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Contaminación
Los vecinos se plantan contra la llegada de los residuos tóxicos a Ortuella: “Seremos una china en el zapato de Sader”
El traslado de una parte de la actividad de la planta de reciclado de Sader a Ortuella parecía inminente hasta que los vecinos del municipio de la Zona Minera de Bizkaia se organizaron y, en apenas unas jornadas, consiguieron unas 3.000 firmas —de un censo de 6.953 electores— en oposición a los planes de la fábrica, una de las pocas que quedan sin exención ambiental en Bilbao. En abril más de 2.000 vecinos se echaron a la calle, mostrando músculo contra los planes de los capitales fósiles. De momento el nauseabundo olor y los residuos peligrosos se quedan en Zorrozaurre, viciando el aire de los patios de los colegios que tiene en su entorno, y Ortuella se salva del vapor verde, inodoro e indefenso que, prometen, expulsarán las nuevas y máquinas de Sader. “Nos lo pintaron fantástico”, explican desde Ortuella ‘Sader Ez’ que asegura no querer cerca la “mierda” y los deshechos que generan, los lodos líquidos y tóxicos, los ácidos, las “cenizas volantes”, los metales pesados, el hidróxido potásico y el sinfín de productos peligrosos que tratan.
La plataforma vecinal de Ortuella ‘Sader Ez’ lleva meses en pie de guerra. Ha empapelado el pueblo, tratando de concienciar de los peligros de que Sader —del grupo Agaleus, liderada por Xabier Caño (CEO)— tenga una pata a menos de 100 metros de las primeras viviendas, sus hogares. No quieren el nauseabundo olor que sufren aún hoy los vecinos de Burtzeña. No quieren tener en la cabeza el mareo de la pestilencia similar a la comida podrida. Tampoco quieren que 7.000 camiones paseen por la zona de forma rutinaria, como telón de fondo, durante el resto de sus vidas. El propio CEO de la empresa afirmó que serían dos vehículos pesados cada hora. En el radio de un 1 kilómetro con respecto a donde quieren situar la planta viven unas 10.000 personas, según los cálculos. Afecta no solo a Ortuella, donde se edificaría, sino, por cercanía, también a Abanto Zierbena y Trapagaran.
‘Ortuellan Sader Ez’ ha recibido el apoyo del resto de vecinos de estas localidades de la Zona Minera que se verían afectados por la cercanía a la planta. También, progresivamente, se han sumado organizaciones —como Ekologistak Martxan— y partidos políticos. Hasta el PNV, que controla la alcaldía y la mayoría de concejalías, ha terminado oponiéndose. “Las municipales están cerca. No se esperaban que consiguiésemos tantísimas firmas y congregásemos a tanta gente en contra del proyecto”, cuentan desde la plataforma vecinal, aún reticentes a ser positivos. Todas las fuerzas políticas acordaron “el rechazo contundente del Ayuntamiento a la posible implantación de la planta” en el barrio de La Barguilla. PNV y PSE-EE se adhirieron justo antes de la masiva movilización contra Sader, una de las más multitudinarias de un pueblo que nunca ha contado con más de 9.300 habitantes (1987), y que actualmente apenas supera los 8.300.
Todas las fuerzas políticas acordaron “el rechazo contundente del Ayuntamiento a la posible implantación de la planta” en el barrio de La Barguilla.
El consenso es amplio, según expresan, debido a que la Oficina Técnica municipal elaboró un informe donde declara “Desfavorable e Incompatible Urbanísticamente por su actividad clasificada en su condición de insalubre, nociva, molesta o peligrosa”, apoyándose en el vetusto Plan General de Ordenación Urbana de 1985. La moción presentada por ‘Sader Ez’ y aprobada por unanimidad por todos los miembros del Ayuntamiento —incluido el alcalde Saulo Nebreda (PNV)— también apunta que rechazan el proyecto por el “riesgo que supone en el día a día de las personas del municipio”. La pelota está en el tejado de la consejera Arantxa Tapia, del mismo partido que el partido que gobierna el municipio.
Antes del consenso —y de la demostración de fuerza de la organización vecinal— el Ayuntamiento de Ortuella tenía otra postura. Quería recibir con los brazos abiertos la nueva planta de Sader y hacía campaña por la empresa. “Nos decían que 25 puestos de trabajo era como si nos hubiera tocado la lotería. Que si era circular, que si era verde, que si no habría problemas de contaminación…”, cuentan desde la propia plataforma del pueblo.
