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Sanidad pública
El sindicato ESK denuncia inseguridad en el quirófano del Hospital Arrasate
La gestión del Servicio Vasco de Salud (Osakidetza) en los hospitales públicos sigue ocasionando malestares entre los profesionales sanitarios. El sindicato ESK ha remitido una nota de prensa para denunciar “la inseguridad en el quirófano del Hospital Arrasate”. La central recalca que “el personal anestesista de guardia debe acudir de inmediato a la llamada cuando se le requiera y, por supuesto, no puede menospreciar al personal con el que trabaja”. Sin embargo, “ESK ha tenido conocimiento de que, en determinadas situaciones y con determinadas personas, esta labor no solo no se cumple, sino que llega a poner en riesgo la seguridad del paciente”.
En este caso, el malestar por la gestión actual del Área Quirúrgica parte de 24 personas del área, quienes han remitido una carta a la dirección, a la que ha tenido acceso El Salto, donde incluso citan el nombre de un anestesista contratado de forma “poco transparente”, añade Txetxu Ortega, comadrón del hospital y delegado sindical de ESK, quien recuerda que las contrataciones en los centros públicos deben regirse por criterios de transparencia.
Al trasfondo de esta situación se suma un posible caso de represalias de la dirección hacia los tres anestesistas del centro que en 2018 denunciaron que las oposiciones para obtener plaza en la sanidad pública vasca estaban amañadas. Ante notario, registraron el 11 de mayo su quiniela de quién iba a obtener plaza. Consideraban que a esas personas, sus respectivas direcciones les filtrarían previamente las preguntas del examen. Con una elevada tasa de acierto, que iba en contra de cualquier acierto por mero cálculo estadístico, pusieron de manifiesto su hipótesis y algunos de los supuestos responsables de las filtraciones están siendo investigados por el juzgado de instrucción nº 2 de Vitoria. El consejero de Salud Jon Darpon dimitió de su cargo.
Este caso supuso un revuelo mediático y un desprestigio para Osakidetza. Con el tiempo, ha afectado al Hospital de Arrasate: la dirección médica cesó a la jefa de servicio y se hizo cargo de la gestión del área. ESK califica de “despótica” la nueva dirección.
La forma de gestionar de la nueva dirección generó nuevos problemas: “La dirección impone más guardias de las obligatorias, las cambia aleatoriamente sin considerar la conciliación familiar e incumple la obligación de presentar el calendario de trabajo con dos meses de antelación”, advierte el sindicato. Ello conllevó que el 80% del área secundara a finales de noviembre una huelga. Unos días después, desconvocaron las movilizaciones ante el incremento de pacientes, debido a la ola de omicron de diciembre.
Por todo ello, ESK exige la dimisión del director de la OSI Debagoiena y la “intervención inmediata” de los Servicios Centrales “para acabar con estas prácticas que solo producen un desprestigio del Hospital, ganado con la dedicación y esfuerzo de todas y todos los que ahí trabajan, además de poner en riesgo la seguridad de la población de Debagoiena”.
En dos meses, el servicio de anestesia del Hospital de Arrasate será gestionado por una Unidad de Gestión Clínica, tal y como ha decidido Osakidetza, según indican las mismas fuentes. Estas unidades externas se caracterizan por ostentar la capacidad de contratar y decidir las compras del material y de farmacología del área.
Los tres denunciantes están siendo investigados actualmente por la dirección, mientras la dirección contrata para las guardias que quedan sin cubrir a personal “ajeno a la OSI, tanto del ámbito público como del privado”, indica el sindicato ESK.
Salud
Sanidad vasca La temporalidad y el desmantelamiento abocan a Osakidetza al colapso
Hospital de Basurto
Por otra parte, el 16 de marzo, los jefes de servicio del Hospital de Basurto hicieron pública una carta en la que denunciaron el “desmantelamiento” ejecutado por Osakidetza del centro de referencia para los habitantes de Bilbao. En este caso, el detonante fue la decisión de Osakidetza de eliminar el servicio de cirugía cardiaca y unificarlo con el del Hospital de Cruces (Barakaldo).
Los 35 jefes de Basurto añadían en su misiva que el hospital “ya ha dejado de practicar autopsias de adultos”, “el laboratorio de Genética ha sido eliminado” y “la biblioteca médica [Basurto es un hospital universitario] casi ha desaparecido”, decisiones tomadas por Osakidetza que no comparten los jefes de servicio. Consideraron que tras la apertura del Hospital de Urduliz, Osakidetza pretende “trasladar equipos, técnicas y pacientes a Cruces”, convirtiendo a Basurto en un mero hospital comarcal.