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País Vasco
Los municipalismos de Bizkaia confrontarán contra el olvido institucional el 28M
Con la democracia como estandarte, las candidaturas municipalistas construyen formas alternativas de acción colectiva basadas en la participación. El municipalismo funciona a escala local. Desde 2015 hemos sido testigos del auge electoral de plataformas vecinales, confluencias y coaliciones que aspiran a transformar la política, desde abajo, a través de los ayuntamientos. En 2019, muchas de ellas lograron alcaldías, sirvieron como bisagra y recuperaron terreno en las elecciones municipales. Este año pretenden ampliar su influencia, siendo un fenómeno que adquiere especial fuerza en el mapa político vasconavarro.
El municipalismo demuestra, como explican sus candidatos, que las cosas pueden hacerse de manera diferente a través de victorias concretas, poniendo a vecinos y vecinas en el centro. El alcalde Raúl Palacio, de la formación independiente Karrantza Zabala, cree en un ayuntamiento de la gente y para la gente: “Transparente y participativo, cercano y respondiendo a las inquietudes y problemas de la ciudadanía”. Añade Palacio qué significa la política en un contexto municipalista: “Consideramos la política como una herramienta de servicio a las personas”. Lo contrario a lo que practican, deja caer, desde instituciones superiores que apuestan por el abandono de Enkanterri: “Todos los indicativos socioeconómicos de nuestra comarca indican que vivimos en peores condiciones comparado con el resto de Bizkaia”.
Elecciones
Municipios que abren el camino
Las plataformas municipalistas marcan el nuevo rumbo político. Algunos ejemplos en Bizkaia y Gipuzkoa abrieron brecha, se consolidan y buscan expandirse para ampliar los márgenes de lo posible
En Karrantza, gracias a esta forma de actuar, han ido salvando diferentes obstáculos para mantener la idiosincrasia del Valle y han dado pasos importantes: “Estamos inmersos en un proyecto de depuradora de saneamientos que sirva como alternativa a los planteamientos que nos hacen la Diputación y el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, que son totalmente inaceptables”.
El municipalismo de Karrantza proyecta una depuradora de saneamientos alternativa a los planes de Diputación y el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia.
Las preocupaciones vecinales pasan en Karrantza por la toma de decisiones en proyectos urbanísticos, transporte público y carreteras, pero también el abastecimiento de agua o la ganadería. La sequía obligó a “importar” este bien desde Cantabria en camiones cisterna en 2022, y ahora el Valle se halla inmerso en una “guerra del agua”. Karrantza, además, ha sido nombrada y puesta en el mapa por causas poco amables: llegó a la Audiencia de Bizkaia el “caso purines” de la empresa Minda, un proyecto donde se despilfarraron millones de euros públicos. Así lo ha ratificado el Tribunal Supremo. El exalcalde, fallecido, fue condenado junto a un ex alto cargo del Gobierno Vasco y cuatro personas más.
Los vecinos de Karrantza no han bajado la guardia, a pesar del cambio de rumbo del Valle. Su alcalde lo reconoce y comprende: “Hay que ser contundente y no dudar a la hora de exigir a las instituciones competentes”.
Bermeo y la política de proximidad
En la misma línea de acción cree Xabier Ortuzar, cabeza de lista de Guzan Bermeo, quien explica que su estilo de hacer política es “sencillo”. Se trata de estar cerca de las personas para respirar lo que pasa en las calles: “Nos esforzamos en mostrar a la gente que hay otra forma de hacer las cosas, fuera de los partidos tradicionales y que, de esa forma, la gente del pueblo es más relevante para todo”. Con esa premisa, Guzan consiguió el 19,52 % de los votos en las elecciones municipales de 2019, pero sus tres concejales no pudieron evitar la mayoría absoluta del PNV. De 2011 a 2019, EH Bildu tuvo el Consistorio en sus manos, pero en su segunda legislatura no aprovechó las posibilidades de llegar a acuerdos con la plataforma municipalista y perdió apoyos, según Guzan, por algunos errores cometidos.