Tras movilizar a más de 2.000 personas y conseguir 3.000 firmas, el PNV y el PSE-EE también se adhirieron a la moción de ‘Sader Ez’ para rechazar la implantación de la nueva fábrica
Xabier Caño, CEO de Agaleus, con pasado en la asesoría de la consejería de Medio Ambiente y como director de la Sociedad Pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco, Ihobe, llegó a vender la nueva planta de Sader como “un proyecto estratégico para Euskadi, un proyecto de país”. Además, añadía que esta planta de tratamiento de residuos serviría “para que la industria vasca pueda ser más competitiva y cumplir con sus indicadores medioambientales”. Caño se atrevió a destacar que este proyecto no tiene “prácticamente” un “impacto ambiental, ni emisiones de proceso industrial, ni olores ni ruidos”. Sin embargo, los mareos y las náuseas de los vecinos de Zorrotza debido a la peste y las grandes columnas de humo hacen crecer la incredulidad en Ortuella. “Nos gusta decir que somos el partner imprescindible de la industria vasca, porque sin nuestra presencia, no llegaremos a 2030 con los deberes hechos”, sentenciaba Caño.
El pelotazo de Viuda de Sainz
La constructora Viuda de Sainz había comprado los terrenos del barrio de La Barguilla donde Sader pensaba erigir sus nuevos muros y en marzo de 2021 había solicitado un informe a la Oficina Técnica del Ayuntamiento para constatar su posible uso industrial. Desde la plataforma ‘Sader Ez’ explican que ahí, ya entonces, existía un pacto con Agaleus.
Ahora, una vez recibida la incompatibilidad para con las prácticas de los compradores del espacio, Viuda de Sainz podría estar buscando nuevos compradores. Esta historia le ha pillado con el paso cambiado a la constructora. “Es una empresa local a la que no le gustan estos líos”, como afirman los vecinos. Si pretendieran adecuar los terrenos, deberán invertir en esos trabajos.
Sin el informe favorable de Compatibilidad Urbanística Sader no puede conseguir el certificado de Autorización Ambiental Integrada (AII) necesario para la instalación de una planta de estas características. En el artículo 33.1 de la Ley Tapia queda claro: sin solicitar el informe, no hay posibilidad. En el art. 33.2 se dice que si el informe es negativo —como es el caso—, dicho órgano dictará “resolución motivada denegatoria”, poniendo así fin al procedimiento. Es decir, la propia Ley Tapia ahogaría el plan de Sader. Los vecinos de Ortuella no se fían, piensan que la propia consejera encontrará un subterfugio para agradar los planes del grupo empresarial.
Viuda de Sainz posee los terrenos de Ortuella donde debía edificarse la nueva planta de Sader, con quien tiene un acuerdo. La constructora no se fía y es posible que esté buscando nuevos compradores
La Ley Tapia permite al Gobierno Vasco imponer proyectos sin consultar la opinión de los gobiernos municipales —que en este caso, es de rechazo a la nueva instalación—. No obstante, la figura de los Proyectos de Interés Público Superior (PIPS) no podría aplicarse en este caso, al ser de interés privado. A Sader solo le quedaría esperar, en caso de que la Viceconsejería de Sostenibilidad Ambiental (VSA) corroborase la negativa, a la llegada de la Ley Tapia ‘Plus’, en la que se está trabajando. Esta renovación de la legislación, parece, contemplará la imposición de los intereses del Gobierno Vasco sobre los intereses municipales también en el caso de proyectos privados. El Anteproyecto de Ley se encuentra en avanzada tramitación. “Esta es una de nuestras grandes preocupaciones, y grandes temores”, expresan los vecinos de Ortuella. “Aquí es importante la postura de oposición de Eudel a dicha ley, ya que les vacían la figura del Urbanismo. ¿Qué relación de fuerzas se está dando en el PNV entre las alcaldías y lo que representa Tapia?”, reflexionan miembros de Sader Ez.
La Oficina Técnica del Ayuntamiento emitió el informe “Desfavorable y No Compatible Urbanísticamente” el 16 de mayo de este mismo año 2022. Mediante una moción, la plataforma vecinal exigió que se rechazara políticamente el asentamiento de la planta de tratamiento de residuos. A esta moción, efectivamente, se adhirieron todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento de Ortuella.
