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Portugal
Lisboa se levanta contra la violencia policial
El pasado 19 de diciembre se tornó una pesadilla para decenas de personas migrantes que se encontraban en la lisboeta Rua do Benformoso, en la zona de Martim Moniz. Un dispositivo policial bloqueó la calle, las obligó a ponerse contra la pared y las cacheó tratándolas como delincuentes en un claro abuso de autoridad por parte de las fuerzas de seguridad del Estado. El vídeo de la operación policial se viralizó en redes sociales y fue noticia en todos los medios de comunicación de Portugal por la gravedad de la situación.
Esta operación policial contó con el beneplácito del Primer Ministro, Luís Montenegro. “Cuanto mayor sea la capacidad fiscalizadora y, por tanto, la capacidad de tranquilizar a los ciudadanos demostrándoles que la preocupación securitaria está asumida como prioridad, mejor”, declaró el mandatario tras el incidente.
La extrema derecha, con el partido político Chega como su máximo exponente, ha puesto el foco en Martim Moniz alarmando a la ciudadanía sobre las personas migrantes
Lo cierto es que, desde hace meses, la extrema derecha, con el partido político Chega como su máximo exponente, ha puesto el foco en Martim Moniz alarmando a la ciudadanía sobre las personas migrantes que residen y circulan por la zona creando un notorio discurso xenófobo y racista. En un evidente giro a la ultraderecha, el Gobierno de Montenegro se ha apropiado de ese discurso poniendo en marcha mecanismos de seguridad para criminalizar a los trabajadores migrantes.
No son hechos aislados
En la madrugada del pasado 21 de octubre, la Polícia de Segurança Pública (PSP) abatió de varios disparos en un control de tráfico a Odair Moniz, un caboverdiano de 43 años que residía en Portugal desde hacía más de dos décadas. Un comunicado de la PSP afirmaba que Moniz amenazó a los agentes con un arma blanca como justificación a los disparos que recibió, pero la Polícia Judiciaria (PJ) desmintió ese testimonio.
A consecuencia de este asesinato, los días posteriores se produjeron disturbios en Zambujal, el barrio de Amadora donde residía Moniz, así como en otros distritos de Lisboa, incendiando vehículos y contenedores de basura. Al día siguiente de la muerte de Moniz, sus familiares denunciaron que la PSP entró en su casa derrumbando la puerta y agrediendo a su familia.
Reacciones en la calle: la ciudadanía se manifiesta contra el racismo
Tanto el asesinato de Odair Moniz como la desmedida actuación policial del pasado 19 de diciembre han tenido una enorme contestación ciudadana en las calles. El 26 de octubre, se produjo una gran manifestación contra la violencia policial en respuesta a la muerte del joven caboverdiano organizada por el Movimiento Vida Justa, un movimiento que engloba a más de 80 organizaciones y colectivos que exigen una vida digna, sobre todo para los habitantes de los barrios más pobres, donde se concentra más población migrante.
El viernes por la mañana, un grupo de activistas se puso voluntariamente contra la pared, con los brazos y piernas abiertas en una acción que emulaba la operación policial efectuada en diciembre en la Rua do Benformoso pero en este caso en la Avenida de Roma, una de las vías lisboetas de clase media-alta, para denunciar que en estas zonas de la ciudad, las fuerzas de seguridad no actúan de la misma manera que en los barrios donde habita la población migrante.
Miles de personas secundaron esta manifestación con el lema “Não nos encostem à parede” (no nos pongan contra la pared)
Este sábado 11 de enero, diversos colectivos, partidos políticos y organizaciones convocaron una manifestación que partió a media tarde de Alameda y que transcurrió por la Avenida Almirante Reis para culminar en Martim Moniz, lugar donde se realizó la intervención policial contra migrantes mayoritariamente de origen bangladesí, indio y pakistaní. Miles de personas secundaron esta manifestación con el lema “Não nos encostem à parede” (no nos pongan contra la pared) difundida a través de redes sociales y con cuenta propia en instagram, en la que personalidades de la cultura, periodistas, profesores y profesoras universitarias, economistas, e incluso uno de los militares del Movimiento de los capitanes, responsable de la Revolución del 25 de abril que puso fin a 41 años de dictadura salazarista en Portugal, Mario Tomé realizaron un llamamiento a través de vídeos para pedir a la ciudadanía de Lisboa que se uniesen en la calle contra el racismo, contra la xenofobia, por la libertad y la dignidad.
La manifestación se desarrolló de forma pacífica y sin incidentes. Las participantes coreaban lemas como: “No al racismo”, “Nadie es ilegal, ilegal el capital” o “Fascistas, racistas, no pasarán” que recordaba en gran medida a la que transcurrió por las principales avenidas de Lisboa el pasado 25 de abril conmemorando el cincuenta aniversario del fin del Estado Novo.