Renta básica
Bla, bla, bla

Contar con dinero para pagar vivienda y comida, es decir, para vivir, deja de ser un derecho básico y se convierte en una especie de recompensa: solo lo merecen aquellos que trabajan.
15 jun 2021 06:10

Por distintas razones hace tiempo que le perdí la pista a Carmen, la protagonista real de mi libro Silencio administrativo, una mujer sin hogar a la que acompañé por el calvario burocrático que suponía pedir una renta mínima de inserción. No sé dónde vive ahora ni cómo ha evolucionado su maltrecha salud, pero hay algo que sí podría asegurar con casi total certeza: aunque tenga derecho a él, no estará cobrando el Ingreso Mínimo Vital (IMV).

¿A qué se debe este convencimiento tan firme? Al hecho irrefutable de que las circunstancias (es decir, los obstáculos) no han cambiado, es más, con la pandemia han empeorado. El IMV reproduce en gran medida los mismos errores que yo constaté con estupor y Carmen padeció en sus propias carnes: la exigencia cruel e injustificada de papeles, la exclusión de todas aquellas personas que no cuentan con recursos e información suficiente para presentar sus solicitudes (por ejemplo, acceso a internet o domicilio donde recibir notificaciones), la lentitud y arbitrariedad de los procedimientos y la fiscalización de los beneficiarios, entre otros.

El Ingreso Mínimo Vital es el mismo perro con distinto collar. No hay diferencias sustanciales con las llamadas rentas mínimas más allá de la gestión estatal y no autonómica. Bueno, sí, quizá me dirán que sí las hay, que los requisitos no son tan duros, que las cuantías suben, que se tienen en cuenta unidades familiares más diversas, etc. Bla bla bla. Eso no son, repito, diferencias sustanciales, dado que el trasfondo ideológico es exactamente el mismo: se trata de un ingreso asistencial condicionado y atravesado hasta la médula por la noción de trabajo, pero sin cuestionar en absoluto las condiciones de trabajo.

Las rentas mínimas y similares no solo no funcionan, sino que no funcionarán nunca tal como están pensadas, y que la única solución contra la pobreza, es decir, contra la desigualdad, es la implantación de una renta básica universal

En una presentación pública de Silencio administrativo, poco antes de las elecciones generales de 2019, un ministro del PSOE se acercó a decirme que “ellos” también estaban de acuerdo con la renta básica y que, de hecho, la llevaban en su programa. Enseguida me di cuenta de que, ni se había leído mi libro, ni tenía idea de lo que significa renta básica. También en el Sant Jordi de ese año, Pedro Sánchez, supongo que asesorado al respecto, recomendó Silencio administrativo en La Vanguardia, sin saber que la tesis que defiende mi libro es que las rentas mínimas y similares no solo no funcionan, sino que no funcionarán nunca tal como están pensadas, y que la única solución contra la pobreza, es decir, contra la desigualdad, es la implantación de una renta básica universal (RBU).

El IMV es una ayuda subsidiaria, la versión burocrática de la caridad (frente al “no te lo gastes en vino” viene a ser un “hasta que encuentres trabajo”). Exige a sus posibles beneficiarios que busquen trabajo activamente y estén dispuestos a aceptar cualquiera que se les ofrezca, así como a participar en cursillos de formación aunque la gran parte de ellos no sean más que un paripé, es decir, se les exige cumplir con un expediente cuyo fin último —al que casi nunca se llega, por otro lado— es el trabajo, es decir, la economía productiva. El IMV está repleto de terminología y de eufemismos que a quienes viven en la más profunda pobreza deben de sonarles como de otro idioma, del tipo “itinerario de integración laboral” o “sello de inclusión social”, para referirse a trabajos “de pobre”, es decir, puestos no cualificados, mal pagados y todavía gracias.

Tal como se expresa en su descripción, el IMV se define como “una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza”, aunque para obtenerla hay que estar ya inmerso en la pobreza y además demostrarlo; dice estar dirigido “a quienes se encuentren en situación de vulnerabilidad económica”, como si las personas vulnerables lo fuesen de partida y no a consecuencia de un abandono social; promete “garantizar un nivel mínimo de renta”, cuando las cantidades son claramente insuficientes; habla de favorecer el “tránsito desde una situación de exclusión a una participación en la sociedad”, dando a entender que la participación social solo existe cuando hay vínculo laboral.

Yo he oído decir explícitamente a representantes del gobierno que el IMV sirve para complementar otros ingresos menores como los obtenidos de trabajos precarios, es decir, el IMV reconoce y acepta la existencia del trabajo precario en vez de luchar contra la precariedad laboral —yo prefiero llamarla explotación—. Para más inri, el IMV no se suma, sino que se ajusta la cantidad en función de estos ingresos precarios, del mismo modo que la Comunidad de Madrid exigió en su día a los mendigos que declarasen sus ingresos para así restarlos de la renta mínima.