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Con la disconformidad técnica de incompatibilidad urbanística a Sader solo le quedan dos caminos, tal y como apuntan desde ‘Sader Ez’: buscar otro destino o llevar su caso al Juzgado de lo Contencioso-Administrativo, lo que implicaría largo tiempo de estudio del caso. Desde la plataforma vecinal apuntan que el tiempo, en parte, corre a favor de los vecinos, puesto que Sader quiere ir reduciendo su actividad en Zorrotza, por donde ya han dejado de pasar los 7.000 camiones anuales que antes cruzaban la zona. De acuerdo a la prensa local, la planta de Zorrotza dejará de tratar residuos peligrosos en 2024 para enviarlos a Ortuella.
La Viceconsejería de Sostenibilidad Ambiental (VSA) pidió el informe técnico al Ayuntamiento de Ortuella el 17 de mayo, siendo respondido con el certificado negativo el 2 de junio. Queda por saber cómo está el expediente actualmente, qué resolución tomará la VSA, liderada por Amaia Barredo Martín. Septiembre y octubre son los dos últimos meses que tiene de plazo, sobre los seis legales, para resolver el caso. De no ser así, se archivaría. “Trataran de justificar sin sonrojarse cualquier pretexto de lo más peregrino”, concluyen desde ‘Sader Ez’.
¿Quién es Xabier Caño?
Xabier Caño es el actual CEO de Agaleus, cuya empresa, Sader, ha de recibir la aprobación de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) si quiere prosperar en su idea de asentarse en Ortuella. Caño fue secretario (2003-2006) de Cimas Innovación y Medio Ambiente, firma que recibió la adjudicación en 2004 para consultoría y asistencia de “elaboración de informes en el procedimiento de otorgamiento de las autorizaciones ambientales integradas” del Departamento correspondiente del Gobierno Vasco. Luego formaría parte de la consejería de Medio Ambiente como asesor jurídico. Llegó a ser director general de Ihobe.
Al abandonar Ihobe, en 2009, Xabier Caño pasó a ser vicepresidente del grupo privado Agaleus, con plantas de tratamiento de residuos en Zamudio y Zorrozaurre. El grupo privado se creó hace 35 años con la activa participación del que fuera viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, Néstor Goikoetxea, homólogo y predecesor de Arantxa Tapia.
Plataforma 'Sader Ez': “Nosotros decimos que si todos esos cambios van a ser tan positivos [economía circular, pacto verde, empleo], siendo la solidaridad una de las características de los ortuellanos, proponemos que las instalen en Getxo”
Como consejero delegado, Caño ha afirmado de manera distópica que la actividad de Agaleus y en concreto la de Sader, es “descontaminante”. También señala que no se traslada “ni una piedra” de Zorrotza a Ortuella, sino que todo es nuevo, con nuevas tecnologías. Esta idea choca de frente con la certificación negativa fundada en los informes técnicos municipales que ha explicado el Ayuntamiento de Ortuella. Recuperación de aceites usados, regeneración de disolventes, regeneración de ácidos y tratamiento de residuos (peligrosos, no peligrosos…) son las principales actividades de las empresas de Agaleus.
Xabier Caño recibió una carta abierta por parte de la plataforma vecinal ortuellana de ‘Sader Ez’. Los vecinos decían lo siguiente: “A nosotros, como a los gatos que huyen del agua hirviendo, también nos gustaría escapar de la contaminación”. Y siguen: “Hemos complicado y retrasado vuestro aterrizaje en nuestro pueblo. Pero no está todo hecho”. Los vecinos visualizan la posibilidad de que Agaleus entre en una batalla judicial que vaticinan perder: “Cuando entra la Justicia en las batallas ciudadanas [...] los poderosos sonríen”. Si los jueces terminasen dando la mala noticia, avisan, la recibirán con mala cara. “Este es nuestro pueblo, esta es nuestra gente y nuestra casa, y nosotros sí que nos quedamos”, alertan a Xabier Caño al que advierten: “Seremos una china en el zapato de Sader”.
En un comunicado de ‘Ortuellan Sader Ez’ la plataforma, viendo colmado el vaso y haciendo gala de recursos irónicos, sentencia: “Nosotros decimos que si todos esos cambios van a ser tan positivos [economía circular, pacto verde, empleo], siendo la solidaridad una de las características de los ortuellanos, proponemos que las instalen en Getxo”. Allí, comentan en la plataforma de forma crítica pero distendida, “viven los oligarcas y los CEO”.