Sáhara Occidental
Said El Mrabet: “Marruecos ha matado el alma del periodismo, casi todos los medios son voceros del régimen”

El periodista saharaui Said El Mrabet denuncia la represión que sufren los reporteros de investigación en el país norteafricano y relata su “infierno” en la prisión de Agadir.
Said El Mrabet
Said El Mrabet en el encuentro de periodistas españoles y marroquíes
Fundación porCausa
9 may 2023 06:00

En Marruecos y el Sáhara Occidental bajo ocupación marroquí los periodistas de investigación viven  atrapados en el miedo. El reportero Said El Mrabet, nacido en El Aaiún, mantiene que “allí nunca hay un lugar seguro para nosotros, siempre tenemos que estar alerta”. Desde que comenzó su carrera periodística, este profesional ha cubierto migraciones y derechos humanos para medios de la talla de Associated Press, la BBC y TVE. Ejercer un periodismo independiente y de calidad se ha convertido en un trabajo de alto riesgo desde la llegada de Mohamed VI al poder. En 1999, año de su coronación, no había ningún periodista encarcelado. En la actualidad, Souleiman Raissouni, Omar Radi y Taoufik Bouachrine se suman a una larga lista de periodistas que están entre rejas.

En julio de 2020 Said fue detenido en la capital del Sahara Occidental. El Mrabet cuenta que un control policial inspeccionó el vehículo con el que circulaba y, pese a no encontrar ninguna irregularidad, fue detenido y trasladado a comisaría, donde estuvo retenido tres días.  Said relata que la policía le acusó de conducir ebrio, saltarse el estado de emergencia, no portar mascarilla e incluso de resistencia a la autoridad. Este joven periodista sostiene que el verdadero motivo de su retención fue la publicación semanas antes de un reportaje sobre la falsificación de pruebas de Covid-19 para retener ilegalmente a migrantes subsaharianos en centros de aislamiento. Finalmente, Said fue puesto en libertad por falta de pruebas. “Aquello fue una clara advertencia del gobierno para que dejara de meterme en sus asuntos”.

Los periodistas en Marruecos están sometidos a una intensa vigilancia del estado, que emplea programas de espionaje como Pegasus. “Saben dónde te encuentras, qué es lo que haces allí, con quién te vas a reunir y cuáles serán tus próximos movimientos”, afirma Said

Los periodistas en Marruecos están sometidos a una intensa vigilancia del estado. Las autoridades emplean programas de espionaje como Pegasus, con el que monitorean los teléfonos móviles. “Saben dónde te encuentras, qué es lo que haces allí, con quién te vas a reunir y cuáles serán tus próximos movimientos”, afirma Said. Los reporteros internacionales que cubren la información del país rifeño también son objeto de control. Es el caso de Ignacio Cembrero, cronista de El Confidencial, al que persiguen judicialmente por asegurar haber sido espiado por Marruecos. Además, los redactores no son los únicos hostigados: entre 2017 y 2019 alrededor de 1.400 activistas fueron encarcelados.

Casi un año más tarde del primer arresto, cuatro jóvenes con machetes y perros asaltaron a Said en la ciudad costera de Agadir mientras conducía un coche alquilado, recuerda. Said interpuso una denuncia por lo sucedido y envió una copia de la misma a la empresa arrendadora del automóvil. Ya en Rabat, donde residía y trabajaba, la comisaría donde denunció le informó de que habían detenido a los cuatro presuntos agresores y le solicitó que acudiese a identificar a los sospechosos, asevera. Al llegar, Said no encontró a nadie, sino que se vio envuelto en una emboscada para aprehenderlo. Argumenta que fue acusado de interponer una denuncia falsa y de rebelarse a los agentes. En esta ocasión, aquello no era una advertencia. Su reportaje sobre la crisis migratoria desde Dajla a Canarias, en el que informó sobre cómo la gendarmería de Marruecos abrió las puertas a las bandas de tráfico de personas, y el informe en el que se declaran falsas las acusaciones de violaciones y pederastia a periodistas de investigación le habían salido demasiado caros. Said fue encarcelado ese mismo día.