Al final, como siempre, lo peor es cómo permea en la gente la idea de que para vivir hay que trabajar, esa maldición bíblica del ganarás el pan con el sudor de tu frente. Da igual que muchos trabajos sean indignos, mal pagados, inútiles o degradantes: el caso es trabajar. Contar con dinero para pagar vivienda y comida, es decir, para vivir, deja de ser un derecho básico y se convierte en una especie de recompensa: solo lo merecen aquellos que trabajan. Por eso, frente al IMV, que no solo no cuestiona sino que se acomoda a este estado de cosas, la RBU ofrece una dimensión revolucionaria: atenta contra el trabajo precario porque nadie querría ser explotado si puede evitarlo. Lógico entonces que genere tantas reticencias.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Brecha salarial
Extremadura Brecha salarial en Extremadura: los hombres ganan 2.533 euros más que las mujeres
La región mantiene una de las menores brechas salariales de España, pero los hombres aún ganan 2.533€ más al año. Los sindicatos advierten que la igualdad retributiva tardará 20 años en alcanzarse.
El Salto Radio
El Salto Radio Por Justicia Fiscal: Tax the rich
Las Señales de Humo de esta semana nos traen la iniciativa Tax the rich, de la mano de Juan Gimeno Ullastres, catedrático y ex rector de la UNED y portavoz de la Plataforma por la Justicia Fiscal
Desigualdad
Desigualdad La riqueza de los milmillonarios crece en 2024 tres veces más rápido
La desigualdad sigue trepando posiciones con una concentración de riqueza sin precedentes en la historia humana, según el reciente informe de Oxfam ‘El saqueo continúa’.
#92557
15/6/2021 11:29

Gracias por el artículo

1
0
#92555
15/6/2021 10:50

Cuándo nos levantaremos?

2
0
Comunidad de Madrid
Protocolos de la vergüenza Las mentiras de Ayuso en el quinto aniversario de la pandemia
La presidenta de la Comunidad de Madrid intenta lavar su imagen con un vídeo y un comunicado plagados de maquillaje.
Precariedad laboral
Migraciones La nueva diáspora española: entre la precariedad y el activismo
En “No nos vamos, nos echan” se recogen las experiencias de movilización social protagonizadas por los emigrados españoles tras la crisis de 2008.
Pueblo kurdo
Siria Las milicias kurdas firman un acuerdo ambiguo con Damasco en un Estado sirio aún sin definir
Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), lideradas por los kurdos, y el Gobierno de Al Jolani han firmado un acuerdo que promete estabilidad, pero que deja más preguntas que respuestas.
África
Alima Ngoutme “La solidaridad femenina es importante para que en África logremos la inclusión de los niños con discapacidad”
A través de su asociación, Alima Ngoutme, y a partir de una experiencia personal, ha concentrado sus esfuerzos por conseguir la plena inclusión social de los niños y niñas con discapacidad en su país natal, Camerún.
Serbia
Protestas estudiantiles Belgrado se prepara para una protesta multitudinaria
El Gobierno de Aleksandar Vučić se enfrenta a una de las manifestaciones más importantes en la historia reciente del país
Pueblo gitano
Opinión Un autogobierno para el Pueblo Gitano
La Constitución no incluye al Pueblo Gitano, por tanto, requiere un cambio para incluirle respetuosamente en el entramado institucional que compone el Estado.

Últimas

Kabilas de mesa camilla
Kabilas de mesa camilla ¿Ramadán mubarak? o ¿ramadán digital?
La omnipresencia hace que las pantallas lo ocupen todo, incluso ese vacío que deja la abstinencia de comida y agua, y donde se supone que cada criatura se encuentra con lo que emana de sí misma.
Comunidad de Madrid
Privatización de los servicios sociales Ayuso propone 40 residencias privatizadas en una comunidad donde solo el 5% son públicas
El gobierno de la Comunidad de Madrid planea la construcción de 40 residencias cuya gestión estará en manos de empresas privadas. Partidos políticos, sindicatos, ONG y colectivos sociales se unen para oponerse a este nuevo “plan privatizador”.
Badajoz
Derechos laborales Denuncian la privatización y precariedad en la muerte en el piso tutelado en Badajoz
Los sindicatos y consejos profesionales señalan que las subcontrataciones limitan los recursos humanos y materiales, poniendo en riesgo a menores y profesionales.
Más noticias
Huelva
Medio ambiente Un fondo de inversión amenaza Doñana con la construcción de un proyecto gasístico
Los ecologistas alertan sobre los peligros ambientales de la petición del nuevo sondeo asociado al almacenamiento de gas natural Marismas, promovido por Trinity Energy Storage, en el que participa el fondo de inversión Teset Capital
Feminismos
8M Lluvia feminista para un 8M antirracista en Madrid
VV.AA.
Más de 80.000 personas, según los datos de la organización, han secundado la marcha que la Comisión 8M ha organizado entre Atocha y Plaza España, cuyo eje principal ha sido el antirracismo como antídoto necesario para conseguir derechos para todas.
Salud mental
Sesgos en medicina Mujeres y consumo de psicofármacos: la medicalización de sus vidas
Las mujeres consumen el doble de psicofármacos que los hombres. Además de una mayor prevalencia de depresión o ansiedad, las especialistas avisan de sesgos de género en los diagnósticos.

Recomendadas

Migración
Migraciones Bruselas anuncia un nuevo proyecto de ley para acelerar las deportaciones de personas migrantes
La Comisión Europea ha presentado este martes un nuevo proyecto de ley que tiene como objetivo intensificar y acelerar las deportaciones de personas indocumentadas a sus países de origen o países de tránsito.
Galicia
Galicia La Xunta entorpece el acceso a más de 8.500 contratos que suman 57 millones de gasto
La Axencia de Doazón de Órganos e Sangue indexa miles de pagos sin concepto e imposibilita su fiscalización. La Xunta de Alfonso Rueda aduce que la opacidad es causada por “un fallo de codificación”. Sin embargo, esa práctica se repite desde 2018.
Islamofobia
Religión El aumento de vetos al hiyab en escuelas reaviva el debate sobre la islamofobia en España
Cada vez son más los centros educativos que están vetando estas prendas propias de la cultura musulmana a través de disposiciones en sus protocolos internos.
Fronteras
Fronteras Sombras en el acuerdo de cesión de competencias pactado por el PSOE y Junts
El acuerdo sobre transferencia de las competencias en materia de migración entre PSOE y Junts encuentra el 'no' de Podemos y de organizaciones de migrantes y el 'sí' con matices de la izquierda independentista y de Sumar.