“Nos esforzamos en mostrar a la gente que hay otra forma de hacer las cosas, fuera de los partidos tradicionales y que, de esa forma, la gente del pueblo es más relevante para todo”, explica el candidato de Guzan Bermeo
El objetivo de Guzan, explica Ortuzar, es tener peso (“que te necesiten”) para hacer posible la gobernabilidad del municipio a la hora de sacarlo adelante. Sienten que en los últimos años ya no se les escucha. Cuando llegaron, lograron rebajar un 15 % el salario de los representantes, consiguieron iniciar el proceso para hacer los primeros presupuestos participativos del municipio, exigieron la contratación de la primera técnica de igualdad de Bermeo… “Intentamos estar cerca de las personas y respirar lo que pasa en Bermeo”, explica el candidato, que confía en acabar con el sistema “presidencialista” bermeano donde el alcalde toma todas las decisiones.
Derecho al agua
Privatización del agua Así culmina en Busturialdea la privatización de la gestión del agua en toda Bizkaia
En estos años de alcaldía del PNV (a través del nacionalista Aritz Abaroa) se ha cometido el que para la oposición es uno de los mayores errores que cabría cometer. Se aprobó la privatización del agua, con el voto positivo del PNV, claro, y el rechazo de EH Bildu y Guzan. Con esa iniciativa, Bermeo se incorpora al Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia. Junto a Bermeo, Gernika y gran parte de la reserva de la biosfera de Urdaibai, cada vez más sacrificada a los intereses particulares de quienes apuestan a su creciente turistificación.
Enkanterri y el resurgir municipalista
Bizkaia imitó lo que ya había ocurrido en algunas zonas navarras, gallegas, andaluces, murcianas… pero apenas se colaron en algunos ayuntamientos. Desequilibraron la balanza partidista tradicional. A menudo se enfrentaron al turnismo. Ahora se enfrentan a un “olvido” insititucional. Contra ello, se lanzan de nuevo a las urnas.
Balmaseda, capital de la comarca, es ejemplo de ello, donde gobiernan una plataforma independiente desde 2019 (Candidatura Local Independiente, CLI, por su nombre oficial). Antes, desde 1979, había gobernado el PNV. También la propia Karrantza ha experimentado el hacer municipalista. En Lanestosa se presenta otra candidatura, Lanestosa Zurekin, aunque algunos de sus candidatos provienen de representar a EH Bildu en las concejalías.
Abanto y Zierbena ha sido feudo del PNV desde, al menos, 2003. Zierbena, por su parte (desde su escisión como municipio independiente del Abanto) cuenta con Iñigo de Loyola Ortuzar (PNV) como alcalde desde que Zierbena es Zierbena, esto es, desde 1995. Con la salvedad de tres mandatos de Marcelino Elorza Talledo, también del PNV, que fue imputado por malversación de caudales públicos, delito societario y prevaricación (y luego exonerado).
Txus Osegui, teniente de alcalde en Balmaseda explica cómo funcionan: “Nuestro estilo es participativo. Nos gusta contar con la ciudadanía no solo a la hora de pedir que valore las medidas que tomamos, sino también a la hora de tomar decisiones, queremos que sean sujetos activos de las políticas, no pasivos”. Confían que esta fórmula hará que la candidatura revalide el Ayuntamiento: “Confiamos no solo en revalidar la victoria de hace cuatro años, sino aumentar la diferencia respecto al PNV”, dice Osegui. La Candidatura Local Independiente se vanagloria de haber “abierto” Balmaseda a los vecinos, promoviendo proyectos participación popular donde han recogido más de mil iniciativas. También han iniciado un proceso de remunicipalización de servicios de limpieza. “La democracia, si queremos que funcione, no puede limitarse a votar cada cuatro años”, dice Osegui. “Enkarterri no quiere ser una comarca sacrificada, olvidada o vaciada”, explica, añadiendo que Bizkaia no es un territorio justo.
“La democracia, si queremos que funcione, no puede limitarse a votar cada cuatro años”, dice Osegui, alcalde de Balmaseda.