El pavor que los periodistas sienten se pierde, según Said, cuando estás cautivo: “en las puertas del penal lo dejas todo, ya no tienes nada que perder, pueden hacer contigo lo que quieran, qué mayor motivo que seguir narrando la verdad”

En el centro penitenciario compartió celda con otros 20 reclusos, convivió con dirigentes de mafias, ladrones, narcotraficantes y asesinos. Las autoridades marroquíes sólo le permitían salir al patio una hora al día. Said recuerda que “fueron 28 días en un verdadero infierno, todas las noches pensaba que no iba a volver a salir nunca”. La corrupción del sistema judicial marroquí fue la única salida que encontró a su situación. El periodista manifiesta que pagar al juez 55.000 dirhams —alrededor de 5.000 euros—  permitió su puesta en libertad. El pavor que los periodistas sienten se pierde, según Said, cuando estás cautivo: “en las puertas del penal lo dejas todo, ya no tienes nada que perder, pueden hacer contigo lo que quieran, qué mayor motivo que seguir narrando la verdad”.

Según el último Informe Mundial de Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras, el reino alauita ocupa el puesto 144 de 180 países evaluados. “Marruecos no quiere tener una prensa crítica, el estado ha matado el alma del periodismo, casi todos los digitales, periódicos y revistas son voceros del régimen”, afirma El Mrabet. Añade que en este oficio no hay héroes, únicamente profesionales intentando hacer su labor: “no somos Robin Hood, somos periodistas y solo pedimos un espacio de libertad donde hacer nuestro trabajo”.

Este periodista saharaui se replantea su futuro debido al sufrimiento que ha pasado su familia. Reconoce que “la cárcel es el precio de hacer periodismo en una dictadura”, pero opina que “no hay investigaciones que valgan una vida”. Said cuida ahora de su tío en España. Tras asistir al Congreso Internacional de Periodismo de Migraciones de Mérida, organizado por la Fundación porCausa y la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo, confiesa que “sus días en Marruecos ya han acabado”. Ahora sopesa pedir asilo político en Europa y tiene claro que su intención siempre será “estar del lado de quienes lo necesiten dándoles voz, tratando temas de derechos humanos y migraciones”. Con la fuga de periodistas de investigación locales, por la represión y las amenazas del régimen, Marruecos consigue su objetivo: controlar la opinión pública y operar con total impunidad en el silencio. Solo el trabajo de los que resisten permite a la sociedad marroquí y de otros países conocer la deriva del país.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Libertad de información
Libertad de información Julián Assange: “Me declaré culpable de haber hecho periodismo”
En su primera declaración pública tras salir de la cárcel, el fundador de WikiLeaks reivindica su contribución y señala que no se ha hecho justicia.
Libertad de prensa
Libertad de prensa Un centenar de periodistas piden la liberación de Pablo González ante el Consulado de Polonia
El periodista lleva más de dos años en prisión preventiva en Polonia, después de ser detenido cuando se dirigía a cubrir la crisis de refugiados en la frontera con Ucrania. A día de hoy se desconocen los cargos específicos contra su persona.
Libertad de información
Derechos y libertades Julian Assange sale de la cárcel tras declararse culpable de espionaje en un pacto con Estados Unidos
El fundador de Wikileaks vuela rumbo a Australia después de abandonar la prisión británica de Belmarsh. Assange se declara culpable de violar la Ley de Espionaje en el acuerdo que ha firmado con el Departamento de Justicia de Estados Unidos.
Humanista
9/5/2023 23:05

Y que dice Europa, de su consentida dictadura marroquí? Ya, claro, razones de geopolítica...

2
0
Hodei Alcantara
Hodei Alcantara
9/5/2023 7:40

Marruecos, la gran cárcel para todo defender de los DD.HH y la democracia. No les vale con reprimir a sangre fría y negar todos los derechos básicos al pueblo saharaui, sino también encarcelan a todo periodista y activista marroquí que saque a la luz los crímenes del régimen de Mohamed VI.

