. A la música y a esas otras artes tampoco podemos dejarlas a la deriva de esas oleadas en forma de crisis económicas que pueden venir. Es mi reivindicación, a pesar de que mi situación es razonablemente estable, a mi alrededor veo la precariedad y es terrible. La mala noticia es que yo nunca he visto un plan integral ni una conciencia por la cultura sólida desde el Estado. Nunca.
¿Te han dado las gracias por dar trabajo?
Llevo más de treinta años dando trabajo, a cientos, incluso miles de personas. Y me he encontrado con toda la condición humana. Es muy complicado tirar hacia delante en este negocio, tampoco me hago la víctima. Yo quise gestionarme mi creatividad y convertirla en trabajo, lo escogí, nadie me obligó. Pero es muy duro. Cuando la cosa se pone cruda eres tú el que lo pasa mal, por el trabajador que se queda sin trabajo y por todas las cosas que tú también pierdes. Yo siempre me quedo con lo último bonito que me ha pasado.
Durante el confinamiento hemos protegido, con ayuda de productores, ejecutivos, etc., los cien puestos de trabajo de Late Motiv. Lo realmente emocionante es que te vengan compañeros y compañeras, ahora que hemos regresado al plató, y me hayan dado las gracias porque su mujer estaba sin curro y “si tú no me llegas a mantener el mío, en nuestra casa no hubiera entrado un duro”. Solo por ese agradecimiento todo el esfuerzo ha valido la pena.
¿Tu patrimonio es tu creatividad?
Sí, por supuesto. Y la credibilidad. Una compañera argentina me decía que tu patrimonio es tu credibilidad, que está vinculada a lo que tú creas. Mis ideas, nuestras ideas, yo funciono mucho con aspersión y conexión. Lanzo muchas tonterías que se procesan, que se complementan, es un trabajo en red. Las ideas son lo único que tenemos realmente sólido, aunque no se pueden tocar.
En mi casa eres un valor seguro. Antes de dormir solemos ver un monólogo de Buenafuente.
Gracias. Es un clásico de los programas late. Me acuerdo del presentador americano Conan O’Brien, quien contaba que en su casa su padre les mandaba callar cuando Johnny Carson aparecía en la televisión para escuchar su monólogo, luego se iban a dormir. Es bonito comprobar cómo ese patrón se repite, aunque detrás haya mucho trabajo. Lo que no significa que no disfrute, al contrario, me lo paso muy bien, es un curro que me da placer. De no ser así no lo haría. Entiendo esas carreras de treinta años de duración, como la de Carson.
¿Tienes más proyectos que recuerdos en la mente?
Manolo García es mi gurú y quien dice que cuando tienes más recuerdos que proyectos es que ya has envejecido demasiado. Eso me lo apliqué a mí mismo y me pregunté qué tengo más. No reniego de mis recuerdos, que son maravillosos, pero la potencia de lo que vives es tan fuerte que te impide la nostalgia. Solo de vez en cuando te acuerdas de aquello que ocurrió hace veinticinco años atrás, pero es que hoy tengo esta movida y mañana esta otra. En este sentido nuestro curro es maravilloso. Yo tengo muchos proyectos, son como zanahorias en palos que yo mismo me pongo. Me gustaría recalcar que a mí nadie me encarga nada, así ha sido toda mi vida. De siempre yo he ido con mis tonterías en forma de programas de televisión, películas o libros, lo digo con humor, porque es así. Yo sé que me tengo que encargar.
Durante las vacaciones me da por pensar en unas movidas que luego hay que hacer y cuando estás haciéndolas piensas “por qué no descansé y me fui a la playa en vez de pensar”
¿No te cansas de estar cansado y de seguir trabajando?
Buena pregunta que a lo mejor no me quiero formular. Le dije a Bob [Pop], quien me ha editado el libro, que por qué no quitó, alguna vez, eso de que estoy tan cansado. Tiene una explicación, es un libro que escribí a partir de las once de la noche, después de grabar Late Motiv, entre 2016 y 2018, luego técnicamente estaba cansado. Y lo puse, no me pinté como un motivado que estaba como una rosa. Creo que en el libro también aparece algo así como que la mejor frase para definirme es que soy un cansado con ganas. Es muy duro consagrarte a esto que hacemos desde por la mañana hasta por la noche, todos los días. Pero como nos gusta tanto, siempre tenemos ganas. Una vez le dije a Bob que estábamos cansados de hacer lo que pensábamos cuando estábamos descansados. Nos petamos porque todo eso se pensó desde la mente clara, en verano. Durante las vacaciones me da por pensar en unas movidas que luego hay que hacer y cuando estás haciéndolas piensas “por qué no descansé y me fui a la playa en vez de pensar”.
¿Te sientes un cómico respetado o exitoso?
Respetado y lo busco en el público, en los compañeros y en la profesión. El éxito es fluctuante e impreciso. El respeto es más sólido que el éxito.
¿Cuándo fue la última vez que arriesgaste?
Anoche, tomando una decisión interna de equipo, en la que dije lo que creía que tenemos que hacer y vi caras picasianas [ladea la cara y la arruga, como un francés aspirando un mal olor], como preguntando si eso era verdad. Nos pagan por arriesgar y no es nada épico. Debe ser una manera de trabajar. Seguro que muchos de los que nos lean arriesgan cada día, más de lo que creemos. Hay que arriesgar con normalidad y divirtiéndote.
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Esto no es una entrevista, menudo masaje, ni una pregunta incisiva, nada sobre el imperio mediático,... Entrevista a un empresario de la indústria cultural y nada sobre condiciones de trabajo etc
Sí, Buenafuente para dormir es valor seguro porque es imposible que nos genere la más mínima inquietud, nos abra los ojos o nos despierte la conciencia.
Buenafuente me parecía un graciosete al principio.
No hombre, no, es bueno. Es jodidamente bueno como profesional y es decente.
Recordemos que ésto es España. No abunda lo bueno.