“El vecino o la vecina de Enkarterri está harto de que solo se acuerden de nuestra comarca para poner el vertedero más grande de Euskadi”, denuncia Unai Diago, aspirante a alcalde por Zalla Bai. Esta agrupación municipal, cuenta Diago, es una asociación vecinal que trabaja a pie de calle buscando soluciones a los problemas reales del vecindario: “Y lo hacemos poniéndoles en el centro de la toma de decisiones. Lo hacemos de manera abierta y transparente, sin agendas ocultas ni primando los intereses de unos sobre otros”. Ortuzar piensa lo mismo, aunque su trayectoria en los últimos ocho años ha pasado por dos situaciones muy diferentes: “Durante los primeros cuatro años fuimos la llave y el desempate constantemente”. De esta manera, apunta que fue un periodo vistoso para Guzan: “Según llegamos conseguimos rebajar el salario de los políticos un 15 % y con ese dinero empezar a urdir los primeros presupuestos participativos de la historia de Bermeo”. Sin embargo, en los últimos cuatro años han estado en la oposición con una mayoría absoluta del PNV: “Hemos sentido que cuando no te necesitan, tampoco ven la necesidad de contar con el pueblo para nada”.
Municipalismo
Zalla Bai: gente "aficionada" que puede gestionar su municipio
Zalla Bai es un ejemplo relevante de buen hacer en política municipal desde que irrumpieran en 2011 en el Ayuntamiento de Zalla, con mucho potencial de reproducirse en otros pueblos de Enkarterri y de toda Bizkaia.
Por otro lado, Diago cuenta que su desafío es mejorar las condiciones de vida de sus vecinos, y lograrlo, además, de manera “justa y sostenible, sin poner en riesgo nuestra salud, ni nuestro entorno”. Según el candidato municipalista en Zalla, esto implica, por ejemplo, apostar por un urbanismo respetuoso con el medio ambiente, que promueva la accesibilidad y que tenga en cuenta la perspectiva de género; un desarrollo económico sostenible que, en conjunción con otras entidades supramunicipales, invierta en la creación de empleo a través de proyectos de inversión que permitan tener los mismos índices de calidad de vida que cualquier otro vizcaíno. “Pero que no trate de imponernos planes y proyectos –vertederos, parques eólicos, empresas contaminantes– hasta convertirnos en una comarca sacrificada para que otros vivan bien”, apunta.
“El vecino o la vecina de Enkarterri está harto de que solo se acuerden de nuestra comarca para poner el vertedero más grande de Euskadi”, denuncia Unai Diago, aspirante a alcalde por Zalla Bai.
¿A qué proyectos se refiere Diago? La plataforma municipalista Zalla Bai viene denunciando la ocupación de espacio público para edificar una planta de valorización de residuos eléctricos y electrónicos. La empresa Indumental Recycling, cuidada por las instituciones, presidida por Ignacio María Etxeberria, exdiputado por el PNV, quiere construir esa planta en una zona peligrosa para los vecinos, que además han denunciado irregularidades en el proyecto. Por ejemplo, la construcción podría hacer inundable parte del pueblo. La empresa matriz de Indumental Recycling ha sido –y es– objeto de investigaciones por su actividad en Erandio en la extracción de metales procedentes de desechos electrónicos: podrían estar provocando cáncer y otras enfermedades crónicas a extrabajadores.
Medio ambiente
País Vasco La planta de plásticos que Zalla quiere paralizar
El candidato de Zalla Bai dice que se encuentran con fuerzas para volver a coger el timón del Consistorio. “Hacemos pueblo de abajo a arriba, esto es, los problemas, anhelos, deseos, proyectos… de nuestros vecinos”, explica Diago. Para ello, movilizan a los propios vecinos para hacer frente a la Ley Tapia, que por la vía impositiva, da competencias al Gobierno Vasco para ampliar proyectos que solamente traen dolores de cabeza como la incineradora o el vertedero de Las Lagunas.