3
0
Análisis
Análisis El PSOE intenta pescar en el río revuelto de la izquierda para acercarse al PP
Entre los votantes del PP sólo hay dos cosas que produzcan ilusión: el rechazo a Sánchez y su Gobierno e Isabel Díaz Ayuso. Feijóo, que no es una de ellas.
Rap
Poetas Puestos “Tanto los medios como la política quieren que seas un tonto feliz”
Charly Efe y Teko, acompañados de una banda, publican el disco ‘Tontos felices’ donde mezlcan su carrera en el rap con ritmos rock para crear lo que han bautizado como rap‘n’roll.
Groenlandia
Análisis Por qué Groenlandia es clave en la carrera por las materias primas
El anuncio de Trump parece salido de una precuela de la película 'Don’t Look Up', en la que los intereses geopolíticos y económicos no nos dejan ver el colapso inminente.
Historia
Historia La segunda vida de Joaquín Maurín
Alberto Sabio reconstruye en ‘Excomunistas’ la vida y el pensamiento del fundador del POUM: desde su politización en el republicanismo hasta su giro socialdemócrata y anticomunista durante la Guerra Fría.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El CIS vuelve a situar la vivienda como el principal problema de la población
Uno de cada dos votantes de las izquierdas sitúan la vivienda entre los tres grandes problemas que afronta el país. La encuesta del CIS muestra a los partidos de la izquierda en la misma situación de desinfle que el mes pasado.
Ocupación israelí
Expansionismo israelí El Golán sirio, radiografía de una joya natural diezmada por la ocupación israelí
Las actividades extractivistas del Estado israelí sobre los recursos hídricos o proyecto de parque eólico en las tierras colonizadas amenaza el sustento diario de las comunidades locales.
Opinión
Opinión Un alto al fuego hecho a la medida de Trump
El esperando anuncio del cese temporal de los ataques sobre Gaza responde a una estrategia de los EEUU de cambio de paradigma regional. El acuerdo es injusto e insuficiente para los gazaties, que han sufrido un genocidio aún impune.

Últimas

China
Pulsos bajo el cielo Beijing rave: amor, unidad y respeto
Exploramos los entornos de la música electrónica underground en Beijing, donde los jóvenes siguen creando espacios y nuevas formas de relacionarse y entenderse
Galicia
Literatura Daniel Salgado reformula las claves de la poesía política en la contemporaneidad en 'Poemas realistas'
El discurso de este poemario convoca las dos ideas-fundamento que vertebran la poética de Salgado: la constatación de la ruina y la perseverancia en la posibilidad de un horizonte no clausurado.
Opinión
Derecho a la vivienda Cuando el cuñao eres tú: cinco bulos progresistas sobre la crisis de la vivienda
Ni la compraventa de vivienda la protagonizan los fondos ni las zonas tensionadas bajan los alquileres ni el PP es el único que no las aplica.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Israel firma el acuerdo con Hamás, pero todavía tiene que votarlo el Gobierno
Los representantes israelíes en Doha validan el pacto para un cese temporal de las hostilidades y un intercambio de prisioneros. Este viernes se vota en el Gobierno israelí, donde dos partidos ultras se oponen.

Recomendadas

Represión
Represión Cómo descubrir a un infiltrado, el manual
Un grupo de afectadas por el espionaje policial publica un texto colectivo como herramienta y reflexión sobre este fenómeno.
Violencia sexual
Violencia sexual El ocaso de Neil Gaiman, el maestro de la literatura fantástica acusado de violar a varias mujeres
Un reportaje revela los testimonios de ocho mujeres que sufrieron agresiones sexuales por parte del escritor Neil Gaiman, autor del cómic ‘Sandman’ y nombre clave en la ficción contemporánea. Dos de ellas han presentado denuncias por violación.
Brasil
Ana Carolina Lourenço y Fabiana Pinto “Organizar la imaginación es la lucha de nuestro tiempo”
En la vanguardia de los movimientos que plantaron cara a la extrema derecha bolsonarista, las mujeres negras cuentan con una largo recorrido en la disputa política brasileña. Un libro recoge su genealogía y sus miradas para el futuro.
Sareb
Derecho a la vivienda Civio lleva a la Justicia a la Sareb para que revele cómo malvendió 10.000 viviendas protegidas
La Fundación Civio presenta un recurso contra el ‘banco malo’ por negar el derecho al acceso a la información sobre los compradores y el precio al que fueron vendidas 9.400 viviendas de protección pública.